Feliz domingo para todas!!!... Perdón por la demora, se que no tuvieron adelanto como están acostumbradas, pero como prometí: Van a tener capítulo... Me quede toda la madrugada de ayer anoche para terminarlo, porque se lo merecen por la cantidad de cosas lindas que nos escriben, queriendo saber un poco más de esta historia.
A pesar de haberla escrito de apurada ayer a la madrugada, es uno de los capítulos que más disfrute escribir. Aviso como siempre que esta historia es para mayores de 18!!!... La parte hot esta vez estuvo a cargo de Rosy ya que yo me encontraba en un bloqueo mental.... así que los laureles son para ella; en esta ocasión fui pura y no le di rienda suelta a mi perversión jajajaja solo escribí cosas lindas y dulces :P
Me dejo de parlotear y las dejo leer tranquilas... se lo anciosas que están!!!
A casi me olvido, nuestra compañera Sarita se encuentra estudiando en el extranjero así que ella también anda media ocupa como yo... por eso a enviarle todos nuestros mejores deseos en esta nueva aventura que está emprendiendo.
Ahora sí a leer se a dicho!!!
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Kpov
Estaba en la cocina preparando el almuerzo, a pesar que ya el verano estaba por terminar hoy hacia un calor que te asaba, por suerte era domingo, Rob no trabajaba y podíamos disfrutar juntos de la pileta (alberca).
Desde que se enteró de mí embarazo, hace menos de 48 horas, mi cuerpo había adquirido una nueva sombra, ya que él no se separaba en ningún momento de mí lado, estaba atento a cada uno de mis movimientos, realmente me preocupaba que si era así ahora, no me quiero imaginar lo que me depara en los próximos meses.
- Espero que seas niño, porque si eres niña tú papá te volverá loca- le hablé a mi pancita, mientras la acariciaba, unas manos heladas y húmedas se posaron sobre las mías-.
- ¿Cómo están las dos mujeres de mi vida?, -acarició también mi vientre y me besó el cuello, logrando que un escalofrío recorriera toda mi columna vertebral-.
- No sabes si soy niña papi, -imité la voz de una nena-. Puede que sea un fuerte y bello varón como tú.
- Nop, -remarcó bien la p- Yo sé como trabajan mis soldados y ellos conquistaron una casita para nena- me apretó más a su cuerpo completamente mojado por el agua.
- ROBBBBBBB... ¡¡ME ESTAS MOJANDO!! -lo regañé, intentando escapar de sus brazos, fallando totalmente, él me apretó aún más cerca-.
- Anoche y en la madrugada no te importó que te mojara, -mordió mi oreja- Hasta me pedías y gritabas por más y más… -comenzó a restregar su miembro duro sobre mí trasero, iba a contestarle cuando alguien nos interrumpió-.
- ¿Poque mujaste a la tita anoche?, -nuestra pequeña sobrina Madi nos miraba con los bracitos en jarra, desde la puerta de la cocina que daba al patio. Yo estaba más colorada que un rubí, no sabía como contestarle a una bebé de año y medio.
- Enana: se dice porque y mojaste, ya eres grande pronuncia bien, -le corrigió Rob tratando de hacer tiempo y yendo a su encuentro; a lo cual la pequeñita le dio una mirada enojada, entonces Rob le respondió- Es que anoche hacía mucho pero mucho calor y llevé a tía hasta la pileta, para que se refrescara como tú y yo hace unos momentos, - dijo alzándola a upa y volviendo a mí-.
- Ahhhhh bennnnn, -respondió mi pequeña consentida, creyéndose la mentirilla de su tío. En verdad Robert me había tirado a la pileta pero para apagar otros calores, que Madi no tenía porque saber- ¿Ya ta e almuezo tita?- me preguntó para luego chuparse su pequeño dedo pulgar.
- Ya casi princesa, me falta poner estas cosas en la bandeja, preparar el jugo y ya almorzamos en el patio- besé sus cachetitos mojados. Vicky y Harry tenía un almuerzo del buffete de abogados donde trabajaba mi cuñado, así que aceptamos más que encantados ser la niñera de Madison por éste día.
- ¡Yo quero hacer tugo! ¿Pedo? ¿Pedo? ¿Pedo? – saltaba emocionada en los brazos de su tío. Ambos reímos por su reacción y su lenguaje; a pesar de tener solo año y medio era peor que una cotorra hablando.
- Esta bien, -le hice costillitas en su panza-, Pero el tío te ayuda, aún estás pequeña para hacerlo sola.
- No toy peteña, e dotor dijo que toy muy alta, -hizo un adorable puchero-.
- Que crezcas de altura no significa que puedes sostener la jarra de vidrio, -le reprendió Rob- Así que yo te sostengo la jarra y tú pones el agua, el jugo y lo revolvemos juntos, ¿Te parece?
- Síiiiiiiii, -gritó emocionada-.
Me quede mirando como los dos trabajan juntos para hacer el jugo. Nunca dude del poder y la paciencia, que Rob tenía con los niños. Me imaginé la misma escena pero con un pequeño niño rubio, de piel blanca y una bermuda azul como la de su papá. Y así fue como luego tirar más jugo en el piso que el que dejaron en la jarra nos fuimos los tres a almorzar en el patio.
Era común que Madi se quedara en nuestra casa o al menos pasara un rato durante la semana, si fuera por ella se quedaría a vivir aquí. Le encantaba jugar con los perros y corretear a su manera por todo el patio, arrancándome las flores; como ellos vivían en un apartamento no tenía tanto lugar para investigar como acá. Por eso teníamos una sillita para que comiera y otra para mi auto, además de algunas mudas de ropa y juguetes para cuando se quedaba a dormir.
- Tita Kis... Nala se quere comer mi palto de chelychenta, -se quejó la pequeña corriendo de lado su platito rosa de Cenicienta, mientras Nala le ladraba.
- ¡¡NO Nala!!- le gritó Rob- Deja a la nena y a la chelychenta en paz -Nala lo miraba como queriendo entender que era lo que le pedía, tenía unos ojitos chocolates que observaban todo con ternura... aún era cachorra y le costaba entender órdenes- Ve a comer con Bear o te atamos.
- Guau guau guauuuuuuuuuuuuu, -ladró, lastimeramente, ante lo cual tomé un trozo de pavo de mi sándwich y se lo arrojé a la otra punta del patio-.
- Ve por el pequeña, vamos, ¡¡vamos Nala corre!!- saliendo disparada corriendo en su búsqueda.
- Vamos a tener que contratar a alguien que la entrene, antes que llegue mi bebita, no quiero que por juguetona la lastime o la asuste- comentó Rob viendo como Nala molestaba al pobre de Bear que intentaba dormir debajo del nogal-.
- Hay amor no seas paranoico- me quejé- Es cachorra, tiene menos de un año, le falta crecer y además si mal no lo recuerdo cuando me la regalaste dijiste que los labradores son perfectos para los niños.
Rob me regaló a Nala el 14 de febrero por el día de los enamorados, aún recuerdo como llegó a mis brazos mi pedazo enorme de chocolate viviente.
Flash Back
Otro día más de los enamorados... precisamente NO era mi fecha favorita en el año porque yo no era mucho del tipo empalagoso de corazones rojos y además siempre me desquiciaba no saber que comprarle a Rob. Él siempre me sorprendía con alguna joya, flores, lencería obscena y canciones que me componía con las letras más hermosas y románticas posibles…pero definitivamente lo romántico NO era lo mío, a mí se me bloquea la mente por completo. Se supone que es un día para demostrar todo el amor por esa persona que hace tu vida especial pero eso era algo que hago habitualmente con mi marido, pero ese día yo siempre me sentía negada…
Aunque después de la perdida de nuestro bebé nuestra relación cambió y se “enfrío un poco” para decirlo de alguna manera, sin embargo, no tenía duda que sin él yo no podría seguir adelante.
Así que opté por hacer una rica cena en casa, ...alguna de la lencería que él mismo me había regalado… ya hacía tiempo que no le bailaba y menos en el caño (tubo, pole dance etc) así que busqué por Internet algún lugar para comprar un caño portátil, el cual lo pudiera quitar y poner cuando lo quisiera usar.
Me daba mucha vergüenza que Maggie o alguien de la familia entrara a nuestra alcoba y viera el tubo, no quería que supieran lo que hacemos en la intimidad, bastante ya tenía con las bromas o comentarios que me jugaban mis cuñadas y hasta mis propios hermanos sobre nuestra sexualidad.
Acomodé todo en la habitación, creando el clima perfecto para la noche.
Prácticamente había obligado a Robert para que saliera con su padre y me dejara toda la tarde libre para poner en marcha mi plan. Llegó el repartidor con el caño y su caja de herramientas el cual instaló en nuestra habitación en menos de 10 minutos, me explicó como retirarlo con la ayuda de una herramienta que me regaló y todo el tiempo sonreía pícaramente, mientras yo me moría de la vergüenza, rogando que ésta información no llegara a la prensa ó peor aún…a manos de Tom, Sam, Marcus, Andrew, mis hermanos, cuñadas y…¡Dios! que mi papá y mis suegros no se enteren o no volvería a salir de casa!!!
Cuando todo estuvo listo, dejé la casa en penumbras, sólo nuestro cuarto tenía la luz tenue que irradiaban las velas de vainilla y lavanda, que se hallaban repartidas en los diferentes rincones.
Escuché el motor de su auto y observé a través de la ventana como se estacionaba …abrió la puerta principal, dejó las llaves en la mesita, saludo a Bear y a Jella, para luego comenzar a llamarme por todos lados, sin que yo respondiera.
Cada paso que dio por la escalera, provocaba que las mariposas invadieran mi estomago, por un momento comencé a sudar y temblar por todo mi cuerpo, teniendo miedo. Gracias a Dios mi fuerza y confianza regresó en el momento que Rob abrió la puerta de la habitación; trayendo en sus manos una caja roja grande en forma de corazón.
No le di tiempo a que dijera alguna palabra, parada a un lado de nuestra cama con el mando a distancia le di play a la canción….. (Hacer Click)
Tiré el mando a distancia sobre la cama, e inicié mi camino hacia el tubo que se encontraba en medio de nuestra habitación frente a un mullido sillón que acomodé ahí, subí de un brinco a medio tubo y con las piernas empecé a escalar aún más, al llegar hasta arriba empecé a deslizarme hacía abajo girando sobre el, para luego tomarlo con las dos manos, y formar sobre el caño un ángulo de 180º con mis piernas.
Como si mi baile lo llamara igual que un encantador de serpiente, dejó la caja roja a un lado de la cama y sus piernas se fueron moviendo hasta llegar al sillón que había ubicado a un metro de distancia de donde bailaba, se dejó caer ahí con la boca abierta y empezó a limpiar sus manos sobre los pantalones, di un giro más cayendo sobre mis zapatos de taco alto, me acerqué y puse uno de mis tacones sobre su pecho, el trató de tomar mi muslo a lo cual le respondí:
- No señor… no se permite que los clientes toquen a las bailarinas… si usted quiere…eso le va a costar mucho más de lo que le pagó por éste baile- he inmediatamente me quité la batita transparente negra aventándosela al rostro, él la tomó y la olisqueó, lo cual provocó que tuviera que acomodarse el pantalón por las molestias que tenía ahí…mientras yo acomodaba mi espalda sobre el caño y empezaba a bajar contoneando el trasero.
- Pero señorita… yo puedo pagar- dijo con voz ronca- Le puedo dar lo que pida con tal de que me permita tocarla.
- Mmmm ¿en serio señor?- dije mientras estaba en el piso y me acercaba lentamente gateando, puse mis manos en sus rodillas, me levanté girándome sacudí mi trasero a centímetros de su rostro- lo escuche gemir- Me puse nuevamente frente a él, con la punta de mi zapato recorrí su pierna me detuve en su entrepierna e hice un poco de presión, subí por el medio de su pecho y recargue el tobillo en su hombro me incliné acercándole mis pechos a los ojos, él parecía hipnotizado por las pezoneras negras que cubrían una parte de mis senos, empezó a salivar profundamente y con voz estrangulada decía.
- Por Dios Kris déjame tocarte ¡tommy y yo estamos sufriendo aquí!
- No señor, mi nombre es Bambi, no Kris.
- Bambi, Ariel, Nala, como te llames pero... ¡DEJAME TOCARTE!
- ¿Nala?¿ Quiere una leona el señor?
- SIIIIIIIII- dijo Rob-.
- Ok si el cliente paga, el cliente manda- Con lo cual me retiré nuevamente del sillón, me subí de un brinco al tubo el cual escalé completamente y deslizándome lentamente hacia abajo hice la posición de Split sobre el caño, mostrándole en primera fila la entrada a su parque privado de diversiones…
- ¡ES SUFICIENTE!! -gritó Rob- parándose de un brinco se quitó a velocidad récord sus zapatos, camisa, pantalones y boxers, tomándome bruscamente de la cintura me tiró al piso sobre la alfombra a un lado de la cama, me besó y mordió el cuello, bajando por mi pecho quitó delicadamente con sus labios las pezoneras haciendo sonidos de bebé amamantándose chupando mis pequeños pechos, siguió casi en forma desesperada metiendo su lengua en mi ombligo y mordiendo mi cintura, bajó a mi entrepierna donde me arrancó las bragas, acariciándome como solo él sabe hacerlo, despacio al principio con esos dedos largos y hábiles que tiene, gruñendo al notar lo mojada que estaba, metió su lengua caliente y rasposa probando todo a su alrededor, mordiendo, zigzagueando y lamiendo lo sentí penetrarme con la lengua haciendo sonidos deliciosos que me ponían a gritar como una loca…
- ROBBB...¡Esta leona ya no puede más!... ¡ penétrame ahora mismo!!! - Puso mis piernas sobre sus hombros, pasando sus dedos hermosos sobre las medias negras de seda, besó y mordió mis muslos diciéndome
- ¡Estas piernas me pueden hacer perder la cabeza!-
Entrando en mí de una forma rápida, con hambre, sentía cada parte de su cuerpo contra el mío, su pene largo y grueso llenándome, cada vena y pliegue acariciándome hasta el fondo de mi vagina, me hizo gritar al sentir una electricidad recorriendo mi cuerpo, observarlo en la construcción de su orgasmo, sudado, con la boca abierta y la cara contraída del esfuerzo; ver el placer que yo le estaba dando era la mejor experiencia en el mundo, con ese pensamiento ya no pude aguantar más mi orgasmo y me dejé ir… cuando por fin pude abrir mis ojos después de creer que me había muerto, sentí su semen caliente recorriéndome por dentro; él estaba desparramado la mitad sobre mí y la otra mitad sobre la alfombra, mientras yo acariciaba su espalda.
- ¡Bambi me mataste! ¿o eras Nala?... Después de esto, el día de los enamorados será ¡mi día favorito en el año!!!
Ambos nos reímos… cuando escuché un pequeño lloriqueo volteé rápidamente a ver a Rob quien sonriendo me dijo:
- uyyyy con ese bailecito caliente olvide tu regalo- estirándose con un poco de esfuerzo, acercó a donde estábamos, la caja roja en forma de corazón que antes traía en sus manos, esta se movió y con desconfianza levante la parte superior descubriendo un hermoso cachorro labrador color chocolate, con los ojos más hermosos y chantajistas que había visto.
- Rob ¡que cosita más hermosa!- dije tomándolo entre mis brazos- y él haciendo un puchero dijo: ¿la perrita o yo?
- Tú tonto, tú eres lo más hermoso del mundo –dije besándolo lentamente- entonces eres una cachorrita, ¿cómo te vamos a llamar?
- Puesssss – dijo Rob- De alguna forma que nos recuerde siempre el baile más sexy de la historia de la humanidad.
- Mmmmmmmmmmm ¡Bienvenida a casa Nala!
Fin del Flash Back
- Tita ¿poque te lies sola?- me preguntó Madi sacándome de mis pensamientos y añoranzas perversas. Tendría que aprender a controlar a mis hormonas o me harían pasar vergüenza.
- Por nada mi ángel, -caricié su pelo- ¿Ya terminaste tu comida?- asintió- ¿Quieres más?
- Quero il a la pile, -señaló el lugar y a todos los juguetes que se encontraban a dentro de la pileta-.
- Espera un ratito, recién comiste, -hizo un puchero marca Pattinson- Por qué no vas a jugar con Bear y Nala, mientras se pasa el ratito y luego te enseñamos con tu tío a nadar ¿Quieres?
- Síiiiiii, -gritó llena de alegría. Con cuidado la bajé de su sillita alta y salió corriendo lo más rápido que sus piernecitas le permitían hacía donde una más que feliz Nala y un medio dormido Bear, se pusieron pusieron a jugar con ella.
- No veo la hora para que nuestra pequeña renacuaja esté jugando como lo hace Madi ahora, -dijo Rob, besándome dulcemente-.
- Dios quiera que así sea dentro de poco, -me recosté sobre su hombro y él no perdió oportunidad de envolverme con sus protectores brazos, dejando que una mano descansara sobre su “pequeña renacuaja”
El día pasó más rápido que de costumbre, Madison no nos daba tiempo de descanso y como es raro que el Sol nos acompañe todo el día, fue prácticamente una odisea sacarla de la pileta.
Luego de merendar los tres juntos, llamé a Victoria para preguntarle si no le molestaba dejar a Madi con nosotros ésta noche. Rob con tal de sacarla del agua, le había prometido ver sus pelis de princesa y como era seguro que después de tanto movimiento, la pequeña cayera rendida en la primera de cambio; preferí asegurarme de no tener que despertarla a mitad de su sueño y que luego Vicky y Harry tuvieran que pasar la noche desvelados por las ocurrencias de Rob.
Como me lo esperaba mi cuñada tuvo cero problemas con mi idea. Eran contadas las veces, luego del nacimiento de Madi, que pasaban el día completo sin ella y menos la noche. Así que según las palabras que me trasmitió por el teléfono, aprovecharían al máximo la noche para practicar como darle un hermanito a mi sobrina.
Pasamos por el supermercado para hacer las comprar semanales; solíamos hacerlo los sábados pero como tuvimos un almuerzo familiar, se nos hizo muy de noche y lo dejamos para hoy.
Mí pequeña sobrina parecía que estaba en Disney y no paraba de pedir o de querer meter cosas al changuito. Con Rob ya teníamos una rutina en el supermercado, yo me encargaba de todo lo sano para comer, limpieza y aseo personal, y a el le tocaba la parte de comida para los animales, comida chatarra y bebidas. Luego ambos nos encontrábamos en el sector de las galletitas y dulces, antes de pagar todo.
Una vez que llegamos a casa, fue hora del baño de Madi. Mientras Rob se encargó de llenar la bañera de agua y espuma, junto con todos los juguetes que se podían meter al agua; yo desvestí a la gorda.
En ése momento tuve una epifanía y me percaté de algo que años atrás le temía... Ya estábamos listos para ser padres o mejor dicho... yo ya estaba lista para ser madre. Antes de quedar embarazada y aún en lo que duró la gestación de mi primer hijo, siempre surgía el miedo y la duda, de si me podía hacer cargo de otra personita.
Para mí siempre estuvo claro que Robert sería un gran padre, pero que el que yo sería una gran madre... eso lo dudaba. No era que no me agradaban los niños, al contrario me gustaban mucho, solo que no sabía como actuar con ellos y por ese motivo, me mantenía al margen de la situación.
Pero al iniciar mi relación con Rob, me tuve que replantear mis ideas sobre la maternidad. Una vez que había decidido tener un hijo con la persona que más amo, la vida quiso que primero sea un embarazo complicado para luego arrebatármelo de mis brazos.
Fue la primera vez que me sentí inservible como mujer. No pude cuidar y proteger a mí bebé estando dentro de mí ser... menos iba a servir para hacerlo una vez que naciera. Ese miedo era una de las principales causas, por las que luego me negué a buscar un nuevo embarazo; la otra, era que no podría soportar nuevamente la perdida de otro hijo.
Pero aquí me encontraba, en la actualidad, pasando un día con mi sobrina, jugando, cuidándola y protegiéndola de una forma que me salía sin pensarlo mucho; simplemente actuaba según se iban dando las cosas.
- ¿Cuál le vas a poner? éste camisón o éste- me señaló Rob sentado sobre nuestra cama, revolviendo la pañalera de Madi.
- Dame el conjunto de remera y pantalón... este bichito se mueve toda la noche, destapándose y tomando frió- le conteste, al ingresar a la habitación cargando a Madi, toda tapada con una toalla blanca.
- Ok... ya te dejé todo preparado: el cambiador, con el pañal, el talco, su cepillo y perfume; me voy a dar una ducha y luego poner las cosas a secar, pasó al lado nuestro dándome un beso en la boca y un beso sobre la frente de su sobrina.
- Siempre te escapas a la hora del pañal- le grité, sabiendo que me escuchaba. Madi se reía por las cosquillas que le causa que la secara.
- Es un momento entre chicas, las dejo solas para que lo disfruten, -me contestó, a la vez que se duchaba. Yo sabía que la realidad era, la vergüenza que le causaba cambiarla... para él la pequeña ya estaba muy grande y le daba cosita ver sus partes intimas; por eso ponía cualquier excusa para evitar el momento del pañal.
- Dentro de unos meses, no tendrás excusa para salvarte del pañal, lo harás quieras o no, amigo- le guiñé el ojo a Madi y ella rió bajito. No escuche ninguna replica desde la ducha.
- Papá tapoco me camba, le da asquito, -me puso cara de asco-.
- Pues será mejor que por el bien de tu tío Rob, que no le de asquito cambiar pañales ¡o te quedaras sin tío¡, -besé su nariz y comencé a peinar su pelo dorado-.
- ¿No, no, no Poque tita kis?
- Porque la tía Kris va a necesitar ayuda cuando tengas un primito y llore de noche porque está sucio- le explique con suavidad-.
- Yo te pedo ayudad... se cambal pañal, mami me enseno- reí por sus palabras.
- ¿Y vas a venir a mitad de la noche a cambiar el pañal de tu primito o primita?, -se quedó meditando un momento-.
- Mejol que tito bob aplenda a cambial panales, yo de noche duelmo, -tuve que contener la risa sobre su manera de pensar.- Podemos vel la peli... po favo, po favo.
- Ok acuéstate en los almohadones y mientras te pongo la peli ¿Cuál querés ver?- pregunté, dirigiéndome hasta el reproductor de DVD.
- La del ley león- dijo, acomodándose entre los almohadones.
OMGGG el Rey León…Simba… Nala… baile… Rob desnudo…besándome, mordiéndome, quitando pezoneras con los labios… chupando y lamiendo…….. no, no, no, ¡Señor! ¡¡éstas hormonas!! ¡¡Contrólate Kristen!! Atiende a la baby…
- Listo princesa... quédate aquí quietita, que yo voy a prepararte tu vaso de leche, -tomé la toalla humeda para ponerla a secar-.
- Sip tita, -me sonrió mostrándome sus dientitos-.
- Rob dejo a la niña en la cama, mírala, -dije abriendo un poco la puerta del baño-.
- No te preocupes amor ya salgo, -me contestó corriendo un poco la mampara-.Así fue como luego de ver el Rey León, tocó poner Aladín y justo cuando estaba por comenzar la canción de Aladino entrando a la gran ciudad Madi ingreso al país de los sueños. Se acomodó sobre mí pecho.
- Te sacaría una foto en éste momento, -dijo Rob mientras apagaba el DVD y ponía la tv-.
- Tonto, -le contesté sacándole la lengua-.
- Pronto tendré la misma imagen pero con una castaña sobre tu pecho, -se acostó detrás de mí, y nos acurrucó a ambas hacia su pecho-.
- Te recuerdo que tus genes son rubios y los míos en partes también... cuando era niña era rubia, luego se me oscureció hasta convertirse en una amarronado, -hablaba susurrando para no despertarla-.
- Como sea... ahora descansa amor, que mañana tenemos que conocer a mi pequeña renacuaja, -asentí y no pude evitar bostezar; la realidad era que estaba muy cansada-.
- Buenas noches amor. Te amo, -levanté el rostro para besarlo y él entendió de inmediato mí acción-.
- Buenas noches cielo, descansa... yo cuidare el sueño de las tres, -nos acurrucó lo máximo que pudo contra él-.
Sin darme cuenta yo también me encontraba en el país de los sueños, en donde jugaba con un niño idéntico a su papá y una niña que era una mezcla de ambos. Tal como me había prometido antes de quedarme dormida, mi amor nos cuidaba y protegía a los tres.
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Listo un nuevo capítulo más salido del horno. Nuevamente de parte tanto como de Sarita como de Rosy, estamos enormemente agradecidas por todo el apoya que nos dan y como se preocupan cuando las cosas no están listas como suelen ser.
Esta semana la tengo bastante ajetreada , veré si puedo escribir algo que sirva como adelanto, no les prometo nada... sino nos vemos directamente dentro de 15 días.
En el próximo tenemos el gran momento de la primera ecografía... qué creen ustedes que suceda: ¿Tendrán alguna sorpresa? ¿El sueño de Kris será una premonición del futuro?... Lo descubriremos dentro de 15 días
Adiosito!!!!