domingo, 20 de noviembre de 2011

Capitol 11: Una muy buena reconciliacion.

KPOV

- Mamá... ¿Te falta mucho?- pregunté, llevándome una galletita oreo a la boca- Ya se me durmieron las piernas- bufé incomoda de estar parada-.
- Ya falta poco; si no estuvieras cada cinco minutos preguntándome cuanto falta, lo haría más rápido. Estás más inquieta que cuando tenías cuatro años y no querías ponerte el traje de caperucita roja- me contestó media enojada-.

Lo que sucedía era que se estaba demorando demasiado en pintar mi vientre las dos imágenes de calabazas. Hoy era Halloween y nos encontrábamos en la casa que teníamos en Los Feliz.

Aprovechamos que Robert y yo teníamos que arreglar unas cosas de nuestra productora; y decidimos pasar esta fecha en Los Angeles. Él sabía que para mi familia, esta festividad eran tan importante como para Clare era la navidad; por eso siempre que podíamos lo pasábamos con mi familia.

Además a Rob le encantaba darles dulce a los niños que nos tocaban el timbre, disfrazado de zombi. Para no dejar de lado a nuestros renacuajos e incluirlos en su primera noche de brujas... aunque sea dentro de mi vientre; a mí mamá se le ocurrió pintarme la barriga con dos calabacitas, en referencia a sus dos nietos.

Mí familia no daba más de la alegría por los futuros nuevos integrantes; mi abuela me llamaba todos los días para ver como seguían sus bisnietos, si me alimentaba bien porque según ella anda muy flaquita e iba a tener bebés muy pequeños si no comía más. Intenté convencerla que toda anda más que bien; en nuestra última consulta hace una semana atrás los volvimos a ver en una ecografía.

Flash Back

Hoy nos tocaba una nueva consulta con el doctor. En la consulta que habíamos tenido hace dos semanas atrás, John me mando a realizar un análisis de sangre llamado Triple Test; a través de mi sangre valoraban tres hormonas de nombres complicados: alfa-fetoproteína, gonadotrofina coriónica humana y no conjugada de estridiol.

Según lo que nos comento servía para descartar la trisomía del par 21 (Síndrome de Down), del par 18 (Síndrome de Edward), síndrome de Tuner, triplidia, trisomía del par 16, muerte fetal, Smith-Lemi-Opitz y la deficiencia de sulfatasa de esteroides; con solo escuchar tantos nombres uno ya se asustaba, pero John nos aseguro que en nuestro caso era más que nada de rutina, que deberíamos estar muy tranquilos.

Sin embargo, si alguno de los resultados de mis hormonas salía alterado, podríamos elegir en hacernos una amniocentesis para descartar dudas ya que había veces que daba falsos positivos.

Pero luego de hablarlo mucho con Robert, la verdad no gustaba nada la idea de que me pincharan la panza para sacar un poco de líquido y analizarlo. Dios no quisiera que alguno de mis renacuajos sufriera una complicación por culpa del pinchazo; por lo que decidimos solo hacernos el estudio de sangre y una ecografía de translucencia nucal.

- Miren papás... acá están de nuevo su par- nos señaló la pantalla del ecógrafo-
- Crecieron un montón- dijo Rob, yo aún me emocionaba mucho y estaba lagrimeando- Mira amor, parecen minis personitas... ya no son solo un punto- el doctor y yo reímos por el comentario-
- Es verdad cielo- apreté más fuerte su mano- ¿Esos son los bracitos?- pregunté.
- Así es mami, ya tienen bracitos y piernitas- señaló ambas estructuras- Parece que ahí adentro se la están pasando bomba, no paran de moverse.- justo en ese momento uno de los renacuajos dio como un saltito.
- ¡Saltó!- dijo emocionado mi marido.
- Parece que van a tener uno muy tranquilo y otro muy revoltoso; este de aquí no para de moverse- señaló al bebé de la izquierda-
- Ese salió a ti amor- Rob me besó la frente, asintiendo a mi comentario-.

Jonathan comenzó a medir varias cosas; mientras nosotros veíamos emocionados cada pequeño movimiento que los renacuajos realizaban. Luego nos hizo escuchar sus corazoncitos, me pareció oírlo más rápidos que la última vez.

John dijo que cada uno media 4,9 cm y 5,2 cm, y pesaban 11gr y 12gr respectivamente, iban creciendo casi como un embarazo de feto único. Eso era gracias a que cada bebé tenía su propia placenta y de esa manera no se sacaban alimento entre ellos. Ahora entendía porque no paraba de comer a cada momento; lo malo es que no sabía como iba a soportar la panza más adelante, Robert me cargaba diciéndome que con lo pequeña que era de contextura me iría de boca, claro porque el no sería el que tendría que soportar los futuros dolores de cintura.

- ¿Quieren saber el sexo de los pequeños?- nos preguntó John.
- ¿Ya se puede saber?- dijo Rob. Con nuestro primer bebé no quisimos saber el sexo hasta la hora del nacimiento- Cielo, que dices... ¿Lo descubrimos ahora o esperamos?- me preguntó emocionado, yo sabía cuanto le gustaba la idea de saber si iba a conseguir su pequeña princesa o deberíamos seguir practicando más adelante. Además pensé que si lo sabíamos ahora, sería más fácil con todo los preparativos.
- Ahora- le brindé una sonrisa-
- Pues entonces...- maniobró un poco el ecógrafo- Parece que el tranquilo de la familia será un fuerte varón y el revoltosito será una linda niña- yo volví a llorar de la emoción, cuando sentí unos labios sobre los míos y unas gotitas húmedas caían en mi rostro.
- Gracias vida- miré los ojos del amor de mí vida tan emocionado como lo estaba yo-.
- Bueno papás ahora llega la gran búsqueda de los nombres para los pequeños- ambos asentimos- A despedirse de los pequeños- vimos por última vez a nuestro hija e hijo, antes que se apagara el ecógrafo.

Fin del flash back

Desde que nos enteramos del sexo de mis bebés pasaron de ser los pequeños renacuajos a la pequeña ranita y el pequeño sapito.

Ya teníamos decidido que habitación serían para ellos; era la que estaba frente a la nuestra por la gran luz que poseía su ventanal. Mi mamá canceló gran parte de su trabajo para trasladarse con nosotros a Londres luego de las fiestas; así podría ayudarme a pintar la habitación y me acompañaría en lo que quedara del embarazo y nacimiento.

- Listo terminé- dijo mi mamá con alegría- Mira lo linda que quedaste- me llevó hasta un espejo que tenía en el living. La verdad mi panza había quedado muy graciosa, toda decorada de calazas y fantasmas- Te tomaré una foto- fue en busca de la cámara, cuando justo llevó mi amor con dos bolsas.
- Pero mira que hermoso árbol de calabazas tengo frente a mí- dijo bromeando- Si te beso me ¿trasformaré en uno?
- Claro que no tonto- enredé mis brazos en su cuello, para hundir mis dedos en su suave pelo- Te extrañamos mucho- lo besé.
- Y yo a ustedes- se agachó hasta mi vientre- Feliz Halloween mi ranita y sapito; papi les trajo muchos caramelos a mami para que ustedes luego se diviertan- me causó mucha gracia su comentario-.
- Robert llegaste justo para la foto- lo saludó alegremente mi mamá-
- Hola suegra... en verdad le quedo hermoso el pequeño cuadro- no dejó de acariciar mi panza.
- Gracias hijo... no sabes lo inquieta que estaba la señorita, peor que chiquilla pequeña- hice un puchero- No pongas esa cara cielo, si es la verdad, no parabas con que... ¿cuánto te falta? ¿cuánto te falta?- dijo imitando mi voz
- Bueno mamá... basta siii... porque mejor no tomas las fotos, que tenemos que irnos a prepararnos para la fiesta- la regañé- Amor ¿Recogiste los trajes?- pregunte, dándole otro beso.
- Sip de ahí vengo; esta noche nos vamos a divertir- me hizo dar una vuelta y luego se puso a bailar conmigo, con los pasos más tontos y ridículos imitando un rap de los años noventas-.

Esta noche asistiríamos a la fiesta que Justin brindaría en su casa por Halloween y como no pudimos ir a la que brindo en Londres por el final de la grabación, ya que ese día yo me sentía un poco indispuesta y Robert no quería dejarme sola. No podíamos negarnos en ésta ocasión.

Además sería divertido salir un poco, ahora que mi panza era pequeña y no me molestaba; aprovechando los últimos meses que nos quedaban solos como pareja.

- Bueno, haber pónganse los dos juntos así le saco las fotos- mi mamá tomo varias de los dos juntos y luego mías solamente.

*****

- Vamos cielo se nos hace tarde- me gritó Rob desde el garaje.
- ¡Ya voy!!!... termino de guardar estos dulces y voy- por suerte no habían sobrado muchos porque prácticamente se los dimos todos a los hijos de nuestros vecinos que nos tocaron el timbre. Ya me imaginaba dentro de unos años acompañando a los nuestros a buscar los suyos, tendría todo un gasto de dentistas en un futuro-
- Mañana te ayudo a acomodar todo- vino hasta la cocina- Pero vamos que sino luego me cargas por llegar tarde a todos lados- me tomó de la cintura y dirigió nuestro rumbo hasta el garaje.
- ¿Llamaste a tu mamá para ver como estaba todo por allá?- pregunté tomando un pequeño bolso que llevaba.
- Si, todo anda bien- como siempre me abrió la puerta del auto.
- ¿Bear, Nala y Jell no le están dando mucho trabajo?... ya sabes que no se llevan bien con Poly- era la perrita de Clare; una King Charles Spaniel que le habíamos regalado hace unos años por el día de la madre con Rob. Poly y Nala no se podían ver, enseguida comenzaban a ladrarse y querer morderse. De ahí me preocupación.
- No pasa nada cielo, Liz se llevó a Poly a su departamento para que no destruyan la casa de mamá- puso un poco de música y siguió conduciendo- Madie te manda saludos- le sonreí- Hoy estaba en lo de mis papás y pidió hablar contigo, porque a mí ni un hola me quiso decir- su rostro se entristeció-.
- Amor... ya se le pasará-acaricié su pierna- Son celos, solamente.
- Si ya sé pero no entiendo porque contigo no cambió y a mi ni una mísera sonrisa ya me regala... extraño a mi princesa- su adorable puchero, logró que se me partiera el corazón-.
- ¿Quieres que hable con ella cuando regresemos a casa?- apoyé mi rostro sobre su hombro.
- ¿Lo harías por mí?- asentí- Gracias amor- besó el tope de mi cabeza- Dios no se como comunicarme con mi sobrina de año y medio... ¿Cómo haré cuando tenga a mí ranita?- dijo preocupado.
- Aprenderemos amor... y habrá mil veces que ellos se enojen con nosotros- llevé su mano hasta mí panza- Pero eso no significará que nos amen menos, simplemente es parte del aprendizaje de ser padres.
- ¿Cuándo te volviste tan madura?- lo dijo en tono burlón.
- Calla...- lo golpeé con el codo- Siempre fui la madura de los dos- le saqué la lengua- Solo te hago creer que llevas las riendas de la relación- le sonreí.
- Y es por eso que te amo- me dio un beso rápido antes de estacionar- ¡Es hora de divertirnos!!!

Luego de saludar a Justin y a medio mundo, nos alejamos hasta el patio para tomar algo. Moría por tomar una cerveza, pero los menores de edad que cargaba conmigo me lo impedía; así que solo le dí un sorbo a la botella de Rob para contentarme con eso y continué con un jugo de frutas.

En verdad la estábamos pasando muy bien; nos encontramos con Ashley que hacía un montón no nos veíamos y charlamos un rato. Bromeó con Rob por lo bien que le quedaba el traje de Homero Adams, por lo alto que era; yo iba de Morticia para acompañarlo.

- Saben el otro día me crucé con Taylor en un evento y justo coincidimos que en febrero debemos viajar a Londres... va el en realidad se iba a Oxford a filmar una película y yo voy para grabar una publicidad... Tendríamos que juntarnos para cenar o algo ¿Podríamos ir a escuchar a algunos de tus amigos Rob?- dijo toda emocionada.
- Claro Ash, sabes que en casa siempre serás bienvenida- Rob me atrajo hacia él desde mi cintura- Llámanos cuando estés por allá y según como se encuentre Kris organizamos algo.
- ¿Vas a grabar de nuevo?- preguntó mientras bebía.
- Nop... más bien voy a estar hecha un balón a punto de explotar- me miró con cara de no entender a lo que me refería- Estoy embarazada.
- Oh por Dios....- se tapó la boca con la mano por el grito que pegó, todo el mundo se giro para vernos- Felicidades chicos, se lo merecen- nos abrazó a cada uno- ¿Pero como fue?... digo ya sé como fue, si recuerdos los jueguitos de ustedes dos en el set de grabación, parecían conejos en celo todo el día- yo me puse roja- Me refiero... ¿De cuánto estas?... Ni se te nota- me miró de arriba a bajo-.
- Todavía son muy pequeños, está casi por cumplir las catorce semanas- dijo muy contento Rob- Además el vestido negro la ayuda a ocultarlos, pero la verdad ya tiene un poco de pancita- me acarició esa zona.
- ¿Por qué hablas en plural?- ambos nos sonreímos- ¡Oh por Dios!- volvió a gritar- ¿Dos?- asentimos- Claro de otra forma no podía ser... ¡Si ustedes dos no paran ni un momento!- volví a sonrojarme- Pues felicitaciones de nuevo... que lleguen con toda la bendición del mundo.
- Gracias Ash... solo te pido que no lo comentes a nadie; solo nuestra familia lo sabe y queremos que se mantenga bajo secreto el mayor tiempo posible... No quiero revivir lo de la última vez.- le rogué.
- Si chicos no se preocupen, yo se que todos creen que tengo una gran bocota, pero no diré nada. Lo último que les desearía es revivir lo de la última vez... Ya van a ser tres años ¿verdad?- su pregunta me entristeció un poco.
- Si dentro de dos semanas- hablé con la voz un poco rota- Nos quedaremos hasta esa fecha para hacer la misa de siempre- utilicé todas mis fuerzas para no llorar.
- Ok, si estoy aquí pasaré- me acarició el hombro para reconfortarme- Sabes tanta bebida hizo que ya me diera ganas de ir al baño, ¿Me acompañas?- cambió de inmediato de tema.
- Si la verdad a mí tampoco me haría mal, con el embarazo, tomo una gota de líquido y necesito urgente un baño- los tres reímos- Ya regreso baby- bese los carnosos y apetitosos labios de mi amor.
- Vayan tranquilas yo me quedo aquí.- como siempre, me dio una palmadita a mi trasero-

Fuimos al baño, aproveché para refrescarme un poco ya que tenía mucho calor. Últimamente mis hormonas elevaron mi termostato y no se daba cuenta de que el clima ya comenzaba a refrescar.

Mientras íbamos de regreso, Ashley se cruzó con un conocido y se quedó hablando; decidí dejarla sola y fui a buscar a mi marido, casi me caigo de boca cuando vi la escena que tenía frente a mi.

Mi querido maridito…-nótese el sarcasmo- hablando con una mujer disfrazada como un “angelito” de esos caídos que Dios desterró del cielo por prostitutas. A Robert se le iban los ojos ante la inmensidad de senos que tenía aquella extraña; la gota que rebalsó el vaso fue cuando se rió por un comentario de esa estúpida. Ahora iba a saber esa puta lo que era bueno... me arranqué hecha una furia y justo antes que llegara, él giro el rostro y se percató de mi cara de pocos amigos. No le iba a hacer una escena de celos en la fiesta, pero en casa... ahhh… en casa me iba a escuchar.

- Amor... regresaste- ¡amor mi abuelita!... buscó mi mano pero se la negué, a cambio, lo tomé de su cuello y le planté un beso.

Mi lengua, apresurada, buscó la suya... necesitaba mostrarle a esa mosquita muerta, que éste hombre tenía dueña desde hace tiempo y nadie, con dos melones como senos, me lo iba a quitar. Cuando el aire se hizo escaso, nos separamos.

Rob parecía drogado y no podía razonar una frase coherente.

- Ups... discúlpame, no me había dado cuenta de tu presencia- le dijo con una falsa sonrisita- Soy Kristen, su esposa- me puse frente a él y tomé de sus brazos para que me abrazara.
- Camila Roger, un placer conocerte... soy una gran fan tuya- ¡si, como no, busconarobamaridos!-
- Me alegro, -le sonreí-.
- Justo estaba conversando con Robert sobre su última película, felicitaciones por tu Oscar; debe ser grandioso ganar un premio como ése... Yo estoy intentando probar suerte con el cine- ummm, si fuera por mí cariño nunca lo lograras; pensé-.
- Si es un gran logro...- le respondí, sin darle mucha importancia, le di la espalda- Baby estoy cansada... ¿Podemos ir a casa?- usé la voz de nena que tanto lo atontaba, y disimuladamente acaricié con mi trasero a Tommy que enseguida respondió-.
- Si-si... va-mos- dijo sin poder coordinar palabra-.
- Adios Carmela- la saludé con la mano-.
- Es Camila- dijo enojada- Robert un gusto hablar contigo, llámame para ponernos en contacto sobre el trabajo- le dio una tarjeta-
- ¡¡¡¡Descarada, sinvergüenza!!!, se salva de que estábamos en una fiesta y estoy embarazada, porque o sino, conocería mi mano ésta zorra-.
- Si, lo mismo... adiós- habló Rob todo apresurado, seguro notó mi mirada asesina y que no me iba a controlar mucho más.- Vamos mi vida- me acarició para que me calmara.

Fuimos a buscar a Justin y nos despedimos de Ash, quedamos en juntarnos a almorzar mañana. Una vez que subimos al auto, el aire estaba tan denso que se cortaba con una navaja.

Robert sabía que andaba enojada, mi cara y mi silencio me delataban.

- Mi vida ¿Estás bien?- no hubo respuestas- No era lo que parecía, se me acercó ella y se me puso a hablar... yo-yo... te estaba esperando- dijo todo apresurado-.
- Pues me pareció que te encantó la compañía- me crucé de brazos- Y sus tetas también...¡Eres un cretino!- le grité, al borde del llanto- ¡Te ví como babeabas por un pedazo de carne, por dos enormes tetas que seguro son operadas!.
- Kristen… mi vida déjame que te explique……
- ¡KRISTEN MIS TORONJAS!- volví a gritarle- Mejor conduce, no quiero oírte- le di la espalda y me concentre en ver la ventana-.

El viaje transcurrió en silencio. Cuando llegamos a casa, bajé lo más rápido que pude del auto y corrí hasta la habitación; le tiré una almohada al pasillo y cerré la puerta con llave…tendría que rogar por mi perdón.


RPOV

Salí del vehículo lentamente… pensando que mi mujercita estaba alterada por las hormonas, porque… pues la verdad, yo la estaba esperando que regresara del baño, cuando la chica ésa se me acercó.

Si fue algo insinuante, pero cuando le dije que estaba esperando a mi mujer ella comprendió y solo se quedó platicando conmigo y preguntándome cosas… NO HAY MOTIVO PARA que mi Kris desconfié de mí –pensé-

Cerré las puertas de toda la casa, apagué las luces y puse la alarma, esperando que a mi esposa se le hubiera pasado el enojo y me dejara explicarle que no hay motivo para enojarse, para mí no hay otra mujer en el mundo que no sea ella.

Al llegar a nuestra habitación vi una almohada tirada en el pasillo, y al intentar entrar me di cuenta de que tenía la traba puesta…

- Kris… amor… déjame entrar, vamos a hablar de esto, sabes que para mí no existe ninguna mujer más que tú, mi vida abre la puerta.
- ¡NO! vete a ver melones del tamaño de Brasil, pero aquí no vuelves a dormir ¡NUNCA!- me gritó rompiendo-
- Mi vida vamos a hablar de esto, por favor baby linda déjame entrar,  tu sabes que a mí solo me gustan tus meloncitos, anda mi amor….
- Aahhhhhhhhh ¡aceptas que mis senos por ser chiquitos no te gustan! Pues vete a dormir a otro lugar “señormegustaversenosenormesaunqueseanfalsos”- estaba tan enojada que no entendió correctamente mi comentario.
- Amor, déjame entrar… quiero verte y estoy cansado…. Por favor –le dije haciendo mi voz de niño pequeño que siempre le aflojaba las rodillas-
- Pues a dormir a otro lado. ¡Marido infiel! -gritó a todo pulmón-
- ¿Infiel? –le dije sorprendido- Por Dios mi Kiki, solo era una aspirante a actriz queriendo coquetear con un actor famoso.
- ¿¿¿Coquetear????? Así que aceptas que te estaba coqueteando ¡Eres increíble!… Fuera de mi vista Robert Thomas Pattinson –gritó estallando algo más del otro lado de la puerta-
- Mi vida no quiero hacerte aumentar el enojo… pero no estoy frente a tu vista… -dije haciendo una broma para ver si eso la hacía reír-
- FUERA DE AQUÍ SEÑOR VISTA DE LARGO ALCANCE ¡FUERA!

Puffff, bueno creo que hoy toca dormir solo. Me dirigí a la habitación  que siempre estaba lista para mis padres o hermanas cuando nos visitaban en Los Angeles. Me desvestí quedándome sólo con mis boxers, lavé mis dientes y me acosté, pero la verdad estaba inquieto sin mi amor a un lado.

Fui a la sala a servirme un whisky doble cuando ví unas hojas blancas en el pequeño escritorio, no lo pensé mucho, bebí mi trago y escribí una nota para mi esposita celosa; la doble y la metí por debajo de la puerta de nuestro dormitorio donde no se oía ningún ruido.

Al menos estaba un poco más tranquilo al no escucharla romper cosas ó peor aún llorando, regresé por otro whisky y, nuevamente, me acosté en esa cama grande y fría; pensando que el amor de mi vida estaba a pocos pasos de mí, pero no me permitiría abrazarla esta noche, mañana me levantaría temprano para hacerle un desayuno estilo inglés que tanto le gusta.

Con ése pensamiento me giré y me perdí en el sueño.

KPOV

Mientras me daba un baño con esencias relajantes en nuestra tina, pensé que pues… la verdad… Robert no estaba haciendo algo tannnnn malo con ésa “perra/robamaridos”.

Quizás ella estaba un poco inclinada mostrándole los senos, pero para ser justos con Rob, solo se rió un poco del estúpido comentario de ésa estúpida.

Pero es mi culpa el querer matar a cualquiera que piense que puede robarme a mi marido. Él es MIO, MIO, MIO solo MÍO.

Admito que me enloquecí al ver a ésa “principiante de actriz porno ofrecida”  y el que pagó los platos rotos fue mi marido.

Sintiéndome culpable acaricie mi tripita pidiéndole consejo a mis pequeños bebes.

- Babys... ¿Están dormidos?– les pregunté acariciándolos- Mamá hizo algo muy tonto e injusto… ¿qué hago? ¿voy a buscar a papá? Esta tina se siente enorme sin él aquí.- aún no los sentía patearme, así que continué con mi monologo- ¿Ustedes también extrañan sus caricias y calor? –les dije en voz muy pequeña y suave. Me quede meditando por un momento- Saben algo mis amores –les dije con una enorme sonrisa en mi rostro- Ustedes tranquilitos ahí adentro. Cierren sus ojitos y no escuchen, porque no quieren oír la reconciliación de sus papis.

Dicho eso, me levanté con cuidado de la tina, me envolví en una enorme toalla, y salí a ponerme mis aceites por todo el cuerpo.

Elegí un pequeño camisón, transparente con listones en los senos-pequeños… pero cada vez más grandes gracias a mis babys- y una minúscula tanga negra con delgaditos cordones a los lados.

Con toda la ilusión me dirigí a buscar a mi Robert y ofrecerle una disculpa al mejor estilo “esposa-arrepentida-ofrece buen sexo”, cuando note una pequeña hoja de papel a un lado de la puerta, me senté en el piso y cuando la abrí me sentí aún más culpable, la nota decía:

“Mi vida perdóname… para mí no existe mujer en el mundo que no seas tú, TE AMO. Adoro cada parte de tu cuerpo, solo del tuyo, que seas mi esposa me hace el hombre más afortunado del mundo. No me niegues verte, me siento vacío cuando no estoy a tu lado”

Con eso me decidí.

Tomé la pequeña llave que tenía siempre guardada en un calcetín y me fui al cajón secreto donde guardaba los “regalitos especiales” para Rob… pequeños juguetitos y lubricantes que lo volvían loco.

No me decidía que usar para ésta noche; rebusqué un poco, cuando vi algo que había comprado hace unos meses y aún no lo estrenábamos.

Tomé unas esposas forradas en negro y, armada con mi presente, me fui en busca de mi marido arrepentido.

No tarde mucho en encon…. En escucharlo.

Entré despacio sin hacer ningún ruido, a la habitación de invitados, donde mi esposo dormía todo destapado, vestido únicamente con unos bóxer negros pegaditos a su cuerpo. Eso me hizo sudar un poco ante la hermosa imagen; claro que sus ronquidos no eran tan sexys como la imagen gloriosa de Rob dormido, con su barba algo crecida.

Haciendo caso omiso de los ruidos provenientes de mi marido que tenían su origen en un vaso de licor que estaba al lado de la cama… Me senté con mucho cuidado, disfrutando del glorioso paisaje que se formó frente a mis ojos.

Acaricié suavemente sus pies, subiendo por sus piernas evitando tocar su “paquete”; me deleite besando su vientre y pasando mi lengua alrededor de su ombligo y abdominales, seguí subiendo hacia sus pezones, sin que mi bello durmiente se despertara, únicamente hacía pequeños ruiditos de satisfacción. Cuando chupe suavemente su pezón izquierdo hasta endurecerlo se movió un poco y dijo:

- Si, más… Kris.
- ¡Bien!– pensé, al menos no está soñando con  zorras/tetonas/desconocidas.

Él muy bribón no despertó. Cuando iba a besar su cuello y darle una mordidita estilo Bella Cullen, se me ocurrió un pequeño castigo por tener al menos la intención de ver senos ajenos. Rob debe saber que ¡ÚNICAMENTE PUEDE VER LOS MÍOS!

Así que muy delicadamente tomé su mano izquierda que estaba arriba de su cabeza, cerrando una de las esposas la pasé por atrás del adorno de la cabecera, levante suavemente su brazo derecho, momento en el que abrió los ojos asustado:

- ¿Qué?...¿Kris, que pasa?...¿Amor que sucede? –dijo con las pupilas dilatadas, momento que aproveché para cerrar mi juguetito  sobre su muñeca derecha, quedando ambos brazos unidos sobre su cabeza-, ¿Ya me perdonaste?
- MMMMM NOP, aún lo estoy pensando –le dije en un tono de voz un poco meloso- Depende de lo bien que te portes.
- Pero mi vida, ¿porque estoy amarrado? –dijo un poco sorprendido-
- Porque tu esposa entiéndase yooooooo- me señalé- soy una dedicada mujercita que le va a enseñar a su marido a comportarse bien, y a no desear ver más senos que los que tiene en casa.- le decía en voz baja mientras le daba pequeños besitos en el cuello y mordía ligeramente su oreja-
- Pero Kris- gimió bajito- Yo me porto bien, no necesito una lección para entender lo que tengo en casa. Lo único que quiero es que vengas aquí, me des un beso y me quites este amarre para poderte abrazar.
- No-no- hice un ruidito con mi lengua- Señor Pattinson, le informo que eso no se va a poder.- dije mientras bajaba por su torso dando algunos lengüetazos y mordiendo con fuerza sus pezones- Repita conmigo la lección: “no veré ningún cuerpo que no sea el de mi mujer… no desearé más senos que los de mi esposa…”
- Pero mi vida yo no puedo decir eso… yo REALMENTE NO VEO NI DESEO A NINGUNA MUJER para mi tú eres la única –dijo con el aliento entrecortado, por mis besos ya en su cintura-
- ¿No Señor Pattinson? Usted no repetirá la lección que su amante esposa humildemente le pide- no hablo- Ok, entonces así te quedarás hasta mañana, amarrado y con esa erección de caballo que está a punto de perforar el bóxer– amenacé parándome de la cama y permitiéndole ver en primera fila el modelito que había elegido para él y que sabía lo volvería loco- Que pase usted buenas noches Señor Pattinson.- dije lascivamente.
- ¡Kristen, VEN AQUÍ AHORA MISMO! Quítame estos amarres, y déjame que te demuestre que para mí solo existes tú; pero ni siquiera pienses en salir de ésta habitación y dejarme así –me dijo casi gritando mientras la carpa en su bóxer crecía cada vez más-
- Pues verá…. Señor mío …pensaré en quedarme si usted, humilde y sinceramente repite la lección que le pido- con lo cual me monté a horcadas sobre sus piernas esperando que se decidiera a repetir mis palabras o yo daría mi brazo a torcer porque yo de aquí con éstas ganas locas no me iba ni de chiste.
- Kristen… esto te va a costar caro cuando me quites estas cosas, pero está bien- tomó aire- “Prometo solemnemente vengarme de mi esposa, cogiéndola y follándola mañana, tarde y noche, la tomaré por sorpresa cuando se esté bañando, cuando esté desayunando, cuando piense que no estoy en casa  y cuando vaya retrasada a alguna cita, hasta que entienda que para mí no hay más mujer que ella. Esa es mi promesa…”
- Ok trato hecho – le contesté con voz ronca, excitada por sus palabras sucias que había utilizado. Con lo cual, baje rápidamente su bóxer llevando de inmediato la punta de su pene hasta mi boca, succionando un poco el glande, con mi otra mano lo acaricié desde la base subiendo mientras hacía fricción, gritó levantando las caderas del colchón-
- Si amor, así –decía jadeando- Lo haces delicioso... come tu caramelo del día de las brujas

Era verdad, para mí su pené era mi golosina numero uno y  su sabor me volvía loca.

Creciendo cada vez más en mi boca, mi lengua recorriendo las gruesas venas me ponía a mil, los sonidos del placer generado por mí, y los movimientos de sus caderas pidiéndome más, me provocaba hacerlo sufrir un poquito. Por eso besé la punta introduciendo un poco mi lengua en el pequeño orificio que tenía ya bastante líquido preseminal, con el cual lubricaba más mis movimientos, cuando con voz entrecortada me dijo:

- Amor, ya no aguanto… deja… déjame estar en tu interior, no puedo más, por favor mi vida- decía jadeando-
- ¡Nop! Vente en mi boca… quiero probarte, necesito probarte, ven Rob, ¡DAME DE BEBER!

Y con una succión más, se vino en mi boca en forma escandalosa, me llenó de si mismo, gritando de una manera que temí que los vecinos llamaran a la policía pensando que lo estaba matando lentamente.

Después de dejar limpiecito el equipo de mí marido. Subí hasta su rostro con la intención de besarlo y liberarlo de las esposas. Cuando abrió los ojos y muy sonriente me dijo:

- Tengo sed -desconcertándome un poquito su comentario, sobre todo en este momento. Cuando le iba a decir que si quería un vaso con agua o que le trajera algo diferente, añadió- Dame de beber preciosa… me vendría bien un Jugo de Kristen… Siéntate en mi boca y haz a un lado la braguita con tu mano, te voy a follar con mi lengua.

Upsss... Bien ¿porque no? Es mi marido sediento después de todo.

Dándole una mirada de deseo, subí lentamente por su cuerpo levantando mi camisón transparente sin quitármelo del todo, llegué casi sobre su barbilla, donde me sacudió la mirada hambrienta y de locura que había en sus ojos.

Con una mano me sostuve el camisón en contra de mis senos y con la otra hice a un lado mi braga negra, bajando hasta sentir la barba y su lengua húmeda…

- Mmmm adoro este olor único … solo tú tienes este sabor divino-murmuró.

Recorrió toda mi vulva con su lengua rasposa y húmeda mientras con su nariz hacía pequeños movimientos sobre mi clítoris, antes de chupar mis labios menores introduciendo su lengua en mi vagina, ahora fue mi turno de gritar sin importarme si provocaba un susto a mis vecinos, o si éramos exiliados de la zona de Silver Lake por escandalosos. Intenté reír de mi propia broma, pero me era imposible cuando sentía esa lengua y esa boca que me estaba llevando verdaderamente a la locura... El apriete en el fondo de mi vientre ya era intolerable y me sentí desfallecer cuando finalmente tomó mi clítoris entre sus dientes y le dio un pequeño mordisco, siendo lo único que necesité para dejarme caer de espaldas sobre su pecho jadeando como si hubiera corrido 2 vueltas alrededor de Disneylandia sin descanso.

- Kristen abre los ojos…desamárrame… necesito estar dentro de ti…anda amor -yo realmente no quería moverme hasta el día de mañana pero hice un esfuerzo sobrehumano poniéndome de rodillas sobre la cama y tomando la pequeña llave de la mesita, le quité las esposas. Robert las eliminó rápidamente y me puso de espaldas sobre la cama-

- Señora pervertida, ¿de donde sacó ese instrumento de tortura?– tomó las esposas, girándolas, me preguntó un poco divertido e intrigado-

- Pues ya ve Señor Pattinson, yo también tengo mis armas secretas cuando siento que alguna mujer intenta robar lo que es mío.

- ¿Y yo soy tuyo Kristen? –preguntó algo serio-

- Mío, solo mío- mordí su labio inferior.

- No amor, te equivocas- dijo mirándome fijamente- Soy total e irrevocablemente tuyo. Lo soy desde el día en que entré a una audición para una película de vampiros y me topé con los ojos más verdes, profundos y honestos que había visto en mi vida. Soy y seré tuyo porque así lo quiero y porque no tengo otra opción, quiero tener hijos, nietos, mascotas, vivir y envejecer a tu lado.

- Yo también Rob, quiero todo eso y mucho más a tu lado, -lo veía con lágrimas en los ojos, pensando que regalo tan grande me hizo la vida con éste hombre que me amaba con la misma intensidad y devoción que yo lo amaba a él-.

- Pero de momento Señora Pattinson, lo único que quiero es cumplir la promesa que le hice a mi esposa hace unos minutos... así que… cambio de turno para probar tu propio juguete  traviesa...

- ¡No,no ROB, nooooooooooooooooooooooooooo!- demaciado tarde para mí; de un solo movimiento, atrapó mis manos en las esposas.

- Ahora sabrás lo que es bueno- se puso de rodillas, me abrió las piernas a su gusto, rompió mi tanga de un solo tirón y me embistió por completo-

- ¡Sí!- dijimos los dos al mismo tiempo. Su movimientos eran rápidos y profundos. No podía evitar gritar en cada estocada, sentía como el respaldo de la cama crujía a causa de nuestra pasíon

- GRITA Kristen, Grita para que todos sepan quien es tu dueño- apretó mis senos con fuerza.

- R-O-B-E-R-T... Dame más... Apriétalos con fuerza, se... siente... delicioso- ya sentía el orgasmo a la vuelta de la esquina.- Me corrooooooo- hizo una última entrada tan fuerte, que el  nirvana en el que me hallaba, provocó que rompiera uno de los barrotes de la cama, de la necesidad por abrazarlo.

Mis piernas quedaron hechas masa para moldear, cubierta por la esencia de Rob. Me desató de mi calvario y nos besamos como si no hubiera mañana.

Luego, él se recostó sobre mis senos.

- No hay nada más suave y comodo que está preciosura de almohada- se restregó, para que lo comprendiera.
- Perdón por haber puesto hecha una furia- le acaricié el pelo.
- No te preocupes cielo, comprendo a tus alocadas hormonas- reímos- Imagino que no me queda otra que acostumbrarme a tu ciclotimia.
- Tonto- le pegué en el hombro- Es que tengo miedo que ahora que me convertiré en el próximo liberen a Willy cinco, ya no me desees más- hablé dudosa- Hay miles de mujeres que darían lo que sea por estas así ahora.
- Como te dije antes, a la única que deseo es a ti y aunque te conviertas en Willy, Tommy, responderá solo a tú llamado. Él deseo y el sexo nunca fue un problema en esta pareja, ¿Por qué lo sería ahora, no crees?
- Perdón nuevamente- volví a buscar sus labios para saciar mi pena.

Esos besos llevaron a amarnos una vez más, pero ahora de manera lenta, recorriéndonos por completos como la primera vez.

El final nos llegó, cuando el alba se colocó por nuestra ventana. Sin lugar a duda fue el mejor Halloween de mi vida... de ahora en más jugaría más seguido al trick-or-treat .
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Holaaaaa chicassss ya las extranabaaaaa!!! Como Han estadoo espero que muy bien igual que yo que por fin vimos amanecer omghhhh!!! Que les parecio a mi encanto apesar que hubo partes que no entendia hehehe XD pero buenooo eso no es importante lo que si es que ya aqui esta el capitulo... Gracias por la espera se que probablemente haya errores pero lo estoy subiendo del iPod porque no las queria aser mas esperar pero ya el dia de mañana lo edito bien para que quede bonito ademas que mi jefesita naty subira fotos muy educativas hahaha ;) para que despues se den la vuelta para que las vean :).... Bueno reynas las quiero y gracias por sus comentarios Muchos besos.


Pd: mi querida cunis sigo esperando mi correo eee!! Tick,tock,tick,tock.....


Sarita
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Pd: editado capitulo*

martes, 1 de noviembre de 2011

Capítulo 10: NO HAY NADA MÁS IMPORTANTE QUE LA FAMILIA UNIDA

Al finnnn.... aparecimos con un nuevo capítulo (Saris ya te mandamos el equipo comando para rescatarte jajajajaja)
Primero mil gracias por su eterna paciencia y por todos los buenos deseos por mis exámenes; parece que fueron oídos porque me saqué dos 9 :)... así que solo falta dar dos finales y puedo decir: ESTOY EN TERCERO!!!... a dos años de recibirme!!!!
Bueno me dejo de hablar por que imagino que más de una está más que anciosa de leer mis locuras :P.... Gracias Rosy como siempre por ser una gran Beta; me hiciste reír mucho con una de las correcciones que me hiciste.
Saris donde quieres que estes niña mía da señales de vida :P Anda preparando material porque dentro de un mes cuando me tome vacaciones el rancho queda contigo jajajaja
Espero que lo disfruten.... para las que se emocionan rápido vayan preparando los pañuelitos, para tenerlos a manos!!!
Intentaré tener la próxima actualización para dentro de quince días más o menos...pero no prometo nada. Noviembre es una locura  de  dar finales :S
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RVOP

¡Corten! Felicitaciones gente... hemos terminado con la película- fueron las palabras del director. Nunca estuve tan contento de finalizar con una grabación, pero ahora mi vida era diferente.

Esta semana fue horrible teniendo que dejar a Kristen sola por la noche, sola con los perros y mis pequeños renacuajos. Por más que ella diga que me había convertido en un obsesivo, ya de por si, era horrible no poder dormir con ella, abrazado a su cuerpecito calentito, con su largo cabello oliendo a vainilla; y ahora era aún más complicado porque me preguntaba a cada momento si ella se encontraba bien o necesitaba algo.

Salí a cenar con el resto del elenco para festejar el final de grabación, pero cuando todos se iban a seguir celebrado en la casa que alquilaba Justín, decliné la invitación y partí rumbo a mi hogar.

Cuando llegué ya daban las 4:00 am. Ingresé despacio para no despertar ni a Bear, ni a Nala y que comenzara con sus ladridos de alegría por mi llegada. Me saqué los zapatos en la entrada, fui hasta la cocina para tomar un poco de agua, en la mesa central, se encontraba reposando un delicioso pastel de níspero con un cartel gigante que decía:

“¡NI SE TE OCURRA TOCARLO!,
ES PARA MAÑANA EN LA NOCHE... Te amo


Me reí por la frase y saber lo bien que me conocía Kristen para prevenir que el pastel llegara intacto hasta mañana. A mi favor debo decir que la culpa es de ella por tener tan buena mano para la cocina y que las cosas le salgan tan rico; tomé mi vaso de agua y subí hasta la habitación.

Tan solo al abrir la puerta, mí corazón latió llenó de vida, había regresado a donde pertenecía, y justamente su dueña yacía placidamente dormida boca abajo, sobre la que habitualmente era mí almohada, bien arropadita y con sus dos guardianes de cuatro patas en la punta de la cama roncando como un par de leones.

Me acerqué a ella y besé su frente, un pequeño suspiro salió de su interior.  La televisión estaba encendida, su laptop a un costado de ella con algunos libros y aún llevaba los lentes puestos; seguramente se había quedado despierta hasta tarde escribiendo.

Le quité los lentes con cuidado de no despertarla, y saqué el resto de las cosas para colocarlos sobre la mesita del escritorio. Tomé una remera y unos boxer, y me fui hasta el baño para darme una pequeña ducha antes de dormir.

Estaba  tan relajado mientras me bañaba, que no me percaté de mí nueva compañía; hasta que sentí unos bracitos rodeándome y unos besos deliciosos que recorrían mi espalda.

- Hola cielo, llegaste- se pegó más a mi cuerpo-

- No quise despertarte, deberías seguir durmiendo- tomé sus manos y las entrelacé con las mías-

- Ya dormí lo suficiente... además tengo un antojo, -podía sentir las pequeñas piedrecillas, en que se habían transformado sus pezones-.

- Así ¿Dime cuál es, para poder complacerte?- llevé sus manos hasta mi boca y comencé a chupar sus dedos. Un gemido se le escapó.

- Ya lo estas haciendo bebé... pero date la vuelta para poder saludarte como debe ser- sin más obedecí su orden y allí me encontré con una hermosa mujer, su pijama blanco de dos piezas empapados por el agua, que se le pegaba sobre el cuerpo, remarcando toda su belleza. Yo ya estaba más que listo para la acción.- Ahora si, ¡Hola mi amor!, -me rodeó el cuello con sus brazos- Te extrañamos esta noche... la cama se me hace muy grande sin ti, -me besó pausadamente, disfrutando al máximo de nuestras bocas-

- Yo a ustedes también- me arrodillé y levante la musculosa húmeda, dejando su suave y plano vientre a mi entera disposición- Hola renacuajos... Papi los extraño mucho- llené de besos esa zona, ganándome la risa de Kris.- ¿No habrán hecho pasar un mal momento a mamá, no?- levante mi vista para cruzarla con las esmeraldas oscurecidas de ella.

- Se están portando bien, aunque ya empecé a sentir un poco de náuseas- arrugó la nariz.-

- Entonces tendremos que empezar a tener galletitas de agua siempre cerca- asintió- Ahora papá va estar con ustedes las 24 hs del día.- reposé mi frente sobre el vientre.

- Dios... pobre de mí- acarició mi pelo, tendré un acosador de 24/7, -dijo en tono de broma-

- Te encanta que sea tu acosador- me levanté para estar a su altura, ella asintió- Ahora que lo recuerdo, estábamos intentando apaciguar un antojo- levanté las cejas de forma sugerente-

- Así es... Tengo ganas de bañarte... y de que me bañes- acariciaba con sus pequeñitas manos mi pecho-

- Entonces deberíamos empezar quitándote esta ropa, es muy molesta-comencé a desnudarla.- Ahora ¿Quién comienza?

Ella tomó la esponja, la llenó de jabón líquido, me regalo un delicado beso e inició el proceso de enjabonarme por completo. Me encantaba cuando Kristen se dedicaba a bañarme, se tomaba todo el tiempo para recorrer cada parte de mi cuerpo, como queriéndolo memorizar nuevamente. Además iba dejando rastros de besos a su paso. Cuando llegó sobre Tommy no pude aguantar las ganas de gemir.

- Veo que te gusta mi baño, -dijo muy despacito la muy pervertida, mordiéndome y succionando mí oreja. Apretó más mi pene, enjabonándolo y acariciándome con intensidad-

- Si sigues... por ese... camino... te vas a q-u-e-m-a-r- dije como pude, tuve que cerrar los ojos para contenerme en no acabar en sus manos.

- Sabes que me fascina jugar con fuego, -me besó con tal pasión que no me pude contener más y la acorralé sobre la fría pared del mármol-.

Los besos y caricias se fueron haciendo cada vez más demandantes. Ahora fui yo quien inició el mismo proceso de bañar ese cremoso cuerpo suyo; el calor que emanaba nuestros cuerpos era tal, que no nos percatamos que la ducha se había comenzado a enfriar.



- Tómame Rob... ya no lo soporto más- me rogó-.

- Gírate... sostente de la baranda, no quiero que te resbales- tomé esa precaución porque más de una vez no ha pasado que por cargarla en la ducha, terminábamos revolcados en el piso muertos de la risa, pero ahora, con los renacuajos encima, no me arriesgaría a que se resbalada.- Introdúcelo tú misma- le pedí-


Kristen muy obediente tomó de mi pene; giró su cabeza para besarme y darme unos lengüetazos sobre los labios, mientras que con sus manos guió a su querido Tommy hasta la entraba de mi cielo personal. Se detuvo un momento para jugar con mi glande sobre su clírotis, cuando ella ya no aguantó más su propio juego, lo introdujo en su totalidad de un solo golpe. Ambos gemimos con fuerza; iniciando el más maravilloso de los rituales del amor.

Me hipnotizaba ver a través de su trasero como mi miembro se perdí y volvía a salir de su vagina. Los movimientos se iban haciendo cada vez más bruscos, no nos faltaba mucho para llegar a la cima. Le apreté ambos senos y la puse en una posición vertical para hacer más profunda la penetración.



- AMORRRRR... Ya llegó- me comunicó- Más rápido... tócame- me pedía. Le hice caso, aumenté el ritmo de mis estocadas y con una mano bajé hasta su monte para entretenerme con un punto en especial.- ¡¡¡SI-SI-SI...ASÍ SIGUE...¡¡¡- gemía desesperada-. 

- Déjate ir cielo, -apoyó su cabeza sobre mi hombro, cerró los ojos y se liberó; su prisión logro que la acompañara, sentía como cada chorro de mi semen recorría su interior mezclándose con sus propios jugos. Era tan fuerte la sensación que tampoco pude permanecer con los ojos abiertos-

Cuando ambos logramos calmar nuestras respiraciones, nos fuimos separando de a poco. La giré para volver a mirar sus preciosos ojos, irradiaban felicidad. Un bostezo se le escapó.

- Parece que ahora si tienes sueño- asintió- Vamos ya es hora de dormir.

- Te amo- se subió sobre mis pies para quedar un poquito más alta; aproveché y la sujeté de su trasero respingón. Yo más- nos besamos con dulzura-.


Terminamos de ducharnos con agua fría, así que nos apuramos. La sequé con rapidez para que volviera a tomar calor; le di la remera que había llevada para mí, ya que su ropa estaba mojada y tirada en la ducha, yo solo me quedé con los bóxer. Al estilo novia, la llevé hasta la cama donde la arropé muy bien antes de acostarme a su lado, Kris instantáneamente, colocó su cabeza sobre mí pecho. Estuvimos hablando un rato, jugando con nuestras manos; hasta que percibí como su respiración se iba haciendo cada vez más lenta, se estaba quedando dormida.


- ¿Mañana a qué hora llegan su papás?- esperé un rato antes de recibir una respuesta. 

- Al... medio... día- ya tenía los ojos cerrados-. 

- Descansa mi ángel, yo velaré tus sueños- besé su pelo húmedo, no hubo una respuesta de su parte, ya estaba en el país de los sueños, y yo también me dirigí al mismo lugar.


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Bostecé por tercera vez en menos de cinco minutos, prácticamente me estaba quedando dormido sobre el volante del auto.

- Te dije que te quedaras durmiendo en casa. Yo podía venir sola a buscarlos- me regañó Kristen mientras escribía algo en su celular-. 

- No me iba a quedar en casa y que tus papás me encontraran durmiendo como vago, mientras que su hija embarazada de sus dos futuros nietos conducía a través de la locura de tránsito de Londres un viernes por la mañana.- volví a dar por enésima vez la misma explicación. Ella bufó-. 

- Mis papás saben que no eres ningún vago y que ayer anoche ibas a grabar. Luego mi mamá me recrimina porque dice que no te cuido bien- se cruzó de brazos- Claro porque ella nunca entiende, ni entenderá que su querido yerno es un psicópata celoso y controlador, de cada uno de mis pasos. Siempre soy yo la mala de la película y tú el pobre hombre abnegado, -hizo un hermoso puchero de niña pequeña enojada; no pude evitar las ganas de besarla-. 

- ¿Te dije que te vez preciosa cuando te enojas?- la tomé del rostro. 

- No intentes cambiarme de tema- la volvía a besar- Ya basta- se separó un poco de mí- Entiendo que me quieras cuidar y a los renacuajos también- tomó mi mano y la colocó junto con la de ella sobre su panza- Pero no estoy inválida ni enferma, solo embarazada y no necesito una sombra extra detrás de mí las 24 hs del día. Quiero seguir haciendo mi vida tal cual como hasta ahora, que cada uno tenga su propio espacio ¿Sí?- me miró fijamente, yo no contesté- Robert... 

- Ok, ok tu ganas...- ahora era yo el del puchero infantil. 

- ¿Prometes no ser mi sombra y controlar tu hombre de neandertal?- yo no contesté y me crucé de brazos- Lo prometes, amor de mi vida y papí de los renacuajos mas adorados- su voz se volvió suave, sabía como jugar sus cartas. 

- Lo... prometo- dije entre dientes; se me abalanzó al cuello- Tú me dices a mí pero en el fondo, eres una pequeña manipuladora; sabes que siempre soy yo el que termina cediendo, -la besé- 

- No es mi culpa que caigas tan fácil a mis encantos- parpadeó con rapidez. Estaba por replicar, cuando su celular sonó- ¡Ya están en la puerta!- salió del auto corriendo en busca de sus papás.


Cuando salí del auto y fui en su búsqueda, me los encontré a los tres abrazados, emocionados por volver a verse luego de dos meses. No pude evitar sentirme un poco culpable; yo sabía cuanto Kristen adoraba Reino Unido y que aquí pudo hallar la paz que necesito luego de la perdida del bebé. Pero el precio de esa paz, fue alejarse de su familia. Si bien se hablaban todos los días, ya sea por teléfono o vía Skype; no es lo mismo que sentirlos cerca. Además ella era la pequeña niña mimada de la familia, por más que ella odiara que le digan así, es la verdad.


Dejé que se saludaran a gusto, pero Jules me vio y se me acercó a saludarme.

- Hijo, tanto tiempo- me abrazó con el mismo cariño y fuerza que lo hacía mi mamá cuando me volvía a ver luego de algún viaje largo- ¡Mira lo flaco que estás¡- me miró de arriba a bajo- Y esas ojeras de cansancio, le dije a mí hija que no te trajera, -me despeinó el pelo. Kristen escuchó las palabras de su mamá y me miró con ojos de: “Viste te lo dije, soy yo la mala”-. 

- Yo quise venir a buscarlos; luego descanso un poco a la tarde- le mostré mi mejor sonrisa de niño bueno a mi amada suegra, Kiki rodó los ojos. 


Gracias a Dios nunca tuve problemas con mis suegros, ambos son personas realmente buenas, que si las llegas a conocer en profundidad uno deduce el porqué del carácter de Kris. Pero no podía negar que con Jules tenía una relación mucho más estrecha.

Hay tres mujeres que les debo el poder estar con Kristen: Primero a Stephanie, por conseguirme la audición a Twilight en tiempo récord; segundo a Catherine su directora, por darme la oportunidad de personificar a Edward; y por último a Jules, mi suegra, sin ella jamás hubiera logrado enterrarme completamente en el corazón de mí esposa.


Ella fue creando el camino, el puente, para que yo pudiera llegar a Kris. Las veces que me habrá escuchado mis penas por su hija en el patio de su casa, mientras compartíamos una cerveza. Fue mi cupido personal. De ahí mi cariño inquebrantable por ella.

- Jules deja de querer acaparar la atención del chico, que yo también lo quiero saludar- le recriminó John, ligeramente nos abrazamos dándonos una palmada en la espalda- Me alegro de verte, muchacho. 

- Lo mismo John- a pesar que el tenía el aspecto de un hombre hippie, siempre lo traté con mucho respeto. Creo que mucho más después del día que me enseñó su colección de palos de golf y cual de ellos utilizaría para golpearme y castrarme si llegaba a lastimar a su nena. 

- ¿Por qué no vamos yendo a casa para estar más cómodos?- Kris se abrazó nuevamente a su papá.


Acomodamos las maletas en el auto y partimos hasta nuestra casa. En el camino, pedimos comida para almorzar; aunque Kris quiso preparar algo ella misma, al final, la terminé convenciéndola que era más rápido de esa forma. Luego de comer y de conversar por un largo rato en la sobremesa, decidimos tomar una siesta para recuperar fuerzas, ya que a la noche iríamos a cenar a la casa de mis papás.

Aprovecharíamos la ocasión de tener a ambas familias reunidas casi en su totalidad, faltarían solo los hermanos de Kiki, para dar la gran noticia de los futuros nuevos integrantes de la familia. Estaba más que ansioso por poder decirlo.


Salí del baño, luego de una ducha para sacarme el sueño de encima, y me hallé con una imagen por demás erótica, mi esposa maquillándose en su tocador solo con las minúsculas bragas de encaje color verde que traía puestas. Casi sufro un ataque cardíaco a causa de la excitación.

- Lo haces a propósito ¿verdad?- le pregunté desde la puerta del baño, mientras me sacaba el pelo con una pequeña toalla. 

- ¿El qué?- me contestó con otra pregunta sin dejar de maquillarse. 

- El verte tan sexy, erótica... tan apetecible. Es como si le pusieras un trozo de carne a Bear, luego de pasar toda una semana sin comer. Me acerqué hasta ella como un depredador en busca de su presa. 

- Jajajajaja... la diferencia entre el pobre “hambriento” de Bear y tú, es que hace media hora, recibiste tu merienda en ésa cama.- me insinuó moviendo sus cejas sugestivamente. 

- Sabes que nunca me llenó de ti. Jamás me es suficiente; y tú vestida únicamente con esas bragas y tus deliciosos pechos al aire no me lo pones fácil tampoco.- me senté a un costado de su banquito sin respaldo y comencé a ascender mis manos sobre su tersa y firme pierna. 

- Robbbb- me llamó en tono de advertencia- No podemos jugar de nuevo- ocultó su risita- Vamos a llegar tarde a lo de tú mamá, y mis papás ya están despiertos- quitó mis manos de su cuerpo. 

- Hace un rato no te importó la presencia de tus papás. Además si me lo propongo, puedo llegar a ser muy rápido- inicié un reguero de besos por todo su cuello- Solo tienes que aprender a ser más silenciosa.- ya casi la tenía en mis garras, podía percibirlo por su forma entrecortada de respirar. 

- Sabes que no me agrada cuando eres muy rápido... me agrada disfrutarte lentamente- tomó de mí pelo y me echó la cabeza hacia atrás. Estaba despertando su loba interior- Por eso...- me besó con pasión, permitiéndome disfrutar de su deliciosa lengua, de su dulce e intoxicante sabor.- Lo dejaremos como postre, luego de la cena- se levantó y se fue hasta el vestidor, dejándome con una dolorosa erección entre mis piernas. Pequeña zorra tramposa, al final el cazado terminé siendo yo.


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Nos encontrábamos todos en la casa de mís papás. Mí mamá realmente se había lucido con su cena: Roast Beef asado con verduras, papas asadas y salchichas, le había quedado estupendo. De postre estamos disfrutando la tarta de níspero que había preparado mi Kris, más un pie de manzana que preparó Victoria y el budín de nueces de mamá. Todos habíamos pasado a la sala para disfrutar de un rico café, acompañado de todos los dulces.

Tanto mis padres, como mis suegros parecían muy entretenidos hablando de sus cosas; Kris pintaba en el piso con Madi y mis hermanas eran las encargadas de servir el café.

Me imaginé la misma escena pero proyectándola dentro de unos meses; donde mis pequeños renacuajos estuvieran en nuestros brazos, gateando o dando sus primeros pasitos en la misma casa donde los dio su papá. Me gustaba la postal que tenía frente a mí, toda mí familia reunida.

Miré a Kristen disfrutando de su sesión de pintura con crayones junto con Maddie, que no paraba de hacer rayones en toda la hoja y mezclando diferentes colores uno sobre otro.

Ella se percató que la estaba observando y me regaló una hermosa sonrisa. A través de mis ojos, le pregunté si había llegado el gran momento de dar la noticia; entendió de inmediato mi pedido, asintiendo con la cabeza. Se levantó y llevó a nuestra sobrina, junto a Lizzie que nos miraba divertida y llena de felicidad. Conociéndola, era muy claro que le estaba costando guardar el secreto. Kristen se sentó sobre mi regazo, besó mi mejilla y llevó mis manos sobre su vientre, dejándolas reposar junto a las suyas.

Había llegado el momento...


- Familia- los llamé para que todos me prestaran atención- Quisiéramos que nos presten un momentito su atención, para mostrarle un pedacito de la nueva película que estuve grabando hasta ayer, -Kris rió por lo bajo y fue en busca de su cartera para traer el DVD- 

- ¿Desde cuando nos muestras tus filmaciones antes del estreno?- indagó Vicky, mientras comía un pedazo de pastel- 

- Desde ahora... aprovechando que estamos todos reunidos, me gustaría saber su opinión de mi nuevo proyecto- justo regresó mi esposa a mi lado; me extendió el estuche que contenía la grabación y le regalé un pequeño beso.


Fui hasta el reproductor para ponerlo en funcionamiento; una vez que inserté el DVD, tomé el control remoto y volví hasta el sillón para sentarme junto a Kristen. Le di play y esperamos la reacción de todos.


- Oye cuñado... te confundiste de grabación, solo se ve puro gris- dijo Harry, intentando acercarse un poco más al televisor para diferenciar algo. 

- No lo puedo creer...-se emocionó Vicky. 

- Oh por Dios- mi mamá se tapó la boca y por su rostro comenzó a surcarse de lágrimas. 

- ¿Qué Clare? Ahí no hay sale nada ¿Qué pasó por que lloras mujer?- preguntó mi papá confundido. 

- Hija...- Jules se acercó hasta nosotros y abrazó con fuerza a mi Kris, que también se emocionó por la reacción de sus dos mamás- Hijo...- me unió a mí también en el abrazo- Cuanto me alegro por ustedes, se lo merecen después de tanto sufrimiento. 

- ¿Alguien me puede explicar que sucede? Y por qué solo veo dos puntos grises en la pantalla¡¡ -preguntó molesto John a no comprender la reacción de las mujeres- 

- ¿DOS?- gritó mi mamá que no paraba de llorar, mí papá sin entender al igual que el resto del sexo masculino, se acercó a consolarla. 

- Si familia, si Dios quiere dentro de siete meses aproximadamente, se nos agregaran dos nuevos integrantes al clan... Estamos embarazados- dije extasiado por la alegría, besando la cabeza de mi esposa y señalando su vientre, donde en este momento hallaban anidando nuestros renacuajos.

Como era de esperarse nos llenaron de abrazos y felicitaciones; mí mamá era la que mas lloraba de todas la mujeres, Lizzie la cargaba diciéndole que la menopausia la estaba afectando gravemente y si seguía así los nietos pensarían que estaba loca. Obviamente se ganó su reto y un tortazo en la nuca, haciéndonos reír a todos.

Victoria se enojó con Lizzie por no comentarle nada al respecto y decirle que eran dos hermosos babys los que venían en camino, aclarándole que luego hablarían solas y que como castigo, sería Victoria la que nos acompañara en la próxima ecografía y no ella como tenía planeado.Mi cuñado, no hizo más que gastarme bromas por mí buena puntería, pero mi hermana lo calló diciéndole que deje de cargar a los demás y que mejor, empiece a pedir consejos para mejorar la suya, todos volvimos a reírnos, entre lágrimas de felicidad.


- Esto sin duda hay que cerebrarlo... Iré a buscar el champagne que tengo guardado desde hace unos años para ocasiones especiales- comentó mi papá- Amor trae las copas y un poco de sidra sin alcohol para la futura madre- tocó delicadamente el rostro de Kiki-

La única que no había omitido palabra, era mí pequeña enana. Me alejé de Kristen, que estaba rodeada por las mujeres y me fui a sentar junto a ella en el piso.

- Que pasa enana... ¿Te comieron la lengua los ratones?- le pregunté removiéndole el pelo; ella se alejó de mí- Vamos, no seas así con tu tito bob- ahora la senté sobre mi pierna, pero se removía inquieta.- ¿Ya no me quieres? 

- Nop... ya no te quero- cerró sus ojos y se cruzó de brazos-. 

- Maddy... vamos princesa, piensa que tendrás un par de primos para jugar; ya no vas a estar más sola- intenté hacerla reír con unas cosquillas, pero solo logré enojarla más. Se alejó de mí y se fue hasta su papá, que la alzó a upa y ocultó su rostro en el cuello. Me sacó la lengua antes de ocultarse nuevamente. 

- ¿Qué tiene Maddie?- me preguntó Kris. Seguro observó su reacción. 

- Nada cielo, solo está un poco celosa por dejar de ser el centro de atención- la besé en la cabeza- Ya se le pasará.

Brindamos todos juntos, celebrando la futura llegada de los renacuajos, los llenaron de buenos deseos.

Madie se quedó dormida en los brazos de Kristen, con ella no tenía ningún problema de estar; pero a mí, me había hecho la cruz y no me dejó volver a cargarla en lo que duró la velada. Ya vería la forma de reconquistar el corazoncito de mi enana favorita.

Llegamos muy agotados a casa, tantas emociones en la misma noche, provocó que Kristen se quedara dormida en el auto. La cargué hasta la habitación, la desvestí para que estuviera más cómoda, y la arropé entre las sábanas.

Ya tendríamos tiempo de seguir celebrando de nuestra manera favorita... hoy solo había que disfrutar de los buenos deseos que nos brindaron toda la familia.