sábado, 9 de agosto de 2014

COMUNICADO



Siendo sincera no se si quedan algunas chicas que nos leen o no pero primero que nada les debemos una disculpa por todo el tiempo que hemos dejado de lado a estas hermosa historia se que están desesperadas porque no tenían noticias de nosotras y mas importante del fic.

La autora como su servidora hemos pasado por mucha cosas, Naty con el terminar de su carrera e iniciando su vida laboral, el tiempo libre lo dedica a descansar y estar con su familia, yo dejando atrás una depresión que me dejo aislada del mundo pero tratando de salir adelante, trabajando y con muchas metas por delante.

Las entiendo que desean saber en que acaba esta historia que nos ha enamorado pero no sabemos cuando retomaremos la historia se que muchas de ustedes se enojaran y dejaran de leernos y esta bien, muchas gracias por darse la molestia en leernos y dejar sus comentarios.

Reitero mis disculpas y las de natita, cuando se llegue el momento finalizaremos la historia y esperemos contar con ustedes como siempre lo han echo.

Muchas gracias y buenas noches.



viernes, 14 de febrero de 2014

Capitulo 38: Hola Brighton

Buenas noches chicas! Feliz dia del amorshhh!! espero que se la esten pasando super bien lo que falta del dia con su Robert particular y si todavia no tienes tu Robert no te apures! ya esta por llegar no desesperes...


Besos a todas y disfruten el capitulo que esta buenisimooo!!!


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Rpov

- Amor, acá están las valijas de los niños.- mi muy embarazada esposa traía arrastrando dos súper maletas.
- Por Jesús, nos vamos solo un mes. ¿Sabes que hay lavarropas en la casa de mis padres?- me rasqué la cabeza intentando imaginar cómo tendría que acomodar todos los equipajes que llevábamos en el auto, menos mal que se me había ocurrido cambiar de auto y comprar una minivan.
- Rob sabes que tengo que llevar ropa de invierno y de verano por las dudas que refresque mucho, no es como cuando vamos a LA que sabemos qué hará calor, Brighton es igual que Londres de inestable solo que con playa alrededor. Además solo queda que traiga la valija de Marie y ya terminamos.- bostezo.
- ¿Por qué no vas a recostarte un rato más hasta que se levante los mini terremotos?- me acerqué a abrazarla. Habíamos madrugado ambos para poder terminar de empacar y cargar el auto con todas las cosas, así cuando se levantaran los principitos del hogar, desayunaríamos y nos iríamos temprano rumbo a la casa de mis padres en Brighton donde ya nos esperaban ellos y el resto de la familia.
- Ummm aunque suene muy tentadora la idea, si me acuesto no voy a poder levantarme hasta el mediodía y quiero llegar temprano a la playa.- respiró profundo sobre mi pecho.- Mejor iré a preparar el desayuno para todos y a medicar a los perros para que estén tranquilos durante el viaje.- se acercó a besarme pero yo la agarré desprevenida y la puse contra el auto para besarla con mayor intensidad y manosearla un rato. Desde la llegada de Marie solo habíamos tenido un mini encuentro en la ducha donde ni siquiera llegué a penetrarla y tuve que terminar masturbándome para bajar la calentura que llevaba encima.- Robbb, los niños…- apenas podía hablar, ella estaba tan necesitada como yo, sus manos me recorrían como serpientes por todo el cuerpo, hasta que llegaron al elástico de mis pantalones donde tomaron a Tomy de rehén.
- Cielo te necesito, extraño sentir tu suave y húmeda vagina asfixiándome de calor… por favor.- tomé una de sus pechos sobre la remera que traía puesta y comencé a succionar.
- Yo también extraño que Tomy me mate de placer.- besó mi cuello succionándolo.
- Podemos hacerlo rápido… aquí en el auto.- no aguantaba más y la empecé a desnudar.- mira lo duro que me tienes.- apreté sus manos sobre mi paquete.- Te deseo.- volví a devorar su boca.
- Tómame entonces.- fue lo último que necesite para desatar mi locura.

Obviamente jugar dentro del auto con una embarazada de casi ocho meses no era para nada fácil, así que para evitar dañar a Lila o que Kris estuviera incomoda, abrí la puerta del lado del conductor y le pedí que se diera vuelta.

- Apóyate sobre el asiento, así será más fácil.- le dije, al tiempo que me bajaba los pantalones y le quitaba sus bragas de maternidad; bendito sea que llevaba puesto un
camisón.- Sostente porque esto va ser fuerte y rápido.- mojé mi pene con un poco de saliva y me introduje en su chorreante interior.
- Cielos.- gimió y acompañó el movimiento de mi pelvis.- Apriétame los pechos… eso, así me gusta, me tienes completamente mojada y deseosa de ti… azótame.- le di unos pequeños golpecitos a sus glúteos.
- Me encanta el color rosado que toma tu culo cuando te golpeo.- la embestía más fuerte.- Tócate amor, tócate que no me queda mucho.- lamí y besé su cuello.
- Ah, ah, ah… derrámate en mi interior, quiero sentir tu leche bañándome por completo.- esas palabras acabaron conmigo, me moví frenéticamente hasta que sentí sus paredes contraerse.
- No aguanto más cielo.- pellizqué su clítoris para que ella se viniera y así yo poder derramarme. Terminamos los dos sudados y agitados.
- Parece que despertamos a alguien.- me reí al tocar su redondo vientre y sentir como mi hija danzaba en su interior, como protestando por invadir su sueño.
- Perdón princesa por hacerte subir a la montaña rusa tan temprano.- ambos nos reímos.
- Con esto queda estrenado el auto.- se giró para besarme.- Hay días que me asombro de lo ingenioso que eres para asaltarme de esta manera y lograr tu cometido señor Pattinson.- caminó con sus dedos sobre mi pecho.
- Hay que innovar de vez en cuando para no matar la llama de la pasión ¿No crees?- le robé un beso.
- Me encanta que siempre se te ocurra algo nuevo de esa loca cabecita, y aunque me encantaría estar todo el día sintiendo tu piel y amándonos, tenemos que alistarnos para cuando se despierten los enanos.- me besó y se acurrucó en mí.
- Vamos preciosa, ve a darte un baño mientras termino de acomodar todo aquí.- la solté, me subí mis pantalones y le di sus bragas que quedo tirada en el suelo, pero antes de entregársela la olí.
- Eres un asqueroso.- me la quitó de golpe.
- Y así me amas soft bunny.- siguió su camino y me sacó el dedo del medio mientras se perdida en la casa. Ella jamás cambiaría sus actitudes de niño malo.

*****
- ¡Abuela!- gritaron Alex y Aly cuando llegamos a Brighton.
- Mis niños cuanto los extrañé.- por poco a mi mamá se les cae las lágrimas cuando se agachó para abrazarlo.
- Mamá solo hace una semana que no los vez, ni que nos hayamos ido a vivir a Madagascar.- bromeé.
- No te pongas celoso, a ti también te extrañé cielito mío.- me abrazó como si no hubiera mañana.
- Mamaaaa!!!.- me quejé.
- Y luego me niegas que no eres un niñito de mamá.- se burló mi esposa con mi hija en brazos.- Hola Clare.
- Hija que hermosa que estas, Dios esa panza volvió a crecer y esta pequeñita también, préstame un poquitito la hormiguita.- prácticamente le robo a la niña de sus brazos.- Eres
preciosa cielo, sí verdad que sí.- le hizo cara tontas a Marie.- Niños el abuelo está adentro, inflando los flotadores para la pileta con Madie, porque no van a saludarlo mientras yo ayudo a sus padres a bajar las valijas.
- ¿Podemosss mami?- preguntó Alex.
- Vayan niños, pero no se metan en la pileta hasta que les haya puesto el protector solar y sus mayas.- salieron corriendo hacia el patio.
- Bajen chicos.- abría la puerta para que Bear, Nala y Bearnie bajaran a retozar un rato.
- ¿Trajeron a todos los niños por lo que veo?- mamá los saludo a todos haciéndolos pasar dentro de la casa.- Este año la casa está más llena que nunca, entre niños, animales y nosotros; creo que tendremos que mandar a ampliar la casa.- se rio.

El lugar contaba con 10336 metros cuadrados, donde se erguía una gran casa con cinco habitaciones y seis baños, había un cuarto de juegos especialmente diseñado para los niños, una gran piscina y un mini cine. Era la propiedad más grande de toda Brighton y la mandé a construir especialmente para mis padres, para que pudieran disfrutan tranquilos de sus nietos.


- ¿Mis hermanas ya llegaron?- pregunté mientras bajaba los bolsos.
- Si, Vicky está en el centro comprando algunos víveres y Lizzie está dándole el desayuno a Keira… Oh trajeron al conejo también.
- Si, pompitas no se quería quedar sola en casa.- le pase la jaula a Kris.
- Es colitas.- le rodé los ojos.
- Oigan como que está muy gorda, ¿seguro no está embarazada?- preguntó mamá.
- Salvo que se escape de noche y tenga algún orejón escondido en casa, hasta donde se pompitas es una niña santa todavía.- ambas se rieron.
- Está gordita Clare, Aly la alimenta por demás, y es ¡colitas!- justo iba a comentar algo pero Marie nos llamó la atención.
- Me parece que alguien necesita un cambio de pañales.- avisó mi mamá, hormiguita empezó a llorar molesta por sus pañales sucios.- Denme la pañalera que yo la cambio así terminan de bajar las cosas.- mi esposa le entregó el bolso.
- Má… ¿En qué habitaciones nos quedamos?- le pregunté dejando medio brazo inservible por bajar la súper maleta de mis hijos.
- Ustedes tienen la habitación que da a la pileta, Aly compartirá con Madie no sabes que linda me quedo la nueva habitación, Alex tendrá su propia habitación al lado de las niñas y preparé una especial para las bebes de la familia que queda al lado de la habitación de ustedes, igualmente les puse un moises en su habitación porque no sabía si la hormiguita duerme sola o con ustedes.- sonrió acariciándola.


- Mejor me voy a cambiarla antes que se enoje con la bubu, no es así preciosura.- se acomodó el bolso e ingresó a la casa.
- ¿De qué te ríes?- le pregunté a Kris cuando la noté mirando con una cara de enamorada.
- De lo que disfruta tu mamá de sus nietos.- suspiró, yo sabía dónde venía esa pena.
- Tú mamá también adora a los niños, solo que al no vivir con nosotros ellos no tienen tanto trato como si lo tiene mi mamá… Sabes que podemos pasar una temporada en Los Ángeles para que los vea más seguido.- la abracé.
- Ella tiene tiempo de sobra, si quisiera verlos más seguidos viajaría como lo hacía antes o como lo hace mi papá. Mi vida está en Londres no en LA, sería demasiado stress para los niños cambiarlos así de golpe, así que esa idea no está a nuestro alcance.- se envaró de golpe.
- Ya tranquila que se te sube la presión y te hace mal.- besé su frente.- Disfrutemos de las vacaciones con la familia y no nos hagamos mala sangre por cosas que no podemos resolver.- estábamos por besarnos pero mi solecito nos interrumpió.
- Mamita linda, mamita linda me pones mi malla el abelito ya infló los salvavidas hay uno con fodma de cocodilmo y de delfín.- saltaba para todos lados como si estuviera por hacer pis pero era de la emoción.
- Cielo espera a que terminemos de acomodarnos y luego te metes al agua ¿Si?- la cara de mi niña era un poema con su pucherito.
- Ve amor, te subo la valija de ellos y los cambias así se meten al agua, va ser que nos acomodemos más rápido que tenerlos detrás nuestro llorando cada cinco minutos con ¿ya podemos meternos?- imité la voz de ellos.
- Tienes razón.- me dio un beso rápido.- Aly dile a Alex que los espero en la habitación que da a la pileta para cambiarlos y ponerles protector solar.
- Sip mamita linda.- salió corriendo en busca de su hermano, llamándolo a los gritos.
- Imagina cuando los cuatros sean grandes, será una locura total.- comenté ingresando a la casa con ella tomada de mi mano.
- Demasiado tarde para arrepentirse Pattinson, ahora me cumples.- se quejó, subiendo las escaleras contoneando su precioso trasero, que me tentó para darle una palmadita, ganándome su risa nuevamente.
- Como siempre cielo, como siempre.- subí a los tumbos con la súper valija de mis hijos, dando así comienzo a las vacaciones.

*****
- Papi, la pelota.- me gritó Alex lanzándome la pelota inflable. Estábamos jugando un partido de básquet en la pileta hombres vs mujeres. Intente agarrarla pero se me escapó por andar distraído viendo el sexy bikini de mi esposa.- Ahhh papá nos están ganando.- se quejó mi hijo.

- Cuñado deja de estar de baboso con tu esposa, que tus hermanas y nuestras hijas nos están dando una paliza.- Harry me golpeó el hombro; mi papá solo se reía de fondo.
- Vamos hermanito, deja de jugar como bebé.- se burló Lizzie.
- Déjalo en paz Liz él nunca sirvió para los deportes, nació con dos pies izquierdos.- ahora fue el turno de Vick de burlarse.
- Ahora verán lo que es bueno.- volví a concentrarme en el juego para ganarles a las tontas de mis hermanas.

Aunque esta vez presté más atención, las brujas eran demasiado buenas al igual que mi hija, así que terminamos empatando, teniéndome que aguantar más burlas de parte de ellas. Salí un rato del agua para poder tomar un poco de Sol.

- ¿Cómo están mis bellas mujeres?- me recosté en un raposera entre mi mamá y Kristen alimentando a Marie.
- Acá hablando con mi nuera de lo que podríamos preparar para cenar. Voy a buscar unos refrescos para los chicos ¿Quieren algo ustedes?- se levantó de su asiento.
- Lo que traigas para ellos está bien.- asintió, dejándonos solos.- Pequeña, si sigues comiendo de esa manera dejaras de ser una hormiguita y te transformaras en una cerdita.- comenté viendo como mi niña casi se atraganta con su biberón.- Menos mal que no toma pecho o sino estaría todo el día prendida arriba tuyo.
- Me hubiese encantado amamantarla, pero a esta altura del embarazo me puede provocar contracción la sobre estimulación de los pezones.- me entregó a la niña para que le sacara los gases.
- Eso es cierto, ya bastante te lo estimulo yo todas las noche, bunny.- le dije, mientras le daba palmaditas a mi hija.
- Eres un cerdo pervertido, Rob están los niños a no más de un metro.- me regaño pegándome en la cabeza.
- No te hagas la santa que no te pega.- me burlé.- ¿Vas a meterte al agua?
- Sí, quiero enseñarla a Marie a nadar como lo hicimos con los enanos; pero primero me tengo que poner protector solar en la espalda ¿Me hechas crema?- me pidió poniendo mirada sexy.
- Te la hecho donde quieras.- seguí la conversación con doble sentido, colocando a Marie en su canastita.
- En la espalda está bien.- tiré un poco de crema directamente a su espalda y le dio escalofrío.- Está fría.
- Ummm déjame que te la caliento.- susurré en su oído y comencé a masajear toda su espalda, yéndome para los costados de su barrigota y sus senos, donde me entretuve más de la cuenta.
- Ahí ya me eche crema.- me advirtió quitándome las manos.
- Yo te la tiro mejor.- me miró y se puso colorada de golpe.
- Mejor me voy de acá porque está haciendo mucho calor.- se levantó para quitarse su pollera blanca de lino, pero no se lo permití atrayéndola a mí, quedando su encantadora panza justo en frente de mi cara.

- Te queda preciosa esa bikini, me alegra que en este embarazo no tengas miedo de mostrar tu hermosa figura ¿Verdad que si hija?- besé el hogar de mi pequeña bailarina.
- Le encanta escuchar tu voz, siento que se mueve más cuando le hablas así de cerca.- Kris acarició mi pelo.
- Muero por tenerla con nosotros, estoy seguro que será una mini Kris… Sigue creciendo feliz y hermosa hija mía.- volví a darle un beso y apoyé un rato mi cabeza en su casita para sentir como sus patitas me empujaban la cara.
- Me harás llorar con esas palabras.- suspiró.- Mejor vayamos juntos al agua.- Kris me dio su mano para que la tomara, me levante y tomé a la bebé.
- Vayamos a darnos un chapuzón.- me encaminé junta a mis chicas hacia la pileta.

*****
- Oye cuñado ¿Dónde llevaras a Kristen por tu aniversario?- me preguntó Harry mientras jugábamos un partido de futbol en la Xbox.
- Ummm… todavía no pensé nada, imagino que la llevaré a cenar a algún lado, no se.- seguí concentrado en mi juego.
- Vamos hermano, ¿no me digas que se te acabaron las ideas? Aunque por un lado mejor, así luego tu hermana no me recrimina que no tengo imaginación para sorprenderla.- me causó gracia el comentario de mi cuñado; el reírme fuerte causo que mi niña se removiera sobre mi pecho.

- Shhhhh sigue durmiendo cielito.- acaricié su espaldita.- Seguramente la llevaré a cenar, el otro día de le gustó mucho el The Geese, después daremos algún paseo por el puerto… Con la panza que tiene ya se cansa de la nada y con los niños aquí, principalmente esta pequeña, no nos podemos ausentar tantas horas.
-  Igual estamos todos acá para hacer de niñeros de los enanos… ¿Ya le compraste algo?
- Si, le compré un anillo, lo tengo escondido en la habitación de papá.- bebí un poco de mi cerveza.
- Por favor dime que no es un super diamante como el que le regalaste el año pasado para san Valentín, porque todavía estoy pagando el préstamo por el que yo le tuve que comprar a tú hermana.- él pobre hombre se secó el sudor.
- Jajajaja este año es algo sencillo, aunque igual me dolió varios euros.- recordando que no solo tuve que comprar el anillo para Kris, sino que mi pequeña adicta a las compras quiso una pulsera nueva para su colección.
- Tú con tus expresiones de amor nos dejas mal parado a todos los hombres de esta familia, ten un poco de piedad, no todos ganan millones por tener esa sonrisa baja bragas.- casi me hace escupir la cerveza.
- ¿Sonrisa baja bragas? Cuñado como que ese comentario te salió muy maricotas
- Es lo que comentan tus hermanas y hasta tu propia esposa.- dijo como si nada.
- ¿Kristen?- pregunté sorprendido.
- Si más de una vez escuché ese apodo cuando se juntan en mi casa a tomar el té; tú esposa dice que cuando le pones esa sonrisa siempre termina desnuda en tú cama.- me reí tan fuerte que terminé despertando a mi hormiguita.
- Ya preciosa, disculpa al tonto de tu padre.- la mecí un poco, pero no hubo caso, se terminó despertando.
- ¿Voy a buscarle su biberón?- se levantó mi cuñado y al rato llegó con la leche entibiada.- Toma.- se lo di a mi tragona.
- Parece que tenías hambre.- ella sostuvo con sus dos manitos la mamila.

- Quien la viera no notaría que estuvo internada peleando por su vida, es muy espabilada.- comentó mi cuñado.
- Es que Alex y Aly la estimulan demasiado, haciéndole carotas y jugando con ella.- acaricié su pelusita colorada.
- Hablando de Roma.- escuchamos como se abría la puerta trayendo muchas pisadas y gritos de niños.
- Papi, papi, papi hay una feria en el muelle podesss ir, podemosss ir.- gritaba mi niño emocionado.
- Papi me llevas a la feria, quiero comer algodón de azúcar y manzana caramelizada.- Madie se subió al regazo de su papá y le hizo pucheritos.
- Papi lindo, papi lindo hay… hay… hay…- estaba toda colorada y agitaba.
- Respira tranquila cielo.- la senté en una de mis piernas.
- Hay un juego que si tiras las latitas te dan un unipondio de peluche.


- Unicornio cielo.- le corregí.
- Eso dije, un unipondio así de gladen.- me mostró con sus bracitos la medida del condenado peluche.- Lo quiero papi, gánatelo para mi ¿Si?- juntó sus dos manitos en forma de rezo e hizo un adorable puchero.
- Está bien cielito, ganaré todos los peluches que desees.- besé sus cachetitos.
- ¿Eso sssignifica que iremosss a la feria?- preguntó mi hijo.
- Si enano.- lo despeiné.
- Siiiiii.- empezaron a saltar los tres emocionados.
- Por lo que veo ya les comentaron sobre la feria.- Kristen entró al living.- ¿Cómo se portó mi chiquitina?- me la robó de mis brazos.
- Excelente, recién se despertó de su siesta y estaba comiendo su merienda ¿Consiguieron todo para la barbacoa?- le di un besito de bienvenida.
- Si, tus hermanas están bajando todo del auto… uf no me dan más las piernas.- se sacó los zapatos y levanto los pies sobre la mesita ratona.
- ¿Vamos esta noche al padque?- preguntó Aly.
- Hoy no preciosa, esta noche vienen a cenar tus tíos Jack y Suzie.- su carita se puso triste.- Te prometo que en estos días vamos, tenemos todo el verano para ir las veces que quieras a la feria.
- Pero yo quiero mi unipondio.- se cruzó de brazos.
- Alexia Grace nada de berrinches o no vamos nada.- le advirtió Kris antes de que empezara a patalear.
- ¡Pero yo quería ir hoy, no es justo!- se paró de golpe pateando el piso. Kristen me entregó a Marie y se levantó de golpe.
- A mí con grititos no señorita.- la tomó del brazo.- Ahora te vas hasta tu habitación y te quedas allí hasta que te dé permiso de bajar. Ya te advertí que no me gusta que me grites, ni las nenas caprichosas.- la acompañó hasta la escalera y le dio un pequeño golpecito en las pompas. Me partía el corazón escuchar a mi princesita llorar.- Nada de portazo Alexia o estarás castigada toda la semana.- le avisó ya que la pequeña era de dar portazos cuando la mandábamos a la habitación.
- No era para tanto.- intenté defenderla cuando volvió al living.
- Esto pasa porque le das todos los gustos, ya venía desde la calle haciendo berrinches.- me hecho la bronca a mí.- Alexander ve a lavarte las manos, así te preparo la merienda.
- Si mami.- el pobre salió corriendo hacia el baño antes de que él también ligara un castigo.
- No te enojes con todo el mundo, Alex no tiene la culpa de nada.- esta vez sí era válida la defensa.
- Si no quieres que no me enoje con todo el mundo, deja de darle todo a los chicos a penas te lo piden porque soy yo la que termina como la bruja de la película.- tomó a la bebé que comenzó a llorar por nuestros gritos y se fue de la habitación, con lágrimas en los ojos.
- Me parece tito Rob que hiciste enojar a la tita Kris, hombres tenías que ser.- Madie se levantó del regazo de su papá y se fue detrás de mi mujer.
- A mí no me mires, sacó el carácter de las mujeres de tú familia.- me contestó Harry, cuando lo miré con cara de no entender la situación.

Al final todos los platos rotos eran por mi culpa.

*****
- Tía, Keira se quiere comer la arena.- nos avisó Madie, mientras mi Aly le sacaba las manos manitos de la boca.


- Hija la arena no se come.- Liz se levantó corriendo hacia su hija.
- Toma un poco de agua para limpiarle las manos y enjugarle la boca.- Kris le alcanzó la botella de agua mineral que llevamos para los niños.
- Lola también hacía lo mismo.- comentó Suzie, secando a su hija con una toalla para que no tomara frío.
- Pero la arena de California parece harina comparado a la de acá.- le contesté, moviendo la canastita de Marie para que estuviera tranquila.


- A mí me gusta más la playa de Malibú, la de aquí es muy fría ¿Verdad que sí papi?- se quejó Lola.
- Si cielo, por eso me mudé para allá.- Jack besó los rizos dorados heredados de su madre.
- Papá me acompañas a barrenar en el mar.- preguntó Alex, tomando su tabla.
- Claro campeón.- me levanté de la reposera.
- Yo también quiero ir.- se paró Lola.
- Pero si recién te quejabas que tenías frío, hija.- protestó Suzie.
- Pero yo quiero correr a las olas con Alex.- se sacó las ojotas y tomó su tabla.
- Ok pero ten cuidado.- Jack le dio permiso.
- Ella es como la sirenita, a la hora de correr olas.- comentó Suzie.
- Eso te pasa por dejarla a cuidado de Kass los fines de semana, sabes que ella ama hacer surf.- le respondió Kris.

A diferencia de Lola que estaba acostumbrada a montarse parada a su tabla, Alex era aún un novato y se pegó varios porrazos al perder el equilibrio. Pero él ni llorisqueó frente a ella para no verse como un chico débil.


Nos metimos un poco más adentro del mar para que pudieran atrapar las escasas olas que había en Brighton. Pasó un tiempo hasta que sentí un beso en mi hombro.

- Se te está poniendo la piel rosada, deberías ir a ponerte más protector solar.- dijo Kris con Marie en brazos.
- Un poco de bronceado no me vendría mal ¿Verdad preciosa?- le hice cosquillitas en la panza, ganándome unas pataditas- ¿Quieres meterte al mar? Aquí el agua es salada.
- No sé si le agrade el agua tan fría.- Kristen me paso a la niña.

La zambullí en el mar y luego la alcé rápido, su cara de susto y alegría al mismo tiempo era un poema; al ver que no se quejó volví a repetir la acción una y otra vez.


- Pareces que tienes otra compañera para meterte al mar cuando vayamos a la casa de Malibú.- Kris estaba metida en el mar.
- Tendré otra compañera más para hacer deportes acuáticos, mira lo bien que lo está haciendo Alex.- señalé como un poco más adelanto mi hijo se reía con Lola corriendo a las olas.
- Todavía falta saber si ella será deportista u otra princesa que le gusta arma castillos de arena.- acarició su panza… Miré a lo lejos como Aly se divertía con Madie armando un gran castillo de arena; su prima armaba la estructura y ella lo decoraba con caracolas.
- Puede ser lo que quiera, eso no va a cambiar cuanto la amo.- rodeé a mi esposa para besarla, succioné su labio inferior para que me diera permiso de invadir su deliciosa boca, ella enseguida me habilitó el paso. Con la mano que tenía libre, acaricié su cintura hasta llegar a su glúteo el cual me dedique a tocarlo suavemente; estábamos perdidos besándonos, hasta que una pequeña cachetada me sacó de mi paraíso personal.


- Creó que a la hormiguita le gusta tener exclusividad.- ambos nos reímos.

Pasamos un rato más los tres juntos en el mar, vigilando a los dos mini surfistas, hasta que se empezó a nublar y poner fresco.

- Será mejor que salgamos, no quiero que se me resfríe.- cubrió a Marie.
- Alex, Lola volvamos a la playa ya es hora de irnos.- llamé a los chicos.
- Ahí vamos papá.- ellos nos siguieron un poco más atrás mientras íbamos saliendo del mar.

A penas pisamos la arena se largó a llover y los cuatro corrimos hasta donde estaban el resto, que rápidamente guardaban las cosas para marcharnos.

- Te dije que Brighton es igual a Londres solo que con playa.- Kristen cubrió a Marie con una toalla y su saco para que no tomara frío.

Tomé nuestros bolsos y corrimos hasta el auto, empapándonos en el camino.

- Tomen niños colóquense las remeras y las camperas.- le paso la ropa mientras los ayudaba a cambiarse.
- Mami tengo arena en mi caracol y me pica.- se quejó Alex, por estar lleno de arena en sus partecitas íntimas.
- Ya llegamos campeón y nos metemos a la ducha.- le contesté.
- Papi lindo puedes pasad pod la pastelería y comprar tarta de fresas para la merienda.- me pidió mi princesa.
- Qué te parece si papá nos deja en casa y mientras los baños papá va a buscar algo rico para merendar y les preparo chocolate caliente.- ofreció Kris.
- Siiii.- ambos gritaron.

Aunque la lluvia nos empaño la tarde de playa, nos permitió disfrutar de una tarde de películas y chocolate caliente en familia.

*****
- Clare en verdad no te molesta cuidar unas horas a los niños, no tardaremos más de tres horas.- mi chica como siempre le costaba dejar a los enanos en manos de otras personas.
- Tranquila cielo, prepararemos palomitas de maiz y veremos algunas películas ¿Verdad?
- Si abu, nos vamos a podtad de bien mami.- sonrió mi nena.
- Hagan caso a los abuelos y a las tías, prometemos volver temprano.- Kris beso a Aly
- Tráenosss possstre ma.- le pidió Alex cuando la abrazó.
- Les traeremos las sobra, pórtense bien y no hagan renegar a los abuelos.- me despedí de ellos.
- Marie ya está durmiendo, seguramente en dos horas más se despertará para una ración de leche.- explicaba mi esposa a mi madre, mientras se ponía los zapatos.
- Si hija, no te preocupes, podremos con todo… ahora váyanse o perderán la reserva. Diviértanse y no hagan nada que yo no haría.- se despidió mi madre en la puerta de calle.
- Te dije que ese vestido te queda magnifico, hace resaltar cada parte de tu figura.- le dije cuando le abrí la puerta del auto.


- Gracias, no sabía si me entraría; lo usé en la conferencia de prensa de Amanecer parte 2 en Madrid ¿No lo recuerdas?- se abrochó el cinturón.
- Me sonaba habértelo visto puesto en algún lado. ¿Cómo te entro?- pregunté arrancando el auto.- No me malinterpretes, te queda precioso pero en esa época estabas mucho más flaca.- me apresuré a decir antes de que se largara a llorar por mi comentario.
- Es porque es elastizado.- me sonrió.- ¿A dónde me llevas?
- Hice reservas en el The Geese.


- Me gusta ese lugar, queda cerca del paseo marítimo, luego podemos ir a dar una vuelta.- comentó mientras sintonizaba la radio.
- Lo que quieras cielo, hoy es tú día.- besé su mano.
- Mejor dicho nuestro día.- me corrigió.

Llegamos y nos acomodamos en una mesa ubicada en un rincón lo más apartados posibles del resto de las personas; al ser viernes por la noche el lugar estaba casi repleto.

- Ummm esto tiene buena pinta.- me causó gracia como babeaba por su plato de pollo asado con verduras.-
- Parece una porción muy grande para ti sola.- comenté cortando mis salchichas con puré.- Eshto eshta muy dico.- hable con la boca llena.
- Eres un cerdo, después me enojo cuando los niños hablan con la boca llena.- probó un bocado.- Ummm delicioso.
- Deberíamos hacer un brindis.- levanté mi bazo de cerveza negra.
- Por estos ocho años de casados, por seguir juntos y eligiéndonos a pesar de los pequeños baches que tenemos y por nuestros bellos hijos.- levanto su bazo de cerveza sin alcohol.
- Por la hermosa familia que me creamos, a pesar de las pequeñas tormentas de verano que solemos tener, nuestro amor se hace más viejo y sólido con cada año que pasa… gracias por seguir eligiendo ser mi compañera de ruta.- tomé su mano antes de chocar los bazos.
- Hoy mientras me duchaba pensaba que pasé casi la mitad de mi vida a tú lado… digo llevamos juntos trece años y tengo treinta años, así que prácticamente me viste transformarme de niña a mujer.
- Tenías unos dulces diecisiete años.- recordé con nostalgia.
- Siempre supe que eras un pervertido.- me reí.
- Igual no me la hiciste fácil pequeña, me costó todo un triunfo conquistarte.
- No estaba sola corazón, además te pudieron meter preso por andar con una menor de edad.- tomó un sorbo de su cerveza.
- Nunca me importó tu ex.- comenté como si nada, si en esa época me resbalaba Mike a esta altura más.

                            

- Casi te mato cuando vi esa entrevista donde decías que no te importaba que tuviera novio; la bronca que me armó Michael a causa de eso…igual era cuestión de tiempo para que termináramos juntos.- se acercó a besarme.
- Además nena, hacemos unos hijos precioso.- ambos nos reímos.
- Ohhh no te mostré la foto que le saqué a Marie mientras te estabas bañando.- buscó su celular de la cartera.- Mira no es preciosa.


- Me encantan sus ojos grandotes, son tan expresivos.- asintió.- ¿La subiste a instangram?
- Si, así los chicos la conocían; CJ me viene reclamando uno foto de ella desde hace mucho.- asentí y miré las otras fotos que tenía posteadas, su IG estaba lleno de fotos de los niños, pero una publicación de la mañana me llamó la atención.

“No sabes de quien te enamorarás. Simplemente no lo sabes. No lo controlas. Por seguir conociéndonos día a día. No es el mismo amor que en el inicio, es mucho mejor!!!” #Feliz8Años

Había posteado la foto que más me gustaba del día de nuestra boda.


- Me gusta esta publicación.- le devolví el celular.
- Fue algo cursi de mi parte.- bajo la mirada ya que su cara se había sonrojado.
- Adoro cuando te vuelves cursi y enamoradiza.- la besé.

Seguimos comiendo, entre charlas, risas y arrumacos. Hacía mucho que no compartíamos una cena solo los dos, sin niños cerca.

- Señores su postre.- la camarera nos alcanzó el pastel que había traído en la mañana y una botella de champagne para brindar
- No sé cómo haces para conseguir este pastel todos los años.


- Con dinero se puede conseguir lo que quieras.- nos reímos.- Creo que es hora de darte tu presente.- saqué una cajita del bolsillo de mi campera.
- Amor, no tenías que haberte molestado.- abrió la cajita.- Oh Dios mío es precioso.- sacó el anillo.- No sé en qué dedo me va a entrar ahora que los tengo en forma de mini salchichas.- me reí por su comentario.- Mira me queda en el meñique.


- En menos de dos meses recuperaras el tamaño real de tu mano.- asintió.- Hora de cortar el pastel, señorita haz los honores.- le alcancé el cuchillo.
- Señora, Pattinson.- me corrigió mientras cortaba dos porciones de pastel. Brindamos nuevamente y comimos las porciones mutuamente.
- ¿Damos una vuelta?- me preguntó mientras esperábamos que nos traigan lo que sobre de pastel para llevárselo a Alex y Aly.
- ¿No estás cansada?
- Nop, el azúcar me devolvió la energía.- cuando salimos a la calle, vi cómo se le puso la piel de gallina.
- Toma mi campera.- me la saqué y se la puse sobre los hombros.
- ¿No vas a tener frío?
- Yo tengo camisa de mangas largas.- rodeé su cintura.- ¿Dónde quieres ir?- besé su oído.
- Vayamos a la feria, se me antoja una manzana acaramelada.- se pasó la lengua por los labios y no pude evitar besarla.


Fuimos hasta Brighton Pear y conseguimos la ansiada manzana acaramelada, para seguir caminando entre la gente como una pareja normal. Llegamos a un puesto dónde sacan fotos instantáneas y no dudamos en entrar.


- Eres una payasa.- me burlé de sus caras tontas.
- Tú no te quedas atrás.- me empujo con su cadera.- Cuando volvamos a casa la voy a pegar en la heladera.- sonrió.
- ¿Quieres ir volviendo a casa?- pasé mi nariz por su cuello para enviar un mensaje de que quería estar con ella más íntimamente.
- Me encanta tu idea, pero antes…- me tirón contra la pared y se me fue encima comiéndome literalmente la boca; al principio me quedé congelado por su acción pero por suerte recobré pronto la cordura y yo también la ataque. Nos separamos cuando nos quedamos sin aire.
- Guauuu…- apenas me salía voz.
- Un adelanto de lo que tendrás en casa, cielo.- me apretó los cachetes y me robó un último beso.- Vamos Robert, que pierdo calor.- la tomé de la mano y si no fuera porque estaba con tacones y embarazada, hubiéramos corrido hasta el auto.

Iba conduciendo lo más rápido que podía pero parecía que todos los semáforos estaban en contra mío ya que agarre todos los semáforos rojos.

Cuando llegamos a casa, por suerte todos estaban dormidos, así que nadie iba a interrumpirnos. Estábamos metiéndonos mano y rodando de un lado a otro de la cama, hasta que Kristen se le ocurrió una idea.

- ¿Vemos una porno?- pregunto poniendo su mano sobre mi bragueta para darle un apretoncito.
- Cielo, mis padres no tienen los canales codificados.- hablé como pude ya que estaba más que entretenido con sus pechos.
- Pero tienen una películas pornos guardadas.- me rodeó las caderas con su pierna para restregarse cual gata en celo para calmar su excitación; lástima que su comentario apago la mía.
- ¿Cómo que mis papás tienen películas pornos? ¿De dónde sacaste esa estupidez?- me senté de golpe.
- El otro día guardando la ropa limpia de tu mamá en su placar, abrí uno de los cajones y me encontré con varias películas.- intento empujarme de nuevo en la cama para seguir nuestro faje, pero la detuve.- Dios Rob ¿Qué te pasa?
- No puedo creer que mi papá obligue a mi mamá a ver porno, es asqueroso, me niego a creerlo.- me pasé la mano por el pelo nervioso.
- No creo que Richard a esta altura de la vida obligue a Clare a hacer algo que a ella no le guste; pero ya que no me crees, espérame tantito.- se levantó de la cama y fue hasta la cajonera de la mesa del televisor, trayendo consigo una caja de dvd.- Mira.- me dio la cajita.
- “Culos mojados redondos”- Dios santo, creo que se me paró el corazón mientras iba leyendo el título.
- También tenían Colegialas picantes 4, Sigue tus instintos, Pasión carnal, Cubierta de aceite 4, Acaba entre mis tetas
- Ya basta, no quiero escuchar más.- me tapé los oídos como un niño de cinco años, para no seguir escuchando el rosario de títulos que iba diciendo Kristen.
- Ay cielo te pareces a Alex con esa actitud, si nosotros vemos porno de vez en cuando no veo porque tanto drama.
- ¡Porque son mis padres y tienen más de setenta años! Es asqueroso esto.- tire al piso la película que Kris me había entregado y me tiré en la cama, tapándome la cara con las manos para borrar la imagen mental de mi madre en cuatro teniendo sexo anal con mi padre.
- O sea que cuando nosotros lleguemos a esa edad no tendremos más sexo a tu entender.- se cruzó de brazos.
- No es lo mismo cielo, en nosotros es distinto.- acaricié su pierna, pero me sacó la mano de golpe.
- ¡Cielo un pepino!- se levantó de golpe.- Eres un hipócrita, porque nosotros somos dos cerdos en la cama y puedes concebir la idea de que tus papás todavía se sigan divirtiendo de vez en cuando. Será mejor que empieces a rezar para que a los setenta años aún tenga
ganas de revolcarme contigo, porque te juro que te haré acordar tus palabras Pattinson.- se fue hasta el baño y pegó un portazo.
- Kristen, amor… abre la puerta… Vamos cariño, no quise decir eso… pero es que entiéndeme es horrible imaginar a tus padres tener sexo, ellos son padres.
- Y nosotros que somos ¿suricatos?- me abrió la puerta del baño.- Te recuerdo que tenemos dos hijos de cinco años, una bebé de mes y medio y otra que todavía no nació.
- ¡No me entiendes!
- A mí no me grites.- levantó más la voz, fue hasta la cama y agarró un almohadón.- Toma.- me arrojó el almohadón por la cara.
- ¿Qué hago con esto?- le pregunté sin entender.
- Pues hoy no te funciona muy bien las neuronas Robert… Según tú al ser padres ya no se puede tener sexo o es pecado hacerlo, Dios no quiera que nos toquemos.- puso cara de espanto.- Así que para evitarte la tentación de hacer algo asquerosamente repúgnate, te libero a que duermas en el living lo que resta de nuestras vidas.
- Amorrr…- me quejé.
- ¡Amor mis toronjas! No quiero compartir más la habitación contigo, te vas.- me empujó hasta la puerta.
- Pero… Kris…- no me dejaba hablar.
- Que sueñes lindo, cariño.- y me cerró la puerta de la habitación en la cara, poniéndole llave.

Golpeé una y otra pero no hubo caso; la casa estaba lleno de gente y ya bastante griterío habíamos hecho. Resignado fui hasta la habitación de mi hijo, colocando la almohada a su lado.

Al final mi idea de terminar nuestro aniversario con una noche de pasión y durmiendo abrazado al cuerpo desnudo de mi esposa, fue reemplazado por una pelea, una embarazada muy enojada y quedarme dormido abrazado a Bob esponja.

La vida podía ser cruel muchas veces.

sábado, 1 de febrero de 2014

Capitulo 37: Una hormiguita mas en la familia

Chicas primero que nada feliz año a todas una disculpa pero aquí esta el capitulo recién salido del horno y pues no queda mas que decirles gracias por el apoyo y esperamos comentarios aunque sean poquitos :)

Nuestra nata ya se recibió de su profesión así que feliciten así como también ahora que esta de vacaciones se actualizara mas rápido así que muchas gracias por su paciencia en estar aquí.

Saludos a todas y las que son de México feliz fin de semana largooo yeahhhh!!!!!!!!!!

*·*·*·*

Kpov

Las patadas de karate que me daba Lila, más el calor infernal que estaba haciendo en plena primavera no me dejaban dormir tranquilamente. ¿Por qué hacía casi treinta grados en primavera en Londres? Maldito calentamiento global.

Intenté con destaparme un poco, pero eso no logró enfriarme, ya tenía el aire acondicionado encendido tan alto que el pobre de Rob estaba dormido con pijama de invierno, bufanda y guantes.

- ¿Quizás un poco de helado nos ayude?- hablé con mi niña nonata, Lila pateó con fuerza como aceptando la propuesta.
Bajé con cuidado de no despertar a los perros, pero por intentar caminar con las luces apagadas terminé pisándole la cola al pobre de Bear.

- Perdón mi bebé, mami fue una descuidada, pobrecito mi chiquitin.- me agaché para acariciarlo un rato.- ¿Quieres un poco de helado para que se te pase el dolor?.

Cuando abrí el refrigerador me hallé el peor de los males, no había más helado, ni siquiera de sabor limón o alguna paleta de mis hijos, nada de nada. Miré el reloj de la cocina y marcaba las tres de la mañana, tal vez si despertaba a Rob podría comprarme un botecito de helado en el autoservicio que quedaba a cinco cuadras.

- Vamos muchacho, despertemos a papá para que nos compre un poco de helado- ambos subimos hasta mi recámara.
- Rob, amor despierta.- lo moví un poco, pero solo se cubrió más con el acolchado.- Vamos baby despierta, Lila, Bear y yo tenemos un antojo.- ni se inmutó así que empecé a dar saltitos en la cama y Bear le mordía los pies.
- ¿Qué pasa?- se levantó todo asustado.- ¿Volviste a subir el aire acondicionado?- se tapó todo con el acolchado.
- No, ya estaba al máximo cuando te acostaste… ¿Puedes ir a comprar un poco de helado de chocolate con avellanas, frutos del bosque y menta granizada?- le pedí con mi mejor cara de nena buena, se me hacía agua la boca de solo imaginar los sabores.
- Amor son las tres de la mañana no debe haber nada abierto a esta hora.- intentó acostarse de nuevo.
- ¿Quizás el autoservicio que queda a cinco cuadras tengan helado? Por favor, muero de calor, la cabeza de Lila está usando a mi vejiga como cama elástica y le pisé la cola al pobre de Bear, así que por favor cómpranos helado.- junté las manitos como hace Aly cuando está encaprichada con algún juguete.
- Está bien, ahora voy a comprar su pedido señorita.- se levantó quejándose del frío que hacía en nuestra habitación, por lo que decidí bajar un poco el aire acondicionado.
- Gracias amor, te amo hasta el infinito y más allá.- le dije mientras se cambiaba el pantalón pijama por un jean.
- ¿Quieres algo más?- preguntó desde el marco de la puerta.
- Ummm puedes traer unas golosinas, esas gomitas con forma de ositos y una barra de chocolate con almendras que también se nos acabó…. Y jugo de arándanos.- sonreí satisfecha de mi gran pedido.
- Ok, ok, vuelvo lo más rápido que pueda.- bajó bostezando el pobre.
- Vamos pequeño.- aplaudí el costado libre de la cama para que Bear se trepara.- Veamos un poco de tv mientras esperamos a papá.- él se acomodó bien pegado a mi lado con sus patas delanteras sobre mis piernas y su cabeza a un lado de mi barrigota.

Como suele pasar me canse de hacer zapping una y otra vez, terminé dejando un programa de animal planet que trataba sobre como entrenar a los gatos que no se portaban bien; Jella nunca dio problemas, solo era muy arisco con las personas fuera de su círculo social habitual y con Rob que aún hoy en día no lo podía soportar por mucho tiempo cerca de su perímetro.

Paso casi una hora hasta que Robert subió con una bandeja con todos mis pedidos.


- Al fin llegaste, pensé que te habías ido a fabricar el pedido.- me quejé por su demora mientras comía una gran cucharada de helado en mi boca.- Ummm está delishioshoo, glacias amol.- tomé su cara para darle un beso.
- De nada, de nada, tuve que recorrer varios autoservicios parece que a todo el mundo se le dio por comprar helado esta noche.- él también comió un poco.- Ummm está muy rico… ¿Qué están viendo? Bear córrete a un lado que me quiero sentar al lado de mami.- nuestro primer bebé se levantó moviendo la cola contento por el helado que le estaba permitiendo comer, esperó a que Rob se acomodara y se acostó sobre sus piernas.- Estás muy pesado muchacho, vamos a tener que empezar a salir a correr más kilómetros.- acarició sus orejas.
- Se está pareciendo a su padre.- lo pellizqué en uno de sus costados donde se le almacena su gordura por comer demás y tomar cerveza.
- Gordito y todo igual me querrás ¿verdad?- me encogí de hombros.- ¿Verdad?- empezó a llenarme de besos por todas partes, causándome cosquillas; Bear siguió el juego de Rob y también comenzó a llenarme de lametones y dar pequeños ladridos.
- Ya basta los dos que van a despertar a los niños ¡Bear sentado!- enseguida se acostó y puso sus ojitos de cachorrito.- Buen niño.- le di un poco de helado.
- Siempre te obedece a la primera orden…- se quedó pensando.- Va en realidad como todos los que vivimos acá.- ambos nos reímos.
- Soy la hembra alfa de la manada.- le saqué la lengua.
- Estoy seguro de eso.- me guiñó el ojo de manera perversa.- Sabes esto me hace acordar viejos tiempos, cuando solo éramos tú, Bear y yo viendo tele por la madrugada.
- Nuestro primer intento de ser una familia.- acaricié mi panza, él me miró y se acercó a mi barriga para besarla.
- Papi y mami no ven la hora que nazcas pequeña y dulce Lila.- nuestra hija dio una patada.- Sé que te hace doler, pero me encanta sentirla moverse de aquí para allá, voy a extrañar esto.-siguió acariciándome.- Pero cuatro ya es un buen número ¿no?
- Así es, aunque me gustaría un varón más, el pobre de Alex va vivir rodeado de mujeres.
- Creo que Alex es el más feliz en toda esta situación, seguirá siendo el mimado de mami eternamente.- rodé los ojos por su comentario.
- Tú eres igual de mimado con Clare y ella siempre te apaña en todo.- defendí a mi nene.
- Si quieres un compañero para él, dentro de unos años cuando Lila y Marie sean más grandes podemos adoptar nuevamente.
- Él ya va a estar grande de acá a cinco años… Dios van a tener diez años.- me angustié en pensar lo grande que estaría mi par.
- Y ella y Marie tendrán cinco; mejor no nos angustiemos por ver como se nos va ir el tiempo, mañana es un gran día.- me sonrió.
- Seremos nuevamente papas, tendrás una nueva amiguita para jugar pequeño.- Bear movía la cola contento.
- Mejor vamos a dormir, que mañana nos espera un día largo.- tomó la bandeja y la puso sobre una mesa.- Bear vamos abajo.- mi cachorrote se acomodó muy cerquita de mi lado y empezó a llorisquear.
- Déjalo hoy, hace mucho que no duerme con nosotros.- acaricié su cabeza.
- ¿Cómo los viejos tiempos?- asentí contenta.

Rob se acostó y me atrajo hasta su pecho, donde me envolvió con su brazo; Bear se subió nuevamente a la cama y se puso de mi lado como lo hacía antes. Era la primera en levantarme y eso significaba desayuno temprano.

Apagamos la televisión y mi marido comenzó a tararear una dulce melodía que no conocía, seguramente era una nueva composición y estaba probando conmigo si hacia efecto para dormir… Pronto caí en un maravilloso sueño, en un gran prado jugando con todos mis niños.

****

- Mami linda ¿El médico te va a pinchal?- me preguntó Aly mientras íbamos hasta el hospital. Hoy no solo retiraríamos a Marie para llevarla a casa sino también, me tocaba hacerme una ecografía de control por lo que llevamos a los niños para que vieran por primera vez la carita de su otra hermana.
- No mi amor hoy solo me harán una ecografía para ver cómo está Lila dentro de mi panza, luego iremos a buscar a Marie para llevarla a casa.- le expliqué.
- Ahhhhh y ¿Lila nos puede ver a nosotros también?
- No cielo, solo nosotros la veremos, aún falta unas semanas para que la veamos.
- Es una lassstima se va a perder de la playa y de jugar en la pileta de los abuelos.- se quejó mi niño.
- Estoy seguro que tendrán muchos veranos para ir a la playa y jugar en la pileta, campeón.- le contestó Rob, revolviéndole el pelo.
- ¡Papá!- se quejó mi niño.
- No empiecen que ya llegamos.- le acomodé su pelo.- Bajen del auto pero no se alejen que tenemos que sacar unas cosas del auto.
- ¿Lista para ser mamá nuevamente?- Rob me tomó de la mano antes de bajar del auto.
- Si y tú ¿Éstas listo para volver a no dormir más por las noche?- ambos nos reímos.
- Vamos que quiero ver cómo sigue Lila en su casita acuática y tener a Marie en mis brazos.- nos besamos antes de salir del auto. Tomé el bolso con las cosas para Marie y fuimos hasta nuestra consulta con Jonh.
- Pero mira a quien tenemos aquí… si son la ranita y el sapito ¿Cómo andan niños?-le preguntó John cuando nos atendió.
- Mami sssabe nuestrosss apodosss.- dijo emocionado mi niño.
- Es que él fue quien me atendió cuando ustedes dos estaban en mi panza y papá ya los llamaba de esta manera.
- Ahhhh- dijeron los dos.
- Vamos a ver qué tal está su hermanita.- nos hizo pasar a su consultorio.- Rob, Kris ¿Cómo están?
- Muy bien, pero me siento cada día más pesada y enorme; creo que en cualquier momento voy a estallar.
- Jajaja si llevaste adelante un perfecto embarazo gemelar, llevar uno solo es más sencillo.- se burló de mí.
- Doc lo digo enserio creo que Lila vale por los dos enanos.- me seguí quejando.
- Bueno vayamos a la balanza y veamos cómo estamos avanzando.- mi embarazo lo había arrancado con cincuenta y cinco kilos y ya llevaba quince kilos aumentados.- Ummm estamos pesando setenta kilos y medio.
- ¿Encerio? Solo aumente medio kilo…. Guaau y eso que cada día me veo más redonda.
- Es que Lila essstá creciendo mami.- comentó mi hijo.
- Así es campeón, todos los días su hermanita se vuelve más y más grande para luego poder jugar con ustedes.
- ¿Podemos vedla ya?- preguntó mi ranita.
- Claro, Kristen pasa a la camilla.- me recosté, Rob se acomodó a mi lado, Aly se sentó en su pierna y Alex se acomodó del otro lado sobre una butaca alta que había traído Jonh.- ¿Listos para conocer a su hermanita?
- Siiiiii- gritaron emocionados mis niños.
- Un poco de gel frío y aquí vamos.- encendió el ecógrafo y enseguida apareció la cabeza de Lila en la pantalla.- Parece que alguien ya se acomodó para el gran momento.


- ¿Eso qué es?- preguntó Alexia.
- Esto preciosa es la cabecita de tu hermana, ahora la voy a medir y luego les voy a mostrar el resto de su cuerpito.- le contestó con mucha paciencia.
- Mi doc también me mide cuando voy a las consultas es para vel si clesco bien.- Aly hablaba como una cotorra sin parar.
- Y John está haciendo lo mismo con tu hermana hija, él la mide y la pesa para ver que esté creciendo bien en la panza de mami.- le explicó Rob.
- ¿Se puede sabel cuánto pesa?
- Así es ranita, y les puede decir que la pequeña bichito de luz está pesando unos dos kilos con cien gramos.
- Pesa igual que colitas.- dijo emocionada mi nena.
- Ustedes pesaban solo un kilo más cuando nacieron.- recordé emocionada cuando eran pequeñitos.
- Vamos a tener una pequeña regordeta.- Rob se burló y Lila dio una gran patada. Sus hermanos veían emocionados como su hermana se movía.
- Auch, alguien se enojó que le digan regordeta.- todos reímos por el comentario de John.-Ahora vamos a escuchar su corazoncito.- toco ese botón donde siempre salían los rápidos latidos de mi hija.
- Guaaauuu parece un tamborcito.- por fin hablo Alex, él era más tímido que Aly y no solía hablar mucho frente a desconocidos.- Mami ¿Él mío latía asssí de rápido?
- Si precioso, ambos.- tomé la mano de mi niña.- Latía como dos trenecitos apresurados.
- Bueno, por aquí está todo en orden, despídanse de su hermanita niños.- le pidió John.
- Adiós Lila, ya quiero jugad contigo.- se despidió Aly.
- Adiós Lila, no pateesss mucho a mami.- ahora fue el turno de Alex.
- Toma Kris sécate la panza.- John me tendió una toalla para secarme.- Bueno todo está en orden te voy a mandar a hacer los últimos análisis de sangre así actualizamos ¿Cuándo tienes turno con Laura?
- Dentro de dos semanas, ella va a pasar unos días a Brighton antes de irse a Miami, así que vamos a hacer la consulta en nuestra casa.- le contesté, las consultas con Laura era más un espacio donde nos conectábamos solo con Lila que lo que me podía enseñar sobre que esperar en el parto.
- Bien, saca turno esta semana para la extracción y dentro de un mes nos vemos de nuevo. Disfruten de sus vacaciones niños.- se despidió de nuestros hijos.
- Gracias doctor.- dijeron los dos al mismo tiempo.
- Cualquier emergencia me llaman a mi celular o pueden acercarse al hospital de Brighton, tengo un colega que trabaja excelente y no va a tener problemas en atenderlos por cualquier eventualidad.- nos dio una tarjeta con el celular del colega.
- Esperemos no tener sustos y que la pequeña regordeta quiera seguir acumulando grasa en sus cachetes.- bromeó Rob.- Nos vemos el próximo mes doc.
- Adiós chicos disfruten de las aguas frías de Brighton.- se burló de nosotros, mientras salíamos de su consultorio.
- ¿Mami linda vamos a buscad a Marie?- me preguntó Aly dando saltitos hasta el ascensor.
- Si cielo ahora vamos a buscar a su hermanita.- los dos empezaron a gritar de alegría.
- ¿Qué pissso mami?- a Alex siempre le gustaba tocar los botones de los ascensores.
- El octavo ¿Llegas?
- Si mami, soy niño grande ya.- me dijo muy orgulloso, pero no alcanzaba a estirar mas sus deditos para poder tocar el botoncito, así que lo terminé alzando a upa.
- No deberías cargarlo, ya te pesa mucho.- me susurró mi marido al oído, pero creo que la mirada asesina que le di hizo que se retractara de su idea.
- Llegamos campeón.- lo baje cuando el ascensor abrió sus puertas.- Primero debemos ir a avisar que ya llegamos y hacer unos trámites de papeles con papá, así que prometan que se van a comportar ¿Ok?
- Sip mami.- dijeron los dos al mismo tiempo.

Gracias a Dios se comportaron y se quedaron los dos muy sentaditos y hablando despacito en la sala de espera interna de Neonatología, todas las enfermeras nos felicitaban de los bellos y educados niños que teníamos.

Cuando llegó el momento de buscar a Marie, Melanie estaba ansiosa esperándonos en la puerta.

- ¿Cómo están mi par preferido?- se agachó para saludar a los niños.
- Hola Mel.- ambos corrieron hacia ella para abrazarla.
- ¿Están listos para llevarse a Marie con ustedes? Desde la mañana los está esperando.- les sonrió.
- Siiii…- gritaron ambos hasta que se dieron cuenta que no podían gritar.
- Pasen que hay una princesa esperándolos.

Fuimos hasta su cunero y ahí estaba nuestra hormiguita jugando con su osito de peluche que le había regalado Aly en una de sus visitas. No podía creer que ese bebé tan lleno de energía fuera la misma que conocí conectada a miles de cables, creció mucho en el mes que estuvo internada.


- Hola princesa Marie.- la alcé y la acurruqué sobre mi pecho; ella me miró sonriéndome y llevó una de sus manos a mi pecho.
- Me parece que hay alguien que tiene hambre.- todos nos reímos.- Hola hormiguita, que linda que estas con tu vestidito, pero eres muy pequeña para andar mostrando estas piernitas.


                                                                                   
- Yo elegí el vestido papi lindo, mi hedmanita se tiene que ved bella.- dijo mini fashonista.
- Hola Soph.- saludo con un beso en su frente mi chiquitín.
- Acá está su bolso con toda su ropita y las cosas que le trajeron a ella; adentro también está la lista con los horarios de los medicamentos que tiene que tomar.- Mel le entregó el bolso a Rob.
- Dame su mantita y gorrito así no toma frío cuando la saquemos de acá.- Rob empezó a revolver todo el bolso y como paso siempre no encontró lo que le pedi.- Haber sostén a tu hija así lo busco.- dije media enojada.- Vez aquí está, no sé porque siempre tenés problema para encontrar las cosas en el bolso.- aproveché que estaba sosteniendo a la bebé y le coloqué su gorrito y la manta.- Listo, ahora si podemos irnos- sonreí.
- Antes que se vayan, ¿Les molesta sacarse una foto con el equipo de neo? Es una tradición tener una foto de todos los niños que pasaron por acá, luego todos los años en la semana del prematuro los invitamos para ver como crecieron.- nos explicó Mel.
- Claro que no, será la primera foto de esta pequeña, vengan niños pónganse para una foto.- los llamó Rob; Alex y Aly se pusieron delante de nosotros, mientras que el equipo se puso a los costados.
- Digan whisky.- dijo la enfermera encargada de sacar la foto.- Ya está quedo fantástica.
- Luego me la envías Mel.- le pedí y ella asintió.
- Cielo mejor vamos yendo, ya hace muchas horas que andas parada y Lila también merece un poco de atención.- acarició mi barriga y mi otra niña pateó contenta.
- Si amor.- le dí un pequeño beso.- Niños despídanse de Mel.
- Adios Mel, glacias pod cuidad a mi hedmanita.- le dio un abrazo mi hija.
- Fue un placer pequeña. Adiós enano.- abrazo Alex.
- ¿Puede venir Matt a jugar a casa esta tarde?- me miró a mí y luego a Mel.- Porfi mami
- Por mí no hay drama enano, pero quizás Matt esté ocupado.
- Está en casa con la niñera corazón y yo estoy de guardia así que no puedo pasar a buscarlo para llevarlo hasta tu casa, además hoy trabajo toda la noche.
- Pero ssse puede quedar a dormir, passsado mañana ya nosss vamosss a la playa y no le veré más.- puso carita triste.
- Mel avisa a tu niñera que pasaremos a buscar a Matt, mañana cuando salgas de la guardia lo puedes pasar a buscar o luego de descansar.- le dijo Rob, mientras íbamos saliendo del sector de Neo.
- Hay que pena con ustedes, mi hijo pasa más tiempo en su casa que en la mía, debería pagarles a ustedes por cuidar a mi Matt. Además hoy ustedes estarán ocupados con la bebé. - estaba toda avergonzada.
- Sabes que Matt es uno más de la familia, son como hermanos con mi Alex y no nos molesta para nada que se quede hoy a dormir.
- Solo tendremos que pasar por el supermercado a comprar más comida porque siempre asalta la heladera.- todos nos reímos por el comentario de Rob.
- Ok, ok llamaré a Cristal para avisarle que aliste a Matt, seguro que va a estar más que contento de pasar la noche con ustedes.
- Siiiii.- saltó contento Alex.- Graciasss Mel.- la abrazó muy fuerte, aunque él amara jugar con su hermana y primas, había juegos que solo con un niño tan lleno de energía como Matt podía jugar.
- Nos vemos mañana Mel.- me despedí de ella antes de subir al ascensor.
- Ve a buscarlo luego de descansar, en verdad no nos molesta tenerlo con nosotros.- fue el turno de Rob de despedirse.
- Gracias por todo nuevamente, luego los llamo para ver cómo está todo; si tienen que retarlo les doy mi permiso.- nos reímos.- Adiós, nos vemos mañana.- nos saludó hasta que el ascensor se cerró.
- ¿Lista para una nueva aventura amor?- me susurró Rob al oído, mientras acariciaba dulcemente la cabecita de Marie.
- Mientras te mantengas a mi lado siempre lo estaré.- lo besé.


- Iuuuuiiiuuuu mamaaaa.- se quejó mi hijo.- Es asqueroso besar a las niñas.
- Hablaremos de esto cuando tengas catorce hijo.- se burló su padre.
- A mí me parece tan domantico que mis papis se den besitos como en los cuentos.- mi pequeña princesa le daría más de un dolor de cabeza a su pobre padre.
- Porque eres niña.- le sacó la lengua su hermano.
- Niños no empiecen porque se quedan sin postre esta noche.- los dos negaron ante mi advertencia.
- ¿Yo voy a tener postre esta noche?- me susurró mi marido al oído.
- Tengo un pequeño bomboncito que creo que no te va a permitir comer tu pastel.- me reí mientras acomodaba a la bebé en el auto.
- Puedo ser bastante rápido cuando me lo propongo.- me dio un azote en mi trasero, haciéndome saltar.
- ¿Mami estás bien?- preguntó Aly, abrochándose el cinturón.
- Si hija, solo me dio un escalofrío.- miré feo a Rob por hacerme pasar estos calores frente a los niños, él simplemente me puso sonrisa de niño bueno.
- Creo que te dejare sin postre por varios días.- lo amenacé mientras me acomodaba en el asiento.
- No podrías autocastigarte, tengo tus hormonas a favor cielo.- me beso la mejilla mientras arrancaba el auto.
- No me pongas a prueba Pattinson, porque pierdes.- se reía el muy desgraciado porque sabía que con mis hormonas en modo hot no aguantaría más de cuarenta y ocho horas sin sexo.
- ¿Listo para ir a casa niños?- preguntó Rob saliendo del estacionamiento.
- Siiii.- dijeron emocionados causando que Marie se asustara.- Perdón mami linda.
- No se preocupen, pero intenten no gritar cerca de ella porque se asusta.- me iba a girar para jugarle con el osito para que no llorara, pero mi niño me gano de mano.
- No lloresss hermanita, prometo no gritar masss cerca de ti… mira qué lindo ossso, vez él no quiere que lloresss, vez te hace caritas.- he increíblemente todo las caras tontas que le hizo Alex, logró que parara de llorar y nos regalara su primera sonrisa.- Mira mami está sonriendo.- dijo emocionado.

                                  

- Es porque te quiere mucho.- le sonreí.
- Yo también te quiero fosforito.- besó su frente.- A ti también te quiero enana.- sostuvo la mano de su otra mitad.
- Creo que hemos hecho un buen agregado al equipo de cuatro.- habló mi marido muy despacio para que los niños no se sintieran espiados.
- Que pronto se convertirá en un equipo de seis.- tomé su mano y la puse sobre mi vientre donde nuestra hija estaba danzando.
- Me encanta mi super equipo.
- A mí también.- sonreí, miré por el espejo retrovisor como mis tres soles interactuaban juntos y cualquier miedo de que ellos no aceptaran a su nueva hermanita se borró de mi mente. Ahora no veía la hora en que Lila formara parte de ese cuadro.