domingo, 20 de mayo de 2012

Capítulo 22. Una parte de nosotros.



hola mis nenas!!! perdón por el retraso!!!! aquí el capitulo...

***


Kpov

Habían pasado varios días desde nuestro regreso de París y de mi regreso a nuestra casa. En nuestra ausencia, mí mamá se encargó de terminar la habitación de sus nietos; según ella para que yo no esté cada dos minutos protestando y volviéndola loca... Pero hay que reconocer que le quedo preciosa, con los animales por las paredes. Era sencilla pero muy acogedora.

Hoy vendría a entrevistarnos de Harper Bazar, así que me sentía un poco nerviosa ya que sería la primera vez que una periodista entraría en nuestra casa. Yo estaba con Maguie en la cocina preparando el almuerzo y algo para recibir a nuestra invitada, cuando escuchamos un fuerte golpe.

- Será mejor que subas a ver que están haciendo esos dos, porque son capaces de romper la casa.- comentó divertida, mientras acomodaba los platos.
- No se porque Robert se empeñó en colocar la lámpara en vez de llamar a un electricista.- me quejé sacando la torta de naranja del horno.
- Cielo, se llama testosterona y él quiere demostrar que sirve para las cosas que los hombres “suelen” hacer en la casa.- me reí por las comillitas que hizo.
- Jajajaja pero si Rob no sabe ni cambiar un foco sin caerse, menos va a poder conectar la lámpara; ya veo que termina electrocutándose… Mejor subo antes que me quede sin padre para mis bebés.- deje las cosas en la cocina y despacio fui hasta la habitación de mis niños.


Robert estaba haciendo equilibrio sobre la escalera, mientras que Tom y Harry le daban directivas desde abajo y le pasaban las herramientas.



- Sabes amor, los niños nacerán dentro de dos meses ¿Crees que para esa altura ya tendrás la lámpara colocada?- me burlé de él-.
- Ja-ja-ja Muy chistosa señorita… Tom pásame la pinza.- seguía todo serio y concentrado como si tuviera idea de lo que estaba haciendo-.
- En verdad cielo, no tienes que demostrarme cuan hombre eres, yo te amo así.- me senté en la mecedora para no perder detalle del espectáculo lamentable que estaban haciendo los tres hombres-.
- Kristen podrías apoyarlo más al pobre, está arriesgando su vida para poner la bendita lámpara.- dijo Tom.
- Yo lo apoyo, pero creo que él no sirve como electricista jajajaja.- continué burlándome-.
- La vez que jugamos al plomero no te quejaste mujer.- contestó mi marido, enrollando unos cables-.
- Uff no empiecen a contar las cochinadas de los dos frente a los pobres.- se quejó mi cuñado. Justo en ese momento sonó el timbre.
- Creo que ya llegó la periodista.- intenté levantarme, pero con mi súper vientre se me complicaba bastante, hasta que Tom me dio una mano.- Gracias… Voy a recibirla, no tardes en bajar.
- Ajamp.- escuché que me contestó desde los lejos.- La puta madre, me volví a pinchar.- me reí por lo bajo al escucharlo maldecir por enésima vez en el día-.
- ¡Hombres!!!... Espero que tú pequeñin no seas así como tú padre.- acaricié mi costado izquierdo donde se encontraba mi sapito-.
- Hija, la periodista te espera en el jardín.- me avisó Maguie desde la escalera.
- Gracias, ahí voy… por favor lleva las cosas que preparamos y apura a Robert para que baje antes que se electrocute.
- No te preocupes yo me encargo de los hombres.- se arremangó las mangas de su sweater.

Me dirigí hasta el patio, donde me encontré a la periodista jugando con los perros… Llegó el momento de la verdad.

Versión de la periodista.

Había estacionado como hace diez minutos frente a la casa de los Pattinson-Stewart… Me sentía muy nerviosa por esta entrevista, ya que era la primera vez que mí redactora me daba un trabajo tan importante y no lo quería cagar, porque sería el fin de mi carrera de periodista.

Revisé por décima vez mi cartera para chequear que llevaba todo lo necesario, me miré al espejo por última vez y me decidí bajar del auto.

El frente de la gran casa era muy similar a la mayoría de la casa que había en la cuadra, tenía un precioso jardín delantero que se veía muy cuidado el timbre y una señora de unos cincuenta años me años me abrió la puerta.


- Hola, mi nombre es Rose y vengo de la revista Harper Bazar para hacer la entrevista a los señores Pattinson.- dije lo más educadamente posible.
- Pase.- se hizo a un costado en la puerta.- Ya les aviso que está aquí… ¿Le molestaría esperar en el jardín?
- No para nada, hoy hace un lindo día.- contesté con una sonrisa.

Mientras caminaba hasta el jardín, intenté observar lo más que pude la casa; más de una persona mataría por entrar en este lugar y ver lo asombrosamente normal y sencillo que era todo. El living era muy amplio y luminoso, no era recargado en absoluto; solo tenía los mobiliarios necesarios, un gran piano negro de cola y grandes ventanales por todos lados. La cocina, sería el sueño de mi mamá que adoraba cocinar; era amplia, con un montón de utensilios y una mesa redonda que servía de comedor… el aroma que tenía el lugar me hacía recordar a la casa de mi abuela, que siempre olía a comida casera que te hacía sentirte en un verdadero hogar.










Pero lo que me dejó impactada era la preciosidad del jardín… Un gran parque, lleno de plantas y arboles rodeaban a la pileta, te hacía sentir dentro de un bosque. En medio del parque, se levantaba una casa con hamacas hecha de madera para los niños y hacia el costado, dos cuchas de madera con los nombres de los perros de la familia. En verdad se habían esmerado en mantener el parque.






- ¿Quieres algo de tomar?- me preguntó la señora.
- No, gracias. Esperaré hasta que bajen ellos.- contesté.
- Bueno voy a avisarles; ponte cómoda.- asentí y luego se marcho. Me senté y empecé acomodar mis cosas cuando llegaron a mi lado los perros más famosos de todos, que me comenzaron a olfatear por todos lados.
- Así que ustedes son los famosos Bear y Nala.- los acaricié a ambos en la cabeza y Bear comenzó a ladrar.- Te pareces a mi perro brownie.- Nala me acercó una pelota.- ¿Quieren jugar?- ambos ladraron y movían su cola emocionados.- Haber quien la atrapa primero…- se lo lancé lejos. Estuve jugando un rato más, hasta que alguien me hablo.
- Disculpa la tardanza, espero que no te hayan molestado estos monstruos… Bear, Nala, adentro de casa.- les silbó y de inmediato ambos dejaron la pelota y entraron a la cocina.- Mucho gusto, soy Kristen.- me dio la mano.
- Un placer conocerla señora Pattinson, mi nombre es Rose Stanfort.- le devolví el saludo.- Felicitaciones por su embarazo.
- Gracias.- acarició su barriga.- Por favor no me llame señora, me hace sentir vieja y señora Pattinson es el titulo de mi suegra no mío.- comentó divertida.- Por favor, toma asiento, ya baja mi marido. ¿Te ofrecieron algo de tomar?
- Si, gracias pero quise esperar que estuvieran ustedes.- asintió.- Tiene una hermosa casa.
- Oh gracias, creo que es la primera vez que una periodista viene hasta aquí; imagino que sabrás que nos gusta reservar nuestra intimidad y me gustaría que siguiera así.
- No se preocupe, me centraré más en ustedes que en describir su hogar. Creo que más de una persona se asombraría de lo normal que es.- me encogí de hombros.
- ¿No viste una gran extravagancia verdad?- asentí.- La verdad es que nos gusta las cosas clásicas, sencillas y con un toque de antigüedad. La mayoría de las cosas lo conseguí en anticuarios, soy una gran fanática de comprar cosas en los paseos por Notting Hills.
- ¿Se siente a gusto viviendo aquí en Londres?- prendí la grabadora.
- Hace ya tres años que elegimos esta casa como residencia estable; no te voy a negar que hay veces que extraño el calor de California y a mi familia, pero con el tiempo este lugar se convirtió en mi hogar y logré acomodarme del todo.- contestó jugando con su anillo.
- ¿Le molesta que la prensa americana la critique por  haber elegido este país para establecer a su familia?- se mordió el labio y se quedó meditando por un momento.
- En verdad me importa muy poco lo que diga la prensa americana. Barnes es un excelente lugar para criar a mis niños, aquí puedo ir al supermercado, sacar a pasear a los perros, ir a caminar por el parque sin tener un paparazzi detrás de mi sombra, fotografiando cada momento. Acá, al menos, se saben ocultar mejor entre las plantas.- rio muy divertida.
- Veo que te estás entreteniendo.- Kristen levantó su vista y sus ojos se iluminaron.- Maguie me mandó de camarero con todas las cosas.- el apuesto hombre dejó la bandeja llena de cosas sobre la mesa.- Hola soy Robert.- me dio su mano… Dios mío si que era guapísimo, y olía divino. Con razón tenía muertas a medio planeta femenino.
- Un placer conocerlo señor Pattinson, mi nombre es Rose, soy la entrevistadora.- una risita nerviosa se me escapo.
- Oh dígame Robert, el señor es mi padre.- Kristen se rió, negando la cabeza.- ¿Qué?- preguntó sentándose al lado de ella, rascándose la cabeza.
- Que yo le acabo de decir la misma broma, cuando me llamo señora Pattinson.- tomó de su mano y la llevo sobre su enorme vientre.
- Ohhhhh- contesto asombrado- ¿Ya empezaron?
- Si amor, solo te salvaste de dos preguntas y fueron sobre cosas del hogar y como me siento viviendo aquí, nada del otro mundo… ¿Ahora si quieres algo de tomar?- volvió a preguntarme, intentándose levantar.
- Deja yo sirvo.- la paró Robert.- Ummm que te sirvo, acá hay de todo.- rió
- Un poco de té está bien por mi.- asintió
- Cielo ¿quieres algo?- se giró para verla.-
- Ummm sírveme un poco de te y una porción se la torta de chocolate… pero que la porción sea grande.- le advirtió y Robert rió por lo bajo-.
- No para de comer, pero haga como que usted no se dio cuenta por el bien de mi salud mental.- me advirtió muy bajito, cuando me dio la taza de té. Cuando todos tuvimos nuestras cosas, volví arrancar con la nota.
- Luego de la perdida que sufrieron hace tres años ¿Este  embarazo fue planeado o fue algo sorpresivo?
- Creo que fue un poco y un poco.- Kris miró a Rob, quien reía-.
- Habíamos decido comenzar a buscar un bebé nuevamente, pero antes queríamos estar seguro de no correr ningún peligro… Fuimos al médico y nos mando un montón de estudios para chequear nuestro estado de salud para empezar con un tratamiento, cuando nos terminó llamando para avisarnos que el tratamiento era cancelado porque ya lo habíamos conseguido por si solos.- habló todo emocionado-.
- Justo estaba con mi cuñada Lizzie, que prácticamente hizo una fiesta por la noticia, yo me había quedado muda, sin saber que decir… fue un milagro, va son dos milagros.- acaricia su barriga y su rostro se ilumina.
- ¿Se esperaban un embarazo múltiple o fue otra sorpresa?- pregunté, probando una porción de torta.- Realmente está muy rico, ahora veo que el rumor de su buena mano en la cocina son ciertos.
- Muchísimas gracias.- contestó Kristen.
- Las manos de mi esposa son las mejores, no solo para la cocina.- ambas nos atragantamos por ese comentario.
- ¡Robert!- lo retó Kristen… Era divertido como lo retaba cual niño pequeño.
- Volviendo a la pregunta.- retomó Kristen.- Fue una sorpresa para ambos; en mi familia no hay antecedentes de embarazos múltiples así que, no fue algo que tenías previsto. Robert se desmayo cuando el médico nos dijo que había dos corazones latiendo.- se burló de él.
- Fue la sorpresa del momento, no creí tener tan buena puntería y acertar dos veces en el blanco.- el rostro de Kris se puso pálido y creo que si yo no estaría presente le hubiese dado un golpe en la cabeza por eso comentario-.
- No acertaste dos veces en el blanco, fueron dos blancos diferentes.- comentó Kris divertida.-
- Bueno pero fueron dos veces, soy todo un experto y eso es lo que cuenta.- se cruzó de brazos como niño encaprichado; no sabía si meter una pregunta o seguir divirtiéndome con la payada de ambos.
- Esteeee… Ambos siempre mantuvieron un perfil muy bajo y un hermetismo con respecto a su vida privada ¿Cómo piensan que su estilo de vida afectara a sus hijos?
- Aún no tenemos un plan armado de como proteger la vida de nuestros niños, porque por un lado nos gustaría que tengan una infancia normal pero por el otro lado ellos siempre serán los hijos de estrellas de cine, así que esperamos ir aprendiendo paso a paso como manejarnos como hicimos anteriormente en otras cuestiones de nuestra vida.- contestó Rob.
- Nosotros nunca planeamos mucho nada, somas más bien personas que hacemos las cosas por pruebas y error… Pero con respecto a la intimidad de nuestros bebés haremos todo lo que esté a nuestro alcance para protegerlos sin agobiarlos lo más que podamos… No quiero que ellos estén todas las semanas en las portadas de las revistas o que tengan que mantenerse encerrados para que no los fotografíen. Quiero que disfruten de una vida sana y sean felices ante todo.-  Kristen me respondió muy seria.
- Si ellos dentro de unos años desean entrar al ambiente como niños actores… ustedes ¿Los apoyarían?
- Yo fui una niña actriz y si bien lo disfrute mucho, en el fondo siempre me quedo ese mal recuerdo de no haber podido terminar mis estudios en un colegio normal como cualquier niño, por la violencia y acoso que sufrí por parte de mis compañeros… Obviamente que si ellos quisieran ingresar en la industria, seria la primera en apoyarlos si eso es verdaderamente lo que desean; pero no los expondría simplemente por el hecho de ser hijos de…
- Yo empecé a actuar ya más de grande, así que pude disfrutar esa parte de ir al colegio y meterme en problemas, preferiría que primero terminaran sus estudios y luego ingresaran en la industria… Pero si su deseo es trabajar de esto desde pequeños, obviamente los apoyaría y los aconsejaría lo mejor que pueda para que se tomen el trabajo como algo serio.- Robert pasó su brazo por la cintura de Kris y depositó su mano sobre la gran panza, ella simplemente asintió estando de acuerdo con su idea. Estaba por seguir preguntando cuando fuimos interrumpidos.
- ¡Brother lo logramos! Colocamos la lámpara y no nos electrocutamos.- apareció de la nada Thomas Sturridge, nuevamente tenía una barba que lo hacía parecer rabino.- Ups perdón por interrumpir.
- Puedes creer que justo hoy se les ocurrió instalar una lámpara de techo en el cuarto de los babys.- Kris se levantó de golpe.- Voy a revisar que no hayan dañado la pintura porque ustedes solo se van a arreglar con mi mamá.- los amenazó a ambos.- Ya regreso.
- Uff parece que ballenota se enojo.- Tom robó un pedazo de pastel.- Umm que rico le sale esto, mejor que los de Nettie.
- No creo que a Nettie le guste enterarse que saboreas más las cosas de otra mujer.- se burló de él.-
- ¿A caso está mal decir que otra persona le sale mejor el pastel de chocolate?
- Umm pues a mí no me gustaría que mi novio anduviera alabando otras manos en la cocina en vez de la mía.- me metí en la conversación y enseguida agache la mirada.
- Esteeee… esto no entrará en la entrevista ¿Verdad? Deseo pasar mi luna de miel en un bello lugar y no en el hospital de los sartenazos que es capaz de darme por la cabeza.- tragó con fuerza.
- No te preocupes, edito esa parte.- le sonreí.
- Me caes bien reportera.- me dio una palmadita en la espalda.
- Ya deja de molestar a la pobre o llamo a Nettie para decir que prefieres las manos de mi esposa antes que la suya… Recuerda que estás aún en la cuerda floja.- justo volvió Kristen.
- ¿Quién está en la cuerda floja? Tomas deja de comer como mendigo, al menos agarra una servilleta.- lo regañó, en verdad no me imaginé que fueran tan divertidos. Ella parecía la madre de ambos.
- Si, señora… Mejor me voy adentro a pedirle a Maguie una cerveza… Adiós reportera, ten cuidado con los cambios de humor de la ballenota.- me advirtió en voz baja pero fue escuchado.
- ¡¡THOMAS¡¡- lo volvió a retar y Robert se partía de la risa, por la situación tan bizarra.- Disculpa Rose, normalmente esta casa no es tan loca. Podemos continuar.- se volvió acomodar en su asiento.
- Claro… ¿Cómo piensan manejar ahora sus carreras? ¿Harán un stop por un tiempo?
- Yo dentro de cuatro meses tengo que promocionar mi última película que filmé con Justin, así que viajaré un poco pero solo lo mínimo e indispensable; no quiero que ella tenga que cargar con todo el cuidado de los dos niños… Quiero participar lo más que pueda de los primeros tiempos de ellos, y por ahora no pienso tomar ningún papel que me exija estar mucho tiempo fuera de casa.- era muy dulce verlo, besar el tope de la cabeza de ella con tanto cariño y amor.
- Yo hace bastante que deje de grabar y aunque extraño estar en el set, al menos un año más no voy a tomar nada que me lleve mucho tiempo. Voy a seguir trabajando en nuestra productora, viendo libretos, haciendo la post producción, etc… son cosas que yo manejo los tiempos y puedo hacerlos desde casa o en el estudio, donde obviamente voy a llevar a mis bebés… En verdad no se como voy hacer para dejarlos con alguien el día de mañana, creo que lloraré todo un mes seguido.- se rió.
- Igual imagino que visitaran varios set de grabación a lo largo de los años.- comenté.
- Seguramente, mientras no estén en el sistema escolar es más fácil viajar con niños; pero una vez que comiencen con las clases se nos va a complicar mas.- respondió.
- Tendrán que contratar un par de niñeras para que los ayuden; con dos niños se complica bastante las cosas.
- Por ahora creo que podremos los dos con Maguie, por eso mismo me estoy tomando este stop en mi carrera para estar al lado de mi esposa y mis hijos.
- Además no debemos olvidarnos de tus hermanas, tú mamá, las tíos postizas que tienen… Creo que tendremos suficientes manos para comenzar.- dijo divertida Kris.
- Tú mamá está pasando una temporada aquí… ¿Cómo te sentís al tener a tú familia lejos?
- Si vino hace unos meses; se va a quedar hasta el nacimiento y un tiempo después para ayudar. Ella está en representación de toda mi familia, igualmente mis hermanos, mi papá, mis abuelos y algunas amigas vendrán para la fecha de parto así están presentes para recibir a los nuevos integrantes.- acarició su barriga con una gran sonrisa.- Además la familia de Robert siempre fue un gran apoyo para mí, mis cuñadas son las hermanas mujeres que siempre quise tener, así que no siento que tengo a mi familia lejos.
- Es genial cuando uno se puede llevar tan bien con la familia política.- asintió.- Bueno para ir terminando ¿Ya tienen nombre los pequeños?
- Ummm…- se quedo pensando.- Tenemos una lista con seis nombres, tres para cada uno, lo vamos a terminar de decidir el día que nazcan.- contestó Kristen.
- Por ahora siguen siendo el sapito y la ranita.- finalizó Rob.
- Y ese apodo ¿De donde salió? Si se puede saber.- terminé por preguntar.
- En la primera ecografía Rob dijo que se parecían a dos renacuajos, por lo que al principio nos referíamos de esa manera. Pero luego el medico dijo que eran una niña y un niño y pasaron a ser la ranita y el sapito… imagino que la mayoría de los padres les ponen apodos medios tontos a sus hijos… ¿Alguna pregunta más?
- No, creo que tengo bastante.- apagué la grabadora y comencé a guardar mi anotador.- Dentro de una semana recibirán el borrador por si quieren cambiar algo, eso me dijeron en la redacción.
- Si, igual no te sientas acorralada en pasar lo que viviste aquí.- dijo Rob.
- Salvo la parte bizarra de Tom, luego el resto eres libre de poner lo que desees.- ambos se pararon para acompañarme a la salida. En el camino a la misma justo sonó el teléfono y Robert fue a atenderlo.- Antes de irte.- se quedó pensando un instante- Te gustaría conocer la habitación de los bebés.- me quedé impactada por un momento y solo logré asentir con la cabeza.

Subimos por las escaleras, donde había varios cuadros con fotos familiares de ambos, luego un pasillo largo con varias habitaciones. Ingresamos a la ultima, al final del pasillo a la derecha… me quedé sin palabras al ingresar.

El lugar era pura luz, con sus grandes ventanales; dos cunas, una al lado de la otra; dos mecedoras  y el resto lleno de animales de peluches que iban a tono con los animales de la pared.



- Mí mamá lo hizo, cuando regresamos de París estaba todo armado… Fue una gran sorpresa de su parte.- habló Kristen al lado mío.
- En verdad serán unos niños a los que nunca les faltará el amor.- dije un poco emocionada, de que me haya permitido conocer un poquito más de su vida.
- Gracias, fuiste muy amable en toda la entrevista y no hiciste ninguna pregunta para ponernos incómodos. En verdad te lo agradezco, estaba un poco reticente de dar una nota, pero no fue tan malo como lo esperaba.
- El placer fue mío y espero que te guste el escrito.- después de decir eso, salimos de la habitación y fuimos hasta la puerta de salida.- Nos mantenemos en contacto Kristen… Felicitaciones nuevamente, tienes una gran familia.- me despedí de ella.
- Gracias a ti, esperaremos ansiosos la nota… Maneja con cuidado.- Gritó desde la puerta, agitando la mano.

Al final todos los nervios sufridos anteriormente, fueron una perdida del tiempo… No hubo nada que tener; después de todo Robert y Kristen eran simplemente dos personas enamoradas que estaban por formar una gran familia.

Rpov

Era increíble lo rápido que pasaba el tiempo, ya estábamos a veintiocho de febrero, mi bella ballenita cumplía treinta semanas de gestación, entrando en la recta final… y mi mejor amigo, mi hermano del alma por fin daría el gran paso, casándose con Nettie.

Luego de la desastrosa pelea que todos tuvimos con nuestras respectivas parejas por culpa de mi gran error; la boda fue organizada en tiempo record y los chicos nos habían elegido a Kristen y a mí para ser sus padrinos.

Mientras ella estaba con su peluquero y maquillador arriba, poniéndose más hermosa de lo que ya es; yo aproveché el tiempo para tomar una cerveza en el living mientras revisaba la primera revista que Harper especialmente nos mando a casa antes de que saliera publicada en marzo… Las fotos que habían seleccionado eran preciosas, tendría que llamar al fotógrafo para que me haga una copia de todas las fotos así las tenía de recuerdo.





- Robert… ¿Todavía no te terminaste de cambiar?- me preguntó Kris desde la escalera, cuando me di vuelta para contestarle, me quede sin palabras de lo hermosa que estaba… Parecía toda una princesa de la realeza con su vestido negro hasta la rodilla y su tocado en el pelo; lo divertido es que todavía seguía en pantuflas en forma de zapatillas all stars.




- Ummm estaba viendo la revista, ya subo a ponerme el frac ¿Es necesario que vaya con eso? Ni siquiera para mi propia boda lo usé.- me quejé por ponerme ese maldito traje que me hacía ver como un pingüino.
Porque nuestra boda fue en al aire libre, solo eran un par de personas y no gastamos una fortuna como si fuéramos de la realeza. ¿Crees que a mí me gusta tener esta cosa en la cabeza?- puso sus bracitos en jarra, yo negué con la cabeza, sabiendo cuanto odiaba ponerse los fascinators en su cabeza.- Me siento como si hubiera matado una paloma para ponerme sus plumas.- me reí de su comentario.- Vete a cambiar antes que se nos haga tarde, tenemos que llegar antes que la novia no después de ella.- me levanté y me paré a su lado.
- Sabes que te amo verdad.- asintió.- Gracias por haber querido una boda pequeña y simple.- besé sus tentadores labios antes de subirme a vestir.

Dos horas más tarde, ya íbamos rumbo a St. Botolph Aldgate, lugar donde se llevaría acabo la boda. Como sabíamos que iba haber fotógrafos y posiblemente fanáticas, decidimos alquilar un coche e ir acompañados de nuestros guardaespaldas. Con el embarazo tan avanzado, era mejor prevenir que curar.



- Te lo dije, iba a estar lleno de fotógrafos.- se quejó Kristen poniéndose los zapatos con taco.
- Es que es la boda del año, hay casi tanta gente como el día en que Willian se casó con Kate…- mirando por la ventana, me di cuenta que John ya venía para abrirnos la puerta.- ¿Estas lista?
- Vamos cuanto antes entremos mejor… Esta tarde se casa nuestro hermano, no voy a permitir que la prensa nos empañe el día.- me contestó tomando de mi mano, cuando justo abrieron la puerta.

Miles de flashes sentí por todos lados y los típicos gritos de ¡Robert! ¡Kristen!, llegaban a mi oído.

- ¿Cómo está el embarazo? ¿Para cuando es la fecha? ¿Cómo será los nombres?- gritaban como locos los paparazzi.
- Chicos, chicos esté día es de Thomas y Netti, no nuestro… Que se diviertan.- les contestó Kris a todos antes de ingresar a la iglesia. Enseguida nos encontramos con el resto de la familia y con el flameante novio.
- Hola hijos, ¿Vieron cuantos periodistas hay afuera?- preguntó mi madre.- Me sentí llegando a una boda real jajaja
- Es culpa de Tom por hacer algo tan extravagante.- me quejé.
- ¡Mis padrinos ya llegaron!- grito Tom desde el altar.- Por Dios ballenota, mataste una paloma de camino aquí.- se burló por su tocado.
- Uhhh y  tú te afeitaste, es un milagro del señor.- le devolvió la burla mi esposa.
- Pos si, era eso o Netti me negaba el beso de recién casados… hablando de eso ¿Cuánto más va a tardar en llegar?
- Yo hable con Lizz antes de salir y me dijo que ya venían en camino, así que no deben estar por tardar en llegar.- justo sonó su celular.- Ya están a dos cuadras, será mejor que nos vayamos acomodando en nuestros puestos.- todos comenzaron a ubicarse, Kiki se acercó a mí para arreglarme el corbatín.- Eres el más guapo de todos aquí… Me excita verte con este frac.- me susurró al oído y mi propio Tomy se empezó a despertar de su siesta, luego del gran desayuno que tuvo unas horas atrás.
- No seas mala conmigo ballenita, estamos en lugar santo no podemos aquí… Pero te prometo que en el hotel algo se me ocurre.- le di una nalgadita, ganándome una risita traviesa de su parte.
- Te llegó la hora de ponerte el grillete hermano.- le dije  a Tom cuando me puse a su lado en el altar.
- Espero tener la mitad de la suerte que tienes tú con Kristen, con eso ya estoy más que satisfecho.- en ese momento comenzó a sonar el cannon de pachabel…

La ceremonia fue hermosa, Nettie parecía toda una princesa con su vaporoso vestido de novia, pero estaba tan emocionada, como el día que Kristen me dijo sí por primera vez. Cuando el sacerdote dijo los votos matrimoniales, no pudimos evitar mirarnos y con una simple sonrisa, mental mente volvimos a renovarlos.

La fiesta se llevaba a cabo en el Hote May Fair, así que todos partimos hacia allá una vez terminada la ceremonia.


- Creo que Tom se gastó todos sus ahorros.- comentó Sam que venía acompañado de su esposa.
- Es por eso que nosotros pagamos la luna de miel.- comentó divertida Kris.
- Ni me lo recuerdes, creo que tendré que volver a trabajar para pagar el bendito viaje… Yo imaginé que iba pedir algo común, París, Roma, Hawaii, no en Bora Bora en un exclusivo resort.- todos se reían.
- Pareces que no aprendes más Rob, mi hermano se abusa de tu confianza y amistad.- repuso Matilda.- ¿Cuánto falta para que conozcamos a los pequeños? Se me hace eterno este embarazo.
- Ya nada, hoy cumplí mis treintas semanas, así que… ¡Ya estamos en la recta final!!!- dijo emocionada mi esposa.-
- ¿Tus amigas cuando vienen?, así planeamos un baby shower…
- Ummm creo que una semana  de mi cumpleaños, pero no es necesario hacer un baby shower… ya no se donde más meter las cosas si me siguen regalando. Voy a tener mellizos no un regimiento.- era cierto que teníamos más cosas de lo que nuestros pequeños lograrían usar en su vida.

Seguimos conversando, hasta que llegaron los nuevos casados y empezamos con la rondas de vals.

- Me permite un baile bella dama.- le pregunté a mi esposa luego que bailara con Tom.
- Umm creo que a mi esposo no se enojara si le concedo un baile.- me regaló una gran sonrisa.
- Su esposo debe ser un maldito afortunado por tenerla.- la acerqué lo más que nuestros hijos nos permitieron.
- Ya lo creo que sí; pero yo también soy muy afortunada… mi marido es un gran hombre y el mas sexy del planeta según la revista GQ.- jamás se cansaría de burlarse de eso.-
- Entonces usted debe tener algo que lo encante, así no se va con otras mujeres…
- Tengo un par de buenas razones traseras que lo vuelven loco, se cocinar muy bien pero por sobre todas las cosas…- se puso de puntitas de pie para hablarme en el oído.- Se la chupo mejor que cualquier otra.- sí, era oficial… mi mujer me quería matar.
- Me parece que eso habrá que comprobarlo ¿Usted cree que su marido me la prestaría un rato para comprobar lo que me acaba de decir?- bajé sutilmente mi mano sobre su robusto trasero.
- Yo creo que si se enojaría mucho; pero con un hombre como usted voy a hacer una excepción… ¿Conoce algún lugar donde le pueda hacer mi demostración?- su mano bajo disimuladamente hasta mi pene.
- Creo que sé de un lugar perfecto.- la tomé de la mano y la llevé hasta la entrada donde pedí un cuarto.
- Estamos locos…- no paraba de reírse de lo rápido que íbamos de una punta a otra del hotel.
- Tú lo provocas, tú lo solucionas.- dije cerrando la puerta de un golpe.
- No nos podemos retrasar mucho, aún no dijimos las palabras de saludos a los novios.- hablaba mientras me besaba y me desabrochaba el pantalón. Se agachó.- No me toques el pelo, que las plumas de paloma nos van a delatar.- fue lo último que dijo antes de engullir mi pene en su caliente boca.
- Dios… eres magnífica.- su risita sobre mi miembro hizo que casi me venga en ese instante.

Relajó su garganta y tragó lo más profundo que pudo, sin ahogarse; con la parte que quedaba libre la masturbaba con una de sus manos y con la otra, masajeaba mis testículos. Su lengua, serpenteaba mi glande, logrando que ya no me quedaran fuerzas para aguantar el potente orgasmo que se estaba formando.

- Me corrooo…- no terminé de avisarle, que empecé a descargar mi semen en su boca y ella tragaba muy ávidamente. Cuando me limpió por completo, lo sacó de su boca.
- Y…  ¿Soy la mejor o no?- me dijo con una sonrisa de niña buena.
- Eres magnífica, eres la mejor como todo lo que haces.- la levanté del piso y la besé ferozmente.- Te amo.- comencé a besarle el cuello.-
- Rob… para…- me alejó con mucho esfuerzo de ella.-
- ¿No quieres que te devuelva el favor? Yo también soy muy bueno chupando… mordiendo, y lamiendo….- le metí la mano por debajo de la falda y al llegar a su centro me lo encontré completamente inundado.
- Me encantaría, pero debemos bajar a decir las palabras.- sacó mi mano de su interior.
- Podemos decir que te sentiste mal y nos fuimos antes…- yo quería quedarme a jugar en mi parque de diversiones-
Prometo que decimos las palabras y nos volvemos a terminar este asunto y desquitar la renta del cuarto.- me besó.- Voy al baño un momento, tú súbete los pantalones.- comentó divertida, antes de ingresar al tocador, mientras yo  chupaba dos de mis dedos que tenían un poquito de su delicioso sabor-

Bajamos los dos riéndonos y cuando ingresamos nuevamente al salón donde se celebraba la boda, varios ojos  nos miraban con picardía… Que le voy a hacer mi esposa es mi incendio automático, y no importa el lugar o la situación, yo soy un gran bombero que me complace apagar su fuego.


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Que les pareció ya vamos en la recta final del embrazo de kikis omggg!! muy pronto conoceremos a los bebes!! que emoción!! muchos besos a todas las que se pasan por aquí y nos vemos dentro de 15 días.

Por cierto gracias a carla por las fotos nenaa nos salvaste la vidaa!!! <3


lunes, 7 de mayo de 2012

Feliz cumple para la ex gringolandia!!!

Bueno este post llega un dia atrasado ya que anduve en estudiando en otra casa y no tenía la compu conmigo... pero obviamente no podiamos dejar de mencionar el cumple de la super correctora y buscadoras de fotos, nuestras Saris alias: ex gringolandia!!!

Esperamos que ayer en tu dia te hayan...


Tu casa haya estado llena de globos y regalos...



Y por sobre todo hayas tenido...


Digo (cof, cof, cof) una super torta de cumpleaños!!!


Desde esta pequeña casita te deseamos lo mejor y que se te cumplan todossssss tus deseos!!!
Como no pudimos estar contigo para cantar el feliz cumpleaños, con Rosy te hicimos un video :P
(Aclaracion. rosy se disfrazo de hipopotamo y yo de perro jajaj

viernes, 4 de mayo de 2012

Capitulo 21. Siempre habrá Paris II.

nos vemos abajo!

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Rpov

Llevamos aquí un par de días y aún me sorprende lo especial que es despertar en París…los rayos del sol se asomaban por la ventana iluminando toda la habitación, que con el calor vivido en la noche nos olvidamos de bajar las persianas. Por suerte, mi cielo, estaba tan cansada que ni se inmutó. Me coloqué de costado para observarla mejor…

Ahí estaba mi musa inspiradora dormida, abrazada a las almohadas, la sábana apenas la cubría al inicio del hogar de mis hijos… Me estaba deleitando con la figura de su espalda desnuda… aunque ella ya no se sintiera sexy por lo avanzado del embarazo, para mí nunca se vio mejor. Tuve que recordarme que ya no podía ser un loco salvaje y despertarla con una penetración rápida como hacía anteriormente con ella por el bien de los renacuajos, tendría que aprender a controlarme.

Con cuidado me levanté y la tapé mejor, tomé mi reloj para ver la hora:

¡Eran las once y media pasadas!!! Lo primero que hice fui pedir que nos subieran el desayuno, junto con un gran ramo de rosas blancas para mi reina, me di un baño rápido, borrando el olor de nuestro amor de mi cuerpo y me vestí con unos pantalones jogging y una remera de algodón para recibir el desayuno.
Cuando llegó tomé una de las rosas y fui hasta ella… Me causó gracia encontrarla del lado opuesto de la cama, con su cara metida en mi almohada; era un acto que repetíamos ambos cuando el otro se levantaba antes, siempre terminamos del lado opuesto, como si nuestro olfato se diera cuenta que ya no estábamos cerca, íbamos buscando nuestro olor.
Me arrodillé en la cama a su lado y comencé a rozar la flor por su cara, me reí bajito al ver como fruncía la nariz por la cosquillas de los pétalos… murmuro algo y se dio vuelta, regalándome su espalda cremosa salpicada en esas pequitas que tan bien conocía. Volví a pasar la rosa, pero esta vez sobre su columna, estremeciéndola por completo, soltó una pequeña risita lo que me dio pie para acostarme a su lado y besar su cuello.
-Bonne journée ma princesse.- susurré-.
- Ummmm… no sigas con eso.- comentó adormilada, abrazándose aún más a la almohada-
- ¿Seguir con qué?- pregunté, mientras continuaba besándola nada más que ahora acariciaba su barriga-
- Hablándome en francés… Sabes como me pone.- ronroneó-
-Comment mettez-vous?- volví a susurrarle, mordiéndole el oído. Sabía perfectamente como le calentaba que le hablara en francés ó con mi acento británico.
- ¡Robert!- se quejó, dándose vuelta para quedar frente mío.- Eres un caso perdido.- jugó con mi pelo.- Bonne journée mon amant- me saludó regalándome un muy suave beso para mi gusto.- Comment fait ce matin?- ella era la mejor jugadora a la hora de calentar motores, si ella se ponía a mil yo directamente me incendiaba cuando la oí hablar en francés, al ver mi cara seguramente de idiota que tenía al escucharla hablar, se río la muy cínica y comenzó a besar mi cuello-
- Ahora que lo dices excelente, siempre duermo como un bebé cuando te puedo abrazar y acurrucarme a tu lado, -me regaló una preciosa sonrisa que luego se transformó en una mueca- ¿Qué te pasa?- pregunté asustado-.
- Nada, tus hijos se ponen celosos que aún no los hayas saludado y me patean fuerte.- rodó los ojos. Sin hacerlos esperar más, la separé de la sábana para quedar con su preciosa figura a mi total disposición-.
- Eso no se hace niños, papi y mami están disfrutando de su momento romántico es feo interrumpir- les hablé sobre la panza y besé a cada costado, embriagado por el olor de la vagina de mi esposa que se dispersó al mover la sábana-
- Vete acostumbrando, porque así será nuestra vida dentro de unos meses… lleno de interrupciones.- comentó divertida, pero en el fondo tenía razón, dentro de poco ya no seríamos dos sino cuatro personas y las cosas cambiarían-.
- Ya encontraremos nuestros momentos a solas, para algo la tenemos a Liz que sirva de algo esa entrometida.- le dije sin dejar de acariciar la barriguita donde mi ranita y mi sapito daban pequeñas patadas-.
- Eres malo con ella, si supieras lo que te adora, -me regañó mientras acariciaba mi nuca-.
- Y yo a ella, pero que es insoportable, es insoportable.- las risas fueron interrumpidas por el gruñido de nuestro estómago.- Es mejor que nos levantemos a desayunar, ven ya está listo en el recibidor.- asintió-.
- ¿Me puedes pasar la bata del baño?- dijo levantándose de a poco. Mientras fui a buscar su pedido ella tomó unas bragas anchas de algodón especial para la maternidad.- Si ya sé, no son sexy y parecen bragas de abuela, pero me sostienen bien la barriga-.

                                                          

-       - No te iba a decir eso, de hecho te ves muuuyyy hermosa con ellas.- le ayudé a colocarse la bata-.
-    - ¿Mmmmm, en serio?
-    - Sip, te iba a decir que me gusta el dibujito que tienen.- comenté riéndome-.
- Eres un tonto.- me golpeó el hombro y se fue hasta el comedor-.
- Así me amas- grité tras ella, aproveché para cerrar las ventanas, cuando llegué me la encontré comiendo un pote de frutas, waffles con miel y un gran vaso de yogur. Me serví un poco de café y la seguí mirando como un bobo mientras devoraba toda esa comida-.
- ¿Qué?- habló con la boca llena-.-
- Nada cielo, comes como si fuera el fin del mundo, -dejó de golpe su tenedor y agachó la mirada. Mierda, la cagué- En realidad, quise decir…
- Qué soy una vaca que no para de comer ¿no?- dijo con los ojos llenos de lágrimas.- Lamento darte asco por mi forma de comer.- dejó la servilleta de golpe y se levantó llorando. Yo y mi bocota, soy un pendejo, corrí y la tomé de la mano antes de que se encerrara en la habitación, forcejeo un poco hasta que se rindió mientras seguía llorando desconsolada-.
- No quise decirte eso y menos como sonó.- intenté que me viera a la cara pero no quería solo seguía llorando.- Kiki- negó con un adorable puchero.-
- Amor, no eres una vaca, me causó ternura ver como disfrutabas de tu desayuno…y como alimentas a nuestros hijos, sabes que a mí no me importa tu figura.-
- Ósea que sí parezco una vaca pero te da ternura la vaca, ¿eso es?- preguntó levantando la ceja y yo comencé a sudar, un paso en falso más y ahora si me pedía el divorcio.-
- No mi corazón como crees, lo que quise decir y no me supe explicar es que fuiste, eres y serás preciosa siempre para mis ojos; a mí no me disgustan unos kilitos de más… hace ver más apetecible cada una de tus bellas curvas, así hay más Kristen a la cual agarrar y acariciar….-le dije sobando su trasero-
- ¿Entonces no parezco una vaca?, -preguntó algo insegura-
- Por supuesto que no, te ves tan linda como el primer día que te conocí, solo que ahora más mujer y con mis hermosos hijos dentro de ti, pero igual de hermosa, -le aseguré y de a poquito aflojó su tensión y formó una sonrisa-.
- Lo siento.- susurró-.
- Yo debería pedirte disculpas por mi gran y estúpida bocota.- sequé sus lágrimas-.
- Y yo por mis locas hormonas; a mi me gusta tu gran bocota cuando la utilizas para otras cosas.- se puso colorada de golpe… ¡Benditas hormonas!!!
- Mejor vayamos a terminar de desayunar y después la llevo de paseo Madame Pattinson.- le di un beso rápido-.
- J´aime l´idée de mon seigneur- me contestó la muy bruja-.
- Sigue así y no saldrás en todo el día de la habitación petite sorcière.- le di una nalgadita antes de volver al comedor, ganándome su preciosa risa. Hoy sería un día largo.
******
     Después de terminar de desayunar y esperar que Kristen se diera una ducha, tomamos el auto y fuimos a recorrer una vez más las calles parisinas. Obviamente era más divertido ir caminando, pero Kris ya estaba muy pesada y no soportaba caminar más que unas pocas cuadras antes de empezar a quejarse de sus pies. 

    Primero fuimos a comprar cosas para el sapito y la ranita, y debo decir que si en todos estos años ninguno de los dos había gastado realmente la fortuna que poseíamos, hoy dejamos una pequeña parte de ella en cosas para ellos… Pero como resistirnos, o mejor dicho, resistirme con tantas cositas lindas que tiene París.

En Burberry adquirimos varias batitas, ranitas, unas mallas preciosas y por supuesto unos lindos sacos bien abrigados e impermeables para los días de lluvia, que es lo que más abunda en Londres; en Dior fue lo mismo, otra pequeña fortuna dejada, pero imposible no comprar las ballerinas para mi princesa y un pequeño abrigo rosa con el cual seguramente se vería como una hermosa muñequita.

En la tienda de Ferrari le compré a mi sapito una remerita roja y unos tenis como los de los corredores de Fórmula 1, seguramente Tom alucinaría con este atuendo de su ahijado ya que era un fanático de ésa disciplina.

     Ahora nos encontrábamos en una casa de bebes peleando por cual pañalera llevar.

- Me niego a llevarme un bolso de este precio- se quejó por enésima vez en el día.- 3000 euros, podemos donar ese dinero algún hospital que le harán mejor uso.
- Jajajaja eres increíble, cualquier otra mujer, hasta la misma Vicky estaría saltando en una pata por tener un bolso así y tú te quejas.- le contesté poniendo el bolso de LV que quería comprar-.
- Sabes que yo no fui nunca fanática de los bolsos o de llenar de lujos mi guardarropa; creo que estos dos pequeños tienen más cosas de lujo de lo que hay en mi armario.- rió caminando por los pasillos-.
- Eso es cierto y fue una de las cosas que me enamoró, nunca necesitaste muchos lujos para ser feliz.- iba hablando atrás de ella-.
- No me criaron así, si bien siempre tuvimos un buen pasar económico ya sabes el valor que le dan al dinero en mi casa.- y eso era cierto, John y Jules habían amasado una pequeña gran fortuna en todos sus años de trabajo y de invertir en inmuebles.
- Mira estas- tomó una de las pañaleras- ¿No te parecen lindas? Tienen un diseño moderno- la abrió- Parecen amplias, para meter de todo, hay de los dos motivos y también unisex.
- Son muy lindas, pero creo que necesitaremos llevar dos, ya que no nos va a entrar las cosas de las dos bebes.

  

-     - El precio no está mal.- se fijó en la etiqueta-.
- Ya deja de fijarte en el precio de todo, si te gusta, te lo llevas; tómalo como un regalo de luna de miel.- la obligué a que se lo llevara-.
- Menos mal que no soy como todas, sino entre tu forma de compra compulsiva ya estaríamos en la quiebra.- se burló la muy mala.- Mejor paguemos esto antes que quieras comprarme toda la tienda.

Luego de allí teníamos mucha hambre y fuimos a comer algo en una típica Boulangeri parisina en la Avenida St. Michel, sobre el río Sena, después de la mala experiencia del desayuno con mi estúpida bocota, nos compré panninis, crepas, baguettes con queso, algunos refrescos, chocolates y unos deliciosos panes franceses, para que mi esposa repusiera fuerzas y mis enanos no pasaran hambre. Dejamos las cosas en el auto, menos mal que había comprado una camioneta porque casi iba a explotar de tantos regalos.

- ¿Quieres ir a dar un paseo a Notre Dame? No está muy lejos de aquí mira de aquí se alcanza a ver podemos ir caminando.- dije mientras terminaba de pagar la cuenta-.
- Si, así bajamos todo lo que almorzamos.

Era una tarde cálida, solo llevábamos unas camperitas livianas por si acaso más tarde, refrescaba. Miles de turistas entraban y salían de la hermosa catedral.

      - Nunca entendí porque en las iglesias hace tanto frío.- me quejé poniéndome la campera.-
- Imagino porque es un lugar santo.- me contestó muy bajito.-
- ¿Acaso Jesús no tenía frío?- volví a quejarme-.
- Robert- me llamó la atención, subiendo el tono de voz; varias personas se dieron vuelta para mirarnos feo.- Estamos en un lugar sagrado, no podemos estar de broma.- me retó como a niño pequeño-.
- Está bien, mamá.- solo vi como me rodó los ojos-.
- Recorrimos todo el lugar pasando por sus hermosos vitrales y los famosos rosetones, me sorprendió como Kris sabía la historia del lugar y como me fue contando todos los detalles de la novela de Víctor Hugo “Nuestra Señora de París” donde cuenta la historia de Esmeralda y el Jorobado Quasimodo, me daba un poco de risa como se apasionaba con la historia mientras la narraba para mí, pero esa era mi mujer, una apasionada en cada cosa que decidía hacer…

Kpov

Fue un viaje realmente espectacular e inolvidable…

Hoy era nuestro última noche en París, después de pasar una hermosa semana entre paseos, compras y amarnos hasta el amanecer.

Robert quería que hoy renovemos nuestros votos y no sé como consiguió que el párroco de la Santa Capilla de París, nos abriera las puertas para casarnos nuevamente ante Dios. Le pedí que hoy me diera el día libre, así buscaba un vestido para la ocasión, ya que salvo por el negro que usé la primera noche, tenía puros pantalones de maternidad con remerones y no pensaba casarme con eso.

Me fui al Printemps, una exclusiva tienda departamental de los Campos Elíseos en París y conseguí un hermoso vestido blanco que me llegaba hasta la rodilla y hacía que mis hijos se notaran preciosos.

Estaba ya por volverme al hotel cuando pase por Absolutely Pôm, en más de un viaje Robert me había llevado como obsequio lencería de aquí. Cualquier ropa que me hiciera ver como una fina prostituta, él me la compraba y yo encantada lo usaba para él.

Sentí un poco de pena viendo las prendas y mirando mí estado, obviamente nada me quedaría igual de lindo cuando tenía quince kilos menos, pero al menos hice el intento de darle una buena noche de bodas a mi “futuro” marido; también llevé unas prendas para usar en el futuro cuando recobrara mi figura y mis niños me dieran algún momento de intimidad con su padre.

Al llegar al hotel, la habitación estaba toda a oscuras, lo que significaba que Robert ya se había ido; sobre el tocador había una cajita de Tiffany junto con una nota que decía: “ÁBREME”… Tomé el obsequió y abrí la nota.

“Sé que vas a protestar por andar regalándote tantas cosas. Tómalo como un obsequio de bodas, para que tengas algo nuevo y algo azul… 
Un chofer pasará aquí al lobby por ti, camina con cuidado.
Te veo a las ocho en la capilla. Te amo”
Como enojarme con él, después de ser tan atento conmigo, ví la hora, eran las seis de la tarde…

- Será mejor que nos apuremos o llegaremos tarde pequeñuelos.- le hablé a mi barriga antes de ir hasta la ducha.-

Luego del baño, me pasé por todo el cuerpo crema con aroma a vainilla y comencé a maquillarme un poco; el pelo me lo dejé suelto, solo me levanté la parte de adelante con unas horquillas y el resto lo ondulé. Volví a la habitación y observé mi vestido blanco que me esperaba.
   
    - Nuevamente estoy frente a ti- le dije al vestido. En muchas películas me había vestido de blanco para representar una boda, pero siempre los momentos que más recordaría fue cuando grabé amanecer y el día de mi boda real. Esos dos vestidos estaban guardados con mucho cuidado en un baúl, que estaba en mi armario.
                                                 

Una vez que terminé de vestirme, me puse los nuevos zapatos blancos que me compré y la pulsera que Rob me había obsequiado; el anillo me lo había pedido esta mañana para llevárselo.

                                            
-      - Bueno ya tengo algo nuevo, azul, me falta algo usado…- dije frente al espejo.- ¿Qué puedo llevar?- entonces me acordé que había traído mi joyero conmigo, me puse a buscar como una loca hasta que lo encontré en el fondo, la hebilla que use el día de mi boda, que anteriormente fue de mi suegra. Me la coloqué en mi peinado y me miré por ultima vez al espejo.
    
   - ¿Me veo linda?- mis niños me patearon.- Ustedes dos son igual que su padre, me puedo poner un mameluco de albañil y el dirá que soy la más bella del mundo.- volvieron a patear.- Si, por eso lo amo… Mejor vamos yendo, así luego no me reclama que lo hice esperar.

Cuando bajé a la recepción del hotel, un auto me estaba esperando… Los paparazzis sabían de nuestra estadía y varias veces nos sacaron fotos paseando; además un poco a regañadientes habíamos aprovechado la estadía para hacer una sesión de fotos para Harper´s, en el Hotel Ritz, donde para evitar el acoso de los periodistas mostré mi embarazo y éstos anunciaron la exclusiva, donando 5 millones de dólares a dos fundaciones que Rob y yo apoyábamos hace años en África, en unos días irían a visitarnos a casa para la entrevista. 


Al salir, por suerte no había nadie esperándome, me metí rápido en el auto; el chofer ya conocía mi destino final así que me dejé llevar viendo por la ventana a la ciudad de las luces. Cuando el auto se detuvo en una zona reservada, sentí mariposas en la panza de los nervios que traía.

Ingresé a la capilla que estaba casi toda a oscuras, salvo por las luces que alumbraban el altar y el camino a este.

                               

En la otra punta se veía a lo lejos a dos personas.

- Madame.- me llamó el chofer-.
- Si.-pregunté girándome hacia él-
- Ha olvidado usted esto.- me entregó un pequeño ramo de rosas y lilium, esto no podía ser más que obra de Robert-
                                         

-
- Muchísimas gracias.- le sonreí.-
- Felicitaciones.- se despidió. Cuando me di vuelta tenía a Rob a solos unos pasos de mí.-
- Estás preciosa.- me tomó de la cintura para darme un cálido beso.-

- ¿No me tendrías que esperar en el altar?
- ¿Y ver como caminas sola? No señorita, nada de eso, esta vez marcharemos juntos hacia el altar.- me prestó su brazo para que lo tomara de allí.- ¿Preparada?
- Contigo a mi lado, siempre.- me agarré de su brazo y le di un beso rápido-.
- Todavía no es momento de besos… pero no me quejo, -me dijo sonriendo pícaramente-

Al dar los primeros pasos por la alfombra roja, se escuchó el ave maría de fondo, interpretada solo por un par de violines. Lo miré por un momento mientras juntos caminábamos, su sonrisa podría quebrar las paredes del lugar, era perfecta; sus ojos brillaban con tanta intensidad, tenía la misma mirada de orgullo de cuando lograba algo.

- Hijos míos, bienvenidos.- nos saludó el padre.- Nos hemos hoy reunido aquí, en la casa de Dios, para que ambos renueven sus votos matrimoniales. ¿Quién comienza?- nos miró a ambos. Robert tomó una bocanada de aire y comenzó a hablar-.
- Kristen, mi mejor amiga, mi amante, mi mujer y la madre de mis niños- tocó mi barriga.- Sé que aun cuando es lo último que hubiera deseado en el mundo… te he lastimado y no me alcanzará la vida para demostrarte cuanto lo siento.- mis hormonas me estaban por traicionar, derramando unas lágrimas.- Pero tú eres un ángel, que aún permite que éste tonto enamorado esté a tú lado. Quiero pedirte que me des la oportunidad de seguir siendo tu compañero de camino, ver crecer a estos pequeños y a los que vendrán.- me reí.- y luego, ver a nuestros nietos…Como te prometí años atrás quiero estar para siempre a tu lado, ser tu amigo y tu acompañante de ruta. Te ofrezco velar por nuestra familia, cuidarlos, ser tu paño de lágrimas e intentar con todas las fuerzas que hay en mí controlar todo aquello que pueda volver a lastimarte, te prometo amarte sin condiciones, sin importar la edad, el físico, las alegrías o las enfermedades, no importa cual de los dos se vaya primero, te esperaré y te encontraré para volver a ser tu compañero y tu amor en tantas vidas como se nos permita existir. - yo a esa altura era un mar de lágrimas y no sabía que decir-.
- Kristen, es tú turno.- me recordó el padre-.
- Odio que seas tú el que comienza hablar, porque me dejas a mí sin palabras.- sequé mis lágrimas.- Qué te puedo decir que ya no te haya - dicho… Eres mi faro, mi ancla, mi punto fuerte en el que siempre podré apoyarme. Sabes sacar lo mejor y lo peor de mí, pero sobre toda las cosas me impulsas a abrir las alas para volar lejos… Tropezamos con una piedra en el camino, dolió, pero nuestro amor es tan fuerte que supo superarlo. Yo también te prometo nuevamente seguir luchando por esta pequeña familia que estamos iniciando- ambos pusimos nuestras manos sobre mi panza, sintiendo como los niños se movían.- y en unos años agrandarla un poco más. Quiero que nuestro sueño de estar viejitos, tomando el té en el porche se cumpla y lucharé por eso… Yo también te buscaré y te esperaré cuando el Señor nos llame a su lado y ahí volveremos amarnos eternamente… Tú eres mí Universo, mí Sol, y mí vida.- finalicé con la misma frase de nuestra boda-.
- Muy bien, luego de estas hermosas palabras les pregunto: Robert Thomas Pattinson, aceptas a Kristen Jaymes Stewart nuevamente como tú legitima esposa para amarla y respetarla tanto en la salud como en la enfermedad, en la riqueza como en la pobreza, hasta que la muerte los separe:
- Si aceptó- contestó acariciando a los bebés y apretando mi mano-.
- Kristen Jaymes Stewart, aceptas a Robert Thomas Pattinson nuevamente como tú legitimo esposo para amarlo y respetarlo tanto en la salud como en la enfermedad, en la riqueza como en la pobreza, hasta que la muerte los separe:
- Sí acepto- acaricié su rostro-.
- Ahora tomen estos anillos como símbolo de su amor y de su unión.- ambos nos colocamos los nuevos anillos, sobre nuestras viejas alianzas-.
- Lo que Dios ha unido en el cielo, él hombre no lo separe en la tierra. Por el poder que me confiere la Santa Iglesia los declaro nuevamente marido y mujer.-ambos sonreímos llenos de felicidad.- Puede besar a la novia, digo esposa… bueno como sea puedes besarla.- sellamos nuestro pacto con un gran beso-.
- Te amo.- dijo sobre mis labios-
- Te amo.- contesté de la misma forma, perdiéndonos en nuestra burbuja personal-.
- Gracias Padre por todo.- dijo triunfante mi nuevamente marido-.
- Fue un placer chicos, no muchas veces uno se encuentra con un amor tan grande y puro como el de ustedes dos. Les deseo lo mejor y todas mis bendiciones para este bebé-.
- Son dos, una niña y un niño.- comenté-.
- Entonces dobles bendiciones para ambos, llegaran a un hogar lleno de amor, puedo dar fe de eso.- nos dio a ambos una palmadita-.
- Padre, ¿Puedo dejar mi ramo a la Virgen?- le pregunté-.
- Claro hija, por aquí está el atrio.- me enseñó el camino por donde ir-.
- Ve, yo me quedo esperándote.- Rob me dio mi espacio. Fui caminando despacio hasta el altar de la virgen, dejé mi ramo ahí y luego me arrodillé en el banquito-.
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- Bueno tú sabes que yo no he sido muy religiosa a lo largo de mi vida, para ser honesta más bien no he sido nada creyente…pero quiero agradecerte el día de hoy por todo lo que me has dado todos estos años… Por favor te lo suplico protege a mis niños, que nazcan sanos y puedan crecer felices, y sino es mucha molestia, también al papá de mis hijos, que aunque a veces es el hombre mas terco del mundo, es el amor de mi vida. Gracias. -me levanté y volví hasta mi marido que me esperaba con mi saco en mano-.
- Toma, abrígate que hay viento afuera.- me ayudó a ponérmelo.- Gracias Padre nuevamente por todo.
- Vayan con Dios, hijos míos.- nos despidió muy cordialmente. Al llegar afuera, Rob me ayudo a subirme a nuestro auto-.
- ¿Ahora donde vamos?- pregunté abrochándome el cinturón.
- Tengo una mesa reservada en “Le Coupe-Chou”, hay que celebrar esta nueva unión.- besó mi mano.-
- ¿Y luego tendremos nuestra “noche de bodas”?- moví sugestivamente las cejas-.
- Obviamente, que gracia tienen casarnos si no vamos a tener nuestra noche de pasión.- he dicho, mi hombre era un caso perdido-.
- Eres un pervertido.- golpeé su pierna-
- Y tú una ninfómana.- dijo muy divertido y ni como regañarlo… es verdad… desde que empezó nuestra relación no puedo sacarle las manos de encima-.

El tránsito era tranquilo, así que llegamos en un abrir y cerrar de ojos al restaurant. Robert me abrazó por la cintura y juntos entramos-.

-  Bonne nuit.- dijo la recepcionista.-
- Bonne nuit, réservant le mon du seigneur Pattinson.- Dios otra vez con el francés, quería violarlo aquí mismo-.
- S´il vous plaît, arrêter par ici.- ambos seguimos a la dama, hasta una de las esquinas que estaba casualmente despejada del resto del mundo-.
- Merci.- la chica se alejó.- Amor ¿Te sucede algo?
No… solo lo mismo de siempre.- me quejé- 
      - ¿Y eso es…?- preguntó divertido-
- Me pone en llamas que hables en francés.- el tonto estalló en risas.- Basta no es divertido, sentirte toda húmeda y no poder saciar el deseo de devorar el cuerpo de tu hombre.- justo llegó el camarero. Robert ordenó por ambos y pidió únicamente dos copas de champagne porque por mi estado no podía permitirme más.

Después de cenar y de charlar, vino el camarero con una pequeña torta, imitando a la original de años atrás.

- No puedo creer que hayas mandado a hacer una replica de la torta de nuestra boda- comenté-
- Solo la parte de arriba… Bueno hora de brindar por nuestro futuro.- levantó la copa-
- Por nuestro futuro y el de nuestros hijos.- posé la mano en mi barriga, antes de chocar la copa.- Te amo.
- Yo más a ti, ahora a comer ésta delicia.- tomó un cuchillo, cortando una porción que luego me dio. Nos alimentamos mutuamente, hasta que empezó a sonar una melodía.- ¿Me permite el Primer Baile Princesa?, ¡¡digo Esposa y doble esposa ni mas ni menos!!
-  ¡Con todo gusto marido tonto¡.- Me levanté ofreciéndole mi mano. Delicadamente tomó de mi cintura, apoyé mi cabeza sobre su pétreo pecho y empezó a mecerme al ritmo de la canción, que fue susurrándomela al oído.

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El cielo azul sobre nosotros puede hundirse
Y la tierra puede derrumbarse 
No me importa si tú me amas 
Paso del mundo entero 

Mientras el amor inunde mis mañanas 
Mientras mi cuerpo se estremezca bajo tus manos 
No me importan los problemas 
Mi amor pues tú me amas 

Iría hasta el fin del mundo 
Me teñiría de rubia 
Si tú me lo pidieras 
Iría a descolgar la luna 
Iría a robar una fortuna 
Si tú me lo pidieras 

Renegaría de mi patria 
Renegaría de mis amigos 
Si tú me lo pidieras. 
Se pueden reír de mí 
Haría cualquier cosa 
Si tú me lo pidieras. 

Si un día la vida te arrancara de mí 
Si te mueres… Estando lejos de mí 
Poco me importa si tú me amas 
Porque moriría yo también 
Tendremos para nosotros la eternidad 
En el azul de toda la inmensidad 
En el cielo muchos problemas 
Mi amor… crees en los que se aman 
Dios reúne a los que aman. 

     Esta canción que tocaban era “El himno al amor” de Edith Piaff, y describía perfectamente lo que ambos sentíamos y de las promesas que horas atrás renovamos.

- Vayamos al hotel.- susurré sin quitar mi cabeza de su pecho. Me acarició la espalda y sin decir más pagó la cuenta y nos marchamos a disfrutar de nuestra noche de bodas.

Entramos a la habitación entre abrazos y besos rápidos, con acelerados movimientos mi esposo me abría la cremallera del vestido que rápidamente terminó en el piso, yo con manos temblorosas de la anticipación le quité la chaqueta, le arranqué la corbata y abrí su camisa; aventé mis zapatos sin fijarme donde caían.

Robert algo impaciente pasó la mano por mi entrepierna probando lo preparada que estaba para recibirlo, con cuidado hizo a un lado mi braga y con su dedo índice tocó la entrada a su vagina, jadeó al notar cuando húmeda estaba y enseguida acompañó el primer dedo con un segundo, gemí con fuerza y me aferré a su cabello mientras empezaba un lento ondular de caderas.

Aquello provocó que el pene de mi marido, gritara por atención pidiendo enterrarse mi vagina la cual estaba siendo invadida por esos hermosos dedos.

- Amor tengo un lindo conjunto de lencería que compré para ésta noche, -le dije mientras él azotaba la puerta de entrada y me llevaba hasta la cama-
- NO… ahora no, después… mañana me lo muestras, -decía besando ahora mis senos los cuales liberó del sostén-
- No amor, es para que lo disfrutes esta noche,-le pedí jadeando al sentir como jalaba uno de mis pezones con sus dientes-.
- No mi vida, mañana o lo guardas para Londres pero hoy vamos a jugar sin daditos y sin lencería sino te voy a terminar clavando en la pared y no quiero,-me dijo mientras me tumbó en la cama y seguía devorando mis senos-

Cuando el movimiento de mis caderas se hizo más fuerte aún y su miembro latía contra mi pierna de manera dolorosa, retiró sus dedos y sin más preámbulo se paro de la cama y se desnudó por completo.

- Eres una ricura y es una delicia mirarte pero ahora prefiero penetrarte, -me dijo con los ojos obscurecidos de pasión mientras enganchaba los pulgares en mis bragas y las bajaba por mis piernas-.

Volvió a comprobar lo lubricada que estaba, cuando me tomó por las piernas haciendo que lo abrazara con ellas, me aferré al cabello de Robert y lo jalé para besarlo con lujuria y desespero. Él gimió ante mi respuesta y agarrándome por las nalgas me penetró de un solo golpe. Nuestros cuerpos no tardaron en unirse, estábamos tan desesperados y necesitados el uno del otro, que mordí sus labios para evitar gritar.

Gemía al sentir el miembro de Rob, tan dentro mío, era absolutamente erótico y delicioso sentirlo rozando mis paredes vaginales y masajeando con una de sus manos mi clítoris. Ese vaivén nos llevó rápidamente al precipicio, donde escucharlo fue mi perdición.

- Abre los ojos Kris, quiero verte venir, quiero ver como te follo y lo disfrutas.

Abrí mis ojos el mayor tiempo que pude, pero los calambres en mis piernas, la maravillosa sensación de plenitud, este coito espectacular que estaba disfrutando y el rostro de mi esposo mientras se vaciaba en mi interior con un sonoro grito mientras yo lo apretaba y exprimía lo más que podía; me vi forzada a cerrar los ojos y dar gracias por ser una mujer tan afortunada que a los 17 años conoció a su alma gemela y que hoy a pesar de los obstáculos aquí estábamos juntos, enamorados y con una hermosa vida por delante.

Exhausto mi esposo se derrumbó sobre la cama y apoyó su frente en mi hombro dando pequeños besos de agradecimiento, suavemente tomó mi cadera y me susurró muy bajito.

- Te adoro.

*****

La mañana llegó y con ella, nuestra partida de París. Fue una excelente semana en donde ambos nos reencontramos como pareja, reafirmamos viejos sueños y proyectamos nuevos.

Robert se encargó de empacar todo, acomodarlo en el auto, mientras yo desayunaba tranquila en el balcón del hotel.

- Hora de volver a casa preciosa.- me rodeó con sus brazos, apoyando su pera sobre mis hombros.-
- Antes me gustaría pasar por un lugar.- dije uniendo nuestras manos-.
¿A dónde quieres ir? –preguntó algo curioso acariciando mi oído-
   - Hasta el puente de los candados, a buscar el que dejamos años atrás y poner uno nuevo; ya que renovamos nuestros votos matrimoniales, me gustaría también renovar esa promesa.- me giré para ponerle cara de niña buena.-
- Ok, me parece una excelente idea.- besó mi nariz- ¿Tienes un candado o tenemos que comprar uno?, -preguntó mientras robaba un poco de la fruta de mi plato-
- No, ya tengo uno en mi bolso.- sonreí.-
- Entonces no esperemos más, vayamos hasta nuestro último lugar antes de partir.- besó mis labios.-

El puente no estaba muy lejos del hotel, así que llegamos en un abrir y cerrar de ojos. Tardamos un poco en encontrar el anterior candado, con tanto que había alrededor.

- Mira aquí está el nuestro acá - me gritó Rob contento. El candado tenía forma de corazón y tenía grabado “RyK febrero 2012”. Fue el año que nos dimos nuestras primeras minis vacaciones parisinas luego de tantos años de trabajar si parar.- ¿Colocaremos el nuevo candado aquí?

-   - Sí- lo busqué en mi cartera hasta que lo encontré- Aquí está- le pasé el candado en forma de rana que había comprado en una feria en Londres.-
- Jajajaja –reía sin parar- Le viene muy bien a la situación- comentó divertido- ¿Tienes una pluma imborrable para escribir la fecha?



- Si, toma- se la pasé y él empezó anotar algo en la parte de abajo del candado.
- ¡Listo! ¿que te parece?- me lo devolvió y observé lo que escribió:

“Siempre habrá Paris. Febrero 2015. RyK”

- Perfecto, ahora a colocarlo.- me arrodillé con su ayuda y lo uní al anterior candado.- Listo .¿Tiramos la llave juntos?
 Sí.- tomó mi mano, la levantó y luego lanzamos la llave muy lejos en el Sena, me abrazó.- Fue un gran viaje como todos los que he hecho contigo, pero éste fue aún más especial, -me dijo mientras me abrazaba y observábamos el Río Sena y sus incontables puentes-.
      - Si que lo fue, ahora a volver a casa, a la locura diaria.- dije divertida-.
- Dirás con las locas de mis hermanas.- le pegué en el hombro-.
- No seas así con ellas, les debemos el volver a estar juntos.- me abracé a su cuello, hundiendo mi mano en su pelo y lo besé.- Además siempre podremos volver a venir, si te portas bien y con el tiempo, quizás vengamos por otro bebe, le dije viéndolo entre mis pestañas y coqueteando un poco-
- ¿En serio? –preguntó emocionado-
- Por supuesto que es en serio, pero con el tiempo…. Quiero disfrutar ahora de estos enanos, y disfrutar de ti, pero para mí París siempre me recordara el enorme amor que siento por ti y los momentos maravillosos que aquí hemos pasado, ¿trato hecho? –le pregunté-
- Ni lo dudes hermosa, para mí la ciudad del amor, es donde estés tú, pero siempre habrá un París para nosotros dos mientras estemos juntos y eso espero que sea para todas nuestras vidas.- dijo antes de apretar mi cuerpo y besarme-.

Tenía razón en eso, no importa donde estemos, mientras que nos mantuviéramos juntos, siempre encontraríamos un París en nuestro corazón… La ciudad del Amor.

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Por fin lo pude acabar que me dio mucha guerra este capitulo en acomodarlo de todos modos disculpen si algo esta mal.... muchos besos a todas las nenas que se pasan por aquí es de gran ayuda su apoyo ..sin mas nos vemos dentro de 15 días.