sábado, 24 de septiembre de 2011

Adelanto del Capítulo 9: RECOMPENSAS QUE DA LA VIDA

Bueno tarde pero seguro... aqui les dejo un pequeño adelanto de lo que nos espera el próximo sabado... No me maten, prometo que es un capítulo bien largo!!!

Las quiero!!!
Naty
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Rpov

- Gracias por encargarte de Madi y dejarme dormir un rato más. Prometo recompensártelo a la noche, -mordió mi oído, y de inmediato sentí un tirón en cierta parte de mi pantalón-.

- Me alegro que hayas amanecido tan contenta y con tanta energía- besé sus manos y la acerqué hasta tener su panza frente a mí. Levanté la musculosa que traía puesta- Buen día mi pequeña renacuajo ¿Cómo está todo ahí adentro? Apuesto que no debe haber mejor lugar en el mundo que la panza de mami, - besé su plano vientre.

- Por ahora, gracias a Dios, no me está haciendo escupir el estomago como me pasó con su...- se calló de inmediato. Yo perfectamente sabía a lo que se refería, con nuestro primer bebé, prácticamente amanecía abrazada al inodoro y a penas podía comer ciertas cosas sin terminar devolviéndolo todo-.

- Los embarazos nunca son iguales hija- gracias a Dios Maggie se dignó a hablar- yo con mis dos nenes, Alex y Adan, me la pasé vomitando y sintiéndome horrible durante todo el embarazo; pero con María fue continuar mi vida con normalidad, solo se notaba que estaba embarazada por la barriga enorme que tenía- nos comentó, a la vez que le acercaba un plato con fruta a Kris.

- Ves es lo que te digo ¡Vamos a tener una hermosa nena!- robé justo el trozo de manzana que estaba por comerse y luego la besé-.

- Deja de hacerte falsas ilusiones. Después como le diremos si llega a ser niño, que su papá lo trataba de niña en la panza, crea que querías que sea gay, -en ese momento me atraganté con el pedazo de manzana-.

- ¿Poque tito Bob ta cololado?- justo ingreso Madi, con sus cachetes colorados de tanto correr y el pelo todo revuelto-.

- Por nada mi niña- Kiki la alzó a upa- ¿Lista para regresar con mami?- le preguntó mientras a peinaba nuevamente.

- Siiiiiiiii- contestó tan emocionada como siempre. Realmente era una bola de energía sin fin.

Mientras yo estaba luchando por poner la sillita de seguridad dentro del BMW, Kristen se encargó de preparar la pañalera y habló con Maggie de las cosas por hacer en la casa y cual iba ha ser la cena de ésta noche.
Lástima que hoy me tocaba trabajar de noche, me había pedido todo el fin de semana para disfrutar de mi familia, por lo que hoy me tocaba recuperar de noche. Gracias a Dios ésta era la última semana de grabación; aunque tenía un proyecto pendiente, en el cual deseaban que trabajara, ahora tenía un papel más importante que realizar y pensaba tomarme todo el tiempo que fuera necesario para estar al lado de Kristen y de mi hijo. Por algo no había parado de filmar desde que hice Twilight, no éramos dos personas que gastaran mucho dinero, así que nos podíamos dar el lujo de pasar varios años sin trabajar.

Fuimos hasta la casa de mi hermana cantando las canciones de las películas de Disney, Madison aplaudía y rebotaba en su sillita durante todo e viaje. Luego de dejarla con mi hermana, la cual, parecía recién haberse levantado; nos fuimos hasta el Hospital St Mary's.

Durante el viaje me percaté, que luego de dejar a Madi, Kristen se había callado completamente; tenía la frente apoyada en la ventana del auto, mirando hacia fuera. No era mucha ciencia saber que por su cabecita, estaría maquinándose como siempre.

Así que cuando estacioné el auto, en el garage interno del hospital, me atreví a preguntarle que le sucedía.

- Cielo ¿Te sientes bien?- pregunté, tocándole la pierna de manera reconfortadota. Solo asintió y escuche un suave ummjuu- Vamos amor te conozco... ¿Qué anda pasando por esa cabecita?- cuando le giré el rostro para verla a los ojos, estos estaban húmedos por las pequeñas lágrimas que derramaba.
- Tengo miedo- dijo compungida y solo pude abrazarla-.

Yo también sentía miedo, aún ni siquiera me creía que el embarazo fuera real.

Pero desde el mismo instante que decidimos comenzar nuevamente con la búsqueda, mis fantasmas del pasado regresaron.
Entendía su dolor, yo también perdí a mi pequeño varoncito; pero como hablarle sobre las seis horas más horribles de mi vida esperando que me dijeran si la razón de mí existencia me abandonaba también. ¿Cómo decirle qué sentía el mismo miedo de no lograrlo nuevamente?

Ella me necesitaba y me necesita fuerte; jamás permití que se enterara de las veces que me despertaba en plena madrugada, cubierto de sudor por las pesadillas, para fijarme si respiraba mientras dormía; temiendo que fuera un sueño el tenerla a mí lado.

- Shhhhh... pequeña, seamos positivos; esperemos para ver que nos dice el doctor Summerland- acaricié su espalda-.

- Tienes razón amor- se separó para besar mis labios- Dios estoy hecha una llorona- me reí por su comentario. Tomó un poco de maquillaje para arreglar su cara sonrojada a causa del llanto. De un minuto al otro era como sí nada hubiera pasado; hormonas, pensé- Lista, ¿Cómo me veo?.

- Tan hermosa como cuando tenías diecisiete años y te ví sentada en la cama de Catherine, -besé su nariz, ganándome una sonrisa de su parte.

- Siempre tan dulce, -descansó su frente con la mía- Listo para conocer al pequeño renacuajo.- acarició mí rostro.

- Más que listo- volví a besarla-.

- Entonces andando.- ambos abandonamos el auto-.

Mientras subíamos hasta el quinto piso, fuimos hablando de todas las preguntas que teníamos para hacerle, como buenos padres primerizos que éramos.

A penas al abrirse las puertas del ascensor, me encontré con la última persona con la que deseaba toparme...

domingo, 18 de septiembre de 2011

Capitulo 8: EL REY LEON

Feliz domingo para todas!!!... Perdón por la demora, se que no tuvieron adelanto como están acostumbradas, pero como prometí: Van a tener capítulo... Me quede toda la madrugada de ayer anoche para terminarlo, porque se lo merecen por la cantidad de cosas lindas que nos escriben, queriendo saber un poco más de esta historia.
A pesar de haberla escrito de apurada ayer a la madrugada, es uno de los capítulos que más disfrute escribir. Aviso como siempre que esta historia es para mayores de 18!!!... La parte hot esta vez estuvo a cargo de Rosy ya que yo me encontraba en un bloqueo mental.... así que los laureles son para ella; en esta ocasión fui pura y no  le di rienda suelta a mi perversión jajajaja solo escribí cosas lindas y dulces :P
Me dejo de parlotear y las dejo leer tranquilas... se lo anciosas que están!!!
A casi me olvido, nuestra compañera Sarita se encuentra estudiando en el extranjero así que ella también anda media ocupa como yo... por eso a enviarle todos nuestros mejores deseos  en esta nueva aventura que está emprendiendo.
Ahora sí a leer se a dicho!!!
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Kpov 

Estaba en la cocina preparando el almuerzo, a pesar que ya el verano estaba por terminar hoy hacia un calor que te asaba, por suerte era domingo, Rob no trabajaba y podíamos disfrutar juntos de la pileta (alberca). 

Desde que se enteró de mí embarazo, hace menos de 48 horas, mi cuerpo había adquirido una nueva sombra, ya que él no se separaba en ningún momento de mí lado, estaba atento a cada uno de mis movimientos, realmente me preocupaba que si era así ahora, no me quiero imaginar lo que me depara en los próximos meses. 

- Espero que seas niño, porque si eres niña tú papá te volverá loca- le hablé a mi pancita, mientras la acariciaba, unas manos heladas y húmedas se posaron sobre las mías-. 

- ¿Cómo están las dos mujeres de mi vida?, -acarició también mi vientre y me besó el cuello, logrando que un escalofrío recorriera toda mi columna vertebral-. 

- No sabes si soy niña papi, -imité la voz de una nena-. Puede que sea un fuerte y bello varón como tú. 

- Nop, -remarcó bien la p- Yo sé como trabajan mis soldados y ellos conquistaron una casita para nena- me apretó más a su cuerpo completamente mojado por el agua. 

- ROBBBBBBB... ¡¡ME ESTAS MOJANDO!! -lo regañé, intentando escapar de sus brazos, fallando totalmente, él me apretó aún más cerca-. 

- Anoche y en la madrugada no te importó que te mojara, -mordió mi oreja- Hasta me pedías y gritabas por más y más… -comenzó a restregar su miembro duro sobre mí trasero, iba a contestarle cuando alguien nos interrumpió-. 

- ¿Poque mujaste a la tita anoche?, -nuestra pequeña sobrina Madi nos miraba con los bracitos en jarra, desde la puerta de la cocina que daba al patio. Yo estaba más colorada que un rubí, no sabía como contestarle a una bebé de año y medio. 

- Enana: se dice porque y mojaste, ya eres grande pronuncia bien, -le corrigió Rob tratando de hacer tiempo y yendo a su encuentro; a lo cual la pequeñita le dio una mirada enojada, entonces Rob le respondió- Es que anoche hacía mucho pero mucho calor y llevé a tía hasta la pileta, para que se refrescara como tú y yo hace unos momentos, - dijo alzándola a upa y volviendo a mí-. 

- Ahhhhh bennnnn, -respondió mi pequeña consentida, creyéndose la mentirilla de su tío. En verdad Robert me había tirado a la pileta pero para apagar otros calores, que Madi no tenía porque saber- ¿Ya ta e almuezo tita?- me preguntó para luego chuparse su pequeño dedo pulgar. 

- Ya casi princesa, me falta poner estas cosas en la bandeja, preparar el jugo y ya almorzamos en el patio- besé sus cachetitos mojados. Vicky y Harry tenía un almuerzo del buffete de abogados donde trabajaba mi cuñado, así que aceptamos más que encantados ser la niñera de Madison por éste día. 

- ¡Yo quero hacer tugo! ¿Pedo? ¿Pedo? ¿Pedo? – saltaba emocionada en los brazos de su tío. Ambos reímos por su reacción y su lenguaje; a pesar de tener solo año y medio era peor que una cotorra hablando. 

- Esta bien, -le hice costillitas en su panza-, Pero el tío te ayuda, aún estás pequeña para hacerlo sola. 

- No toy peteña, e dotor dijo que toy muy alta, -hizo un adorable puchero-. 

- Que crezcas de altura no significa que puedes sostener la jarra de vidrio, -le reprendió Rob- Así que yo te sostengo la jarra y tú pones el agua, el jugo y lo revolvemos juntos, ¿Te parece? 

- Síiiiiiiii, -gritó emocionada-. 

Me quede mirando como los dos trabajan juntos para hacer el jugo. Nunca dude del poder y la paciencia, que Rob tenía con los niños. Me imaginé la misma escena pero con un pequeño niño rubio, de piel blanca y una bermuda azul como la de su papá. Y así fue como luego tirar más jugo en el piso que el que dejaron en la jarra nos fuimos los tres a almorzar en el patio. 

Era común que Madi se quedara en nuestra casa o al menos pasara un rato durante la semana, si fuera por ella se quedaría a vivir aquí. Le encantaba jugar con los perros y corretear a su manera por todo el patio, arrancándome las flores; como ellos vivían en un apartamento no tenía tanto lugar para investigar como acá. Por eso teníamos una sillita para que comiera y otra para mi auto, además de algunas mudas de ropa y juguetes para cuando se quedaba a dormir. 

- Tita Kis... Nala se quere comer mi palto de chelychenta, -se quejó la pequeña corriendo de lado su platito rosa de Cenicienta, mientras Nala le ladraba. 

- ¡¡NO Nala!!- le gritó Rob- Deja a la nena y a la chelychenta en paz -Nala lo miraba como queriendo entender que era lo que le pedía, tenía unos ojitos chocolates que observaban todo con ternura... aún era cachorra y le costaba entender órdenes- Ve a comer con Bear o te atamos. 

- Guau guau guauuuuuuuuuuuuu, -ladró, lastimeramente, ante lo cual tomé un trozo de pavo de mi sándwich y se lo arrojé a la otra punta del patio-. 

- Ve por el pequeña, vamos, ¡¡vamos Nala corre!!- saliendo disparada corriendo en su búsqueda. 

- Vamos a tener que contratar a alguien que la entrene, antes que llegue mi bebita, no quiero que por juguetona la lastime o la asuste- comentó Rob viendo como Nala molestaba al pobre de Bear que intentaba dormir debajo del nogal-. 

- Hay amor no seas paranoico- me quejé- Es cachorra, tiene menos de un año, le falta crecer y además si mal no lo recuerdo cuando me la regalaste dijiste que los labradores son perfectos para los niños. 

Rob me regaló a Nala el 14 de febrero por el día de los enamorados, aún recuerdo como llegó a mis brazos mi pedazo enorme de chocolate viviente. 

Flash Back 

Otro día más de los enamorados... precisamente NO era mi fecha favorita en el año porque yo no era mucho del tipo empalagoso de corazones rojos y además siempre me desquiciaba no saber que comprarle a Rob. Él siempre me sorprendía con alguna joya, flores, lencería obscena y canciones que me componía con las letras más hermosas y románticas posibles…pero definitivamente lo romántico NO era lo mío, a mí se me bloquea la mente por completo. Se supone que es un día para demostrar todo el amor por esa persona que hace tu vida especial pero eso era algo que hago habitualmente con mi marido, pero ese día yo siempre me sentía negada… 

Aunque después de la perdida de nuestro bebé nuestra relación cambió y se “enfrío un poco” para decirlo de alguna manera, sin embargo, no tenía duda que sin él yo no podría seguir adelante. 

Así que opté por hacer una rica cena en casa, ...alguna de la lencería que él mismo me había regalado… ya hacía tiempo que no le bailaba y menos en el caño (tubo, pole dance etc) así que busqué por Internet algún lugar para comprar un caño portátil, el cual lo pudiera quitar y poner cuando lo quisiera usar. 

Me daba mucha vergüenza que Maggie o alguien de la familia entrara a nuestra alcoba y viera el tubo, no quería que supieran lo que hacemos en la intimidad, bastante ya tenía con las bromas o comentarios que me jugaban mis cuñadas y hasta mis propios hermanos sobre nuestra sexualidad. 

Acomodé todo en la habitación, creando el clima perfecto para la noche. 

Prácticamente había obligado a Robert para que saliera con su padre y me dejara toda la tarde libre para poner en marcha mi plan. Llegó el repartidor con el caño y su caja de herramientas el cual instaló en nuestra habitación en menos de 10 minutos, me explicó como retirarlo con la ayuda de una herramienta que me regaló y todo el tiempo sonreía pícaramente, mientras yo me moría de la vergüenza, rogando que ésta información no llegara a la prensa ó peor aún…a manos de Tom, Sam, Marcus, Andrew, mis hermanos, cuñadas y…¡Dios! que mi papá y mis suegros no se enteren o no volvería a salir de casa!!! 

Cuando todo estuvo listo, dejé la casa en penumbras, sólo nuestro cuarto tenía la luz tenue que irradiaban las velas de vainilla y lavanda, que se hallaban repartidas en los diferentes rincones. 

Escuché el motor de su auto y observé a través de la ventana como se estacionaba …abrió la puerta principal, dejó las llaves en la mesita, saludo a Bear y a Jella, para luego comenzar a llamarme por todos lados, sin que yo respondiera. 

Cada paso que dio por la escalera, provocaba que las mariposas invadieran mi estomago, por un momento comencé a sudar y temblar por todo mi cuerpo, teniendo miedo. Gracias a Dios mi fuerza y confianza regresó en el momento que Rob abrió la puerta de la habitación; trayendo en sus manos una caja roja grande en forma de corazón. 

No le di tiempo a que dijera alguna palabra, parada a un lado de nuestra cama con el mando a distancia le di play a la canción….. (Hacer Click) 

Tiré el mando a distancia sobre la cama, e inicié mi camino hacia el tubo que se encontraba en medio de nuestra habitación frente a un mullido sillón que acomodé ahí, subí de un brinco a medio tubo y con las piernas empecé a escalar aún más, al llegar hasta arriba empecé a deslizarme hacía abajo girando sobre el, para luego tomarlo con las dos manos, y formar sobre el caño un ángulo de 180º con mis piernas.

Como si mi baile lo llamara igual que un encantador de serpiente, dejó la caja roja a un lado de la cama y sus piernas se fueron moviendo hasta llegar al sillón que había ubicado a un metro de distancia de donde bailaba, se dejó caer ahí con la boca abierta y empezó a limpiar sus manos sobre los pantalones, di un giro más cayendo sobre mis zapatos de taco alto, me acerqué y puse uno de mis tacones sobre su pecho, el trató de tomar mi muslo a lo cual le respondí:

- No señor… no se permite que los clientes toquen a las bailarinas… si usted quiere…eso le va a costar mucho más de lo que le pagó por éste baile- he inmediatamente me quité la batita transparente negra aventándosela al rostro, él la tomó y la olisqueó, lo cual provocó que tuviera que acomodarse el pantalón por las molestias que tenía ahí…mientras yo acomodaba mi espalda sobre el caño y empezaba a bajar contoneando el trasero.
- Pero señorita… yo puedo pagar- dijo con voz ronca- Le puedo dar lo que pida con tal de que me permita tocarla.
- Mmmm ¿en serio señor?- dije mientras estaba en el piso y me acercaba lentamente gateando, puse mis manos en sus rodillas, me levanté girándome sacudí mi trasero a centímetros de su rostro- lo escuche gemir- Me puse nuevamente frente a él, con la punta de mi zapato recorrí su pierna me detuve en su entrepierna e hice un poco de presión, subí por el medio de su pecho y recargue el tobillo en su hombro me incliné acercándole mis pechos a los ojos, él parecía hipnotizado por las pezoneras negras que cubrían una parte de mis senos, empezó a salivar profundamente y con voz estrangulada decía.
- Por Dios Kris déjame tocarte ¡tommy y yo estamos sufriendo aquí!
- No señor, mi nombre es Bambi, no Kris.

- Bambi, Ariel, Nala, como te llames pero... ¡DEJAME TOCARTE!

- ¿Nala?¿ Quiere una leona el señor?

- SIIIIIIIII- dijo Rob-.
- Ok si el cliente paga, el cliente manda- Con lo cual me retiré nuevamente del sillón, me subí de un brinco al tubo el cual escalé completamente y deslizándome lentamente hacia abajo hice la posición de Split sobre el caño, mostrándole en primera fila la entrada a su parque privado de diversiones…

- ¡ES SUFICIENTE!! -gritó Rob- parándose de un brinco se quitó a velocidad récord sus zapatos, camisa, pantalones y boxers, tomándome bruscamente de la cintura me tiró al piso sobre la alfombra a un lado de la cama, me besó y mordió el cuello, bajando por mi pecho quitó delicadamente con sus labios las pezoneras haciendo sonidos de bebé amamantándose chupando mis pequeños pechos, siguió casi en forma desesperada metiendo su lengua en mi ombligo y mordiendo mi cintura, bajó a mi entrepierna donde me arrancó las bragas, acariciándome como solo él sabe hacerlo, despacio al principio con esos dedos largos y hábiles que tiene, gruñendo al notar lo mojada que estaba, metió su lengua caliente y rasposa probando todo a su alrededor, mordiendo, zigzagueando y lamiendo lo sentí penetrarme con la lengua haciendo sonidos deliciosos que me ponían a gritar como una loca…



- ROBBB...¡Esta leona ya no puede más!... ¡ penétrame ahora mismo!!! - Puso mis piernas sobre sus hombros, pasando sus dedos hermosos sobre las medias negras de seda, besó y mordió mis muslos diciéndome

- ¡Estas piernas me pueden hacer perder la cabeza!-






Entrando en mí de una forma rápida, con hambre, sentía cada parte de su cuerpo contra el mío, su pene largo y grueso llenándome, cada vena y pliegue acariciándome hasta el fondo de mi vagina, me hizo gritar al sentir una electricidad recorriendo mi cuerpo, observarlo en la construcción de su orgasmo, sudado, con la boca abierta y la cara contraída del esfuerzo; ver el placer que yo le estaba dando era la mejor experiencia en el mundo, con ese pensamiento ya no pude aguantar más mi orgasmo y me dejé ir… cuando por fin pude abrir mis ojos después de creer que me había muerto, sentí su semen caliente recorriéndome por dentro; él estaba desparramado la mitad sobre mí y la otra mitad sobre la alfombra, mientras yo acariciaba su espalda. 

- ¡Bambi me mataste! ¿o eras Nala?... Después de esto, el día de los enamorados será ¡mi día favorito en el año!!!
Ambos nos reímos… cuando escuché un pequeño lloriqueo volteé rápidamente a ver a Rob quien sonriendo me dijo:

- uyyyy con ese bailecito caliente olvide tu regalo- estirándose con un poco de esfuerzo, acercó a donde estábamos, la caja roja en forma de corazón que antes traía en sus manos, esta se movió y con desconfianza levante la parte superior descubriendo un hermoso cachorro labrador color chocolate, con los ojos más hermosos y chantajistas que había visto.
- Rob ¡que cosita más hermosa!- dije tomándolo entre mis brazos- y él haciendo un puchero dijo: ¿la perrita o yo?
- Tú tonto, tú eres lo más hermoso del mundo –dije besándolo lentamente- entonces eres una cachorrita, ¿cómo te vamos a llamar?
- Puesssss – dijo Rob- De alguna forma que nos recuerde siempre el baile más sexy de la historia de la humanidad.
- Mmmmmmmmmmm ¡Bienvenida a casa Nala!



Fin del Flash Back

- Tita ¿poque te lies sola?- me preguntó Madi sacándome de mis pensamientos y añoranzas perversas. Tendría que aprender a controlar a mis hormonas o me harían pasar vergüenza.

- Por nada mi ángel, -caricié su pelo- ¿Ya terminaste tu comida?- asintió- ¿Quieres más?

- Quero il a la pile, -señaló el lugar y a todos los juguetes que se encontraban a dentro de la pileta-.

- Espera un ratito, recién comiste, -hizo un puchero marca Pattinson- Por qué no vas a jugar con Bear y Nala, mientras se pasa el ratito y luego te enseñamos con tu tío a nadar ¿Quieres?

- Síiiiiii, -gritó llena de alegría. Con cuidado la bajé de su sillita alta y salió corriendo lo más rápido que sus piernecitas le permitían hacía donde una más que feliz Nala y un medio dormido Bear, se pusieron pusieron a jugar con ella.

- No veo la hora para que nuestra pequeña renacuaja esté jugando como lo hace Madi ahora, -dijo Rob, besándome dulcemente-.

- Dios quiera que así sea dentro de poco, -me recosté sobre su hombro y él no perdió oportunidad de envolverme con sus protectores brazos, dejando que una mano descansara sobre su “pequeña renacuaja”

El día pasó más rápido que de costumbre, Madison no nos daba tiempo de descanso y como es raro que el Sol nos acompañe todo el día, fue prácticamente una odisea sacarla de la pileta.

Luego de merendar los tres juntos, llamé a Victoria para preguntarle si no le molestaba dejar a Madi con nosotros ésta noche. Rob con tal de sacarla del agua, le había prometido ver sus pelis de princesa y como era seguro que después de tanto movimiento, la pequeña cayera rendida en la primera de cambio; preferí asegurarme de no tener que despertarla a mitad de su sueño y que luego Vicky y Harry tuvieran que pasar la noche desvelados por las ocurrencias de Rob.

Como me lo esperaba mi cuñada tuvo cero problemas con mi idea. Eran contadas las veces, luego del nacimiento de Madi, que pasaban el día completo sin ella y menos la noche. Así que según las palabras que me trasmitió por el teléfono, aprovecharían al máximo la noche para practicar como darle un hermanito a mi sobrina.

Pasamos por el supermercado para hacer las comprar semanales; solíamos hacerlo los sábados pero como tuvimos un almuerzo familiar, se nos hizo muy de noche y lo dejamos para hoy. 

Mí pequeña sobrina parecía que estaba en Disney y no paraba de pedir o de querer meter cosas al changuito. Con Rob ya teníamos una rutina en el supermercado, yo me encargaba de todo lo sano para comer, limpieza y aseo personal, y a el le tocaba la parte de comida para los animales, comida chatarra y bebidas. Luego ambos nos encontrábamos en el sector de las galletitas y dulces, antes de pagar todo.

Una vez que llegamos a casa, fue hora del baño de Madi. Mientras Rob se encargó de llenar la bañera de agua y espuma, junto con todos los juguetes que se podían meter al agua; yo desvestí a la gorda.

En ése momento tuve una epifanía y me percaté de algo que años atrás le temía... Ya estábamos listos para ser padres o mejor dicho... yo ya estaba lista para ser madre. Antes de quedar embarazada y aún en lo que duró la gestación de mi primer hijo, siempre surgía el miedo y la duda, de si me podía hacer cargo de otra personita.

Para mí siempre estuvo claro que Robert sería un gran padre, pero que el que yo sería una gran madre... eso lo dudaba. No era que no me agradaban los niños, al contrario me gustaban mucho, solo que no sabía como actuar con ellos y por ese motivo, me mantenía al margen de la situación.

Pero al iniciar mi relación con Rob, me tuve que replantear mis ideas sobre la maternidad. Una vez que había decidido tener un hijo con la persona que más amo, la vida quiso que primero sea un embarazo complicado para luego arrebatármelo de mis brazos. 

Fue la primera vez que me sentí inservible como mujer. No pude cuidar y proteger a mí bebé estando dentro de mí ser... menos iba a servir para hacerlo una vez que naciera. Ese miedo era una de las principales causas, por las que luego me negué a buscar un nuevo embarazo; la otra, era que no podría soportar nuevamente la perdida de otro hijo.

Pero aquí me encontraba, en la actualidad, pasando un día con mi sobrina, jugando, cuidándola y protegiéndola de una forma que me salía sin pensarlo mucho; simplemente actuaba según se iban dando las cosas.

- ¿Cuál le vas a poner? éste camisón o éste- me señaló Rob sentado sobre nuestra cama, revolviendo la pañalera de Madi.

- Dame el conjunto de remera y pantalón... este bichito se mueve toda la noche, destapándose y tomando frió- le conteste, al ingresar a la habitación cargando a Madi, toda tapada con una toalla blanca.

- Ok... ya te dejé todo preparado: el cambiador, con el pañal, el talco, su cepillo y perfume; me voy a dar una ducha y luego poner las cosas a secar, pasó al lado nuestro dándome un beso en la boca y un beso sobre la frente de su sobrina.

- Siempre te escapas a la hora del pañal- le grité, sabiendo que me escuchaba. Madi se reía por las cosquillas que le causa que la secara.

- Es un momento entre chicas, las dejo solas para que lo disfruten, -me contestó, a la vez que se duchaba. Yo sabía que la realidad era, la vergüenza que le causaba cambiarla... para él la pequeña ya estaba muy grande y le daba cosita ver sus partes intimas; por eso ponía cualquier excusa para evitar el momento del pañal. 

- Dentro de unos meses, no tendrás excusa para salvarte del pañal, lo harás quieras o no, amigo- le guiñé el ojo a Madi y ella rió bajito. No escuche ninguna replica desde la ducha.

- Papá tapoco me camba, le da asquito, -me puso cara de asco-.

- Pues será mejor que por el bien de tu tío Rob, que no le de asquito cambiar pañales ¡o te quedaras sin tío¡, -besé su nariz y comencé a peinar su pelo dorado-.




- ¿No, no, no Poque tita kis?

- Porque la tía Kris va a necesitar ayuda cuando tengas un primito y llore de noche porque está sucio- le explique con suavidad-.

- Yo te pedo ayudad... se cambal pañal, mami me enseno- reí por sus palabras.

- ¿Y vas a venir a mitad de la noche a cambiar el pañal de tu primito o primita?, -se quedó meditando un momento-.

- Mejol que tito bob aplenda a cambial panales, yo de noche duelmo, -tuve que contener la risa sobre su manera de pensar.- Podemos vel la peli... po favo, po favo.

- Ok acuéstate en los almohadones y mientras te pongo la peli ¿Cuál querés ver?- pregunté, dirigiéndome hasta el reproductor de DVD.

- La del ley león- dijo, acomodándose entre los almohadones.

OMGGG el Rey León…Simba… Nala… baile… Rob desnudo…besándome, mordiéndome, quitando pezoneras con los labios… chupando y lamiendo…….. no, no, no, ¡Señor! ¡¡éstas hormonas!! ¡¡Contrólate Kristen!! Atiende a la baby…

- Listo princesa... quédate aquí quietita, que yo voy a prepararte tu vaso de leche, -tomé la toalla humeda para ponerla a secar-.

- Sip tita, -me sonrió mostrándome sus dientitos-.

- Rob dejo a la niña en la cama, mírala, -dije abriendo un poco la puerta del baño-.

- No te preocupes amor ya salgo, -me contestó corriendo un poco la mampara-.
Así fue como luego de ver el Rey León, tocó poner Aladín y justo cuando estaba por comenzar la canción de Aladino entrando a la gran ciudad Madi ingreso al país de los sueños. Se acomodó sobre mí pecho.

- Te sacaría una foto en éste momento, -dijo Rob mientras apagaba el DVD y ponía la tv-.

- Tonto, -le contesté sacándole la lengua-.

- Pronto tendré la misma imagen pero con una castaña sobre tu pecho, -se acostó detrás de mí, y nos acurrucó a ambas hacia su pecho-.

- Te recuerdo que tus genes son rubios y los míos en partes también... cuando era niña era rubia, luego se me oscureció hasta convertirse en una amarronado, -hablaba susurrando para no despertarla-.

- Como sea... ahora descansa amor, que mañana tenemos que conocer a mi pequeña renacuaja, -asentí y no pude evitar bostezar; la realidad era que estaba muy cansada-.

- Buenas noches amor. Te amo, -levanté el rostro para besarlo y él entendió de inmediato mí acción-.

- Buenas noches cielo, descansa... yo cuidare el sueño de las tres, -nos acurrucó lo máximo que pudo contra él-.
Sin darme cuenta yo también me encontraba en el país de los sueños, en donde jugaba con un niño idéntico a su papá y una niña que era una mezcla de ambos. Tal como me había prometido antes de quedarme dormida, mi amor nos cuidaba y protegía a los tres.



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Listo un nuevo capítulo más salido del horno. Nuevamente de parte tanto como de Sarita como de Rosy, estamos enormemente agradecidas por todo el apoya que nos dan y como se preocupan cuando las cosas no están listas como suelen ser.
Esta semana la tengo bastante ajetreada , veré si puedo escribir algo que sirva como adelanto, no les prometo nada... sino nos vemos directamente dentro de 15 días.
En el próximo tenemos el gran momento de la primera ecografía... qué creen ustedes que suceda: ¿Tendrán alguna sorpresa? ¿El sueño de Kris será una premonición del futuro?... Lo descubriremos dentro de 15 días

Adiosito!!!!
Naty

jueves, 1 de septiembre de 2011

Capitulo 7. Make you feel my love

Bueno ya despues de todo arregladooo vayannn a leerrr XD jajajaja
pañuelo a la manooooo!!!!
Saris se olvido de decir la nueva incorporación al equipo...Rosy BIENVENIDA!!!

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… capítulo anterior…

- ¿Qué pasó?... ¿Qué demonios te dijo el médico para que estés llorando de ésta forma?- preguntó muy preocupada-.
- Tu hermano no podrá jugar al tiro al blanco, -dije con toda la felicidad del mundo, sin dejar de acariciar mi pancita, todavía no podía creerlo-.
- ¿Por qué no? no entiendo de qué diablos me hablas, cuñada ¿Te volviste loca?, -ahora la nerviosa era ella-.
- No podrá jugar porque ya apuntó y acertó, -seguía mirándome sin entender- ¡Estoy embarazada!... ¡Rob y yo vamos a ser papas!

Kpov

Cuando mi cuñada cayó en la realidad, prácticamente se me tiró encima abrazándome con tanta fuerza que casi me deja sin aire.

- Voy a ser tía.... ¡¡Voy a ser tía!! -me levantó del asiento y me apretó contra su cuerpo-.
- Si me sigues apretando tanto no creo que llegue a dar a luz, -dije con una risa-.
- Upsssss lo siento, no me di cuenta, -se avergonzó con la misma cara que ponía Robert cuando se mandaba alguna-.
- Felicitaciones hija, -me abrazó maternalmente Maggie, verás que todo saldrá bien esta vez y éste pequeño bebé, -acarició mi vientre- llenará de felicidad ésta casa y a todos nosotros, -se le escaparon unas lágrimas- Dios ya me estoy volviendo vieja, lloro por todo, -dijo muy apenada- nos reímos las tres llorando juntas.
- Esto hay que brindarlo... Maggie saca el champagne de la heladera, que yo traigo las copas, -dijo con toda la felicidad mi cuñada-.
- Lizzie yo no puedo tomar, hay aquí un detallito que me lo impide, -señalé mi estómago todavía plano-.
- Otra vez, UPSSSS, -se golpeó la frente- Maggie saca el champagne para nosotras y para la próxima mamá un jugo de manzana, definitivamente NO quiero que ni sobrino sea un alcohólico como su padre, -negué con la cabeza, riéndome por su comentario, siempre tenía que traer a colación a Rob-.

Tal como lo pidió Liz, ellas brindaron con champagne y yo me tuve que conformar con mi jugo de manzana, pero nunca tan feliz como hoy de beberlo. Nos entretuvimos un largo tiempo hablando de cómo había sucedido esto, porque según mis cálculos, las pastillas no debían permitir que me embarazara y sólo había pasado una semana de la única vez que no nos cuidamos y según mí entender no pudo haber sido ésa vez. 
Mejor esperaría hasta la ecografía, para calcular cuando fue que unos de los “guerreritos” de Rob, -ése fue el nombre que le puso Lizzie a los espermatozoides de su hermano-, conquistaron la gran “bellota”, -así llamó a mí óvulo-

- Creo que tomar tanto alcohol ya te afectó cuñada, -comenté, secándome las lágrimas de tanta risa-.
- No, no, no y no, -negó con la mano- he tomado más, en otras ocasssshiones
- Pues yo hace tiempo que no bebía tanto, -habló Maggie, tomando otro sorbo- mmmmm, me parece que hoy los “guerreritos” de mí marido tendrán que salir a la batalla, -Lizzie volvió a estallar en risas y yo terminé atragantada con el jugo, roja por la vergüenza-.
- Hablando en serio, -dentro de lo alegre mi cuñada se puso seria- ¿Cómo se lo dirás a Robert?- me quedé pensando por un momento.
- La verdad no tengo ni idea, ésta noticia no me la esperaba ahora, sino en un par de meses, -tomé un cerro de galletas que estaba sobre la mesa-.
- ¿Puedo encargarme yo?... anda di que si... di que si... porfis... porfis, -sus saltitos y su cara de perrito a medio morir, me hizo recordar al personaje de Alice en la película que dio inicio a toda ésta historia-.
- Lizzie, - hablé suavecito para no herirla, y menos con el borracherón que ya se cargaba-, me gustaría comunicárselo yo misma.
- Y lo vas a hacer, yo sólo voy a preparar el ambiente, verás cómo me lo terminarás agradeciendo, -me guiñó el ojo pícaramente-.
- Ok ok, me pongo en tus manos, pero con una condición, -dije muy seria.
- La que quieras cuñadita -me sonrió-.
- Esto quedará en secreto entre Maggie, Rob, tú y yo, nada de comentarlo a toda la familia, al menos hasta que estemos totalmente seguros que es un embarazo normal, no quiero ver a todos tristes nuevamente.
- Prometido Kris... me hippp digo… mi boca estará completamente cerrada, -dramatizó con sus dedos como un zipper en la boca.-
- Bien, ahora soy toda tuya… ¿Qué debo hacer?... -dije sin saber dónde me estaba metiendo-.

Rpov

Estaba descansando en una de las sillas del set, mientras esperaba la próxima toma. Aproveché el tiempo para beber un poco de café, ayer anoche tuvimos otra trasnochada con Kristen por estar amándonos hasta el alba…no es que me quejara, al contrario, mi mujer siempre fue muy apasionada en lo que se trataba sobre el arte de amar…con los años fue transformándose en una mujer muy liberal, desinhibida, sabía lo que deseaba y como conseguirlo. Había tanta  confianza entre nosotros que siempre hablábamos sobre cosas referente al sexo, lo que nos gustaba, lo que nos prendía, nuestras fantasías, innovar con algo, era por éso que no sentía la necesidad de buscar nada fuera de mi hogar,  me encontraba más que satisfecho dentro de él.

Pero últimamente mi Kris parecía estar encendida a todo momento… y pues…quien era yo para negarle el pan a mi esposa… lo malo es que yo aún grababa por la mañana, ella podía dormir un poco más después de darme mí beso de buenos días, darme un adelanto en la ducha de lo que me esperaba al regresar a casa, y prepararme el desayuno… pues ella tenía aún tiempo para reponerse antes de  trabajar en su tesis literaria sobre Lord Byron.

Sí mi chica cumplió su sueño de ir a la Universidad, bueno no asistía regularmente a ella sino que estudió a distancia y sólo se presentaba a rendir los exámenes, y ahora le quedaba presentar su tesis para recibirse de Licenciada en Letras y Literatura Inglesa, en Oxford. No podía estar más orgulloso.
Di otro bostezo causado por el sueño.

- ¿Tuvimos otra noche en vela ésta semana? -preguntó Justin riéndose, sentándose a mí lado-.
- Sippp, pero no me puedo quejar porque sin duda alguna la disfruté, -le guiñé el ojo-
- La verdad los envidio hombre, -negó con la cabeza-.
- ¿Por qué?, -pregunté dando otro sorbo a mí café-, somos una pareja absolutamente normal.
- Por eso mismo, -me quedé mirándolo ya que no lo comprendía-.
- Ustedes no viven en ésa burbuja de Hollywood… quiero decir, a pesar de su enorme éxito, son normales. Nunca andan con millones de asistentes, solo van a las galas que son importantes para sus películas o de amigos que realmente quieren mucho, salen a lugares comunes, ven a la familia, mantuvieron los mismos amigos y lo más importante e increíble, se mantienen juntos. ¿Cómo lo hacen? En tantos años de conocerlos y por las ocasiones recientes en que ha venido Kristen al set, puedo decir que te sigue viendo con el mismo amor de cuando era una adolescente pero ahora con una mezcla de orgullo por tus logros, quiero decir que ambos mantienen la misma mirada de enamorados de aquella vez que los conocí…Realmente es envidiable, -finalizó su relato-.
- Pues todo lo que dices nos llevó mucho años de trabajo duro, con lágrimas y pérdidas en el medio... -me quedé pensando un segundo- Pero sabes algo -él negó con la cabeza- A pesar de todo no hay mañana o momento del día que no agradezca tenerla a mí lado... ¿Cuántas personas en éste mundo se cruzan con su alma gemela y se dan cuenta de eso?... muy pocas amigo, aunque eso no significa que todo sea color de rosa, al contrario, es diez veces más difícil porque una vez que quedas eclipsado por tú otra mitad sabes que si se te pierde ya no podrás continuar adelante. Simplemente morirías y eso es lo que me sucede con Kristen, y a ella conmigo, somos –upps esto suena cursi, ni modo así es,-… uno para el otro, más allá de las diferencias que tenemos como cualquier pareja... nos complementamos tan bien que hace valer la pena pelear por éste amor. 
- Woooaaaaa, jajajaja, pues… sí que están enamorados ustedes dos, -ambos nos reímos- en eso fuimos llamados para volver a grabar-, Vamos hombre, terminemos con ésta escena así volvemos a casa.

A casa – pensé… a Kristen… es lo único que deseo en todo momento-.

* * * * *

Eran casi las diez de la noche, lo que más anhelaba era darme una ducha rápida y dormir abrazado a mi Kristen, estaba demasiado cansado. Pero tan solo abrir la puerta de mí hogar un delicioso aroma envolvió todos mis sentidos... Bear y Nala fueron los primeros en correr a saludarme, llenándome de pelos, arañazos, ladridos y baba como de costumbre. Seguí mi olfato hasta la cocina para encontrarme con mi bellísima mujer vestida con un short de jean, una remera blanca que se le transparentaba su ropa interior azul y unas sandalias negras.

No se había percatado de mí presencia, pues seguía revolviendo algo frente a la estufa, mi vista vagó hasta la mesa del comedor, encontrándome con una hermosa mesa puesta y velas encendidas.


- ¿Soy tan mal marido que no recuerdo el aniversario de nuestro casamiento?, -hablé al tiempo que envolvía su diminuto cuerpo con mis brazos. Ella rió por lo bajo-. - No es nuestro aniversario- continuó revolviendo una salsa que olía maravillosamente- - Entonces soy un jodido afortunado, -inicié un camino de besos por su cuello-. - Ajá- fue lo único que contestó, puso su cabeza más cómodamente sobre mí pecho y continuó con sus labores-. - No es que no me agrade todo esto, pero puedo preguntar a que se debe tanto preparativo, -ella se giró para verme-. - No puede una esposa preparar una cena especial para su esposo sin nada que celebrar, -contestó metiendo sus manos por debajo de mi remera, acariciándome el abdomen-. - ¿Ya dije que soy malditamente afortunado?- asintió con su preciosa sonrisa-, entonces solo expresaré: ¡ya estoy en casa amor! - y finalmente besé sus carnosos labios que eran una invitación al pecado-. - Hola bebé- se puso de puntitas de pie para devolverme el beso- Ve a darte una ducha que en unos minutos está la cena lista- me dio otro beso-.
  - Puedo saber cual es la deliciosa especialidad que me ha preparado mi mujer, -bromeé con ella-
-       Sorrentinos de calabaza con salsa mixta y de postre volcán de chocolate- de solo escuchar los platos se me hacía agua la boca-.
-    ¿Los amasaste tú o son comprados?, -la sostuve de la cintura para sentarla sobre la mesada-.
-        Los amasé con mis propias manos, -giró sus pequeñas manitas frente a mi-
-         Dios haces maravillas con éstas manos, -tomé ambas y las llené de besos, ganándome sus risas- Iré a bañarme más rápido que Flash Gordon para luego disfrutarte…digo disfrutar tu cena, -la besé con fuerza, mordiendo sus labios-.
-        Jajajaja... ve mi Flash Gordon, antes que se enfríe la comida, -me gritó desde la cocina-.


Me duché lo más rápido que pude, luego me vestí con unos jeans gastados, una remera blanca y unas zapatillas Adidas. Por la nueva película tenía el pelo corto así que no hacía falta peinarlo, me puse unas gotas del perfume Hugo Boss que mi Kiki me había obsequiado para las navidades pasadas y bajé a su lado.


Antes hice una parada y fui hasta la bodega para seleccionar un buen vino para acompañar la deliciosa cena que me esperaba. Llevé conmigo uno de los tantos vinos que trajimos con nosotros de nuestro viaje a la Argentina. Kristen disfrutó mucho de su estadía cuando grabó On the road, así que luego regresamos para recorrer gran parte del sur de aquel país y realmente encontramos lugares mágicos.

- Te tardaste, -me dijo Kris al tiempo que traía los platos con la comida servida-
- Fui a buscar algo para acompañar, -señalé la botella- Las chicas traen la comida y los chicos la bebida.
- Jajajajaj... Eres un payaso. A mí sírveme poco, -me detuvo cuando a penas iba a llenar la copa-
- ¿Tienes miedo que me aproveche de ti?, -levanté mis cejas- eso con vino o sin vino va a pasar. 
- Para nada señor, pero...- se quedó pensando unos instantes- Mañana almorzamos con tú familia y no me gustaría llegar con resaca.

- Como quieras, tú te pierdes de ésta delicia, -le di un sorbo a la copa-, yo voy a disfrutar de tooooodas las delicias que hay en ésta mesa y cuando digo todas son todas…- mi amor únicamente sonrió negando con su cabeza-


La cena transcurrió muy tranquila, hablando de lo que hicimos durante el día, planeando cosas para hacer en el futuro. Como lo había predicho sus manos hacían maravillas. El postre lo comimos del mismo plato, en el living, abrazados muy juntitos sentados en la banqueta del piano; Kristen me pidió que tocara algo para ella y así lo hice mientras ella acomodaba su cabeza en el hombro, envolviendo con sus bracitos mi cintura.


Estuvimos un rato así los dos solos, con los perros acostados a un lado, mientras interpretaba diferentes melodías que sabía cuanto le gustaban a ella. Pensé que se había quedado dormida por su respiración tan relajada.

- Vamos a dormir cielo, -besé su frente y cerré el piano-

-         Ummm... no quiero dormir, -ronroneo cual gatito-
-         Ok, pero vayamos a la habitación, -asintió-.

Una vez que subimos, me pidió unos minutos para ir sola hasta el baño a cambiarse.

Aproveché para crear un lindo ambiente, encendiendo unas velas de vainilla y coco que tenía escondidas en el placard y puse un poco de música. (Música hacer click)

Me saqué toda la ropa, quedándome solo con los bóxer puestos y me senté en la punta de la cama que daba vista al baño. Cuando se abrió la puerta, logró que me quedara sin aire.

Con su pelo hecho una melena de león, su sexy baby doll rosado, su tímida y sensual mirada; estaba para comérsela entera. Me levanté cual resorte y nos encontramos a mitad de camino, abrazándonos. Comenzamos a mecernos al ritmo de la música.

-¿Te he dicho lo hermosa que te ves ésta noche?- la atraje más hacia mí cuerpo. Ella subió sus pies sobres los míos.
-    Desde hace unos veinte minutos que no me lo dices, y ya me está haciendo falta- apoyó su cabeza en mí pecho-
-   Sigo preguntándome a qué se debe tanta cosa, no niego que me encanta, pero siento que hay algo detrás de todo esto.
-       En realidad… sí hay algo, -se quedó pensando unos instantes- Pero la gracia es que lo descubras, se lo prometí a Lizzie.
-         ¿Qué tiene que ver mí hermana en esto?, si es alguna...- me calló con un beso-
-         Sólo bésame, desnúdame y ámame -.. así te darás cuenta, -la miré a los ojos y un brillo especial destilaban de los mismos-.



Así que como buen niño obediente, me dejé de hacer preguntas y me dediqué a disfrutarla. Inicié un largo recorrido de besos por todo su rostro, cuello y senos, su piel era tan suave que era como un bálsamo para mis manos.


Poco a poco la fui conduciendo hasta la cama; recostándola como una gloriosa pieza de cristal. Me coloqué a su costado, sin dejar de hundirme en su cálida boca, fui descubriendo su piel, acariciando su plano abdomen. Cuando levanté un poco mí rostro para deshacerme de la prenda, noté algo escrito sobre él… me detuve a leerlo, sin lograr entender su significado, -no, de seguro mi mente me está jugando una mala broma, claro, por supuesto, … es el vino; pero… ¿Sería una broma?-
- Kristen ¿Es cierto esto?, -dije con un nudo en la garganta, causado por la lágrimas que pedían salir. Ella asintió-, Amor, no juegues… ¿Es una broma?
- No cielo, -dijo tocándose su vientre- es absolutamente cierto, -su cara comenzó a bañarse de lagrimas de alegría- Lo logramos, -acarició tiernamente mí pelo- y yo sin poder creerlo, volví a leer:

¡Felicidades papá, ya vengo en camino…!



- Es un milagro... nuestro milagro- descendí mi rostro hasta el inicio de su ropa interior, donde en éste preciso momento se hallaba creciendo nuestro pedacito de cielo- Te amo hijo… ya te esperamos mi bebé… -y mientras besaba ése pedacito de piel, no pude contener más las lágrimas y me eché a llorar.


Fueron…años… esperando esto, una vez casi lo habíamos logrado pero la vida, Dios, el destino, alguien ó algo, pensó que aún no era el momento, y ahora, nuevamente un pedacito mío crecía al interior de la mujer que era todo para mí. Era el resultado de todo nuestro amor, una pequeña personita que iba a depender de nosotros, estaba en las nubes de la felicidad. Sentía las manos de Kristen acariciándome la cara y el cabello.
- Todo va a estar bien pequeño, -hablé nuevamente, acariciando su vientre-, Papi te va a cuidar, -ésta vez no iba a permitir que me lo arrebataran-.
- ¿Cómo pasó?, -pregunté levantándome para ir a su lado, secar sus lagrimas, sin dejar de acariciar a mí hijo-. 
- Ni yo sé, -ambos reímos entre lagrimas- Solo el médico llamó hoy diciéndome que los análisis de sangre dieron que estaba embarazada y que el lunes nos quiere ahí a primera hora para ver a nuestro pequeñín, -entrelazó su mano con la mía sobre su vientre- y ver que todo esté bien. 
- Todo va a estar bien… más que bien…excelentemente bien, -besé con suavidad y lentitud sus labios.- Los voy a cuidar a ambos, -otro beso- Voy a ser papá... voy a ser papá- ella tomó mí rostro-.
- Vamos a ser papas- dijo antes de besarme de nuevo-. 

Y así continuamos besándonos, hablando, acariciándonos tanto como duraron las velas…hoy no sólo era el inicio de un hermoso amanecer, era también el inicio de una nueva vida. 

Porque la mujer que descansaba entre mis brazos, amoldada perfectamente a mí, me ha hecho enormemente feliz durante estos años, pero ésta noche no solo me hizo sentirme bien como hombre, me regaló la alegría de saberme un futuro padre, pero sobre todo me hizo sentir el amor... y el producto de ése amor crecía en su interior. 

Casi al amanecer, abracé con mayor fuerza a mi esposa que dormía tranquilamente y con una mano cubriendo su vientre, les hice y me hice una promesa: pase lo que pase los voy a cuidar… los voy a proteger, ustedes son lo único que importa ahora.


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  Hermosooooo verdad asi que quien se anima a dejar su primer comentarioo lo    esperamos con ansiaaa y muchas gracias de antemanooo!!!