domingo, 25 de marzo de 2012

Capitulo 20: Siempre mía, Siempre tuyo, Siempre nuestro

Rpov 

- ¿Estás seguro que esto va a funcionar?- pregunte por vigésima vez a Tom mientras intentaba, sin suerte, arreglarme la corbata. 

- Confía en mí hermano.- se acercó e intentó acomodar mi corbata.- Las chicas la llevarán supuestamente a cenar al nuevo restaurante que se abrió en Notting Hills, pero la verdad es que te la dejan justito en la puerta de la cabina, donde tú la estarás esperando con una deliciosa cena y un vinito sin alcohol, -me decía por décima vez- 

- Sigo pensando que es una mala idea, -Tom me miro sin entender.- Ahora que al menos contesta mis llamadas, ustedes provocaran que se enoje más y ahí no me dejara ni conocer a mis bebés.- bufé- 

- Hermano no seas tan pájaro de mal agüero; como dijiste ya se ablandó un poquito nosotros solo te estamos ayudando a calentar el horno para que más tarde de puedas comer el pastel, - me afirmó muy serio aunque no puede evitar reírme por su comparación.- Listo, estas hecho todo un ganador, -me miré al espejo y no me tan veía mal.- Ahora a traer nuevamente a la reina a éste hogar antes de que se convierta en una pocilga. 

- TOM.- le grité algo ofendido- 

- ¿Qué?- se encogió de hombros- Si es cierto, desde que ella se fue, la casa siempre está a oscuras y ya huele feo. ¡Ni los animales te quieren! Si no regresa pronto el pobre de Bearsito morirá de tristeza, mira la cara de pobre que tiene.- me fijé como Bear seguía suspirando sobre los zapatos de Kristen. 

- No sólo él la extraña, y tienes razón la casa no es igual sin ella.- suspiré- Y tú ¿Cómo van las cosas con Netti? 

- Yyyyy digamos qué ahí están. También volvió hablar conmigo, pero si Kris no se arregla contigo, dudo que ella quiera casarse conmigo, así que… ¡Será mejor que esta noche soluciones todo o yo también me quedaré sin calentorsito personal por las noches de invierno!- me replicó un poco en broma un poco en serio- 

- Ok ok, veamos que tal nos va ésta noche.- me puse un poco de perfume-. 

- Ese es el espíritu hermano, -me dio unas palmaditas en la espalda- Bueno será mejor que vayamos corriendo o la princesa partirá sola en su carroza.- me reí por su comentario-. 

- Eres un payaso, hombre.- negué con la cabeza-. 

- Pero así me amas ¿Verdad, verdad?- pestañeó seguido intentando parecer sexy, el asno idiota-. 

- No se como Netti hace para soportarte.- lo despeñé-. 

- Yo me pregunto lo mismo de Kristen, si tan solo yo hubiera hecho el casting, ahorita sería la señora Sturridge, y esos del horno serian mi ardilla y mi leoncito- le di un zape en la cabeza.- Auch, eso duele cabrón, -reclamaba mientras se sobaba la nuca- 

- Eso te pasa por fantasear con la esposa de tu mejor amigo y madre de tu ahijado.- me quejé-. 

- ¿En serio?- abrió los ojos como plato.- ¿Voy a ser el padrino de uno de los baloncitos…?- asentí- Oh gracias hermano.- me dio un fuerte abrazo- 

- Fue lo que hablamos con Kris hace un tiempo, Taylor mi cuñado va ser uno de los padrinos y tú el otro. 

- ¿Y las madrinas? Tus hermanas se mueren de ganas… Omg ¡Ya sé!!! elijan a Victoria así Liz se muere de envidia y nos haces un favor a todos de paso.- propuso divertido 

- ¿Quieres que Lizzie me dé cacería por no hacerla la madrina? Por suerte son dos niños, así que será uno para cada una de ellas. 

- Ufaaaa, yo quería verle la cara de envidia a Elizabeth- se quedó un momento meditando- Oye y ¿si le jugamos una broma y le hacemos creer que otra es la madrina a parte de Vic?; Doña Metiche nos debe muchas ¿No crees? Anda es una genial idea hermano, -proponía intentando convencerme- 

- Jajajaja deja de buscar pelea con ella, sabes que siempre te ganará; además dudo que Kiki quiera jugarle una broma, es su cuñada preferida- dije antes de salir de la habitación-. 

- Yo no sé que le ve para llevarse tan bien.- buscó su abrigo y me arrojó el mío.- Imagino que entre mujeres se deben de entender.- se encogió de hombros-. 

- Sí seguro.- busqué las llaves de la nueva camioneta que le había comprado a mi mujer y mis hijos, era una 4x4 que tenía una tercera fila de asientos más, con DVD en las cabeceras para entretener a mis bebes y suficiente espacio para todas sus cosas. 

- Bueno es hora de llevar a cabo mi brillante plan.- sonrió con autosuficiencia sobándose las manos-. 

- Ojalá funcione… Si llega a ser así te pago la luna de miel donde ustedes quieran.- comenté abriendo la puerta de la camioneta- 

- ¿Dónde nosotros queramos, con todo incluido?- preguntó con los ojos bien abiertos- 

- Si con todo todo todo incluido menos el sexo ese te toca a ti, -me burlé- Pero donde ustedes deseen. 

- Hecho, vas te vale ir firmando el chequesote amigo, jajajaja… Bueno marchemos, no hagamos esperar a ¡Súper Balón!- le golpeé de nuevo en la cabeza.- Auch, te acusaré de maltrato a tu brother… 

- Deja de llamar Balón a mi mujer, ella es mi Ballenita hermosa pero no, no Balón,- se rió a carcajadas limpia-. 

- Te quejas que la llame Balón y tú le dices Ballena, no es justo hermano.-me reclamó- 

- Ya te quiero ver cuando Netti te lloré por todo y cada cosa que digas.- lo sufrirás en carne propia, me dije a mi mismo-. 

- Eso no me pasará a mí- me reí para mí mismo.- Solo tendré un hijo y ya-. 

- ¿Dejaras qué el pobre se críe solito? ¡Que mal padre serás!- me burlé de él. 

- ¿Para que tener más hijos si seguramente ustedes tendrán todo un jardín de infantes?, lo mandaré a jugar a tú casa así tiene hermanos del alma, no me cuestan ni los cuido y YA ¡asunto arreglado!- puso sus manos detrás de la cabeza estirándose-. 

- Eres un idiota, -no puede evitar reírme, porque si, yo quería hermanos para mis hijos. Y rogaría o haría cualquier cosa para que así fuera. 

Seguí conduciendo escuchando todas las estupideces de Tom; en verdad le agradecía que me haya acompañado, así evite en pensar lo que pudiera suceder dentro de un rato. Conociendo a Kristen iba a querer buscar a los culpables de éste engaño, espero que no me incluya en el mismo paquete. 

Una vez que llegamos hasta el London Eye, antes de bajar, busqué en la cajuela de la camioneta la Cajita de Cartier, donde estaba la pulsera de oro que le había comprado a Kristen haces unos días. Fuimos caminando hasta la cabina que había alquilado, era exactamente la misma donde hace unos años le había pedido que se casara conmigo, convirtiéndome en el hombre más feliz de la tierra al aceptar mi propuesta; rezaba porque ésta vez, me volviera a convertir en el hombre más feliz de la tierra al volver a mi lado. 


Kpov 


- Sigo sin entender por qué me tengo que tengo que poner vestido, si solamente vamos a cenar- protesté por décima vez en la noche, mientras Liz se movía de aquí para allá en mi habitación-. 

- Es en un nuevo local que abrieron y es muy lujoso.- vino hacia mí y me lleno de perfume- Listo, estas preciosa.- me llevó hasta el espejo de cuerpo entero para que viera su obra de arte. Realmente estaba linda a pesar de mi gran barriga, el vestido negro que llevaba, resaltaba mis pechos-. 

- No sé si quiero salir.- me senté en la mecedora-. 

- Vamos, lo prometiste- hizo un adorable puchero.- Te hará bien salir un rato, despejarte….- se arrodilló para estar a mi altura.- Prometo que si te aburres, nos levantamos y volvemos a casa para ver películas y hartarnos de chocolate ¿Si?- cuando me rogaba de esa manera, no había forma de negarse. 

- Ok, Ok… Vamos antes de que me arrepienta.- me levanté de golpe de la mecedora y me coloqué unas bailarinas negras; si ya antes no me gustaba del todo usar taco, menos ahora con lo pesada que me sentía con mis hijos-. 

- ¡Verás que no te vas a arrepentir cuñada lo pasaremos genial!!!- ambas salimos de la habitación-. 

- Mamá vamos a cenar, no regresamos muy tarde.- le avisé mientras me ponía mi tapado, el frío se había vuelto más duro estos días-. 

- Abrígate bien, hace un frío de muerte. Extraño la temperatura de Los Ángeles.- suspiró, dando un sorbo a su taza de café-. 

- Es hasta que te acostumbres.- besé su mejilla-. 

- Ah, me olvidaba, Robert te llamó cuando te estabas bañando le dije que luego te comunicabas con él.- Liz se tensó cuando escucho el nombre de su hermano, ya que entre ellos seguían sin comunicarse. Con Robert habíamos vuelto a hablarnos por teléfono, él me llamaba a diario para preguntarme sobre la ranita y el sapito pero cada vez que quería tocar el tema “de nosotros”, yo lo evadía olímpicamente, hablábamos un poco y el siempre hacia todo lo posible por no colgar, y cuando lo hacíamos podía sentir la tristeza en su voz… eso me lastimaba tanto…- 

- Lo llamaré mañana, adiós mamá.- abrí la puerta-. 

- Adiós Jules.- se despidió Liz de ella-. 

Íbamos en el auto de Liz, en el lugar nos encontraríamos con Victoria y Matilda. Netti tenía una cena con Tom, me alegraba mucho que al menos ellos, pudieran recomponer su relación. Durante el viaje comenzó a sonar la canción Love Song de Adele y no sé porque me entraron unas ganas tremendas de hablar con Robert, tome el teléfono y teclee-. 


“Mamá me acaba de avisar de tu llamado, perdón por no devolverte la llamada, estoy saliendo a cenar con tus hermanas y Matilda. Los niños están bien.” 

Se lo mandé y al minuto ya tenía su respuesta. 

“No te preocupes, no era nada urgente, solo extrañaba escuchar tu voz… ¿Vas abrigada? Hace un frío tremendo, por favor cuídate y diviértete. TE AMO. Nop… LOS AMO…R” 

Sonreí como una tonta al leer su respuesta… 

“Liz se empecinó que me pusiera un vestido, ya sabes como es tú hermana, pero voy bien abrigada con un tapado…Los bebés también extrañan escuchar tu voz.” 

Dios ¿Que le había escrito?… Liz me miró extraña. 

- ¿Tienes calor Kris? Estás toda colorada.- preguntó tocándome la frente-. 

- No, no, estoy muy bien.- iba a guardar el celular, pero justo me llegó una nueva respuesta-. 

“Yo también extraño poder sentirlos y acariciarlos… acariciarte y sentirte. ¿Tú no extrañas mi voz?” 

Su respuesta me dejó en jaque… Mi corazón pedía a gritos que le pusiera cuanto extraño su voz susurrándome cuanto me amaba, lo hermosa que estaba aún recién levantada de la cama; todo mi cuerpo lo extraña… Entonces la canción me dió la respuesta: 

However far away I will always love you 

However long I stay I will always love you 

Whatever words I say I will always love you 

I will always love you… 


“Si, también la extraño” 

Lo envié sin pensarlo mucho y apagué el celular… Justo en ése momento Lizzie se detuvo. 

- Porquería de auto.- dijo enojada, golpeando el volante-. 

- ¿Qué paso?- pregunté sorprendida-. 

- No sé, se paró solo y no quiere arrancar- intentó de nuevo con la llave pero no había reacción-. 

- ¿Le pusiste combustible?- pregunté intentando no reírme-. 

- Muy chistosa, ¡Claro que le puse combustible! ¿Por quien me tomas?- no aguante más y estallé en risas.- Ya basta Kristen, porqué mejor en vez de reírte, intentas buscar ayuda.- me dijo enojada, arronjándome su celular. Marqué el número de auxilio mecánico-. 

- Hola si, necesitamos que alguien nos venga ayudar, nuestro auto está muerto y no hay forma de hacerlo arrancar… Si, está bien, estamos sobre la calle York Road y Chic St., pasando el puente de Westminster, ¿Cuánto los tenemos qué esperar?... Está bien, lo esperamos.- Corté la llamada suspirando-. 

- ¿Y qué dijeron?- preguntó mi cuñada, recostada sobre el volante. 

- Dicen que entre tres a cuatro horas van a tardar en venir. 

- Qué porquería, para esas alturas, nos van a encontrar congeladas en el auto, -se quedó callada por unos instantes y después tomó su cartera.- Vamos, no me voy a quedar a esperar que unos estúpidos hombres vengan a rescatarnos, mientras morimos de frío.- me abrigué bien, tomé mi cartera y la seguí-. 

- ¿Y donde vamos a ir? Afuera hace más frío que dentro del auto, mejor pidamos un taxi y volvamos a casa, -propuse- 

- Estás loca, es viernes a la noche, conseguir un taxi en esta ciudad es más difícil que encontrar una aguja en un pajar.- miró para todos lados.- Ahhh ya se donde ir.- me la quedé mirando con duda.- Vamos al London Eye.- dijo cual niña de cinco años-. 


- Cuñada el frío te afectó seriamente la irrigación del cerebro ¿Qué vamos hacer en el London Eye? Yo mejor llamo a mi mamá para que nos vengan a buscar.- dije, dirigiéndome nuevamente al auto con el celular en mano-. 

- NO, NO, NO…- corrió hasta mí toda apresurada.- Vamos cuñada vayamos a pasar un rato a una de las cabinas, podemos pedir las que tienen comida, relajarnos un rato y si para ése entonces no viene el servicio mecánico, llamo a mi papá para pedirle que nos busque.- habló de corrido sin respirar-. 

- ¿Y qué hay de la chicas?- no sé por qué algo me olía a gato encerrado todo esto, ella sabía perfectamente lo que el London Eye significaba para su hermano y para mí-. 

- Pues llegando ahí les aviso que tuvimos un percance, que se vengan ellas para acá… Vamos Kristen no seas agua fiesta, relájate un poco y disfrutemos… POR FIS, POR FIS, POR FIS.- me rogó con los ojitos llorosos-. 

- Está bien, vayamos al London Eye.- dije frustrada-. 

- Siiiiiiiiiiiii.- gritó de la emoción, jalándome hacia allá. 

Llegando a las taquillas que se encontraban a un costado del Támesis, y mientras Liz se encargó de pedir la cabina, le mandé otro mensaje a Robert. 

“Hubo cambios de planes. Vamos a comer algo en el London Eye y luego regreso a casa. Si llego temprano te llamo. Besos” 

Al instante me contestó. 

“Nos vemos en un rato” 

Su respuesta me sorprendió, iba a contestarle de nuevo pero justo llegó Liz. 

- Listo, ya conseguí una cabina privada.- me dio mi ticket-. 

- Porque no vas para allá, mientras voy al baño no me tardo… anda ve que hace frío y no quiero que mis sobrinos se enfríen… anda ve cuñadita- ¿Estaba nerviosa? No le di mayor importancia y le hice caso-. 

- Ok, te espero allá… ¿Ya le avisaste a las chicas?, -pregunté- 

- Si, vienen en camino.- se fue corriendo para el baño-. 

Fui caminando hasta la cabina. Hacía tiempo que no venía por acá; suspiré con melancolía, justo en una de estas cabinas Robert me pidió que fuera la compañera su vida, en el primer viaje que hice a Londres para pasar año nuevo con él, justo así, en una cabina privada. El lugar me traía buenos recuerdos. 

Entré a la que, “supuestamente” era nuestra cabina pero estaba con la luz un poco tenue, pero un hombre de traje que me daba la espalda la estaba ocupando. 

- Perdón, ésta cabina está ya ocupada.- el hombre no me dio bolilla. Me fui acercando hasta él.- Señor…- lo llamé de nuevo y éste se giró, dejándome helada.- Robert… 

- Hola muñeca.- me regaló una gran y hermosa sonrisa. Mi cuerpo no reaccionaba, mi mente estaba llena de preguntas, lo único que hice fue quedarme estática.- Kristen… ¿Estás bien?- me acarició el rostro-. 

- ¿Qué haces aquí?- mi voz salió muy bajito-. 

- Ven siéntate, y escúchame antes que te enojes, -retiró una de las sillas de la mesa y la puso a mi lado, me sentó y se arrodilló frente a mí- Verás, todo esto de acá.- señaló la mesa con comida que nos rodeaba- Es una cena para nosotros dos que muy gentilmente nos prepararon nuestros amigos. 

- O sea que la cena con las chicas ¿Era todo un engaño?- lo miré con mala cara-. 

- ¿Si?- me contestó con duda-. 

- Sabía que algo entre manos se traían… Cuando vea a tu hermana la voy a matar.- me levanté de golpe, hecha una furia-. 

- Espera Kristen, no te vayas.- me detuvo, tomándome de la mano.- Yo les dije que esta idea era mala. 

- ¿Tú sabias sobre esto?- fruncí el ceño- 

- Digamos que sí.- se pasó la mano por el pelo, por los nervios que traía-. 

- ¡Robert¡- le llamé la atención-. 

- Mira te cuento todo, pero primero siéntate que no es bueno que te alteres por los pequeñines- acarició mi panza y los niños se movieron muy contentos, él sonrió al ver la respuesta de sus hijos-. 

- Ok, pero quiero toda la verdad.- lo amenacé mientras me sentaba.- comienza a hablar sino quieres que me vaya. 

- Pues mira amor… hace unos días vino Tom a comentarme que se juntó con Vick, Liz, Harry, Netti y Matilda, para ver la forma de ayudarnos a reconciliarnos, porque se sentían culpables de nuestra separación… Yo les dije que te ibas a enojar, pero no me hicieron caso.- bajó la mirada-. 

- O sea que todos sabían de esto menos yo.- me crucé de brazos enojada- 

- Es que como no me permitías hablarte frente a frente, creyeron que juntándonos “por casualidad” podríamos llegar a solucionar nuestro problema… Kris mi amor no te enojes.- tomó mi mano para acariciarla.- Ellos solo quieren que volvamos a ser felices, -afirmó rozando suavemente mi mano- 

- ¡ENGAÑANDOME!- grité y me levanté de golpe sosteniendo mi panza-. 

- Por favor Kristen, ¿No ves, que no solamente nosotros sufrimos con nuestra separación? Tom y Nettie cancelaron su boda; Harry ya no duerme en la casa del perro pero Vicky solo le cruza palabra por que Maddy está con ellos; Liz y mi madre apenas me dan el buen día… Hasta nuestros animales sufren, Bear apenas come, ya ni siquiera sale al patio y debo llevarle la comida a tu vestidor, creo que ya llenó de baba todos tus zapatos de tanto dormir sobre ellos, Nala me odia y ahora si es oficial, y Jella… le quise cambiar su caja de arena y me mostró las uñas filosas que tiene.- me mostró su mano derecha rasguñada por mi gato. Suspiró.- Yo sé que estuvo mal engañarte de esta manera, pero si es la única forma que de una vez por todas nos sentemos a solucionar la cagada del año que me mandé, estoy dispuesto a pagar el precio de tu enojo.- dijo con resignación-. 

- No me gusta que me mientan Robert, así sea por una buena causa.- llevé mi vista hasta el Támesis y me di un tiempo para acomodar mis ideas.- Robert… No sé que hacer contigo, estoy tan confundida.- dije suspirando-.

- Perdóname… Perdóname…por favor… sé que fui un idiota pero es algo que NUNCA volverá a suceder ya lo estoy solucionando. Te suplico que me permitas regresar a tú lado y al lado de nuestros hijos- con una mano tomó la mía y con la otra fue hasta mi barriga para acariciarla-. 

- Tengo miedo… no quiero volver a vivir una situación así nunca más.- mis ojos se llenaron de lágrimas al recordar aquella noche-. 

- No volverá a suceder, te lo prometo.- acarició mi rostro.- Haré lo que sea necesario para que no vuelva ocurrir, dejaré de tomar, ya estoy acudiendo a un terapeuta para aprender a controlar mis celos, todo lo que quiero es darte la seguridad de que jamás te lastimaré de nuevo.- no lo pude evitar y levanté mi mano para acariciar su cabello- 

- ¿Te das cuenta que siempre nuestras grandes peleas se deben a tu falta de confianza en mí? La noche en que fueron concebidos nuestros soles, yo te iba a dejar porque estaba harta de tus celos.- iba a protestar pero se lo impedí.- Espera deja que termine de hablar y luego acotas lo que quieras. 

- Ok, continúa.- me animó a seguir-. 

- Esa noche me harte de tus celos, no llegaba a entender el porqué de tu poca fe en mí ¿A caso en todos estos años que llevamos juntos, alguna vez me comporté de manera inapropiada? ¿O alguna vez he hecho algo por menor que sea para provocar tus celos?, -pregunté al borde de las lágrimas- 

- No- contestó agachando la mirada-. 

- Entonces ¿Por qué siempre caemos en lo mismo con los celos? Aquella vez fue por una llamada y ahora porque un hombre se me acercó más de la cuenta, refregándome su paquete, que por cierto no le llegaba ni a la mitad de lo que yo tengo en casa…-me puse roja por ese comentario, y Rob sonrió por lo bajo.- Yo nunca te engañaría y menos de una forma tan baja. Si me conoces, y sé que sí, sabes que yo no soy de engaños que hago las cosas siempre de frente y no miento. Hace años te entregué mi corazón y me duele que aún no confíes en mí.- mi voz salió entrecortada por las lágrimas que pedían a gritos salir.- 

- Confío en ti.- respondió firmemente-. 

- ¿En verdad Robert? Entonces porque estamos los dos aquí sentados en una cabina, a causa de nuestros amigos, para que arreglemos las cosas…¿Por qué siempre dudas de mi amor por ti? ¿Cuantas veces soporté las miles de mentiras que giran a tu alrededor sobre aquellas mujeres que lo único que desean es un poco de fama a tú costa? ¿Crees que para mí no es complicado?- los dos nos quedamos en silencio.- Robert…- respiré hondo- Yo sé que en la forma que nos enamoramos fue un poco…- no me salía la palabra. 

- ¿Particular? –preguntó- 

- Particular e instantánea serían las palabras.- tomé sus manos entre las mías.- Sabes que yo no soy la “persona más romántica” del mundo, pero lo nuestro fue amor a primera vista.- le di un apretón.- Pero yo tenía una relación, -frunció el ceño- enredé y compliqué muchas cosas por el miedo que tenía a estar a tú lado; nunca entendí que es lo que te atrajo de la niña que yo era, cuando tú te habías convertido en el hombre mas deseado del mundo.- suspiré-. 

- Sabes que nunca fuiste una niña, tu cabeza era de una persona adulta, tu alma es pura y tu cuerpo… bueno tu cuerpo siempre fue y será mi perdición, mi camino directo hacia el infierno.- no sonrió, con una travesura surcando su rostro-. 

- Eso nunca lo voy a llegar a creer del todo y creo que eso te pasa exactamente a tí con el tema de tu confianza hacia a mí… Nunca vas a llegar a creer del todo que solamente te amo a ti, solo a ti.- nos quedamos mirándonos fijamente.- A pesar de nuestro distanciamiento, aún sueño por las noches con nosotros dos hamacándonos bajo la terraza, tomando té mientras vemos a nuestros nietos corretear en el jardín.- mis lágrimas comenzaron a derramarse.- Quiero que mi sueño se haga realidad… No quiero crear otro sueño… no hay para mí otro porque TU eres mi sueño.- me largué a llorar descontroladamente. Sentí como Robert me atraía hacia él abrazándome con fuerza.- 

- Shhhhh amor, no llores más.- me balanceaba con suavidad.- Me mata verte llorar de esta manera, no le hace bien a los bebes.- susurraba, acariciándome el pelo.- Perdóname mi cielo, prometo hacer tu sueño realidad, porque también es el mío, permíteme estar a tu lado. Perdóname mi amor por favor. No puedo perderte. Sería perderme a mí mismo -me decía meciéndome- 

- Yo… yo… ya te he perdonado.- le contesté hipando.- Pero… tengo miedo.- escondí mi cara en su cuello-. 

- Mírame Kristen.- levantó mi rostro para verlo.- Te prometo, mejor dicho les prometo- tocó mi barriga.- Volver a ganarme tu confianza y tu fe en mí, día a día hasta que ya no me quede latido de corazón… Siempre serás el amor de mi vida y la única dueña de esto.- puso mi mano sobre su pecho, donde su corazón latía con rapidez.- Te amo. Por favor vivamos nuestros sueños juntos, hagámoslo realidad. Yo viviré cada día para ti y por ti. Eres la única mujer que he amado y la única que amaré- su nariz jugó con la mía, delicadamente-. 

- También te amo... OK… vamos a empezar de nuevo.- susurré sobre sus labios antes de atacarlos-. 

Y después de tanto tiempo, al fin volví a unirme a él. El beso comenzó suave, pero rápidamente pasó a ser algo salvaje, desesperado. Nuestras lenguas danzaban frenéticas por volver a sentirse…a devorarse… apenas podíamos respirar, los jadeos llenaron el ambiente; recién cuando se hizo absolutamente necesario respirar, nuestras bocas se separaron. Sus manos vagaban por todo mi cuerpo, acariciando…apretando. Las sentía como estrujaban mi trasero sin descanso. 

Nuestras respiraciones estaban agitadas, pero eso no fue un obstáculo para Robert, que siguió llenándome de besos por todo el rostro, causándome cosquillas con la pequeña barba que a estas horas de la noche ya tenía. 

- Jajajaja… para amor, me haces cosquillas.- dije inmensamente feliz-. 

- No me pidas que pare, extrañaba muchísimo tenerte así y escucharte reír.- fue desabrochando mi abrigo, recién me había dado cuenta que no me lo había sacado.- A ustedes también los extrañé, mis preciosos hijos.- acarició toda la circunferencia de mi abdomen.- Ahora mamá y papá volverán a estar juntos.- nuestros hijos parecían muy contentos por la noticia, ya que comenzaron a patearme muy fuerte, hasta hacerme doler, Rob notó mi mueca de dolor.- Tranquilos enanos, que lastiman a mamá.- dijo sosteniendo sus manos abiertas abarcando lo mas que pudo de ellos, se agachó para darles un fuerte beso sobre mi ombligo y se quedó allí, hasta que los sintió relajarse.- Muy bien, así está mejor.- les dijo levantando su dedo índice apuntando hacia donde sentía una de las pataditas…me causó mucha risa ése gesto-.

- Creo que te hacen más caso a ti que a mí.- me hice la enojada-. 

- No te preocupes cielo, estoy seguro que el día de mañana te tendrán más miedo a ti que a mí, en cuanto sean más grandes y les lances una mirada “marca Kristen Stewart Pattinson registrada”.- se puso de pie y tomó mis labios para besarme de nuevo, mientras yo me reía de su ocurrencia. Nos separamos cuando mi panza sonó por hambre.- Ummm creo que hay alguien que quiere alimentarse, -afirmó con una sonrisa que me hizo derretirme- 

- Sí, un poco- contesté avergonzada-. 

- Vamos a cenar entonces.- nos levantó a los dos y me ayudó a sacarme el tapado, se quedó un momento mirándome.- Estas preciosa.- dijo corriéndome la silla para que pudiera sentarme. 

- Gracias, ocurrencias de Liz.- dije contenta-. 

- Pues a ella también tendré que hacerle un regalo.- comentó mientras me servía un poco de jugo en mi copa-. 

- ¿A quién más le vas hacer un regalo?- pregunté intrigada-. 

- Pues apostamos con Tom que si su loco plan salía bien.- me regaló una gran sonrisa.- Le pagaría su luna de miel con Netti donde ellos quisieran con todo pagado-. 

- ¿Apostaste sobre nosotros?- dije elevando el tono de mi voz y él asintió con miedo.- Pues te saldrá bien caro pagar ésa luna de miel, ellos no son tan económicos como nosotros.- le contesté tomando un sorbo de mi bebida-. 

- Jajajaja, tienes razón, nos dejaran en banca rota; tendremos que pedir un crédito para poder mantener a los renacuajos.- ahora yo también me uní a la risa.- Creo que ésta noche merece que brindemos.- dijo alzando su copa.- Por seguir caminando siempre juntos, a pesar de las dificultades que se nos crucen. 

- Por aprender de nuestros errores.- dije antes de chocar nuestras copas.- Te amo.

- Y yo a ti.- se quedó quieto un momento.- Tengo algo para ti.- buscó algo en su bolsillo y luego me dio una cajita roja de la marca Cartier. 

- Robert, no tenías por qué comprarme nada.- fui abriendo la caja de a poco y me quedé maravillada por la hermosa pulsera que había en su interior.- Es preciosa.- la giré y vi su inscripción: 

“Siempre mía, Siempre tuyo, Siempre nuestro” 


Es perfecta… Gracias.- dije llorando nuevamente.- Me ayudas a ponérmela, aunque no sé si entre en mi brazo hinchado.- comenté a modo de burla-. 

- No seas tonta, no estás hinchada, estas hermosa…- colocó la pulsera en mi brazo derecho.- Listo, viste cerró perfectamente.- me dio la llave con la cual la trabó-. 

- No esa quédatelo tú, es como la llave de mi corazón, y solo te pertenece a ti.- me estiré sobre la mesa y le di un beso- 

La noche transcurrió entre charlas, bromas y más risas. Le pregunté por la música que sonaba en la cabina y respondió que era de un CD que nos grabaron Sam y Marcus con guitarra y piano, el cual contenía nuestra música favorita. Hablamos de la ocurrencia de reunirnos en éste lugar ya que todos nuestros amigos sabían lo que significaba para nosotros. Después de mucho tiempo volvimos a abrir nuestros corazones, aclarando todo lo que nos había quedado en el tintero. 

Acordamos que si bien volvíamos a estar juntos nuevamente, todavía seguiría durmiendo en lo de mi mamá, de esa forma la casa se podía poner en marcha con la decoración de la habitación de nuestros bebés, sin que yo me cansara lidiando con los contratistas. Era como volver al tiempo de ser novios; además el médico me había prohibido por un tiempo tener relaciones sexuales por el episodio de contracción que tuve y aún no me daban el alta definitiva. 

Una vez que terminamos de cenar y de disfrutar el paseo en el London Eye, me llevó a conocer la camioneta que había comprado y a mostrarme todas las cosas que tenía para nuestros enanos, fuimos hasta casa ya que extrañaba mucho a mis animalitos. El recibimiento fue muy efusivo. 

- Yo también los extrañé chicos.- estaba sentada en la alfombra después de que mi marido me ayudara, mientras Nala y Bear me atacaban con sus lenguas siempre con cuidado como si supieran que debían ser delicados con mi panza, Jella intentaba interponerse entre ellos para buscar mis mimos.- A ti también te extrañé, mi bola de pelos.- lo cargué sobre mis hombros y escuché su ronroneo-. 

- Viste te dije, ésta casa se viene a pique si no estas aquí.- habló Rob, sentado en el sillón viendo la escena de los animales-. 

- No seas tan quejoso, Maguie se encargó de mantener todo en orden por aquí.- dije dando un bostezo-. 

- Vamos arriba a descansar.- se levantó y me dio su mano para ayudarme suavemente-. 

- Ummm Rob…- dije con duda-. 

- Dale, solo por hoy, te prometo que nada más vamos a dormir; ambos estamos cansados y ya es tarde para llevarte al departamento de tu mamá.- asentí y tomé su mano. Los perros y Jella iban detrás nuestro felices meneando las colas, ladrando y jugando entre ellos mientras subíamos las escaleras.- Ve a ponerte cómoda mientras preparo la cama.- me dio un beso en la frente acariciando mi espalda-. 

Fui hasta el armario, tomé una remera grande de él y un pantalón cómodo; tampoco quería torturar al pobre, poniéndome alguno de mis camisones sexy. Tendría que llamar mañana al médico para ver si me daba el alta definitiva pronto, traía demasiada frustración sexual acumulada. 

Antes de salir, tomé el teléfono que traía en un bolsillo del vestido que recién me había quitado y envíe unos textos rápidamente: 
  • Mamá, regreso mañana. No te preocupes, todo OK. Estoy con Robert. 
  • Liz… ¿sigues en el baño? ¡Tramposa!!! GRACIAS eres una gran hermana :D 
  • Vic, Gracias. Ya perdona a Harry por favor. 
  • Netti, todo arreglado. Gracias. Dile a tu novio que se cuide las espaldas. Esta me la paga. K 
  • Matilda. Todo OK. Gracias. Kris 
Cuando regresé al dormitorio, Rob ya me esperaba metido en la cama, él también traía puesta una remera blanca, se veía tan guapo. 

Me acosté y acomodé mi cabeza sobre su pecho, él me rodeó con sus fuertes brazos, respirando sobre mi cabello y acariciando un costado de mi barriga. 

- Extrañé tanto esto.- comentó.- No volví a dormir tranquilo desde que te fuiste. 

- Yo tampoco lo llevé muy bien, los chicos se volvían muy inquietos.- sobé mi pancita-. 

- Bueno, mejor dejemos de lamentarnos y vivamos el presente.- me besó dulcemente los labios.- Buenas noches mi amor-. 

- Buenas noches cielo.- le devolví el beso-. 

Comenzó a tararear una nueva melodía que me fue relajando de a poco, al igual que a los bebés. Allí rodeada por sus fuertes brazos y con el latido de su corazón de fondo, volví a sentirme entera y me dejé llevar completamente feliz al país de los sueños.

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Bueno chicas, aquí a las corridas pudimos subir el capítulo tan deseado, ¡Nuestros tórtolos ya se arreglaron!!!... Perdón por la demora, por suerte me fue muy bien en mis exámenes... Mil gracias por su eterna paciencia; a Mariava y Cary que me ayudaron en la noche en sacar este capítulo adelante, que me tenía trabada :D
Ahora se vienen épocas de disfrutar lo que queda de la panza :D
Nos leemos en quince días nuevamente, espero ansiosa leer sus comentarios, alegran nuestros días!!!

Buen comienzo de semana
Naty

P.D: Saris subí el capítulo yo,ya que había demasiada ansiedad :)

jueves, 22 de marzo de 2012

Adelanto del capítulo 20

Lo prometido es deuda, acá les dejo lo poquito q empece a escribir espero terminarlo mañana o el sábado así se lo mando a mis super betas... Gracias por todos sus buenos deseos, me fue bien!
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- Sigo pensando que es una mala idea.- Tom me miro sin entender.- Ahora que al menos contesta mis llamadas, ustedes provocaran que se enoje más y ahí no me dejara ni conocer a mis bebés.- bufé 

- Hay no seas tan pájaro de mal agüero; como dijiste ya se ablando un poquito nosotros solo te estamos ayudando a calentar el horno para que más tarde de puedas comer el pastel.- me reí por su comparación.- Listo, estas hecho todo un ganador.- me miré al espejo y no me veía mal.- Ahora a traer nuevamente a la reina a este hogar antes de que se convierta en una pocilga. 

- TOM.- le grite 

- ¿Qué?- se encojió de hombros- Si es cierto, desde que ella se fue, la casa siempre está a oscuras y ya huele feo. ¡Ni los animales te quieren! Si no regresa pronto el pobre de Bearsito morirá de tristeza, mira la cara de pobre que tiene.- me fije como Bear seguía suspirando sobre los zapatos de Kristen. 

- No solo él la extraña, y tienes razón la casa no es igual sin ella.- suspiré- Y tú ¿Cómo van las cosas con Netti? 

- Yyyyy digamos qué ahí están. También volvió hablar conmigo, pero si Kris no se arregla contigo, dudo que ella quiera casarse conmigo, así que… ¡Será mejor que esta noche soluciones todo o yo también me quedaré sin calentorsito personal por las noches de invierno!- me replicó. 

- Ok ok, veamos que tal nos va esta noche.- me puse un poco de perfume. 

- Ese es el espíritu hermano.-me dio unas palmaditas en la espalda- Bueno será mejor que vayamos yendo o la princesa partirá sola en su carroza.- me reí por su comentario. 

- Eres un payaso, hombre.- negué con la cabeza. 

- Pero así me amas ¿Verdad, verdad?- pestañeó seguido. 

- No se como Netti hace para soportarte.- lo despeñé. 

- Yo me pregunto lo mismo de Kristen, si tan solo yo hubiera hecho el casting, ahorita sería la señora sturridge- le di un zape en la cabeza.- Auch 

- Eso te pasa por fantasear con la esposa de tu mejor amigo y madre de tu ahijado.- me quejé. 

- ¿Encerio?- abrió los ojos como plato.- Voy a ser el padrino de unos de los baloncitos…- asentí- Oh gracias hermano.- me dio un fuerte abrazo. 

- Fue lo que hablamos con Kris hace un tiempo, Taylor va ser uno de los padrinos y tú el otro. 

- ¿Y las madrinas? Tus hermanas se mueren… Omg ya se elijan a Victoria así Liz se muere de envidia.- dijo divertido. 

- ¿Quieres que Lizzie me de casería por no hacerla la madrina? Por suerte son dos niños, así que será uno para cada una. 

- Ufa, yo quería verle la cara de envidia a Elizabeth.- se quedó un momento meditando- Oye y si le jugamos una broma y le hacemos creer que otra es la madrina a parte de Vick; doña metiche nos debe muchas ¿No crees?’ 

- Jajajaja deja de buscar pelea con ella, sabes que siempre te ganará; además dudo que Kiki quiera jugarle una broma, es su cuñada preferida- dije antes de salir de la habitación.

viernes, 9 de marzo de 2012

Capítulo 19. Necesito que me digas, que sigues siendo mí vida.

Gracias a una dama especial, que nos presto un rato su pluma y su imaginación, ayudandonos con una partecita de este capítulo


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KVOP.

Podía oír los fuertes truenos y la lluvia caer a borbotones detrás de la ventana. Como ya era costumbre, mis bebés parecían entrar en actividad a la hora de mi sueño, no había posición que encontrara cómoda para dormir. Miré el reloj de la mesita de noche y marcaba las tres de la mañana.

Frustrada me levanté, abrigándome con una bata, fui hasta la cocina para prepararme un poco de leche tibia… regresé con mi taza más unas galletitas a mí habitación y me senté en la mecedora, que muy gentilmente, Claire me había cedido para la habitación de los niños y ahora se encontraba en el departamento de mi madre.


Al sentarme, me topé con algo que me molestaba; volví a levantarme y ahí me di cuenta que me había sentado sobre las dos ranas que, personalmente, me dio Robert ésta tarde…

Flash Back…

Después del susto que viví hace una semana, hoy me tocaba mi consulta con Laura. Si bien físicamente no había vuelto a tener ningún síntoma, anímicamente estaba destruida; intentaba llorar lo menos posible, para no perjudicar a mis bebés, porque si no fuera por ellos estaría tirada en la cama llorando hasta que no me quedara lágrima por derramar.

Hacía una semana que no tenía noticias de él, en realidad si tenía noticias , ya que no había día que no recibiera la bendita orquídea, bombones o algún regalo para mi ranita y mi sapito. Cada obsequio venía con notas de arrepentimiento y perdón, al igual que los mensajes que me daba mi mamá cada medio día y noche cuando él llamaba para saber como seguíamos de salud.

Nunca respondí ninguno de sus obsequios, mensajes de texto, llamadas y mails que me había mandado, estaba demasiada dolida… En el pasado habíamos discutido sobre sus celos, pero nunca llegamos al punto de la vez pasada. El que me haya llamado zorra, su mirada de odio, sus palabras horribles y el fuerte apretón que aún estaba visible en mis muñecas, era lo que más me había lastimado. Mi mente se negaba a perdonarlo, aunque eso significase, dejar que mi corazón se consumiera en la tristeza.

Lo único que lograba mantenerme cuerda, era las dos personitas que bailaban dentro de mi ser. Por ellos me obligué a ser fuerte, a no dejarme convencer por unas flores y un perdón… Ellos eran puros y merecían lo mejor, así sea tenernos a ambos por separado; aunque ese punto aún no lo había definido del todo. Por ahora, no quería estar cerca de él.

Nuestra separación, lamentablemente, repercutía en toda la familia… Victoria y Elizabeth habían dejado de dirigirle la palabra; Victoria a penas le dirigía la palabra a Harry; Claire sentía un gran dolor por la actitud de su hijo y prefería hablarle lo menos posible, lo mismo hacía mi madre… y por último, Nettie y Tom dieron la noticia de que cancelaron la boda por tiempo indeterminado, causando que Matilda también se enojara con su hermano de sangre y con su hermano de corazón… En pocas palabras, todas las mujeres odiaban a Robert y como consecuencia, los hombres de su alrededor, pagaban los platos rotos.

No estaba completamente segura de que Robert recordara mi cita con Laura, él siempre fue muy olvidadizo con el tema de reuniones yo era siempre la que le recordaba el día anterior a que hora debería estar; por lo cual le pedí a Victoria si me hacía el favor de acompañarme a mi control, ya que mi mamá justo tenía que hacer unos trámites respecto a su estancia en éste país como extranjera.

Vicky pasó a buscarme al medio día para almorzar juntas, antes de la consulta. Lamentablemente nos cruzamos con dos paparazzi que me preguntaron si era cierto que por estar remodelando la casa había dejado de vivir en ella, como siempre yo no contesté nada y dejé que me sacaran las benditas fotos. Tanto Ruth como Steph, sabían de la pelea, de mi internación y de mi decisión de, por un tiempo, no querer tener contacto con Robert hasta estar cien por ciento segura de que hacer con nuestra relación. Como se corrió el rumor de mi internación y de una posible crisis de pareja al verme entrar y salir del departamento de mi mamá; ellas salieron aclarar que todo se debía a las construcciones para el cuarto de los pequeños y que me era más cómodo vivir en el departamento, al seguir manteniendo contacto con la familia Pattinson, no hubo mayores consecuencias con la prensa y todos se creyeron la historia.

Llegamos puntuales a nuestra cita, atendiéndonos una Laura un poco nerviosa.

          Kris, qué bueno que llegaste.- me saludó abrazándome.- Victoria, un gusto de verte de nuevo.- saludó a mi cuñada-.

          Lo mismo digo.- le devolvió el saludo-.

          Este… antes que pasen… me gustaría comentarles algo.- dijo muy nerviosa-.

        ¿Pasa algo? Si te surgió otro trabajo, podemos dejarlo para mañana, total ayer a la tarde me viste.- comenté divertida, recordando que desde mi internación, Laura pasaba todas las tarde para tomarme la presión y verificar que no hubiera problemas.

        No es eso…- se quedó en silencio unos segundos.- Robert está aquí.- lo soltó de golpe como un balde de agua fría-.

        ¿Qué?- dije sorprendida, aunque mi mente estaba pensando en huir, a mí corazón le agradó la idea que se haya acordado de la consulta.

          Si, vino hace como media hora, no recordaba bien la hora que habíamos pactado, él me dijo que siempre fuiste tu la que se encarga de llevar y organizar la agenda.- asentí- Bueno, la cuestión es que aún no se vieron luego de la pelea, por lo que le avisé que solo le voy a permitir quedarse si tú estás de acuerdo… Aunque estos bebés van a necesitar que ambos padres logren llevarse bien, ahora como tu partera, solo me interesa tu comodidad y serenidad. Así que… ¿Lo dejo estar o le pido que se vaya?- me preguntó-.

          Él qué dijo cuando le planteaste esto.- le pregunté ya que no sabía que hacer-.

          Robert está de acuerdo en hacer lo que mejor sea para ti, aunque creo que le dolería mucho el tener que irse… Desde que llegó no paró de preguntarme todo lo sucedido el día de tu internación y como has estado… Creo que está a punto de enloquecer si no verifica por sus propios ojos que estás fuera de peligro y ha dado tantas vueltas en la sala que veo la alfombra un poco mas delgada.

          Mi hermano es un poco loco Laura, o sino como se explica que todo haya terminado de este modo.- rodó los ojos mi cuñada-.

Me quedé callada perdida en mis pensamientos. Que se haya acordado de la cita sin que nadie le esté avisando, significaba que aquellas palabras de que iba a cambiar eran ciertas…

No seas tonta Kristen… lo hace solo para que vuelvas a casa. No olvides como te trató, solo le sirves para calentar su cama… a la menor oportunidad duda de ti, y de tu amor por el… No permitas que se quede.- dijo mi mente…-
No, no, no, no, no.

 Él está aquí porque quiere recuperar a sus niños y a ti. Los extraña tanto como tú extrañas que él esté sobre tu panza hablándoles. Tanto como añoras su compañía, su voz y su sentido del humor…Deja que se quede, que vuelva a tener contacto con ellos.- ahora fue el turno de mi corazón-

Cuando me fui de su lado, me juré ser fuerte y hacer lo mejor posible para que mis hijos sean felices, y con eso, ya sabía mi respuesta.

          Él se puede quedar.- hablé por fin-.

          ¿Estás segura?- me preguntó Vicky-.

          Sí, aunque nosotros ya no estemos más juntos, estas dos personitas no tienen porqué pagar con los platos rotos de los adultos.- acaricié mi panza.- Robert es el padre y no le puedo negar el derecho que tiene sobre ellos… Pero igual quiero que te quedes a mi lado, por si me llegan a fallar las fuerzas.- tomé la mano de mi cuñada-.

          Claro que sí hermanita.- me devolvió el apretón de mano, con una gran sonrisa-.

        Bueno, si todo está solucionado, entremos entonces.- dijo Lau para luego dirigirnos hasta la sala donde él nos estaba esperando…

Mi corazón comenzó a galopar con fuerza cuando lo ví. Estaba sentado en el sillón de un cuerpo con la cabeza agachada y las manos unidas, cuando notó que habíamos llegado, levantó la vista y nuestras miradas se cruzaron.

Nos quedamos mirándonos por no se cuanto tiempo; había dejado crecer su barba pero la mantenía cuidada, su cabello un poco largo, llevaba unos pantalones negros con un sweater beige, lo noté un poco más delgado; sus ojos fue lo que realmente me impresionaron… sus verdes esmeraldas ya no tenían ese brillo que tanto amaba, eran simplemente verdes, rodeadas por una sombra oscura debajo de su pupila- Ves te lo dije, él está sufriendo tanto como tú- dijo mi corazón.

          Ho-la…- fue el primero en hablar, esperó que le devolviera el saludo pero no salía ni una palabra de mi garganta; los niños comenzaron a patearme muy fuerte, cuando volvieron a escuchar la voz de su papá.- Perdón.- dijo con una triste infinita en su mirada y en su voz.- Creo… creo que mejor me voy, Laura más tarde te llamo para saber como esta todo.- tomó su campera, con los hombros encorvados y mirando el piso se fue alejando hasta la puerta-

          ¡Espera!- grité y él se volteó a verme.- Te puedes quedar.- por un segundo su rostro se iluminó.- No voy a apartar a mis bebes de su padre.- dije para aclararle la situación y sus ojos volvieron a entristecerse-.

        Con eso me conformo, por ahora.- su mirada intensa me quemaba, por lo que le corrí la vista, sentándome en el sillón de dos cuerpos; él volvió a su lugar inicial, al ver que Victoria se sentó al lado mío- Hola Vicky.

          Robert.- dijo secamente su propia hermana-.

          Bueno, esta es una consulta muy particular.- comenzó hablar Laura.- Solo quiero dejarles en claro que para mí lo más importante es el bienestar de la madre y su hijo, por lo cual si ustedes prometen colaborar en cada reunión en beneficio de sus bebes, podremos continuar trabajando juntos ¿Sí?- nos preguntó a ambos-.

        Por mí está bien.- dijo Robert.

          Lo mismo digo.- solo miré a Laura-.

        Bueno primero quiero decirte que tus niveles de glucosa salieron excelentes, al igual que tu anemia… Si bien a comienzos de semana tuviste una alteración en la presión, todos estos días, que personalmente te tomé la presión, mostraron una curva normal pero igual debes seguir cuidándote con las comidas y con las emociones fuertes. Fue un milagro, que no pasara mas allá de unas contracciones, los bebés aún son muy pequeños para venir al mundo, cada día, semana que estén en tú interior es una oportunidad más para nacer saludables.

        Sí, lo se.- mis bebés me pateaban.- Igual creo que pasó el susto; estos días se están moviendo más que nunca, casi ni puedo dormir por las noches.- sobé con cariño mi barrigota.

          Es normal Kris, más teniendo a un mini jugador de futbol y una mini bailarina, vete olvidando de dormir tranquila por un buen tiempo.- su comentaría me hizo reír al igual que a Vicky, Rob sonrió tímidamente.- Te aconsejo que te compres unas almohadas que hay para dar de lactar, hay unas que son muy largas, la puedes usar para poner la panza sobre ella y enredar las piernas.

          Tengo dos de esas, pero son cortitas… ya intenté eso de colocar la panza sobre una almohada pero al ratito me cansa esa posición; estoy pensando seriamente dormir sentada.- comenté divertida-.



        Como experiencia personal, te aconsejo comprarte una buena mecedora en forma de sillón, son un bálsamo para la última etapa del embarazo.

          Yo recuerdo que con Mady dormía en las sillas del comedor que son bien acolchonadas ya que a la muchachita le gustaba divertirse en mi vientre cuando eran las tres de la mañana.- dijo mi cuñada con nostalgia-.

          Es que una a la noche relaja todo el cuerpo y por eso siente mayor cantidad de movimiento que en el día, -mencionó sonriendo Laura-

          Igual ellos son muy activos en cualquier momento del día.- acotó él. Me limité a asentir, aún no me acostumbraba a escuchar su voz nuevamente, esa voz que desde el día que lo conocí me hacia vibrar todo el cuerpo-

          Porque no pasamos a revisarte, escuchar como andan esa ranita y ese sapito, y luego hacemos un poco de ejercicio.- asentí-

Fuimos hasta la otra habitación, mi presión seguía normal y había aumentado dos kilos y medio más, cuando me recosté en la cama para que midiera mi vientre y luego escuchar a los bebés, Robert se colocó a mí lado pero mantuvo cierta distancia para no incomodarme; internamente le agradecí ese gesto.

La habitación se llenó del fuerte y constante repiqueteo de latidos; él suspiro cuando los escuchó, miré muy despacio de costado para notar como secaba rápidamente una lágrima, en ése momento caí en cuentas la desesperación que habrá tenido cuando se enteró de mi internación…después de… eso… ésta fue la primera vez que él chequeaba el estado de salud de los bebés.

          Gracias.- dije cuando tomé de su mano sin darme cuenta, para levantarme de la cama. Su tacto me quemó, una electricidad que yo recordaba y obviamente extrañaba, recorrió todo mi cuerpo, alojándose sin que pudiera evitarlo en la punta de mi clítoris-

          De nada.- sus largos dedos acariciaron mi mano deteniéndose sobre mi dedo anular, ví la cara de tristeza que puso al darse cuenta que ya no traía conmigo el anillo de casamiento-.

          Voy a preparar unas colchonetas, hoy te voy a enseñar a respirar y a pujar, -nos advirtió sonriendo Laura-

Cuando llegamos, nuevamente al living, había un par de colchonetas tiradas en el suelo.

          Kristen, recuéstate en alguna de ellas… ¿Victoria te molestaría ser mi modelo?- preguntó Laura.-

        Para nada.- contestó muy divertida, tirándose sobre una de las colchonetas. Yo de a poco intenté irme sentando en el suelo, cuando sentí como un brazo me ayudaba a acomodarme.

          Si te ayudo será más fácil.- dijo muy suavemente, solo asentí-.

          Bueno lo primero que debemos hacer es llenar la panza de aire y contener por cinco segundos.- Laura puso una mano sobre el vientre de Victoria y ella hizo lo explicado.- Ahora suelta de a poco el aire por la boca… Muy bien… Ahora tu turno Kris.- Eso era sencillo para mí, ya lo hacía en yoga, así que no tuve ningún problema.- Excelente, esa es la respiración que debes usar cuando comiences con las contracciones para mantener una buena oxigenación, tanto para los bebés como para ti.- asentí-





          En ese momento, te olvidas hasta de respirar lo único que deseas es que te quiten a la pelota que te aprieta el pubis.- todos reímos por el comentario de Victoria-.

          Eso es cierto, pero intentemos que Kris recuerde como debe respirar –decia Laura-

          Yo voy a ayudarla que recuerde como respirar.- dijo dulce pero firmemente Rob, dándome unos masajitos en el hombro haciéndome que se me llenaron los ojos de lágrimas-.

          ¿Cómo tengo que pujar?- pregunté para cambiar de tema-.

        Bueno este es un ejercicio que sale mejor si se hace de a dos…- Laura se quedo callada.

          Yo puedo hacer de modelo y mi hermana puede ayudar a Kristen.- explicó él muy nervioso. En verdad me dio pena sus intentos de no causarme molestia en absoluto, y aunque quisiera engañarme a mi misma, su simple voz controlaba completamente mi ser-.

          No es necesario… Puedes ayudarme, al fin y al cabo serás él que esté a mi lado durante el trabajo de parto.- hablé pero sin mirarle-.

          Gracias Kiki.- dijo muy bajito para que solo yo lo escuchara, mientras se sentaba rápidamente con las piernas abiertas detrás de mí abarcándome toda-

        Bueno, entonces Robert pon tu mano sobre el vientre de Kris.- apenas apoyo su palma, los bebés comenzaron a patear enloquecidos, lentamente acarició todo mi vientre para devolverles el saludo.- Kris, vuelve a llenar la panza de aire, pero ahora en vez de soltarlo, harás fuerza hacia abajo.- hice lo que me pidió.- No hagas fuerza con la garganta, hazlo con tu panza, como si estuvieras haciendo un abdominal… muy bien esa es la fuerza, ahora larga el aire.

          Guau, sentí como la panza bajo con la última fuerza.- dijo Robert-.

          Es porque hizo bien la fuerza, siempre debe tirar la panza para abajo; con práctica te va a salir sola, -asintió Laura-

          ¿Y no se le pueden salir los bebés también?- preguntó Rob asustado poniendo sus manos sobre mi vientre, como tratando de mantenerlos ahí antes de que salieran corriendo-

          Si serás bruto hermano, como crees que se le van a escapar los bebés.- le dijo Vicky, me reí con ganas al escuchar ese regaño-.

          No tengas miedo, a lo sumo estos ejercicios incomodaran a los inquilinos y harán que la panza se ponga dura, esa señal es la que indica que debes descansar y respirar como vimos antes.- los dos asentimos-.

Así estuvimos por media hora más practicando más pujos y haciendo unos ejercicios con las pelotas para fortalecer los músculos del piso pelviano. Fue un momento de distensión, donde los dos volvimos a interactuar, riéndonos por sus ocurrencias… Pero todo lo bueno tiene su fin.

        Bueno, creo que por hoy fue suficiente.- nuevamente Rob me ayudó a levantarme y luego acomodó las colchonetas y las pelotas.- Gracias.

          ¿Cuándo te vemos nuevamente?- pregunté mientras me terminaba de acomodar la ropa-.

        Nos veremos de nuevo en cuatro semanas.- fue a mirar su calendario.- Te parece el veintiuno de febrero, ese día estarías cumpliendo las treinta semanas, de ahí en adelante nos veremos cada dos semanas porque al ser un embarazo múltiple ya estas entrando en zona de parto, aunque vamos a esperar que ser tarden como mínimo unas seis semanas más para que estén fuera de riesgos.

          ¿De cuántas semanas como mínimo deberían de llegar?- preguntó Robert algo nervioso pasándose la mano por el pelo-.

          Mínimo sería veintiocho semanas, que sería su séptimo mes y es cuando comienza su pulmones a sintetizar una hormona llamada surfactante que sirve para madurar sus pulmones, si nacieran ahora mismo sus órganos están muy inmaduros y la tasa de mortalidad es muy alta.- los dos asentimos muy serios. No me gustaba imaginar a mis pequeñuelos conectados a millones de aparatos para poder sobrevivir.- Pero no pensemos en eso, seamos positivos e imaginemos que aún nos queda diez semanas antes de conocerlos.- dijo con una sonrisa Lau-.

          Diez semanas, el tiempo se me pasó volando, no me había dado cuenta de lo poco que falta.- acaricié la panza-.

          Pasa demasiado rápido, así que disfruta de la barriguita todo lo que puedas, antes de entrar a la verdadera locura.- todos reímos- Bueno, entonces el veintiocho a las…- miró su agenda.- A las once de la mañana ¿Te parece o prefieren a la tarde?

          Por mí esa hora está bien.- contesté mirando a Rob-.

          Por mí tampoco hay problema.- dijo él-.

      Ok, anotados para ese día. Jonathan ¿Ya te dio turno para otra ecografía?- preguntó, anotando algo en mi historia clínica-.

        Si, tenemos turno para el diez de febrero.

        ¿Van a hacerse un 4D?

          Sí, nos dijo que era el mejor momento para hacerla, -le informé-

        Así es, es muy emocionante ver el rostro de tu hijo, antes de nacer.- nos comentó.- Por esta vez te salvas de los pinchazos, pero en la próxima toca otra ronda más de rutina.- asentí.- Espero no tener más sustos contigo, descansa y disfruta lo más que puedas, TODO lo demás se arreglará con él tiempo.- me dijo mirándome a los ojos, se despidió abrazándome.- Victoria, un placer verte nuevamente.

          Lo mismo digo, cuando quieras vuelvo a ayudarte como modelo.- me reí de su ocurrencia-.

          Robert...- se acercó a abrazarlo y le susurró algo que no llegué a oír, él solo asintió-

          Nos vemos dentro de un mes.- nos saludó desde la puerta-.

Una vez que salimos, nos quedamos los tres, sin decir nada, en la vereda.

          Tengo el auto a la vuelta ¿Quieren que las lleve?- preguntó con las manos en los bolsillos-.

          No, gracias; el auto de Victoria está en frente.- contesté, sin mirarlo-.

          Este… Bueno…- se pasó la mano por el pelo-

          Será mejor que nos vayamos antes que se largue la tormenta que se avecina.- dijo Victoria-

          ¡No!- grito apresurado.- Digo…¿Me pueden esperar un minuto?- lo miré con duda.- Por favor, no es nada malo, solo es algo que ayer le compré a los niños.- su cara de suplica era un poema de ternura-.

       Está bien, pero date prisa.- dije. Asintió y se fue corriendo hasta el auto. En menos de cinco minutos, volvía con una gran bolsa de una juguetería-.

          ¡Con qué para eso necesitabas ayer a Madison¡.- lo acusó su hermana-.

      Victoria, con todo respeto, ¿Me puedes dar cinco minutos a solas con Kristen?-ella me miró para ver mi respuesta, por más que no quisiera quedarme a solas con él, creo que se merecía los cinco minutos, así que solo asentí-.

       Cualquier cosa estoy en frente… No te pases, Robert.- le advirtió. Cuando se fue ambos nos quedamos en silencio sin saber que decir. Él fue el primero en romper el hielo-

      Me alegro de verte bien a ti y a los niños, estaba muy preocupado.- me dijo con el ceño fruncido-

          Mi mamá te aviso que todo estaba bien, fue solo un susto –le dije algo seria-

          Me hubiera gustado que me avisaran lo que estaba sucediendo.- me reclamó suavemente, pero aún así me reclamo… cosa que no me gustó-.

   En ese momento yo no estaba pensando coherentemente y tú simplemente no estabas ¡consciente! -medio le reclamé, tratando de calmarme mientras acariciaba mi barriga-

        Lo sé y lo siento, mil veces lo siento mi amor…-me miró fijamente para que entendiera a que se refería.- Kristen, yo… yo realmente ni siquiera puedo decirte cuanto lo siento por las cosas que dije y mi actitud de esa noche… Por favor, perdóname.- intentó tomarme de la mano, pero se la saqué.- Dame una oportunidad para enmendarlo.- sus ojos estaban llenos de lágrimas.

       No me pidas eso… Es algo que no puedo hacer ahora.- dije con voz dura, intentando tragar mis propias lágrimas. Me abracé a mis bebés para mantener la calma-.

  ¿Eso significa que aquí se terminó todo?- preguntó en un susurro…lo miré y no supe que contestarle porque ni siquiera yo sabía la respuesta de esa pregunta. Su vista bajo hasta mi mano izquierda, para corroborar la inexistencia del anillo.- Creo que tu mano me da la respuesta.- su voz salió rota-

   Me lo sacaron en el hospital porque tenía la mano muy hinchada, intenté ponérmelos nuevamente pero ya no entran… Está en mi mesita de noche.- no se porque le dí esa explicación, no la merecía, pero su suspiro me dejó en claro que mi respuesta lo había aliviado-.

          Vuelve a casa, por favor…vas a estar más cómoda, además Bear y Jella a penas comen, se la pasan todo el día en tu vestidor mientras que Nala me gruñe cada vez que paso cerca de ella. Yo me puedo ir a dormir a un hotel.- pidió y yo sentía mi garganta apretar aún mas… me daba tanta pena ver a mis adorados animalitos sufriendo…-

        Estoy cómoda en lo de mamá…y los animalitos los puedes llevar al departamento de mi mamá, ella no se opondrá, ellos estarán mejor conmigo ahí, -le decía mientras se ponía aún más pálido de lo que ya estaba-

        Pero…- iba a hablar de nuevo pero lo corté.

    Dame tiempo…- suspiré.- Tengo demasiadas imágenes en mi cabeza que las tengo que acomodar de a poco. No te puedo asegurar nada en éste momento sobre el destino de ésta relación; de lo único que estoy segura es querer que nuestros hijos crezcan felices y definitivamente no creo que la escena del otro día sea algo que quisiera repetir el día de mañana con ellos cerca… sabes que independientemente de lo que yo decida, no te voy a negar el contacto con ellos, pero por ahora no veo un nosotros.- hablé con la última fuerza que me quedaba-.

        Yo también quiero que crezcan felices, en su hogar, con sus padres… Amor sé que la cagué y que quizás nunca olvides lo que te hice, pero no me voy a rendir, tú y mis hijos son las razón de mi vida y voy a luchar hasta mi último aliento para obtener tú perdón y el de ellos.- acercó su mano hasta mi vientre-.

      No es-pe-ra-ba me-nos de ti.- dije con la voz entrecortada a causa de las lágrimas que me caían. Sí, él aún era el hombre que conocía, sabía que no se iba a rendir, por en éste momento yo no podía prometerle nada… estaba muy dolida por sus acciones.

      No llores más pequeña, no merezco tus lágrimas.- me abrazó suavemente para calmarme; su tacto me quemaba, quería alejarlo pero mi corazón roto necesitaba que él mismo pegara los trozos. Me pegué más a su pecho, extrañaba su olor- Cálmate, por favor.- levantó mi rostro para secar mis lágrimas; besó con ternura mi nariz roja.- Así esta mejor.- haciendo uso de toda mi fuerza de voluntad, de a poco me alejé de él, quien se resistía un poco a soltarme-

          ¿Esa bolsa es para ellos?.- cambié de tema, ya no tenía fuerzas para resistirme a él, tenía que hacer algo-.

          Si, son unos peluches y unos juguetes que eligió Mady para sus primos.- asentí tomándola en mis manos-.

          Gracias, estoy segura que les encantará.- intenté sonreírle.- Bueno será mejor que me vaya.- él asintió con una mirada triste.- Nos vemos, el día de la ecografía-.

          Cuídate por favor mi vida, cualquier cosa por favor avísame por Jules… ¿Puedo despedirme de ellos?- asentí; se puso de rodillas.- Ustedes dos, pórtense bien, dejen que mamá duerma por las noches.- los bebés reconocían su voz y pateaban con fuerza.- Mi sapito, tú eres por el momento el hombre de la familia, cuida a nuestras dos princesas… y tú mi ranita, sé buena y no juegues un campeonato mundial con la panza de mamá.- Rob sabía que de los dos, las más revoltosa era ella. Besó y acarició cada lado de la panza, antes de ponerse de pie.- Listo, espero que te dejen dormir, -me dijo con la voz estrangulada-

          Dudo que lo hagan, pero con soñar no perdemos nada… Adiós Robert.- me despedí-

     Hasta pronto mi amor, -se acercó y me besó tiernamente en la mejilla. Se quedó de pie, mirándome marchar-

Fin del Flash Back.

Tomé los dos peluches y me senté en la mecedora, los puse sobre mi regazo. La bolsa que me dio estaba llena de sonajeros y juguetes para el agua; una de las ranas era verde y la otra rosa, con unas remeritas con un corazón muy simpáticas.

      Su papá los va a malcriar mucho.- dije meciéndome, fue en ese momento cuando me percaté del papel que estaba metido en la remera de la rana rosa-.

      ¿Qué es esto?- era un papel doblado en miles de cuadraditos, de a poco los desdoble y la casi ilegible caligrafía de Robert se hizo presente:

En tu ausencia
Yo quisiera ser tu dueño
Total, completo, entero.
En las noches ser tu amante
Y en los días tú guerrero

Hay un lugar para los sueños
Que se ha quedado muy pequeño
Si tú no estás no hay nada
Solo un corazón negro, muerto.

Necesito que lo olvides, necesito que regreses
Necesito que me digas, que sigues siendo mí vida.

Hoy vengo a ti de rodillas
Con un perdón en silencio
Por las cosas que dije
Envuelto en redes de celos.

Me odio tanto a mí mismo
Porque enojado y borracho
Use palabras infames
Que solo han hecho herirte

Necesito que lo olvides, necesito que regreses
Necesito que me digas, que sigues siendo mí vida.
Te amo, Robert.

Era un hermoso poema, pidiéndome disculpas y que lo dejara volver. Por el estado arrugado del papel, borró una y otra vez hasta que consiguió lo que quería. Mis lágrimas involuntariamente, bañaron mi rostro.

Lo releí una y otra vez, para memorizar cada frase, cada palabra… Puede que mi mente estuviera enojada con él, pero mi corazón me pedía a gritos que lo dejara volver. Lo necesitaba como el aire para poder vivir, él era mí mundo, él era mi todo.

Necesito que lo olvides, necesito que regreses

Necesito que me digas, que sigues siendo mí vida.

         Tú siempre serás mi vida.- dije entre sollozos, acariciándome el vientre.- Niños, ¿que voy a hacer con su papá?.- suspiré y ellos me pateaban- Me lastimaron mucho sus palabras, no quiero que ustedes vean a un Robert cegado por los celos, por eso me da miedo volver.- abracé las dos ranas y en papel sobre mi pecho, mientras veía la lluvia caer por la ventana, continué meciéndome.- Sí, yo también lo extraño, ya nadie nos abraza a la noche y tararea melodías hasta que nos quedemos dormidos… ¿Es por eso qué ustedes se portan tan mal ahora? Lo extrañan mucho ¿Verdad?- sus pataditas me contestaron, como si supieran de lo que su mamá loca les hablaba; me reí de mis ocurrencias. Miré el reloj, ya daban las cinco de la mañana.- Será mejor que se tranquilicen y vayamos a dormir, recuerden los que les dijo papá.- me paré con cuidado, antes de llegar a la cama, tomé mi iPod; acomodé las ranas en el lado de la cama que quedaba libre.- Buenas noches pequeñines, mañana será otro día y veremos que haremos con su papá.- los acaricié para que se tranquilizaran, encendí el aparatito, colocando un auricular sobre la panza y otra en el oído.

Empezó a sonar su voz ronca y triste por la melodía; las pataditas de a poco fueron cesando hasta no llegar a sentir nada, se habían quedado dormidos escuchando la voz de su papá cantarles, aunque sea desde un aparato…. Y así como mis bebés yo también me relajé al escucharlo sobre mi oído; tendría que tomar una decisión, si darle una oportunidad más o dejarlo para siempre, ambas me llenaban de temor; pero eso sería algo que decidiría mañana… por esta noche me permitir soñar tener sus brazos a mi alrededor y escucharlo decir cuanto me amaba.

Vpov

Acompañé a Kristen a su consulta con Laura; por más que quisiera hacerse la fuerte frente a todos, estaba tan triste como mi hermano. A quien querían engañar, ellos dos estaban hechos el uno para el otro; el amor infinito que se tenían se notaba con solo verlos juntos, siempre me recordaban el amor que compartían mis padres.

Cuando nos encontramos con Robert ya en el consultorio, pensé que ella iba a negarle la estadía, pero al final le permitió estar al lado de sus hijos. Él podre andaba como perro vagabundo, tocando todas la puertas en busca de alguna información sobre como estaban los seres que tanto amaba.

Estoy segura que si no hubiera tomado esas botellas de whisky, podrían haber hablado como dos adultos y solucionado los celos de Robert; evitando esta tristeza para ambos. Es por eso que seguía enojada con Harry ¿Cómo se le ocurre dejarlo solo, con el enojo que traía? ¡Acaso se olvida que los ingleses arreglamos todos con unas botellas de alcohol!... En fin, en mi hogar las cosas tampoco iban nada bien… solo manteníamos el habla frente a Maddy para que no se angustiara, ella era muy pequeña aún para entender los problemas de los adultos.

Después de la consulta, Robert quiso llevarnos a casa pero yo había traído el auto, así que le dí cinco minutos para que pudieran hablar, advirtiéndole que no la lastimara porque sino se vería conmigo. Liz no le hablaba en absoluto, pero yo una charla corta y distante aún mantenía; quizás por ser la hermana mayor sentía la responsabilidad de ayudarlo a volver al buen camino.

Me metí en el auto y los miré de lejos como hablaban; una gran tristeza me invadió cuando Kristen se soltó a llorar y él la abrazó para calmarla… La cara de dolor y tristeza de mi hermanito me hizo derramar unas cuantas lágrimas también.

Esto ya no daba para más, tendría que tomar el toro por los cuernos y ayudarlos un poquitito.

Mientras los veía abrazados, tomé el celular y llamé la única persona que me podría ayudar.

     Matilda, hola amiga, necesito que nos juntemos todos; vengo saliendo de la consulta médica de Kristen y… esto ya está insostenible, tenemos que hacer algo para que Rob y Kris vuelvan a estar juntos, ¿cuento contigo?- obviamente, encantada gritó que sí y de inmediato se puso a planear la gran reunión-.

*****
En verdad me asombraba el poder de convocatoria que tenía Matilda, logró en menos de dos horas que Liz, Tom, Nettie, Harry y yo estemos sentados en el living de su casa para ver como ayudar a nuestra parejita de oro, Sam se encontraba de gira en Nueva York, pero mandó decir que contábamos con él para lo que hiciera falta, y Marcus llegaría a Londres mañana por la noche, pero también dijo que ayudaría en todo lo que decidiéramos ya que en definitiva, si no hubiera sido por la bendita despedida no estaríamos ahora acá.

Matilda nos abandonó un momento para salir al jardín porque mi Maddy y su hija estaban algo inquietas, sin embargo, las tres mujeres que quedamos nos sentamos en el sillón más grande, mientras que Tom se quedó en una esquina parado y Harry se sentó en una silla que estaba frente mío.

Ninguno hablaba…

          Mira las tres infieles traicioneras ahí sentaditas, como niñas buenas… quien las viera… Bueno ¿Para qué nos citaron?- preguntó Tom-.

        Mira Tom que te conozco desde hace 20 años si yo empiezo a contar las cosas que te sé podría...- amenazó Liz-

      ¡A CALLAR USTEDES DOS! - grité, logrando que todos me miraran sorprendidos, yo no solía alzar la voz, pero estos dos con su inmadurez, me sacaban de quicio- Hoy estuve con Kris y Rob, juntos en la consulta médica, - todos me miraron preocupados- Robert fue a la consulta que Kiki tenía hoy con Laura, -expliqué-

          AHHHHHHHH.- contestaron los cuatro al unísono-

          ¿Y qué paso?- me preguntó Nettie-

          Me dieron tanta pena…- suspiré- Fue extraño al principio porque a penas se hablaban, pero luego, con los ejercicios que Laura les hizo hacer parecían por un instante ser la pareja feliz que conocemos. Yo sé qué Rob la embarró con todo ésta vez, pero conociendo lo orgullosa que es Kris, pues no fácilmente va a dar su brazo a torcer, por eso creo que debemos ayudarlos con un empujoncito.- todos se quedaron callados- Vamos chicos, si no hubiera sido por la bendita despedida, nada de esto hubiera sucedido. Piensen que hay dos pequeños que merecen que su papá y mamá estén juntos cuando salgan a conocer el mundo, -les dije tratando de hacerlos participar-

       Pues aquí  el único culpable es Rob, si no fuera un estúpido celoso, no hubiera lastimado a mi cuñadita y estuviera a punto de perder también a los pequeños… creo que ése tonto por más que yo lo quiera se merece lo que le pasa y me da gusto que mi cuñada se faje los pantalones y lo haga sufrir por ser un idiota … -recitaba Liz, sin tomar aire y sin que nadie pudiera pararla-

       Pues yo creo que aquí las culpables son todas ustedes: tú Liz por ser una encaminadora de almas y traer tipos desnudos a bailarles a mujeres que supuestamente son decentes y “supuestamente están enamoradas de nosotros”; tú “novia-infiel” por amenazarme con cortarme las bolas si me atrevo a ver a otra mujer aunque sea de pasadita y en la calle, pero tú si que te atreviste a ver a otro cabrón, a manosear otro paquete que de seguro y bien seguro estaba mas chico que el mío y tu Vicky, por tener a tu pobre marido a pan y agua y de seguro que durmiendo en la casa del perro… ya conocemos tus tácticas intimidatorias y Kris por… -seguía con una habilidad de hablar de un hilo que no le conocía-

     ¡Hayyyyyyy ahora si Thomas/mecojotodoloquesemueva/Sturridge!!! ¿Culpables nosotras? A ver, a ver… ¿Quien fue el marido que golpeó salvajemente y casi arrastró por su casa a su esposa embarazada? ¡ROBERT!; ¿Quien fue el cuñado que anda contando los castigos que merecidamente le pone su esposa? ¡TÚ HARRY! ¿Quien anda diciendo que por decisión suya se retrasó la boda? ¡TÚ THOMAS!!!... Así que no andes buscando culpables, cuando esos son ¡USTEDES!!!, -gritó Liz con la cara roja del coraje-

          Pues yo pienso que como acertadamente dijo mi esposa, aquí lo único importante es como vamos a ayudar a ese par a reconciliarse, -intervino mi esposo-

        ¿Qué pasó compadre y el apoyo de género?? Se me hace que todo lo que buscas es que Vicky te levante el castigo, -le reclamó Tom a mi esposo-

   ¿Con que andas diciendo que tú cancelaste la boda Thomas? –dijo Nettie mirándolo fijamente y taconeando con sus botas-

        Bueno Nettie… tanto así como asegurándolo, pues no, yo creo que alguien me preguntó y pues yo no me acuerdo bien, pero como que dije que era decisión de ambos o algo así no lo recuerdo exactamente, -susurraba Tom, con el rostro sonrojado-

       Ya muchachos, la parejita está sufriendo y debemos ayudarlos, ¿viste amor como te apoyo y estoy de acuerdo contigo? –dijo mi esposo poniéndome ojitos de cachorrito-

        ¡Harry no es momento de congraciarte conmigo!!! - le reclamé- Olvidemos por un momento nuestros problemas y ayudemos a los que están mas entrampados en éste asunto. Yo les pregunto a ustedes ¿quieren que Rob y Kris se contenten o prefieren verlos separados? ¿Piensen por un momento en ellos dos y recapaciten si los ven felices cada uno por su lado y a nuestros sobrinos con unos padres separados?, -les reclamé algo molesta, sin embargo funcionó porque todos se quedaron callados reflexionando mis palabras-

        Bueno está bien, mi brother está que no lo calienta ni el sol, su casa parece recibidor de funeraria, cuenten conmigo para lo que sea necesario, siempre y cuando Nettie acepté cenar conmigo hoy en mi departamento –dijo Tom mientras veía fijamente a Nettie-, Solos, sin intervención de amigas chismosas  -señaló a  Liz-

    Hay amiga no vayas, todavía estas a tiempo de no amarrarte con éste ¡Idiota! -amenazó Liz, observando a Tom-

        ¡ELIZABETH!!! ¿Quieres o no ayudar a solucionar este problema? -le grité nuevamente-

        Mphpmh, esta bien… todo sea por que mis sobrinos tengan a su padre, y no vaya a ser que a Kris se le ocurra llevárselos a vivir definitivamente a Los Angeles, ellos necesitaran a su tía Liz cerca… esta bien cuenten conmigo, -rezongó cruzándose de brazos-

        ¿Netti? –pregunté-

     Mmmmmmm está bien, pero Tom que quede claro que yo decidí cancelar la boda ¿ok? Y solo cena… no estés pensando que el postre seré yo ¿de acuerdo?

        Si amor de acuerdo, -Tom sonrió muy orgulloso de sí mismo-

        ¿Harry? –le pregunté ya menos molesta a mi esposo-

        Si mi vida, ya sabes que yo te adoro y te apoyo en todo. Por cierto, siento haber sido tan tonto y dejar a Rob solo en ése estado, -dijo mientras se ponía en cuclillas frente a mí y me tomaba de la mano-

        ¿Ya hubo avances? – preguntó Matilda desde la puerta mientras veía a las niñas jugar en el jardín-

        Si amiga en eso estamos, -respondí-

        Bueno lo que sea, yo ayudo…ese parecito nunca estará bien mientras estén separados, -gritó antes de salir nuevamente-

          Bueno ya que estamos de acuerdo en ayudarles. ¿Alguien tiene alguna idea?

        Mmmmm ¿Recuerdan lo que el London Eye significa para nuestros chicos? Se me está ocurriendo una idea… -Empezó diciendo Tom-

Después de discutir por varias horas y asaltar el refrigerador de Matilda, teníamos el plan armado. Estoy segura que cuando Kristen se entere de nuestras maquinaciones nos va a matar uno por uno  y de la forma más dolorosa, pero por la causa, vale la pena arriesgar la cabeza. Mi prioridad era que mis sobrinos tengan a su familia unida y que mi amado hermanito, ése que tantas veces hice renegar de niño, vuelva a sonreír y ser feliz. Y estoy absolutamente segura de que solo lo lograría recuperando a Kris y a sus niños.

El que no arriesga no gana, y la felicidad de mi hermanito bien vale la pena el riesgo.

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De nuevoo chicas muchas gracias por todos sus comentarios nos alegra mucho el que les guste esta historia y solo diree no desesperennn!!!!

besitos a todass!!!