jueves, 25 de agosto de 2011

Adelanto capitulo 7. Make you feel my love

Hola chicas!!!

Gracias por todos sus comentarios son un gran incentivo para continuar con esta historia y pues como ven a la kikis que ya esta embarazadaaa omghhh!!!  jajajaj  ^_^

Bueno sin mas palabras que lo disfruten.

************************************************************************

-         ¿Qué paso? ¿Qué demonios te dijo el médico para que estés llorando de ésta forma?- preguntó muy preocupada-.
-         Tú hermano no podrá jugar al tiro al blanco, -dije con toda la felicidad del mundo, sin dejar de acariciar mi pancita. Todavía no podía creerlo-.
-         ¿Por qué no? no entiendo de qué diablos me hablas, cuñada ¿Te volviste loca?, -ahora la nerviosa era ella-.
-      No podrá jugar porque ya apuntó y acertó, -seguía mirándome sin entender- ¡Estoy embarazada!... ¡Rob y yo vamos a ser papas!

Kpov
Cuando mi cuñada cayó en la realidad, prácticamente se me tiro encima abrazándome con tanta fuerza que casi me deja sin aire.
-         Voy a ser tía.... Voy a ser tía- me levantó del asiento y me apretó mas a ella.
-         Si me sigues apretando tanto no creo que llegue a dar a luz- dije con risa.
-         Upsi lo siento, no me di cuenta- se avergonzó con la misma cara que ponía Robert cuando se mandaba alguna.
-         Felicitaciones hija- me abrazó muy maternalmente Magie- Veraz que todo saldrá bien esta vez y este pequeño bebé- acarició mi vientre- Llenara de felicidad esta casa- se le escaparon unas lágrimas igual que a mí- Dios ya me estoy volviendo vieja, que lloro por todo- nos reímos las tres y ella se secó las lagrimas con un trapo que traía.
-         Esto hay que brindarlo... Magie saca el champagne de la heladera, que yo traigo las copas- dijo con toda la felicidad mi cuñada.
-         Lizzie yo no puedo tomar; hay un menor que me lo impide- señale mí plano estomago.
-         Cierto- se golpeo la frente- Magie saca el champagne para nosotras y para ella traé jugo de manzanas. No quiero que mi sobrino sea un alcohólico como su padre- negué con la cabeza, riéndome por su comentario; siempre tenía que traer a colación a Rob
Tal como lo pidió Liz, ellas brindaron con champagne y yo me tuve que conformar con mi copa para esa bebida alcohólica pero con jugo de manzana como su contenido.
Nos entretuvimos un largo tiempo hablando de cómo había sucedido esto por que, según mis cálculos, las pastillas no debían permitir que me embarazara y solo habían pasado una semana de la única vez que no nos cuidamos con Robert, según mí entender no pudo haber sido esa vez.
Así que esperaría hasta la ecografía, para calcular cuando fue que unos de los “guerreritos” de Rob- ese fue el nombre que le puso Lizzie a los espermatozoides de él- conquistaron a la gran “bellota”- así llamó a mí óvulo.
-         Creo que tomar tanto alcohol ya te afecto Liz- comenté, secándome la lágrimas de tanta risa.
-         Hay para nada- negó con la mano- He tomado más, en otras ocasiones.
-         Pues yo hace tiempo que no bebía tanto- hablo Magie, tomando otro sorbo- Me parece que hoy los “guerreritos” de mí marido tendrán que salir a la batalla- Lizzie volvió a estallar en risas y yo terminé atragantada con el jugo, roja por la vergüenza.
-         Hablando enserio- Liz  se puso seria- ¿Cómo se lo dirás a Robert?- me quedé pensando por un momento.
-         La verdad no tengo ni idea. Esta noticia no me la esperaba ahora, sino en un par de meses- tomé unas galletitas que habían sobre la mesa.
-         ¿Puedo encargarme yo?... anda dí que si... di que si... porfis... porfis- sus saltitos y su cara de perrito a medio morir, me hizo recordar al personaje de Alice.
-         Lizzie pero me gustaría comunicárselo yo misma- hablé suavecito para no herirla.
-         Y lo vas a hacer, yo solo voy a preparar el ambiente, veraz como me lo terminaras agradeciendo- me guiñó el ojo.
-         Ok ok, me pongo en tus manos, pero con una condición- dije muy seria.
-         La que quieras cuñadita- me sonrió.
-         Esto queda en secreto entre Magie, tú, Rob y yo, nada de comentarlo a toda la familia; al menos hasta que estemos totalmente seguros que es un embarazo normal. No quiero ver a la familia triste nuevamente.
-         Prometido Kris... me boca estará completamente cerrada- dramatizo con sus dedos como cerraba la boca.
-         Bien, ahora soy toda tuya ¿Qué debo hacer?- dije sin saber donde me estaba metiendo.
********************************************************************************

Que creen que hará kikiss??? saquen sus conclusiones ademas que sus opiniones son bien recibidas niñas.


Otra cosita probablemente el capitulo se tarde un poco mas ya que la jefa mayor (osea nat) jajjaja va a estar ocupadita asi que presion a ella jajajaj no se crean pero haremos lo posible para que este antes así que besitos para todas!!!! 

jueves, 18 de agosto de 2011

Una nueva ilusión

Bueno acá llega un nuevo capítulo entero, más de una estará feliz porque publique antes del sábado... que no se les haga costumbre, pero sucede que mañana tengo guardia todo el día y luego me voy de viaje porque aquí en Argentina es fin de semana largo y me iré a ver a mí hermana y sobrinos.... y sarita anda de viaje y tampoco podrá publicar.  
Para el próximo volveremos como siempre a los sábados, si es que no surge ningún inconveniente.
Este capítulo es bien bien bien para mayores de 18 ¡YA ESTÁN ADVERTIDAS!.
Gracias Rosy por la gran ayuda que nos diste!!!
Ahora sí a leer se ha dicho....
***************************************************************

RPOV

Ti-ti-ti-ti-ti-ti-ti-ti-ti-ti-ti

Maldito despertador que no se apaga solo -pensé para mis adentros-. Sin muchas fuerzas y menos ganas, solté el suave seno de mi esposa y apagué ése aparato del demonio. Habitualmente era Kristen la que dormía del lado del despertador ya que sabía de mis pocas ganas de apagarlo y de lo dormilón que suelo ser. Pero con el estado de embriaguez que llegué anoche y la sesión de sexo, dormimos en lados invertidos. Volví a acurrucarme a su lado para disfrutar un poco más de su delicioso aroma, del calor de su cuerpo que se amolda perfectamente al mío, recordando… recordando...

Flash Back

… Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de una gran noche con amigos. Primero una divertida cena en casa que luego terminó en un pub, todos juntos escuchando buena música, disfrutando como cualquier persona joven. Por eso me pasé un poco de copas; gracias a Dios mi cuñado tenía que estar fresco al día siguiente y nos trajo a Kris y a mi a casa, ya que con el estado de borrachera que llevaba, hubiera sido un poco riesgoso conducir.
Apenas entré a casa, me arrojé en el cómodo sillón que adornaba la sala, ni me percaté si Kristen había ingresado o no a nuestro hogar, hasta que sentí un peso en mis piernas y muchos besitos en mi cuello. Era tanto lo que había bebido que no poseía las fuerzas necesarias para amar a mí esposa, sólo deseaba dormir.

-         Amor -intenté llamarla pero ella estaba muy concentrada en su trabajo, sus pequeñas manitas se colaron bajo mi remera, acariciando mi pecho al tiempo que sus dientes mordían mí clavícula-. Mi vida, detente.
-       ¿Prefieres ir a la habitación? -me preguntó con su voz sensual- Aunque yo prefiero aquí, es más cercano y hace mucho que la alfombra no nos hace compañía -mordió el lóbulo de mi oreja y sus manos descendieron hasta los botones de mis pantalones, apretando un poco-.
-     Hoy no -la separé un poco de mí- Bebí demasiado y no me siento bien- cerré nuevamente mis ojos, apoyando la cabeza sobre el sillón. Me percaté de cómo perdí el peso que había sobre mis piernas.
-        Haz lo que te plazca, pero... ¡Ni te aparezcas por la habitación! -lo último que escuche fue el portazo de una puerta, antes de quedarme completamente dormido-.

No sé cuantas horas pasaron desde que me quede dormido en el sillón, hasta que algo húmedo y áspero tocaba mí cara.

-   Kris, me siento mal -lloriqueé como niño pequeño, más de ésa cosa húmeda tocó mi rostro, hasta que comprendí de que se trataba- ¡BEAR YA BASTA¡ -mi perro me miraba extraño-.

-         Guau, guau –ladró el sinvergüenza en mi oreja-.

-     NO -dije con firmeza- vas a despertar a mamá y los vecinos -me paré como pude y miré el reloj, cuatro de la mañana- vamos muchacho, no son horas de andar molestando dentro de casa, afuera con Nala -lo guié hasta el patio-.

Aproveche el estar en la cocina para tomar un poco de agua, sentía que se estaba construyendo un edificio en mi cabeza; rebusqué en  los cajones donde Kiki siempre guardaba algunos medicamentos de emergencia y tomé una pastilla para el dolor de cabeza; en pocas horas iríamos al médico y no me quería sentir mal.
Muy despacio subí hasta nuestra habitación, intentando hacer el menor ruido posible para no despertar a mi mujer; pero el que terminó de despertarse fui yo ante la imagen que tenía frente a mí.

Kristen con un camisón que no dejaba nada a la imaginación, con sus piernas abiertas, tocándose uno de sus tersos senos y con la otra mano introduciendo algo en su interior; tenía sus ojos completamente cerrados, gimiendo, disfrutando de su propio trabajo y si eso no fuera suficiente, por la televisión se escuchaban más gemidos provenientes de una película porno.

Era la primera vez que veía a mí mujer autocomplacerse, o sea, sí la había visto masturbarse en nuestras sesiones de amor a la distancia por nuestros viajes, o como previa antes de terminar ambos follando, pero nunca imaginé que fuera de esos momentos, ella igual se tocaba sola.
 
-  Más Robbbb -gimió- Dame más fuerte -aumentó la velocidad de sus embestidas- Eres tan grande -se apretó con fuerza sus pechos-.

Verla, fue la mejor medicina para mí dolor de cabeza, de un momento a otro, todo malestar desapareció y dio paso a la excitación. Si ella estaba disfrutando de su soledad, yo también haría lo mismo. Kristen se hallaba tan encerrada en su burbuja de placer, que no se percató de mi presencia. Cerré la puerta sin hacer ruido y me desabroché mis pantalones que descendieron junto con mis bóxer para liberar mi pene ya erecto. Apreté mí glande para sacar un poco de mi jugo y comenzar a acariciarme de arriba a bajo, para luego volver a apretarlo como solía hacerlo Kiki. No había imagen más erótica que tu mujer toda brillosa a causa de la excitación, totalmente abierta y masturbándose en tu nombre; era algo soñado.

Arqueó su espalda y sus rodillas iniciaron su temblor habitual antes de haber logrado su orgasmo, ya le quedaba poco, por lo que apresuré mis movimientos.

-         Ahhhhh... más, más, más -gemía con fuerza- Lo quiero más profundo... y fuerte… -aumento el ritmo de sus propias penetraciones-.


Toqué mis testículos, los cuales se encontraban duros, para terminar junto a ella... y así fue, ambos tocamos el cielo como si lo hubiéramos hecho juntos, pero con una simple diferencia, ella bañó su horrible juguetito rosa con plumas, en vez de a mi pequeño gigante, y yo inundé mis manos y mi abdomen, en vez de su interior.

Cuando ambos tranquilizamos nuestras respiraciones, decidí que era el momento que se percatara de mi presencia.

-         ¿Satisfecha? -le pregunté con un tono de mucha excitación. Ella levantó la cabeza de la almohada, al principio me miró asustada con un tinte de vergüenza por haberla atrapado, pero luego su mirada se transformó en la de una felina, que aún continuaba hambrienta y en busca de su próxima presa-.

-         No del todo... pero al menos calmé el calor que me dejaste y no quisiste apagar -me contestó la muy descarada-.

Dejó el vibrador sobre la mesita de luz y fue gateando, hasta la punta de la cama, donde con un dedito me llamó hacia ella. Antes de ir, me despojé de mi ropa. Kristen se mordía el labio al verme caminar desnudo, ambos nos devorábamos con la mirada, estaba a punto de atacarla para hacerla mía pero los gemidos que provenían de la pareja de la televisión nos distrajeron y ambos reímos.

-        Creí que ésta clases de películas, carecían de argumento según tú parecer -acaricié su rostro y coloqué un mechón de pelo tras su oreja-.
-    Sigo pensando que son vacías y sin argumento -acarició mi abdomen- Pero ante la soledad... sirven a la imaginación, -tomó mi miembro en sus manos, solo atiné a cerrar los ojos y disfrutar de sus manos-.
-   Soledad es una palabra demasiada cruel... ¿No crees? -tomé sus senos para acariciarlos, que cada día se volvían más turgentes y deliciosos-.
-     Crueldad es lo que hiciste conmigo... debería hacerte sufrir y dejarte sin sexo por un mes -aumentó la velocidad de su mano-

    Eso sería castigo para ti misma... ambos sabemos que estando juntos a parte de los cuatro día que dura tu período no podemos estar el uno sin el otro -su sonrisa fue enorme- se puso de rodillas, sin cesar con su particular masaje.
-         Ya sabes que puedo mantenerme contenta yo sola -me susurró en el oído-.
-  Dudo que ése pedazo de plástico con plumas te haga retorcerte de placer tanto como yo lo hago -sin pensarlo mucho introduje dos dedos en su interior, ganándome un gemido de su parte- ¿No estás de acuerdo?
-    Sí –gimió mientras se mordía el labio- pero preferiste dormir en vez de amarme -me clavó sus hermosos orbes verdes-.
-         Yo aún dormido te amo princesa -y nos besamos con pasión-.

Ella enredó sus manos en mí cabello, mientras que yo agarraba lo máximo posible de su glorioso trasero. Poco a poco fuimos quedando acostados en la cama, entrelazando nuestras piernas de la misma manera que se enredaban nuestras lenguas.

-     Acuéstate y ábrete para mí -pedí con voz dura- coloca los pies sobre el colchón -la acomodé como quería- ahora me dirás si prefieres ése trozo de plástico rosa o a mí, -sin más la penetré con fuerza-.
-    Espera -me detuvo luego de gemir, yo me retiré pensando que la había lastimado, rebuscó toda apresurada algo en la mesita de luz,
-         Debes usar esto -me mostró un sobrecito dorado-.
-         Pero... -iba a protestar pero me calló con un dedo sobre mis labios-.
-       Hasta que el médico nos dé luz verde, quedamos en cuidarnos, sé que no te gusta, pero piensa en el bebé -se sentó y su cara quedó a la altura de mi miembro- Verás cómo igual nos divertiremos -abrió el paquetito,  colocó el preservativo tal como estaba en su boca y luego me lo puso bajando poco a poco sobre mi pene…

Dios adoraba su boca en mi polla, con los años se había vuelto una maestra del sexo oral. Me enorgullecía ser yo con el primero y único con el que lo practicó.

  •         Si lo pondrás de ésa forma siempre... –dije- ahhhh... dejarás de cuidarte con las pastillas – la tomé del pelo, para elevarle el rostro-
  •       Pero a mí me gusta sentirte completo, sin barreras y duro cuando te liberas dentro de mí- succionó mi pene y luego se recostó-
  •        Ahora... ¿en que nos habíamos quedado? -se lamió el labio inferior-
  •           En esto preciosura -tomé una almohada para colocarla bajo de sus glúteos y tenerla a una mejor altura para la penetración-.

-   Amor, vas a suplicarme que tenga clemencia contigo -sonreí cínicamente y la penetré de una sola estocada-.
-       Robbbbbb -gritó muy fuerte-.
- Volví a retirarme y realizar la misma acción. Luego continué penetrándola con velocidad y ella no paraba de gemir, tanto, que superaba a la actriz porno de la televisión.
- Eres tan buena actriz... que ensombreces a la de la televisión -llevé sus piernas hasta mis hombros para sentirla más profundamente-.
-  No... por... nada... -Dios no podía terminar su frase- tengo un Oscarrrr... más rápido, -sus paredes ya se cerraban entorno a mi polla-.
-     Más, más, más... siento que me vengo -me salí de ella, aún no deseaba que llegara a su orgasmo-
-    ¿Qué diablos haces? – me gritó y se iba a sentar, pero la encerré con mi cuerpo, agarrando sus muñecas con mis manos.
-     Quiero que me digas quien te folla mejor -me restregué en su raja húmeda, sin introducirme-, ése pedazo de plástico o yo -la besé con ferocidad-.
-   No puedo decidirme por uno –dijo, sabía cómo jugar sus cartas- El plástico al menos no me dejó con el orgasmo por la mitad... pero tú te mueves mejor... y más profundo -mordió mi labio inferior y lo jalo hacia ella-, ¿Quizás los deba probar a ambos al mismo tiempo? -estoy seguro que se dio cuenta como mis ojos se salieron de orbita- ¿O a caso te da miedo?
-      Nunca- dije firmemente- Soy mejor que la cosa rosa... pero si lo vamos a hacer quiero lugar preferencial, -le dí una nalgada-.
-         El que quieras cielo -lamió mi cuello- El que quieras.
-       Ponte de rodillas, mirando al espejo para que veas tu rostro cuando estoy en tu interior -como siempre mi reina me complacía en todo, tomé el vibrador y se lo alcancé-, comienza primero, mírate mientras te penetras para que notes la diferencia, -obedeciendo, volvió a retomar su auto- juego con el que la había encontrado, gimiendo con cada entrada y salida- No está permitido acabar sin haberme probado –asintió-. Busqué un tubito en el cajón de donde ella sacó el preservativo.
-   ¿Ves tú cara de zorra disfrutando? –asintió y masajeé sus senos- Retenla en tú memoria, porque cuando me sientas te olvidarás de tu aparatito por completo –tomándola de los senos la subí, logrando que su trasero quedara sobre mis rodillas, en esa posición mi glande entraba poco a poco en ella- Mírate mientras me pierdo en ti... y disfruta- cerró los ojos, en el momento que tuvo dos intromisiones en su ser. Ambos iniciamos un penetrar y retirar sincronizado.
-   OMGGGGG Robbbbbbbb... es fantástico -y eso era cierto- Me siento... completa…
-         Eres tan estrecha- ahora era yo quien no iba a aguantar mucho más- aprieta uno de tus senos para mí -así con mi mano libre podía tocar su clítoris, sentía su humedad escurrirse por sus muslos y llenar mis piernas, así como al intruso de adelante. Aumenté el ritmo de mis embestidas, ¡Córrete! -le grité.
-         Si, si, si... eres el mejor Rob -fue lo último coherente que dijo antes de dejarse llevar por su orgasmo, sacando al vibrador-.

Me retiré de su interior y la giré para quedar frente a mí, sin haberse recuperado del todo, quitó el preservativo y me masturbó para terminar sobre sus senos y labios, limpiándome por completo.

-         Sabes delicioso –dijo la descarada. La besé para sentir mi gusto en ésa boca golosa y traviesa, pero ésta vez el beso fue suave y cálido, la pasión ya había sido saciada-. 
-         Te amo pequeña -acaricié su rostro-.
-     No más que yo, -nos quedamos unos minutos simplemente mirándonos y acariciándonos con la mirada-.
-        Al final... ¿Quién es el ganador? -pregunté risueño-.
-    ¿Necesitas saberlo? -me dijo con una hermosa sonrisa. Asentí-, Siempre serás el mejor -me dio un beso corto- Porque el plástico no te llega ni a los talones, solo plasma mis fantasías contigo, cobrizo -acarició mi pelo-.
-    Pues yo diré que eres mil veces mejor que ésa mujer- señale la tv donde continuaban con su juerga- y lo mejor es que eres exclusivamente mía, castaña, -acaricié su pelo-.
-  Solo tuya, siempre lo he sido y seguiré siendo solo tuya, -volvimos a besarnos.- Ya es tarde, descansemos un rato o no llegaremos a la cita con el médico.

Dicho lo anterior, apagamos el televisor, nos recostamos muy abrazados y agradecí a Dios por tener a ésta hermosa mujer a mí lado, que hasta borracho lograba encenderme de ésa manera única que sólo ella conocía.

Fin del Flash Back.

Un reguero de pequeños besos sobre mi pecho, me hicieron abrir nuevamente los ojos, para encontrarme con la hermosa sonrisa de mi castaña personal. 

- Buenos días cielo- besé su nariz- ¿Cómo amaneciste? 
- Excelente- besó mis labios- anoche me divertí mucho. Deberíamos salir más seguido a pasar el rato. 
- Es lo que siempre te digo- reímos- luego volvemos con más energías- la acerqué más a su cuerpo-, menos mal que se me ocurrió comprar una casa con un gran patio y alejada de los vecinos, o tendríamos quejas continuamente, -se puso roja como el tomate-. 
- ¿Para tanto fue? -asentí- ¿De veras? -asentí nuevamente- ¡Qué vergüenza!- se escondió en mi pecho, yo comencé a reír. 
- No te avergüences, sabes que me gusta escucharte, me da la pauta que lo estoy haciendo muy bien... excelente diría yo, -me golpeó con su pequeña mano-. 
- Petulante, -deseaba hacerse la enojada pero poco se aguantó la risa, sabía que tenía razón. Levantó su cabeza para buscar algo en la mesita de luz- Dios ¡Ya son las diez¡- se levantó toda apresurada y corrió desnuda al baño- ¡Rob levántate, a las once tenemos la cita con el doctor¡ -me gritó desde dentro de la ducha-. 
- Ya voy, -contesté con pocas ganas y empecé a prepararme, antes que mí esposa me asesinara-. 
*****
Luego de apenas quitarme todo el jabón, atragantarme con el café recién hecho y manejar su querido mini, en el cual, yo no iba cómodo pero mi auto no tenía suficiente gasolina; llegamos al Hospital St Mary's, justo a tiempo para la cita.

Kristen se encontraba llenando un formulario al lado mío; ambos estábamos sentados en la sala de espera, donde había una pareja de unos treinta años y una joven mujer con un abultado vientre, quien se dio cuenta que me le quedé mirando y me sonrió, sin parar de acariciar su panza y yo le devolví la sonrisa. Me hizo recordar lo poco que disfrute el creciente vientre de Kristen, de la primera vez que sentí patear a mí pequeño hijo y de cómo me enteré de su llegada.

Flash Back

…Había tenido un día fatal, tras una larga reunión con una productora y mi agente para la realización de una próxima película, lo único que deseaba con todo el alma era llegar a casa, abrazar a mí reciente esposa y tomar un té con sus deliciosas creaciones en el jardín, para luego terminar amándola en algún sector de la casa que nos faltara estrenar; que a esta altura era casi ninguna. Así que me apresuré lo más que pude, pero en LA eso era casi un milagro y más en hora pico. Tan pronto ingresé a nuestro hogar, me percaté de la tranquilidad del mismo, usualmente me recibía Bear y un cálido abrazo de mi Kiki, pero hoy todo se encontraba en absoluta paz, revisé el comedor, la cocina y el patio, no había nadie.

-         Quizás salieron a dar una vuelta- me dije a mí mismo.

Fui hasta nuestra habitación, que era el último lugar sin revisar y se apreciaba en las mismas condiciones que los demás, pero con una sutil diferencia que me llamó la atención. Sobre la cama había una pequeña caja verde, la tomé y me senté para ver que se descubría en su interior,  al abrirla mí mundo se paralizó.

En su interior contenía un par de zapatillitas Adidas y un palito blanco con un signo de +.


Mi corazón comenzó a latir con rapidez y unas lágrimas se asomaban por mis ojos, mí cerebro intentaba procesar lo que el corazón decía a gritos, hasta que Bear  -lanzó un ladrido traicionero-  acompañado de la risa de la mujer que amo con toda el alma salió del baño, confirmando mi ilusión: 

-         Felicitaciones papá,  -y vino a mí lado para fundirnos en un abrazo, celebrando nuestra gran alegría y emoción-.


Fin del Flash Back

- Rob… cariño… ¿Te encuentras bien?, -me movió Kristen el brazo regresándome a la realidad-. 
- Si cielo, sólo estaba pensando en una escena de la película, -mentí mostrando mi mejor sonrisa. Kristen no tenía porque saber mis temores; ella me necesitaba fuerte a su lado-. 
- ¿Seguro?, -sus bellos ojos color esmeralda intentaron verificar que no la engañaba-. 
- Si, no es nada, -tomé su mano para besarla- ¿Tú cómo estás? -era lo único importante en ese momento-. 
- Un poco nerviosa, -agachó la mirada- Tengo miedo que nos diga algo malo, -la atraje a mi pecho para abrazarla-. 
- Todo va a salir bien -besé el tope de su cabeza- Ya verás... 
- Señora Pattinson, -me interrumpió un médico de mediana edad- Pase por favor. 
- Vamos preciosa, es nuestro turno- tomé de su mano y juntos, como tantas veces ya lo habíamos hecho en el pasado, nos transmitimos fuerzas para ingresar a ésta nueva aventura. 

KPOV

Me hallaba en el jardín de nuestra casa con Lizzi, que estaba tomando un té, mientras Maggi me ayudaba a juntar el fruto del árbol de níspero que teníamos. 

- ¿Entonces prácticamente los investigó a ambos con tantas preguntas? -comentó Lizzi-. 
- Sí -dije con una sonrisa- fue peor que el FBI, -reímos todas- ¿Qué cuantas parejas sexuales tuvimos cada uno, cada cuanto lo hacíamos, cómo nos cuidábamos nosotros y con las anteriores parejas?, que si enfermedades de aquí, enfermedades de allá... nos tuvo como una hora con preguntas, preguntas y más preguntas, -volvieron a reírse-. 
- Hubiera pagado por ver la cara de mi hermano cuando te revisó... ¿No pretendió matar al médico?- Lizzi se estaba descostillando de la risa-. 
- Se puso pálido cuando me pidió que me pusiera la bata y me sentara en la camilla, -recordé su cara de seriedad y su venita palpitando en la frente, al ver al médico haciendo un tacto- Creí que después de golpear al doctor, se iba a desmayar. 
- Yo recuerdo cuando tuve a mí primer hijo, Charles me acompañó durante el parto y al ver como salía la cabeza del bebé se desmayó arriba de mi barriga, -comentó Maggi, con Lizzi no parábamos de reír-. 
- Lo mató si llega hacerme eso, -dije con seriedad-. 
- Los hombres son unas nenas flojas, -asentimos- seguro se quedó quieto para no pasar un papelón... jajajaja, -se le caían las lágrimas de tanta risa, siempre que podía, junto con Victoria, molestaban a su hermanito menor, para ellas, Robert nunca dejó de ser aquel niñato que disfrazaban de niña y la transformaban en su juguete.- 
- Ahora hablando en serio... ¿Qué les dijo el médico?, -preguntó más seria- 
- Bueno según él, por lo que figuraba en mí historial clínico, no tendríamos que tener dificultades para concebir, ya que si no hubiera sido por el accidente, hubiera tenido a mí bebé, -me costó tragar en ése momento- Así que por ahora tenemos que esperar los resultados de los análisis sanguíneos y tomar las vitaminas pre natales que me recetó. 
- A esperar se ha dicho entonces... y que mí hermano sepa apuntar y disparar bien en el blanco, -me puse colorada al instante, mientras el otro par continuaba partiéndose de risa, justo sonó el teléfono-. 
- Yo voy Kris- me dijo Maggi. Asentí y ella se dirigió a la cocina. 
- Mamá quiere juntar a toda la familia éste sábado por la noche, ¿Crees que Rob tenga que grabar hasta tarde?, -preguntó, comiendo un trozo de tarta de frutilla, negué con la cabeza-. 
- Sólo le queda un par de escenas y son de día, así que no tiene por qué haber problemas, -Maggi volvió con el teléfono en la mano-. 
- Kristen, es el Doctor Summerland, dice que es urgente, -un escalofrío recorrió mi cuerpo. ¿Serían malas noticias?- 
- Hola Doctor Summerland, habla Kristen, -dije lo más tranquila que pude. Decidí que lo mejor era sentarme para no caerme ante lo que me pudiera decir. Maggie también se sentó a mi lado y Lizzi me tomó de la mano. Ambas me miraban con preocupación-. 
- Buenas tardes señora Pattinson, me tomé el atrevimiento de llamarla porque me llegó el resultado de uno de sus análisis y me gustaría compartirlo con usted, -comentó con absoluta seriedad, provocando que aumentaran mis nervios-. 
- Dígame, ¿salió algo mal?, -Lizzi frotaba mi mano ya que había comenzado a temblar-. 
- Pues… pedí analizar una hormona que se llama gonodotrofina corionica humana y le salió más alto de los parámetros que esperaba para usted, -con ese nombre tan largo seguro era algo malo-. 
- Y... ¿con qué se cura eso?, -estaba a punto de llorar-. 
- Según los valores que estoy leyendo, en unos ocho meses aproximadamente se curaría y volverían a un valor normal, -continuaba hablando con toda la paz del mundo-. 
- ¡Tendré que esperar OCHO MESES para embarazarme!, -Grité y ya no contuve más las lágrimas-. 
- No Kristen, usted no tiene que esperar ni puede quedar embarazada porque ya está embarazada, ¡Felicitaciones¡ -en ése momento mi corazón se detuvo-. 
- ¿Qué acaba de decir? ¿Está s-e-g-u-r-o?- las lágrimas se hicieron más enérgicas. 
- Que está embarazada y éste análisis es muy seguro -su voz se volvió más cálida- El lunes por la mañana la espero con su marido para hacerle la primer ecografía y ver como anda ésa criaturita. No olvide seguir tomando sus vitaminas, trate de estar lo más tranquila posible y de no hacer esfuerzos hasta que veamos donde se ubicó la placenta, para descartar su patología anterior. 
- Sí, el lunes a primera hora estaremos allí, -mi corazón poco a poco volvió a latir correctamente y una sonrisa se implantó en mi cara-. 
- Felicitaciones nuevamente, ya verá como todo saldrá bien, adiós Kristen- se despidió-. 
- Adiós y gracias por llamar, -cortó la comunicación-. Dejé el teléfono sobre la mesa y llevé instantáneamente la mano sobre mi vientre. Iba a ser mamá, una pequeña parte de Robert ya crecía en mi interior; lágrimas de felicidad me bañaban el rostro, los zamarreos y gritos de Lizzi me trajeron a la realidad. 
- ¿Qué paso? ¿Qué demonios te dijo el médico para que estés llorando de ésta forma?- preguntó muy preocupada-. 
- Tú hermano no podrá jugar al tiro al blanco, -dije con toda la felicidad del mundo, sin dejar de acariciar mi pancita. Todavía no podía creerlo-.
- ¿Por qué no? no entiendo de qué diablos me hablas, cuñada ¿Te volviste loca?, -ahora la nerviosa era ella-.
- No podrá jugar porque ya apuntó y acertó, -seguía mirándome sin entender- ¡Estoy embarazada!... ¡Rob y yo vamos a ser papas!
***************************************************************
Bueno creo que merezco unos lindo comentarios.... Les puse todo lo que ustedes aman: sexo del bueno, fotos, momentos románticos y el gran final que más de una deseaba :D
En el Próximo Robert se enterará de la buena nueva ¿Cómo creen que se lo diga Kristen?.... ESCUCHO PROPUESTAS.
Espero que para el siguiente Sarita ya esté de regreso, sino seguiremos con nuestra colaboradora Rosy que es una gran Beta.
Las quiero un monton.... no saben como ayudan sus comentarios cuando una no tiene muchas ganas de escribir o anda cansada :)
Nos leemos el próximo sábado con el adelanto!!!!

Naty

sábado, 13 de agosto de 2011

Adelanto del Capítulo 6: UNA NUEVA ILUSIÓN



Como es de costumbre sábado por medio traigo el adelanto para que no sea tan larga la espera.... Aunque cuando lo lean imagino que recibiré tomatazos jajajajaja... Agradezcan a Rosy que les puso un párrafo más, yo lo iba a dejar más cortito jajajaja.

Rosy será nuestra beta especial en está capítulo ya que sarita anda muy ocupada arreglando unas cosas para irse a estudiar al extranjero.

Nos leemos la próxima semana... juro que valdrá la pena....

Besos

Naty

***************************************************************

No sé cuantas horas pasaron desde que me quede dormido en el sillón, hasta que algo húmedo y áspero tocaba mí cara.

- Kris, me siento mal -lloriqueé como niño pequeño, más de ésa cosa húmeda tocó mi rostro, hasta que comprendí de que se trataba- ¡BEAR YA BASTA¡ -mi perro me miraba extraño-.

- Guau, guau –ladró el sinvergüenza en mi oreja-.

- NO -dije con firmeza- vas a despertar a mamá y los vecinos -me paré como pude y miré el reloj, cuatro de la mañana- vamos muchacho, no son horas de andar molestando dentro de casa, afuera con Nala -lo guié hasta el patio-.

Aproveche el estar en la cocina para tomar un poco de agua, sentía que se estaba construyendo un edificio en mi cabeza; rebusqué en los cajones donde Kiki siempre guardaba algunos medicamentos de emergencia y tomé una pastilla para el dolor de cabeza; en pocas horas iríamos al médico y no me quería sentir mal.

Muy despacio subí hasta nuestra habitación, intentando hacer el menor ruido posible para no despertar a mi mujer; pero el que terminó de despertarse fui yo ante la imagen que tenía frente a mí.

Kristen con un camisón que no dejaba nada a la imaginación, con sus piernas abiertas, tocándose uno de sus tersos senos y con la otra mano introduciendo algo en su interior; tenía sus ojos completamente cerrados, gimiendo, disfrutando de su propio trabajo y si eso no fuera suficiente, por la televisión se escuchaban más gemidos provenientes de una película porno.

sábado, 6 de agosto de 2011

Capítulo 5: RECUERDOS

Hola hola mis queridas lectoras...he vuelto (para que saris no me sigas llorando por ahí), no andaba desaparecida como decía mí compañera, yo le había avisado que me tomaba una semana de vacaciones con mi familia, sin compu para despejarme del todo. Llegué a la mitad del año muy estresada entre la facultad y el hospital, así que según mí médico me recomendó, alejarme unos días de todo para recuperarme.
Así que volví con todas las pilas!!!!!
Yo se que muchas van a decir uhhhh que capítulo corto...... buuuu, queremos más largo!!!..... oh eres mala como nos dejas así, etc, etc, etc.....Así qe para el siguiente preparadas, porque tanto hincharon, tanto hincharon que creo que la hadita de los deseos les cumplió jajajajaj
Ahora las dejo con el nuevo capítulo, muchas cuando escribí que ambos perdieron un bebé con anterioridad pidieron saber como...así que este capítulo va dedicado a ellas.
Presten atención a las similitudes entre pasado y presente......luego les diré porque jajajjajaja..... Ahora sí a disfrutar!!!!
***************************************************************
Kpov

Hacía mucho calor; me habían entrado unas ganas horribles de  helado de chocolate con galletas oreos, todo eso bañado con salsa de chocolate y frambuesa esparcidas. Rob piensa que eso es una bomba para mi hígado,  no es mi culpa que nuestro bebé deseara  eso casi todo el día.
Ya llevaba cuatro meses de embarazo; luego de la luna de miel nos volvimos con un integrante más. Yo me había dejado de cuidar un mes antes de casarnos, nunca imaginamos que tan pronto agrandaríamos la familia. Robert caminaba por las nubes, todo los días al regresar de su grabación me traía algo dulce o algún accesorio nuevo para nuestro bebé. Aún no sabíamos de que sexo iba ser, queríamos mantener la expectativa hasta el momento del parto.

Lo único que nublaba un poco nuestro panorama era que me habían diagnosticado con placenta previa marginal y mi estado no parecía mejorar, por lo que tenía que hacer reposo absoluto para no tener un parto prematuro.

Como Rob tenía que terminar de grabar una película, decidimos que este embarazo lo tendríamos en LA y luego nos marcharíamos a nuestra casa de Londres para educar tranquilos a nuestro hijo o hija. Desde que la prensa se enteró de mi condición, hacían lo que fuera para tomarnos una foto de mi vientre y a ningunos de los dos nos agradaba ni un poco todo ese acoso. Era algo que teníamos decidido desde siempre, nuestros hijos se criarían lo más afuera posible de la locura de Hollywood; si ellos el día de mañana querían ser actores y estar en la industria los apoyaríamos,  mientras tanto le daríamos una infancia normal.

Miré el reloj, cinco de la tarde, todavía faltaban tres horas para que mi marido regresara a casa con mi pedido y yo moría por el. Intente comunicarme con algunos de mis hermanos y hasta con mis padres  nadie contestaba. Estaba a punto de llorar.

-  Bueno pequeñín, no nos queda otra- me levante muy despacio de la cama - Nadie parece escucharnos y ambos tenemos hambre. Se buen bebé y pórtate bien mientras mamá sale a comprar lo necesario para disfrutar juntos- le hablé a mi pequeña panza, acariciándola. Mi hijo pateo emocionado.
-  Tranquilo, nada de patadas fuertes que mamá tiene que conducir- mí bebé entendió perfectamente y se quedo muy quietito.

Me puse unos lentes y una gorra para pasar desapercibida. Tome la camioneta que hacia una semana habíamos comprado y me dirigí al súper. Gracias a Dios nadie se percató de mi presencia en el interior del local y parecía una clienta más. Aproveche el viaje y compre los ingredientes para prepararle una rica sopa de tortilla a Rob. Él pobre lo tenía a pan y agua sin poder cocinarle sus platos preferidos, sin poder tener sexo, sin poder hacer nada. Se merecía una sorpresa, aunque seguramente me iba a regañar cuando se entere que anduve levantada más de la cuenta.

Cuando me disponía a salir, tras haber pagado la cuenta, me cruzo con tres paparazzis que me bombardearon a flashes y preguntas.

-     Kristen ¿Ya saben de que sexo es?
-     ¿Lo tendrás aquí o en Londres?
-          ¿Es cierto que no te gusta este país para criarlo por eso se van?
-          ¿Por qué no acompañas a Robert a los eventos ¿Es cierto que solo siguen juntos por el bebé?

No se cuantas sartas de estupideces más me preguntaron. Apresuré lo más que pude el paso, no podía correr. Una vez que me encerré en el auto arranqué a toda prisa para alejarme de esa locura. El corazón me latía a mil por horas y mí bebé comenzó a patearme muy fuerte.

-          Shh, shh.... tranquilo amor, mamá ya llega a casa.... Por favor no me asustes y quédate tranquilo- acariciaba mí barriga, llorando por la impotencia de no poder proteger a mi hijo. Mire por es espejo retrovisor y me dí cuenta como dos coches nos venían siguiendo- Mierda... ES QUE NUNCA SE VAN A CANSAR- grite de la frustración. Una fuerte puntada me cruzó toda la espalda- Por favor bebé, mamá ya llega a casa, aguanta un poco más.

Acelere un poco más para ver si lograba perderlos, pero no se si fue el descuido o el miedo a ser perseguida, que no logré divisar el semáforo en rojo y el auto que me atravesó. Lo último que recuerdo antes de ver todo oscuro, es haber sentido la patadita de mi bebé y mis brazos intentado protegerlo.

-          ¡No.... mí bebé no!- me levante toda asustada y bañada en sudor.

  - Amor que te sucede- Rob prendió la lámpara de la mesita de luz y me rodeó con sus brazos.- Tranquila fue una pesadilla- me besaba el pelo, intentando calmar mis lagrimas.
    - Es que fue tan real- gimotee en su pecho- Si me vuelve a pasar... yo...- no pude terminar lo oración por culpa de las lágrimas.
-      -  No va a volver a suceder, esta vez los voy a proteger a los dos- levantó mi rostro- Ese bebé no tenía que ser para nosotros, pero él que ahora vamos a buscar sí- besó mis labios, calmándome por completo.- ¿Quieres que te prepare un té de tilo para relajarte?- preguntó mientras buscaba sus boxer para ponérselos.
-          Si me vendría bien- me recosté sobre su almohada, para no perderme de su aroma.
-          Ya regreso, no me tardo nada- besó mi frente y marcho hasta la puerta.
-          Amor- lo llamé.
-          ¿Si dime?- se giro para verme.
-       Puedes traer también unas oreos con el té, me dio hambre- me tapé con el acolchado hasta los ojos como si estuviera haciendo alguna travesura.
-          Lo que ordenes preciosa- y se marcho en busca de mi pedido.

***** (Música)
Era ya de noche, habíamos invitados a varios amigos nuestros a cenar a casa y luego iríamos a ver un recital de Lee que tocaba esa noche en Ronnie's Bar; así nos reuníamos toda la pandilla.
Con los años Rob aprendió usar la parrilla sin quemarse él o carbonizar la carne; por eso el    iba a preparar la barbacoa y yo el postre y las verduras. La alarma del horno comenzó a sonar, significaba que la torta de chocolate estaba lista.

-          Haber si se corren ustedes dos- empuje a Bear y Nala- Ya saben que conmigo no van a comer dulce, para eso busquen a Rob- les hablaba, mientras sacaba el pastel del horno- Quedo perfecto... Ahora se enfría y luego le coloco la crema y los frutos.
-          ¿Escuche la alarma del horno?- mi amor apareció con su delantal de hombre musculoso y gorro de cheff- ¡Ya esta listo el pastel!- dijo todo emocionado, acercándose a olerlo. No le dio un mordiscón porque aún estaba caliente.
-          ¿Te dije que te queda ridículo esa cosa?- lo miré por un momento y continué picando verduras.
-          Mejor que así sea- rodeó mí cintura con sus brazos- Significa que no me tengo que matar en el  gym para lograr estos músculos- besó mi cuello.
-          Si quisiera un hombre con músculos, me hubiera quedado con Kellan o Taylor- me reí.
-          Ja- ja- ja- marco su risa falsa- Que graciosa- se robó un pedazo de zanahoria cruda y la comió al lado mío- ¿Te ayudo en algo?
-          Nop solo me queda preparar las ensaladas, que el pastel se enfrié así le coloco la crema y acomodar un poco la mesa- me dirigí a una lacena a buscar un bols y ví un paquete de Oreos, deseé comerme una.
-          Si querés pongo la mesa afuera debajo del reparo, no hace mucho frío y está lindo para cenar ahí- me preguntó.
-          Bueshoo- hablé con la boca llena a acusa de las galletitas. Se acercó a mí y me robó la última oreo que queda- Era la última- hice puchero.
-          Mashana chopamos mash- él también habló con la boca llena y tiró el paquete vació a la basura. Sentí ganas de llorar.
-          Pero yo quería una más- volví a quejarme y me fui enojada por su actitud a colocar las verduras en la ensaladera.
-          Vamos cielo, no te vas a enojar por una miserable galletita- intentó abrazarme pero no se lo permití.
-          ¡Era la última!- le repliqué con los ojos llenos de lágrimas. Se me quedó mirando sin saber que hacer.- Ahora tendré que quedarme con las ganas- agaché la mirada y me sequé una lágrima.
-          Perdón cielo- levantó mi rostro- No pensé que tenías tanta hambre. Ya mismo voy a comprarte un paquete- se quitó el gorro y se desabrocho el delantal.
-          Déjalo, ya están todos por llegar- suspiré resignada- Mejor anda a poner la mesa- volví a concentrarme en mis quehaceres para olvidarme de las ganas de comer esas deliciosas oreos.
-          ¿Segura?... Puedo darme una escapada hasta la estación de servicio, no me tardo nada- Estaba por agarrar las llaves del auto y lo detuve.
-          En verdad- besé sus labios- Anda con el fuego y la mesa, yo termino acá- ahora el me besó con tantas ganas, que terminó sentándome sobre la mesada.
-          ¿Te dije que te queda preciosa esa camisa? Te hace los pechos más grandes- besó la línea que se formaba entre ambos senos.
-          Baboso- reímos juntos- Siempre pensando en sexo, eres un psicópata sexual- lo despeiné.
-          ¿Yo solo?... si mal no lo recuerdo la señorita ninfómana hoy me despertó de una manera muy peculiar- apretó mis nalgas. Este juego lo podíamos jugar de a dos.
-          Es que tenía sed- me acerqué hasta su oído-y nada más nutritivo que la leche- se la mordí. Estaba por contestarme pero justo sonó el timbre.
-          Te salvó la campana, pero está noche, cuando nos quedemos solos- ahora el se acercó hasta mí oído- rogarás por clemencia y piedad, hasta quedarte sin voz- se restregó, permitiéndome sentir en toda su plenitud a mí juguete preferido.

Se fue para abrir la puerta, dejándome con la excitación al tope y una increíble humedad entre mis piernas. Me bajé del mesón acomodando mi camisa e intentando bajar el calor que corría por mis venas.
-          ¿Mira quien vino a disfrutar de una rica barbacoa?- regresó Rob con alguien es sus brazos.
-          ¡Madi!!!- corrí emocionada para robarle de sus brazos a mí preciosa sobrina- ¿Cómo está la nena más linda de este mundo?- besaba su pancita, causándole cosquillas.
-          Tita- agito sus bracitos emocionada. Me besó con sus besos babosos y la senté sobre la mesa, haciéndole caras chistosas.
-          Es injusto, tiene mí sangre y se ríe más contigo- refunfuño mi marido.
-          Es porque los niños saben que contigo corren peligro- le contesto mi cuñada Victoria- ¿Cómo estás Kris?- se acercó a saludarme- Traje vino- me mostró la botella.
-          Ahora con la pequeña en casa excelente- seguí jugando con sus manitos. Madison era la más chiquita del clan Pattinson y al ser la primera nieta, con su año y medio nos tenía a todos comiendo de sus manos- Te dije que no era necesario que trajeras nada.
-          Hay no me cuesta- negó- ¿Necesitas ayuda con el fuego o la comida?
-          No, tu hermano se va a encargar de todo; solo me falta decorar el postre y terminar las ensaladas- fui a llenarle el jarrito de mí sobrina con jugo de naranja.
-          Por eso mismo te digo ¿Necesitas ayuda?- volvió a repetir su pregunta y ambas reímos.
-          Hola- Rob se señalo- Les recuerdo que aún sigo aquí- se hizo el ofendido.
-          ¿Y qué esperas para ir a cocinar y dejarnos un momento de cuñada a cuñada?... Anda a intentar encender el fósforo, pero tené cuidado de no quemarte el dedo- yo no podía contener la risa.
-          Muy graciosa hermana, ya el fuego está encendido- le sacó la lengua- Mejor me voy a llevar a esta muñeca a jugar al patio, así no escucha las barbaridades que dirán de su maravillosos tío- se acercó hasta donde nos encontrábamos- ¿Verdad que soy en mejor tío?- le soplaba la pancita.
-          El mejol- contesto con su preciosa sonrisa.
-          Ven ella sí sabe reconocer a la buena gente- me la saco de mís brazos.
-          Madi le sonríe a toda persona que se haga el payaso- esta vez no contuve la risa y estallé en su cara.
-          Tú también te pones del lado de mis hermanas- me recrimino.
-          No amor, como crees- me mordía la lengua para no seguir riéndome.
-          Mejor me voy, antes que me enoje- le saqué la lengua- Dile adiós a tita Kris.- sostuvo su bracito y se dirigían al patio.
-          Ados tita kis- me quedé mirándolos por el ventanal; Rob la lanzaba al aire y luego la atrapaba, siempre tuvo un don con los niños por eso sabía que iba ser un gran padre.
-          ¿Mañana van al médico?- me pregunto Vicky sacándome de mis pensamientos.
-          Si, mañana a las once tenemos turno- comencé a decorar la torta.
-          ¿Y cómo te sentís?- mientras me preguntaba, me iba pasando las cosas para decorar.
-          Contenta, ansiosa, con miedo- suspiré.
-          Eso es normal- me acarició el brazo- Vas a ver que pronto le darán un primo/ prima a Madi para jugar- me sonrió tan cálidamente. Ella junto a Lizzie fueron mis grandes soportes luego de la perdida de mí bebé; eran las únicas que sabían todos mis tormentos y dolor. Siempre las sentí como las hermanas que nunca tuve.
-          ¿Harry no va a venir?- pregunté por su marido.
-          Está preparando un caso muy importante, dijo que luego se nos unía directamente en el bar- se comió una frutilla- Igual tengo que pasar a dejar a Madison con papá y mamá, así que de seguro me espera allí y de ahí nos vamos los dos- el timbre volvió a sonar.
-          ¡Kristen el timbre... abrí vos!- me gritó Robert desde el patio, donde estaba revolcado con su sobrina.
-          YA LO ESCUCHE- le contesté un poco enojada.
-          Tranquila voy yo, tú quédate a terminar todo que yo entretengo a la manada, así mi adorado hermanito vuelve a ser un animalito otra vez- las dos miramos como Madi lo tenía de caballito a su tío- ambas reímos.
-          Será un excelente padre- dije en voz alta cuando Vicky dejo la cocina y yo me quedé viéndolo jugar con Madison, deseando que en un futuro no muy lejano mi amor le pudiera hacer caballito a nuestro hijo.



***************************************************************
UMMMMM....en el anterior andaba con sueño, ahora el ataque por las oreos y su pequeña bipolaridad... me pregunto por qué será?
Mil gracias por todos los bellos comentarios que siempre nos dejan en cada capítulo y hasta en los avances, en verdad cada una de ustedes son nuestro motor en esta locura....no tenemos palabras suficientes para agradecerles.
Ahora les dejo una pequeña incógnita para el próximo: ¿Qué sucede cuando a una mujer se le niega su ración de sexo, y más con los cambios hormonales de Kris?..... Quiero leer sus teorias.
Hasta la próxima semana!!!!


Naty