Volvimos después de tanto tiempo.... Quiero agradecer por su santa paciencia, se que no es lindo esperar tanto por un cápitulo, pero este año es un poco complicado para encontrar ratos libres para escribir.
Gracias a Dios lo de mi papá se va encaminando, al menos consiguió trabajo, luego de estar tres meses buscando :)
Este es mi último año universitario, y tengo práctica hospitalaria donde hay dias en la semana que tengo que hacer guardia de 24hs, que casualmente hasta agosto me tocan los fines de semana que los tengo casi perdidos ya que lo único que quiero hacer después de la guardia es dormirrrr.
Intentaré no demorarme tanto en el próximo cap, pero se viene el último cuatrimestre de mi carrera, por lo que toda mi energía va a estar puesta en terminar mis materias.
Ahora espero que disfruten del capítulo :)
Naty
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Kpov
- Creo que ya deberíamos contarle a los niños sobre su nueva hermanita.- dijo mi adorado marido masajeando mis adoloridas piernas.
No eran muchas las ocasiones en que los dos nos podíamos dar un relajante baño en el jacuzzi, pero aprovechando que los niños regresaron muertos de la casa de su tía y se durmieron temprano, decidimos que era un excelente momento para tener tiempo de calidad para la pareja.
- Ahora que está completamente fuera de peligro, creo que si deberíamos hablarle que dentro de una semana tendrán una nueva hermanita.- me sumergí un poco más en el agua tibia, acariciando mi enorme barriga en la cual Lila parecía estar danzando.
Hoy a la mañana cuando fuimos a visitar a la pequeña Marie, nos llevamos la grata sorpresa que ya no tenía miles de aparatos conectados y que le habían sacado el respirador, ya que sus pulmones se habían vuelto lo suficientemente fuertes para respirar por si solos. Además fue la primera vez que la pudimos sostener entre nuestros brazos.
Flash back
Después de dejar a nuestro dúo dinámico en el Kinder fuimos hasta el hospital para visitar a nuestra pequeña hormiguita y tener una nueva reunión con la asistente social para terminar de arreglar los papeles para la adopción.
- Hola, hola chicos, hoy les tengo una sorpresa.- Mel nos recibió con más alegría que de costumbre.
- ¿Le paso algo a la hormiguita?- preguntó Robert preocupado.
- Mejor véanlo por ustedes mismo.- nos cambiamos rápidamente, pero cuando llegamos a la incubadora donde solía estar nuestra bebé, esta se hallaba vacía.
- ¿Dónde está Marie?- casi se me salía el corazón al ver la incubadora vacía.
- La pasamos a otro sector, ayer por la tarde le retiramos el respirador y gracias a Dios no presentó nuevas complicaciones, por eso la pasamos a un sector menos restringido; solo queda que aumente un poco más de peso y ya se la podrán llevar a casa.
- ¿Enserio?- Mel asintió y mis ojos se llenaron de lágrimas, Rob se dio cuenta que me puse sensible y me abrazó.
- Vengan que les muestro donde está ahora.- nos llevó hasta un sector que estaba pegado a las nursery, y allí estaba nuestra pequeña hormiguita rosa, chupándose su manito.
- Hola preciosa.- acaricié sus suaves cachetitos.
- Se la ve más libre sin tantos cables, ¿verdad pequeña hormiguita?- mi marido le habla detrás de mí.
- Es hora de su comida ¿Quieren alimentarla ustedes?- preguntó Mel, y nos ofreció el biberón que tenía en sus manos.
- ¿Podemos sostenerla?- hacía mucho tiempo que deseaba abrazarla y poderla tocar libremente.
- Denme un minuto.- la sacó de su mini habitación de plástico, la envolvió con mucho cuidado con la manta de flores y ositos que había sido con anterioridad de Aly y me la entregó.
- Hola princesa, soy tu mami de corazón.- abrió sus grandotes ojos color verdes, sus pestañas coloradas eran tan largas que tocaban sus cejas.
- Tiene la naricita ñata igual a cuando Alexia era bebé y una lluvia de pequitas igual a vos.- Rob la tocaba con delicadeza.
- Es tan liviana y pequeñita…
- Porqué mejor no te acomodas en aquel sillón así la alimentamos.- mi marido como siempre preocupándose de que pasara mucho tiempo de pie. Le hice caso y nos trasladamos hasta la esquina donde estaba el sillón, él se sentó en uno de los respaldos. Mel me dio el mini biberón para que la alimentara.- Tranquila princesa, te vas a atorar si comes tan rápido.- Rob se burló por la desesperación con que Marie succionaba.
- No te burles de mi niña.- la defendí sacándole la lengua. Los dos nos quedamos en silencio, viéndola embobados mientras comía.
- Haber, dámela así le hago provechito.- se la pase y él la tomé con mucho cuidado, temiendo a que se le vaya a romper.- Es mas chiquita que cuando los enanos nacieron.- asentí- Huele a flores.- beso su frente, cuando ella eructó la recostó sobre su pecho.
- Creo que una nueva dama acaba de robarse tú corazón.- me burlé de él por como la miraba.
- No le prestes atención a mami, nosotros dos haremos un gran equipo junto con mis otras dos princesas; con estos deditos largos te enseñaré a tocar el piano y a componer bellas melodías, iremos al parque y te hamacaré tan alto que podrás tocar el cielo, todas las noches te voy a arropar y abrazar para que te sientas protegida y cuando seas grande el hombre que te quiera llevar de nuestro lado tendrá que demostrar que va a cuidarte tú corazón así como lo hicimos nosotros.- yo no pude contener más mis lágrimas y comencé a llorar a causa de las preciosas palabras de mi marido. Nos abrazamos los dos y nos quedamos susurrándole cuanto la amábamos.
- Mañana volveremos y te traeremos a unas personitas que también te van a amar tanto como nosotros.- nos despedimos de Marie, dejándola nuevamente a cuidado de todo el staff de Neo pero ahora salíamos con la esperanza de que en poco tiempo podríamos compartir libremente todas las horas que quisiéramos con ella.
Fin de Flash back
- También deberíamos avisarle a toda la familia de la nueva integrante.- dijo Rob besando mi cuello.
- No te pongas meloso que no tengo ganas de secar luego el baño.- intenté cortar su camino de besos, porque sabía muy bien donde terminarían.
- ¿Hoy no quieres un poco de mi miel?- me abrazó, asiéndome cosquillas.
- ¿No tuviste suficiente en la siesta?- me recosté sobre él y moví mis caderas de manera sugerente sobre su pelvis.- Creo que no…- dije de manera divertida.
- Nunca tengo suficiente de ti, cielo. Menos cuando estás así de apetecible.- me reí, mientras su mano reptaba cual serpiente por todo mi cuerpo.- Ya me queda poco de este dulce.- acarició mi barriga.- para devorarlo.
- Ummm entonces quizás deba dejar comer un poco de tu dulce porque será la última vez que lo tendrás.- subía y bajaba mis manos sobre su muslo.
- ¿No más antojos a las tres y media de la mañana?- mordió mi oído, logrando que todo mi cuerpo hormigueara de placer.
- Creo que cuatro es un lindo número ¿No?- volteé mi rostro para mirarlo, se quedó callado.
- Cuatro es un gran número… Pero me da pena que Alex se quede sólito rodeado de tantas mujeres.- hizo un adorable puchero.
- Eres tú el que le tiene pura casitas de niñas, yo solo cocino el pancito.- ambos nos reímos.
- ¿Y cómo está el horno en este momento?- y por donde estaba ubicada su mano me dio a entender a que horno se refería.
- Se está precalentando, hay un pan flauta que quiero cocinar… Me parece que le falta amasado no está muy duro que digamos.- me burlé de su semi erección.
- Tienes una boca pecaminosa, úsala como se debe.- pellizcó mi clítoris y gemí de placer.
- Vayamos a la cama y podrás hacer conmigo lo que se te plazca.- acariciaba su glande.
No dijo nada más, me corrió un poco hacia adelante para levantase-, quedé babeando al ver todo el esplendor de su cuerpo bañado por las gotas de agua y espuma. Con los años y el ejercicio sus músculos habían crecido, manteniéndose todo firme, no era exageradamente musculoso, pero me hacía querer morder cada parte de su cuerpo.
Me ayudo a salir de la ducha, secándome lentamente con alevosía; él muy desgraciado sabía que quería violarlo como una zorra ninfomana, por lo que se tomaba todo el tiempo del mundo. Cuando al fin terminó con su exhaustivo secado, lo tomé de la mano, llevando de inmediato hasta la cama donde lo terminé arrojándolo.
- ¿Ansiosa?- me preguntó, acomodándose en la cama.
- No sabes cuanto.- subí sobre él, tomando su pene lo masturbé mientras me lo pasaba por mi vagina hasta dejarlo completamente erecto.
- Deja los juegos baby, siento como estás chorreando por mí.- apretó mis glúteos con fuerza.
- Solo te estoy dejando precalentar, porque te voy a dejar sin aire.- coloqué su glande en mi entrada, metiéndola y sacándola. Nos estábamos torturando mutuamente, ver la cara de deseo de Rob lograba aumentar el mío; hasta que no aguanté más y lo introduje hasta el fondo.
- Vamos Kristen, móntame con fuerza.- él guiaba mis movimientos con su manos, su pelvis acompañaba la mía, haciendo que la penetración fuera más profunda. Deje de sostenerme de su pecho y lo hice de sus piernas, con esa postura su pene estimulaba mi punto G, llevándome hasta las estrellas.
- ¡Rob no puedo más!- grite gimiendo.
- Dámelo baby, dámelo.- un orgasmo devastador me destrozó; Rob me sostuvo entre sus brazos mientras se venía en mi interior. Los dos quedamos pegajosos, sudados y casi sin aire.
- Creo que debemos ducharnos de nuevo.- apenas murmuró sobre mi hombro, casi quedándose dormido por las caricias en su pelo que le estaba haciendo.
- Pero solo será una ducha rápida, mañana tenemos que llevar a los niños al kinder y luego pasar por lo de Harry para terminar con los papeles de la adopción.- besé su hombro.
- Tenemos que pensar otro nombre para la pequeña, además de Marie.
- Estuve pensando en usar el nombre de tu abuela.
- ¿Sophie?- preguntó extrañado por mi decisión.
- Si, Lila llevará el nombre de mi abuela Rose así que pensé que sería lindo que Marie tuviera el de tú abuela; así ambas tendrán un recuerdo de sus bisabuelas.
- Me parece una hermosa idea.- besó con dulzura mis labios.- Marie Sophie Pattinson Stewart, me gusta como suena.- sonreí pero era tanto el cansancio que tenía que terminé bostezando.- Vamos ballenita, una ducha rápida y a la cama.
Por suerte cumplió con su palabra y fue una ducha rápida para quitarnos el sudor a sexo que impregnaba nuestro cuerpo. Me arropé como siempre sobre su pecho y pronto me rendí a los brazos de morfeó donde soñé con mis cuatro maravillosos soles.
Rpov
- Papito lindo me pones más mayonesa en mis nuggets.- mí ranita tenía la cara llena de mayonesa.
- Creo que usted damita ya comió demasiada mayonesa por hoy.- la regañó Kris, ya que si fuera por Aly viviría a mayonesa.
- Mira mami ya me aclabé mi hanbluglesa.- los cachetes de Alex estaban a punto de explotar por haberse metido casi por completo la hamburguesa en la boca.
- Hijo de mi alma debes comer más despacio o te vas a atragantar.- Kris le acercó la bebida para que la tomara.
Los martes eran los días de hamburguesa como le decían los niños, pues como ellos salían muy tarde de sus clases de danzas y fútbol era más práctico cenar afuera, así cuando llegaban a casa se bañaban y se metían a la cama.
Como buenos hijos nuestros les fascinaban la comida chatarra, pero Kristen era muy estricta con respecto a su nutrición, así que solo una vez a la semana les permitía saciarse de toda esta deliciosa basura.
- ¿Cómo te fue hoy en danza princesa?- hoy no pude asistir a su clase ya que acompañé a Alex en su entrenamiento, con Kris solíamos turnarnos así cada uno iba a la actividad de ambos niños; obviamente disfrutaba más ver a Alex patear la pelota y meter muchos goles que estar rodeado por tutús rosa y madres babosas.
- Bien, la plofe nos enseñó a dal saltitos y levantal la piedna.- tomó su última papa frita.- Ufa ya se me acabó.- hizo un adorable puchero.
- Yo metí cinco golesss y papi gritó mucho.- Alex mostró su preciosa sonrisa perlada.
- Es porque estaba muy orgullos de ti, campeón.- lo despeiné
- Es abulido jugad a la pelota, todos terminan transpirados, iuuuu.- Aly puso cara de asco.
- Másss aburrido esss bailar esssa música.- Alex le sacó la lengua.
- Eres un tonto.- Aly tomó una papa frita mía y se lo arrojó.
- Tú eresss una niña boba.- Alex le tiró la caja de su hamburguesa y una de las puntas dio justo en la frente de su hermana.
- Bluto, me lastimaste.- y se largó a llorar.
- Ahora ambos se quedan sin helado.- Kristen los regañó a los dos, pero se acercó a Aly para ver donde se había lastimado.- No es nada Alexia, tú te lo buscaste por andar arrojando la comida ¿Qué clase de modales son eso señorita?- odiaba cuando los retaban pero si llegaba a oponerme a mi esposa, dormiría lo que quedaba del mes en el sillón.
- Pero… pero…
- Nada de peros, peros, los dos se quedan sin postre y sin cuento esta noche.- dijo Kris muy sería mientras le ponía un poco de hielo en la frente de Aly para que no le saliera un chichón.
- ¡Mamá!- se quejaron al unísono.
- Nada de mamá, ahora se disculpan y puede que reconsidere su castigo.- por más que se quisiera hacer la dura, le desagrada tanto como a mí castigarlos.
- Pelón Alex, plometo no buladme más.- se acercó y le dio un beso en la mejilla.
- Igual yo, Aly.- la abrazó.
- Así me gusta.- le sonrió su madre.- Hay algo que les queremos contar sobre un nuevo integrante en nuestra familia.
- ¿Vamosss a tener otro perro?
- ¿Colitas puede tened un novio?
- No niños, no tendremos otro perro ni pompitas tendrá novio.- los corregí.
- ¡Es colitas!- me gritaron los tres, nos miramos y termínanos riéndonos.
- Hablando en serio, recuerdan cuando les explicamos de donde venía Lila.- ambos asintieron.- Bueno hay veces que no es necesario que un bebé esté en la panza de mamá para ser parte de una familia, sino que uno lo trae directamente.- intentó explicarle Kristen.
- ¿Y de donde viene ese bebe, mamita linda?- preguntó Aly
- Ese bebé estuvo en la panza de otra mujer.- contesté lo más sintéticamente posible.
- Hay veces que las mamis o los papis no pueden cuidar al bebé, entonces se lo dan a otra familia para que lo cuiden y lo quieran mucho.
- ¿Cómo cuando nosss quedamosss a dormir en la casa de losss abusss el fin de sssemana?- ahora preguntó Alex.
- Algo parecido nada más que en vez de pasar un fin de semana, se quedan hasta que son grandes con nosotros.- Kris suspiró.- Hace unos días papi y mami conocieron a una bebé que necesita de todos nosotros para que la cuiden y la quieran.
- Mami y yo creemos que en nuestra familia hay mucho amor y que podemos darle todo lo que necesita a la bebé, por eso queremos que venga a vivir a casa.- los dos nos miraron fijamente con sus enormes ojos.
- ¿La bebe selía nuestla hedmanita como Lila?- preguntó mi princesa.
- Si bonita, aunque ella no haya estado con la panza como Lila, la bebé va a llevar el mismo apellido que ustedes y va ser su hermanita de corazón.- le contesté.
- Como lo ssson el tío Taylor y Dana con mami.- dijo Alex.
- Exacto cielo, ellos son mis hermanos de corazón y los quiero igual que lo quiero al tío Cameron. Lo que importa es el cariño que nos tenemos, no si compartimos la misma sangre… La mamá de la bebé Marie no la puede cuidar, entonces con papá decidimos adoptarla para que sea parte de nuestra familia, pero queremos saber que opinan ustedes sobre esto.- Kris tomó de sus manitos.
- ¿Vamosss a poder jugar con ella?- Alex fue el primero que habló.
- Si hijo.- le contesté.
- ¿Y donde va a dolmid?- ahora fue el turno de Aly.
- Cómo ella es muy chiquita, por ahora va a dormir en nuestra habitación como lo hicieron ustedes cuando eren bebes. Luego tendrá su propia habitación.- ambos asintieron.
- ¿Y cuando la vamos a conocel?
- Mañana si quieren a la salida del kinder podemos ir a visitarla al hospital.- le comentó Kristen.
- ¿Por qué al hossspital?
- Ella estuvo un poco enfermita y se encuentra en el hospital; pero la semana que viene, si se recupera del todo, podrá venir a casa con nosotros.- les expliqué
- ¿Lila no se va a ponel celosa?- preguntó preocupada Aly.
- No creo cielo, tendrá otra compañera de juegos. ¿Vos te pondrías celosa de compartir más a papi y mami?- quiso averiguar mi esposa.
- No se.- se encogió de hombros.
- Niños pase lo que pase, tanto mami como yo nunca los dejaríamos de amar; será igual cuando llegue Lila a casa, nuestro corazón se hará más grande para amarlos a todos por igual.- Kris apretó mi mano.
- Como es una bebé habrá veces que nos necesite más, pero eso no significa que los querremos menos; simplemente que al ser pequeña hay muchas cosas que no podrá hacer sola por su cuenta y la tenderemos que ayudar.- les explicó dulcemente Kris.
- Yo le voy a pressstar mi hombre araña para que la cuide.- grito emocionado Alex.
- Y yo una de mis muñecas ¿Se la puedo lleval mañana?- preguntó Aly.
- Estoy seguro que a Marie le encantara tener sus juguetes haciéndole compañía mientras esté en el hospital.- ambos sonrieron.
Continuamos con nuestra cena hablando y riéndonos de todas las ocurrencias de los niños. Ambos estamos muy contentos de que ellos hayan tomado tan bien la noticia de su nueva hermanita. Llegamos a casa, los bañamos y al final si recibieron su cuento antes de dormir.
Cuando salí de ducharme, me topé con mi muy embarazada esposa, mirándose en el espejo de cuerpo completo.
- ¿Qué estás viéndote tanto, honey?- fui hasta uno de mis cajones para buscar un bóxer.
- Estoy más gorda que cuando estuve embarazada de los enanos. Mira me compre esta bikini hace un mes y parece que se va a romper en cualquier momento ¡Parezco una ballena encallada en pleno río Támesis!- la miré por un instante mientras hacia posecitas de modelo y luego estalle en un ataque histérico de risas.- ¡Eres un idiota!- me gritó, con lágrimas en los ojos y salió de nuestra habitación.
- Hormonas…- suspiré; preferí darle un tiempo para ella antes de ir a buscarla. La encontré en el borde de la pileta con un pote de helado de menta, su antojo favorito durante este embarazo, entre las piernas.- Te vas a resfriar.- le coloqué una toalla sobre los hombros.- Recuerda que no estamos en California.- dije robándole un poco de helado.
- Extraño California y su clima cálido…- suspiró.
- Podemos viajar y pasar el verano allá, sabes que no hay problema.
- Me encantaría, pero ya estoy muy panzona para un viaje largo.- rodé los ojos.- Además Marie es muy pequeña para trasladarse a la otra punta del planeta. Solo extraño a mis amigos y familia… Siento mucho mi arranque hormonal.- apoyo su cabeza en mis hombros.
- Ya las conozco, bastantes calmadas estuvieron todo este tiempo.- le sonreí.
- Bobo.- me empujo de costado.
- Igual quiero aclararte que es una estupidez de que estás más gorda, yo te veo hermosamente rellenita y sexy con esa bikini verde.- tomé su mano y la coloqué justo sobre mi pene que empezaba a endurecerse.- Vez lo que provocas en mí.- comencé a besar su cuello.
- Ambos están dormidos cual roca, además Bear, Nala y Bernie nos avisarán si tenemos grillos caminando por la casa… Ven vamos al agua.- me paré y me tiré estilo bomba, el agua estaba un poco fría.
- Rob, no paso el filtrador hace semanas debe estar horrible esa agua, ni loca me voy a meter…- no la terminé de dejar de hablar, la tomé de los pies y la jalé para que se zambullera de una vez por todas, no se resistió mucho para no lastimarse.- Ahora si te odio.- se acomodó su melena rubia-colorada.
- Vamos nos seas abuelita, nos hemos ensuciado con peores cosas.- la acorralé en una de las esquinas.
- A mí no me gusta ensuciarme, a ti te gusta quedar todo sucio como puerquito.- rodeó mi cadera con sus piernas; el agua la hacía más liviana.
- unca escuche mucha negación de tu parte cuando te arrastraba a mis juegos “sucios”.- desaté el corpiño de su bikini.- Dios, están enormes.- junte sus pechos para poder besarlos a gusto pero Kris se me resbalaba de las piernas.
- Jajajaja, ahora quien es el abuelito.- se burló de mí.
- Es culpa de Lila que no me deja sostenerte correctamente, dentro de tres meses cuando no tengamos una intrusita en el medio me dirás cuan abuelito puedo ser.- me defendí.
- Como digas… creo que tendré que hacer todo el trabajo, mira y aprende Pattinson.- ahora ella fue la que me acorraló en la esquina, para luego sumergirse dentro del agua.
- ¿Qué vas a…? Oh por Dios.- casi me ahogo cuando sentí su boca sobre mi pene. Creí que esto solo era una fantasía que se veía en una película porno, pero mi adorada esposa nunca dejaría de sorprenderme. Después de unos segundos salió a la superficie para tomar aire y volver a sumergirse.
- Estoy por acabar, sal de allí o te vas a ahogar.- intente avisarle, ya que tenía miedo que terminara ahogada por intentar chupar, tragar y respirar al mismo tiempo. Por suerte me hizo caso, subió a la superficie, nos besamos con desesperación mientras ella terminó su trabajo con sus suaves manos.
- Creo que ahora si tendremos que cambiar el agua completamente.- dijo besando mi cuello.
- Estás completamente loca y ¡Te amo por eso!- la alce a upa, llevándola hasta casi el borde de la pileta donde era menos profundo y así evitarme que se lastimara.- Date la vuelta y enséñame mi precioso tesoro.- una risita tonta se le escapó y se giró sacudiendo su trasero.- ¿Te gusta ser una niña mala?- le di una fuerte palmada que fue amortizada por el agua.- ¿No escucho mi respuesta?- volví a nalguearla.
- Sí, me gusta… Por favor…- rogó.
- ¿Por favor qué?- desaté los lacitos de su bikini y me acomodé detrás de ella, refregando mi pene entre sus glúteos.
- Rob…
- ¿Por favor qué?- tomé de su melena y estire un poco.- Dilo.
- ¡Quiero que me folles, ya métela de una buena vez!- me dijo en tono alto.
- Es todo lo que necesitaba saber.- me introduje de una sola estocada dentro de ella.- Estás tan mojada ¿Te pusiste así por chupármela?- le pregunté mientras le daba unas rápidas estocadas.
- Si, si, si… me fascina comértela… lo haría todo el día y nunca me cansaría.- llevó una de sus manos hasta su centro para darse más placer.- Más profundo Rob.
- Sube este pierna al escalón.- me obedeció, de esa forma cambiábamos el ángulo de la penetración, volviéndola más profunda.- ¿A sí te gusta?- tome sus pechos para acariciarlo.
- Si, así… sigue con ese ritmo… ya me queda poco.- giro su cabeza para besarme, era tanta nuestra desesperación que terminamos mordiéndonos los labios.- Ya llego, ya llego.
- Termina tú primero muñeca.- apreté sus pezones, logrando que estalla en un maravilloso orgasmo. Ver su cara, su frente transpirada y su boca abierta en búsqueda de oxigeno fue la imagen perfecta para mi morbo y el gatillo para mi propio placer. Nos quedamos sentados en los escaloncitos para recuperarnos.
- Mañana después de dejar a los niños en el kínder voy a desagotar la pileta.- ella asintió.- Parece que el dia de hoy alguien estaba demasiado dormida y no se despertó para hacer gimnasia.- Lila estaba muy tranquila en su casita.
- Creo que por el agua no se dio cuenta que sus papis jugaban carreritas.- ambos reímos; una correntada de viento nos enfrío a ambos.
- Mejor vayamos adentro antes de pescarnos un resfriado.- nos íbamos a parar pero Kris me detuvo.
- Las mallas están flotando en la otra punta.- señaló la parte de debajo de su bikini junto a mis bóxer.
- Vamos, yo las junto luego.
Como todavía no había empezado por completo la temporada de calor, solo había una toalla para cubrirnos y obviamente se la deje a Kristen.
- Te vez muy chistoso corriendo desnudo por el jardín.- mi malvada esposa se reía desde la puerta de la cocina.
- Bear no es hora de juego.- el pobre pensaba que mis corridas eran sinónimo de hora de juego para él. Por correr me terminé llevando puesto un auto de Alex.- Fuck, Fuck, Fuck.- gritaba mientras saltaba en una pierna, cuando llegue a la cocina Kristen estaba desparramada en el piso muerta de la risa.- Ja- Ja- Ja muy gracioso no.
- Demasiado, estabas para ser filmado tropezándote con el auto y con Bear mordiéndote el tobillo.- se secó una lágrima de tanta risa.
- Mejor hago que no te escucho nada, mala esposa.- me hice el ofendido y salí de la cocina. Escuche un silbido.
- Buen trasero señor Pattinson.- guiño su ojo izquierdo.
- No solo tú tienes un buen baúl.- le saqué la lengua y me fui modelando.
Llegue a la habitación y corrí a darme otra ducha para sacarme el olor a cloro y el frío de andar corriendo desnudo en plena madrugada. Cuando salí listo para acostarme, Kristen ya estaba metida en la cama, secándose el pelo con una toalla.
- Me duche en el baño de los niños.- me contestó antes que preguntara.
- Nuestra bañadera es lo suficientemente amplia para ambos.- le sonreí.
- Esta noche solo soporto una batalla, mis pies me están matando.- movió sus pies debajo de las sabanas.
- ¿Quieres un masajito?- su sonrisa fue tan amplia que no necesite ninguna palabra más.- Estuve pensando, que el viernes podes tener una salida nosotros dos solo…
- ¿Me está invitando a una cita señor Pattinson? Dios tienes unas manos de ensueño…- gimió por mis masajes.
- Puedes llamarlo así si quieres, podríamos ir a cenar y luego a ver algún concierto en algún pub, creo que Marcus toca ¿Qué te parece?
- ¿Y los niños? Ya se quedaron el sábado pasado con tus papás, sabes que no me gusta abusar de ellos.- se acomodó mejor en la cama.
- No abusamos además a ellos les encanta pasar la noche con su dúo preferido y ni que hablar de Alex y Aly, saben que pueden hacer lo que se les antoje estando con mis padres.- ambos reímos.
- Es cierto, además así pueden disfrutar aunque sea de una parte de sus abuelos.- suspiró y su carita se entristeció. Ella siempre extrañaba su familia y más luego del divorcio de sus padres, a pesar de ser ya toda una mujer le dolió mucho la separación y no aceptaba del todo la nueva relación de su madre.
- Tú papá dijo que iba a venir a pasar el verano con sus nietos y se iba a quedar hasta el nacimiento de Lila.- asintió.- ¿Tú mamá no iba a venir también?
- Tiene que promocionar una película, creo que irá a Cannes…- suspiró.- Dijo que podíamos pasar todos el verano en Marsella junto con Tom.- dijo el nombre entre dientes.- No se que le pasa, creo que le dio la crisis de la edad adulta o algo por el estilo porque se comporta como una adolescente.
- Cielo tu madre siempre fue una adolescente.- me miró feo.- No crees que deberías hablar con ella de que no te sientes cómoda que siempre esté con su nueva pareja cuando está con los niños. Quizás ella quiera que lo vean como su abuelo y por eso pidió pasar en verano juntos.
- Mis hijos ya tienen un abuelo de mi parte y no necesitan otro.- dijo en tono enojado, sacando sus pies de mis manos.
- No te digo para que te molestes, claro que John es el abuelo de los niños, pero te está lastimando este no- relación que estás manteniendo con tu madre. Quieras o no lo de ellos ya no tienen solución y si algo llegué a conocerlos todos estos años es que ninguno quiere ver sufrir a sus hijos, creo que deberías sentarte a hablar con ella y sacarte toda la bronca que venís guardando desde hace dos años.- no me contestó, así que me fui hasta mi lado de la cama, me acosté y abrí mis brazos para que se acomodara sobre mi pecho. La escuché suspirar varias veces.- ¿A qué le tienes miedo?
- A que terminemos como ellos.- dijo antes de largarse a llorar sobre mí.
Kristen no era de las mujeres que lloraban por cualquier cosa, al contrario era de pocas lágrimas y cuando lo hacía era porque se sentía muy lastimada o era algo extremadamente triste. Era como un río que se salía de su cause, con los años aprendí que en vez de contenerlo era mejor dejarlo ser, ella solo encontraba el camino de regreso.
Al rato se calmó y terminó por quedarse dormida hipando sobre mi pecho. Cuando me aseguré que realmente estaba completamente soñando, la acomodé con cuidado para que no se despertara y salí de la cama.
- Rob…- me quedé duro a mitad de camino de la puerta.- El agua está sucia no quiero meterme.- me reí bajito imaginando el sueño que estaba teniendo.
Pase por la habitación de los niños para asegurarme que estaban bien dormidos y tapaditos antes de bajar hasta mi estudio; me senté en mi escritorio y me quede mirando el último portarretrato que adornaba la mesa… Era una foto de los cuatro, mejor dicho de los cinco, ya que se ve a Lila en su casita privada, en un casamiento que habíamos asistido todos de un productor amigo.
Me di cuanta que mis hijos tenían la misma sonrisa que Kristen cuando estaban completamente felices. Yo sabía que había una persona que le sacaría nuevamente esa sonrisa a mi esposa costara lo que costara. Tomé el teléfono y marqué su número.
- Mejor que sea algo importante, estamos por cenar…- me contestó del otro lado de la línea.
- ¿Qué me dices de venir a pasar unos días a casa? Alojamiento y viaje totalmente pagados.
- ¿Sucedió algo?- preguntó preocupada.
- Nada importante, solo que ella extraña mucho y le haría bien pasar el rato rodeado de los suyos.- dije jugando con una lapicera.
- Deja que arregle unas cosas y te contesto en un rato ¿ok?... Lola por Dios, deja de colgarte de esa baranda te vas a caer.- y se escucho un golpe.- Te dejo, mi mini Tarzán se acaba de partir la cabeza.- cortó la llamada. Pobre de mi amigo, su hija era la piel de judas.
Apagué las luces y regresé a mi habitación, Kris estaba dormida abrazando mi almohada; con cuidado la moví y me recosté abrazándola. Justo cuando estaba por dormirme me llegó un mensaje de texto.
“Llegamos el viernes a la mañana XOXO S.S”
Sonreí y apagué el celular; solo espera que a Kristen le agradara mi sorpresa y sonriera con ese brillo que tanto extrañaba.