lunes, 31 de diciembre de 2012

Regalo de navidad y año nuevo

A pesar que casi pensé que no llegaba, lo logré!... Es un mini capítulo en honor a estas fiestas, no les puse fotos como les gusta a ustedes porque estoy en la casa de mi hermana y mis sobrinos siempre andan alrededor mio y no quiero ser la causante de pervertirlos tan pequeños.

Este ha sido un año raro, con subidas y bajadas, pero que al final terminó bien. Disfruten de este último día, piensen que el 2013 va a ser mucho mejor que este... Con sarita no nos alcanzan los gracias eternos a ustedes, por seguirnos, por pedir que continuáramos con esta historia de amor, por desearnos buenas vibras en nuestros proyectos personales.

Ojala tengamos muchos años más del amor de este par de locos, o al menos disfrutemos de ese cariño que ambos se tienen.

Nuestros mejores deseos para todas ustedes, nosotras brindaremos a las doce por todas ustedes.

Disfruten este mini capítulo.

Naty y Saris

P.D: en el anterior capítulo ellos dicen cuarto hijo, no es que la escritora estuviera borracha a la hora de escribirlo, simplemente es que ellos cuentan como un hijo al baby que perdieron en el accidente que Kristen tuvo.
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Rpov 

- Papi lindo ¿Mañana santa nos va a tael más legalos?- preguntó mi princesa mientras la arropaba en su cama.
- Si, preciosa pero para eso tienes que dormirte.- le expliqué.
- ¿Y Santa sabe que estamos en Los Ángeles y no en Londes?- creo que era la vez número cien que ella o Alex nos hacían esa consulta.

Habíamos decidido pasar las navidades en Los Ángeles, John estaba un poco enfermo y no podía viajar hasta nuestra casa, así que nosotros nos trasladamos; era la primera navidad que los niños la pasaban fuera de su casa y por eso estaban preocupados de que santa no les trajera sus regalos… Aunque ya en la casa de mis suegros hayan abiertos un montón de ellos.

- Aly, Santa siempre sabe donde están ustedes, él tiene como un… como un GPS, si un GPS que les dice donde están los niños para dejar sus regalos.- ella se me quedó mirando con sus grandes ojos azules por un tiempo, sin decir nada, analizando cada una de mis palabras.
- ¡Qué bueno! Yo tenía miedo que dejala a colitas en otla casa.
- ¿Quién es colitas?- pregunté antes de encenderle la lamparita de noche.
- Ay papi lindo, colitas es mi conejo, el que le pedí a Santa.- se abrazó a su muñeca Lulu.
- Cielo, recuerdas que te dijimos con mami que hay regalos que Santa muchas veces no puede fabricar.- con Kris habíamos hablado sobre si seria bueno agregar un integrante mas a la familia de tres perros, un gato, una pareja de canarios y los diez peces de colores que poseíamos en total, y la respuesta fue un no de mi parte y un ni de parte de ella. Además nosotros no sabíamos nada sobre como cuidar un conejo.
- Pero mi amiga Molly me dijo que Santa le trajo a su pe… per.- las r y más las doble rr eran un gran problema para Aly.
- Perro.
- Eso, se lo dio el año pasado; y un conejo es mas fácil de hacel.- me mostró una gran sonrisa que me hizo sentir culpable por no comprarle el conejo que me había pedido.- Y Santa siemple me tlae todo lo que pido pol que soy una niña buena.- y esa fue una bala directa a mi corazón, ¿Quizás si mañana madrugaba podría ir a algún Pet shop y comprarle el bendito conejo?
- Mañana veremos que tan buena niña haz sido.- bese su frente.- Duerme lindo cielo.
- Tú también papi lindo, te quiero mucho.- me dio un beso en la mejilla y se acostó de nuevo, cerrando sus ojitos.

Salí de su habitación y fui hasta la de Alex, él había caído muerto de sueño luego de abrir sus regalos y su sueño era tan pesado que no abrió más los ojos, ni cuando Kris lo desvistió para ponerle su piyama de Bob esponja. Así que solo chequee que estuviera bien tapadito y su luz de dinosaurio encendida.

Cuando ingresé a nuestra habitación, Kristen estaba agachada acomodando no se que cosa del sillón; la vista que me daba de su gran trasero era magnífica y perfecta para que Tommy quisiera recibir su regalo de Santa.

Caminé con cuidado para que no se diera cuenta y la atrapé por la cintura, apretando muy apropósito su trasero sobre mi pelvis.

- ¿Te dije lo sexy que te quede puesto ese gorrito de mamá Noel?- le susurré.
- ¿Mamá noél?
- Sip, si yo para los chicos soy como papá Noel, tú eres mi mamá Noel… Y creo que tengo un niño que quiere su regalo.- me restregué sobre ella.
- ¿Y fue un nene bueno?- preguntó, siguiéndome el juego.
- ¡Muy bueno! Siempre conseguí altas calificaciones.- besé su cuello.- ¿No lo crees?
- Ummm, estuviste regular.- bruja.
- Creo que estamos calificando de diferente manera, no creo recordar ninguna queja sobre mi desempeño; es más hace dos noches atrás gritabas: “Oh Dios, no pares métemela más adentro, quiero que me llenes completa”- intenté reproducir su voz.
- Jajaja sabes que siempre sacas sobresaliente en clases de amatorias.- se giró para dame un beso en los labios.- ¿Y le hiciste una carta a Santa? Sino no podré darte tú.- comenzó a bajar el cierre de mi saco.-Regalo.
- Claro, yo nunca olvido escribir mi cartita, además esté año tengo un deseo especial que espero poder concretar.- le saqué la remera para darme cuenta que traía un corpiño rojo de encaje puesto.- Jesús, un día de estos me vas a matar.- se me caía la baba al ver sus pezones ya erguidos esperando por mis caricias.
- ¿Y qué fue lo que pediste?- solo bajó el cierre de mis jeans para luego meter la mano entre mis boxer y masturbarme lentamente.
- Que mi familia se agrandara un poco más y no por tener un conejo.- hice alusión al pedido de Aly.
- Entonces si que haz sido buen muchacho durante este año.- me abrazó, colocando su cabeza en mi cuello.-Puede que Santa te haya traído tu obsequio.- su frase me dejo helado.
- ¿Hablas enserio?- asintió con una gran sonrisa.- ¿Pero como… digo cuando fue?
- Recuerdas que estos días me he sentido más cansada de la cuenta.- asentí.- Bueno, yo suponía que era por el jet lag que siempre me mata, pero luego empecé a vomitar por las mañanas y ahí caí en la cuenta que no me había venido. Así que esta tarde le pedí a Suzie que vaya a comprarme un test de embarazo, la loca me trajo cinco de marcas distintas porque no sabía cual era el mejor.
- ¿Te hiciste cinco test de embarazo?- me reí imaginando la escena.
- No, como crees, me tendría que haber tomado toda el agua del tanque para cinco test de embarazo. Me hice solo uno y dio positivo ¡Seremos papás de nuevo!- me dijo toda emocionada; yo la alcé a upa y nos hice girar a ambos.
- Te amo, te amo, te amo… Gracias por este gran regalo.- la llené de besos por todos lados.
- Amor yo también te amo, pero bájame que ahora me mareo más rápido.- dijo entre risas; la baje y me puse de rodillas para acariciar su plano vientre que dentro de poco volvería a tornarse redondo y hermoso.
- Disculpa bichito de luz, papá olvido que ahora tú estás en la casita de mami… Te esperábamos con muchas ansias.- ya iban a ser seis meses desde el momento ambos dimos luz verde para volver a agrandar la familia.
- ¿Bichito de luz?- me preguntó, peinando mi pelo.
- Si, será un precioso bichito de luz.- dejé un beso en la zona baja del abdomen donde ahora crecía una nueva semilla que demostraba una vez más todo el amor que nos teníamos.- ¿Cuándo se lo diremos a los niños?- estaba muy ansioso por comentarles la nueva novedad a nuestros hijos.
- Primero haremos una consulta con John cuando regresamos a casa y si vemos que todo esta ok en la casa del bichito de luz se los diremos; quiero que sean los primeros en enterarse de esta noticia.
- Listo, pasado mañana nos regresamos a casa y le pedimos a John que te haga todos los estudios… También hay que avisarle a Laura que se vaya preparando que va a traer al mundo a un nuevo Pattinson, y decirle a Mel que…- me callo poniendo su mano en mi boca.
- Cállate y cálmate por un segundo Robert.- asentí.- Bien, el turno con John lo tenemos el jueves por la tarde, Laura está más que lista para recibir a bichito de luz y Melany seguramente estará encantada con ser su pediatra, pero todo eso sucederá en unos días.- como siempre ella estaba un paso adelantado, y la amaba por eso.- Ahora solo quiero que me hagas el amor.
- ¿Es un antojo?- ambos nos reímos.
- Sip y quiero mi lechita tibia antes de dormir.- se mordió el labio, la tomé de la cintura, devorando su boca.
- Esta noche soy tu esclavo, hazme todo lo que desees.- bajé mis labios hasta su cuello dejándole un buen chupón.

Me empujó hasta la cama, la observé despojarse de toda sus prendas para luego hacer lo mismo con las mías. Gateó hasta posicionar su vagina brillante por su humedad sobre mi boca, comencé lamiendo sus labios y su botón preciado, ganándome varios gemidos de su parte; luego abrí esa flor con mis dedos para adentrar mi lengua viperina entre sus rosados pliegues, parecía un sediento bebiendo todo ese manjar que derramaba, curvé un poco mi lengua para dar con un punto exacto de su anatomía logrando que estallara; hice todo mi esfuerzo por no venirme pero me fue imposible, como hacerlo cuando tienes a una aspiradora succionando tu pene sin piedad.

Se dio vuelta para besarme, la golosa se había guardado un poco de mi esencia y me la dio en mi boca mientras nos besábamos, por muy asqueroso que pareciera era un pequeño fetiche que me encendía.

Cuando volví a estar erguido Kristen me montón cual amazona.

- Cielos Kris, me encanta como me estás cabalgando.- su reciente pelo rubio caía como una cascada por todo sus hombros; era como estar con un ángel.
- Ya me queda poco.- me rasguño el pecho.

Levante mi pelvis para acompañarla en el movimiento, hasta que me senté, metí una me mis manos en la unión de nuestros cuerpos para estimularla un poco más.

- No te corras, quiero beberte de nuevo.- me rogó antes de liberarse, me mordí los labios del esfuerzo que hice por obedecerla.- Párate y mastúrbate frente a mí.- su voz salía agitada.- me toqué un par de veces antes de lanzar un gran chorro sobre su boca que me esperaba abierta como si fuera una fuente, cuando pare de lanzar ella me limpio para luego caer ambos rendidos sobre el colchón.

- ¿Estás bien?- pregunté mientras nos tapaba a ambos con la sábanas y el acolchado.
- Excelente.- se acurrucó sobre mi pecho, ambos nos quedamos en silencio dibujando nuestros cuerpos con formas sin sentido; no era un silencio incomodo, sino uno pacífico causado por las miles de ideas e interrogantes que se formulaban en nuestras mentes.- ¿Qué te gustaría que fuese?- rompió el silencio.
- Ya tengo uno de cada uno, así que me conformo con que bichito de luz sea sano.- besé su frente.
- A mi me gustaría que tener otra niña.- la miré con cara de pregunta.- No me pongas esa cara, yo se muy bien que desearías que Alexia se pareciera más a mi y no tanto a ti.
- Yo amo a Alexia.- refuté rápidamente, porque era cierto, mi nena era mi gran amor luego de Kris.
- Cielo no digo que no la ames eso está más que claro, pero yo recuerdo en el tiempo que éramos novios siempre describías a una niña igualita a mí.- se puso sobre sus codos para hablarme.
- Aly es perfecta así como es, al igual que Alex… Son una mezcla tuya y mía, en su justa medida.- asintió.- Pero es cierto que me hubiera gustado tener una niña de ojos verdes con pequitas y no tan rubia como la que duerme en este momento soñando con que mañana aparezca un conejo de alguno de sus regalos.- ella se rió.- Enserio, hasta le puso un nombre algo así como pompitas.
- Colitas.- me corrigió.
- Es lo mismo, dime como le diré mañana que Santa no le trajo a su conejito.- me estiré el pelo.
- No te preocupes, colitas la está esperando en Londres; tienes que verla es muy linda, tiene orejas negras y manchitas por la trompa.
- ¿En que momento compraste un conejo? Pensé que habíamos quedado en no más animales y menos si tiene que vivir en una jaula.
- Aly es muy atenta con los animales para tener solo cuatro años y hablé con la dueña de un criadero de conejos enanos, ella me explicó que podemos construirle una casita en el patio así no tendría que vivir enjaulado, salvo a la noche que es mejor tenerlo adentro, mas que nada por el frío que pueda tener.- me explico como si nada.
- ¿Conejo enano? Hay Kris tu sabes que amo a los animales pero justo ahora tener otra cosa más que cuidar, tú embarazo…- me volvió a callar con un beso.
- Relajate Pattinson, se como son los niños que estamos criando, ellos saben que un animal no es un juguete que pueden dejar tirado; sino mira como son con Bearni, dale un voto de confianza a Alexia.- me miró con ojos de perro a medio morir.
- Ok, ok, no me mires más con esa cara, pompitas se queda.- bufé.
- Es colitas, y no pongas esa cara de viejito refunfuñon que no te queda.- me dio un beso y me empezó hacer cosquillas para que cambiara esa cara. Cuando al fin le sonreí me dejó tranquilo.- Oye creo que los dos nuevos integrantes del clan merecen un brindis.
- Hoy ya tomaste una copita de champagne.- hizo un adorable puchero.- Creo que hay sidra sin alcohol en la heladera para los niños, ellos no dirán nada si les robamos un poco.- dije antes de levantarme.

Me puse el pantalón del piyama para ir a buscar la bebida, y efectivamente había una botella de sidra para niños; tome un par de copas y rápidamente volví hasta la habitación. Kristen ya estaba vestida con una de mis remeras, ya que lo más probable es que los niños madrugaran y vinieran corriendo a nuestra cama a despertarnos.

- Madame.- le di su copa.- Haz los honores.
- Por bichito de luz, que va a llegar a nuestra familia para iluminarla aún más, que se desarrolle sano y feliz estos meses que nos quedan por delante.- llevó su mano hasta donde se alojaba nuestro hijo o hija.
- Porque toda su vida esté lleno de buenos momentos, es una bendición luego de un largo año con algunas espinas. Gracias por elegirme un año más y darme un regalo tan especial.- mi amor ya derramó algunas lágrimas.
- Gracias a ti por siempre iluminarme en mi oscuridad y alejar mis fantasmas del pasado, te amo tanto.- tomó mi mano y la colocó junta con la de ella en su vientre.- Este bebé es una prueba más que nuestro amor es fuerte y sólido, simplemente tenemos que mantenernos unidos, y así podremos contra todos.- asentí.- Salud.
- Por nosotros, por Alexia, Alexander, bichito de luz y pompitas.
- ¡Es colitas!- creo que ya era la tercera vez que me corregía.
- Bueno eso, hubiera sido más fácil si lo llamaran orejotas, algodón o pompón.- negó la cabeza, riéndose.
- Hay Robert eres un caso perdido, amor.- se acercó para darme un beso.- Igual así te amo, salud.- chocó su copa con la mía.
- Salud, mi futura sexy mamá.- repetí el gesto.

Nos amamos una vez más, ahora fue mi turno de llevar las riendas; luego Kristen quedó desfallecida sobre mi pecho. No me pude dormir tan fácilmente como ella, demasiada era la emoción de saber que dentro de ese cuerpo hermoso crecía mi bichito de luz. Habría que hacer varias modificaciones a la casa, quizás contratar a alguien más para que ayude a Maguie con los quehaceres domésticos y encima ahora teníamos a pompitas con nosotros, ya me veía limpiando la jaula del conejo.

Pero a pesar de todo eso, me hallaba inmensamente feliz… La navidad, al igual que el año nuevo, es un momento para estar con la familia y los seres queridos, hacer balances y plantearse nuevas metas. No fue para nada un año fácil, pero como había dicho Kris mientras nos mantengamos unidos podríamos contra todo; era apostar a lo grande pero cada una de las tres, ahora cuatro personas, que estaban durmiendo en esta casa valía cada una de mis apuestas que hacía todos los días al levantarme y me sentí orgullo por todo lo que había ganado.
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NOS LEEMOS NUEVAMENTE EN EL 2013

viernes, 21 de diciembre de 2012

Capítulo 31: Crecer

Bueno gente por fin el ansiado capítulo.... Primer les quería agradecer todos sus buenos deseos para mis exámenes  aprobé todos y pase de año, ahora solo me queda este 2013 y si Dios quiere para el próximo diciembre me podrán llamar Licenciada.

Como estamos cerca de las fiestas, con Saris les queremos desear una muy feliz navidad y un prospero año nuevo; disfruten con sus familias o amigos, dejen los malos momentos en el pasado y arranquen con todo el 2013, recuerden que siempre lo mejor está por venir...

Esperamos que disfruten es posible último capítulo del 2012, depende de como sea mi próxima semana puede que haya una sorpresa por aquí.

Besos

Naty y Sari
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Kpov

No me podía dormir… hacía mas de media hora que daba vuelta y vuelta por la cama intentando conciliar el sueño pero no daba resultado; tampoco ayudaba mucho tener a mi marido roncando como una marmota a mi lado…

- Robert… Robert…- la llamé para asegurarme que en verdad dormía.
- Más tarde Aly papá esta cansado…- me contestó, enterrándose bajo la almohada.


Me reí de lo que me contestó, ahora solo soñaba con sus hijos y sus locos pedidos… Decidí encender el televisor, ya que estaba desvelada era mejor entretenerme con una buena película.

- Para que demonios tenemos 700 canales si, a las cuatro de la mañana no hay nada que valga la pena.- me quejé luego de hacer zapping por tercera vez.

Decidí levantarme e ir a la cocina, tal vez un vaso de le leche tibia ayudara a calmar mi estado de ansiedad; tomé mi bata del sillón y salí de la habitación… Era increíble como a esta hora reinara la paz absoluta, no había ni ladridos, ni piecitos correteando, ni gritos de mamá ¡Alex no quere jugal conmigo! Me sonreí de solo recordar sus pequeños pleitos diarios.

Aproveché para ver si estaban bien tapados, este otoño llegó demasiado rápido y con un clima bastante frío. La primera habitación al lado de la nuestra era de la princesa del hogar, porque literalmente ella era toda una princesa, a penas pisabas su habitación te dabas cuenta que era habitada por una niñita demasiado femenina para su edad, o al menos mucho mas femenina de lo que yo era a su misma edad.

Porque el mundo de Alexia, a sus cuatro años, giraba en torno de hadas, príncipes y princesas… Su cuarto rosa pastel estaba lleno de peluches y muñecas por donde miraras, para la última navidad su papito lindo le había regalado una gran casa de muñecas que adornaba una de las esquinas… Me acerqué a su cama vestida por un gran acolchado de Kitty, su nueva fascinación luego del viaje que hicimos los cuatro a Japón por el estreno de una de mis películas.

Estaba abrasada a su muñeca Lulú, su pelo rubio caía en forma de cascada por toda la almohada; ella era una mezcla de Robert y mía, sus ojos verdes, su pequeña nariz bañada de pecas y sus labios eran mí herencia, el resto incluyendo su carácter era made in Pattinson. Dormía con tanta tranquilidad, que me transmitía su paz; ya desde bebé siempre fue un torbellino de energía, había días que me preguntaba como hacía para tener tanta y no cansarse, solo cuando estaba enferma solía apagarse un poco… Me vino a la mente la primera vez que se sintió mal.


Flash Back

- ¿Cómo esta?- preguntó Rob, sentándose en el sillón del living con Alex en sus brazos.
- Ya le dí las gotitas para la fiebre, pero sigue muy calentita.- Aly nos había despertado llorando desgarradoramente a mitad de la noche, cuando fui a verla, todo su cuerpito volaba de fiebre.
- ¿El baño no la ayudó?- Rob tocó con delicadeza su rostro.

- Le baja por un momento y luego le vuelve a subir… ¿Puedes ir a humedecerme el paño?- le entregué la toallita que le estaba colocando en la frente.
- Toma… ¿Por qué no vamos hasta la guardia, así nos quedamos tranquilos que no sea nada grave? Quizás con el cambio del clima, de pasar del calor de la playa a la humedad y frío de aquí la enfermó.
- Pero Alex debería estar igual que ella si fuera una gripe… Quizás la vacuna es lo que le está levantando tanta fiebre.- la quise reacomodar sobre mi otro brazo, pero eso no le gusto y se largo a llorar de nuevo.- Ya mi niña… ya se va a pasar… Toma un poco de teta.- intenté ofrecerle mi pecho, pero se negó a tomar mi pezón.- Vamos Alexia, cielo, deja de llorar que te vuelve a subir la temperatura.
- Kristen, subo abrigar a Alex y vamos para la guardia.- su tono fue duro, y yo en este momento no tenía fuerzas ni ganas para ponerme a discutir.

Tomamos los bolsos de los niños, a Alexia la abrigué envolviéndola con una manta gruesa, yo seguía con mi piyama y encima me puse un tapado. Rob manejó como loco por la ciudad y en diez minutos estábamos ingresando.

- Voy a dejar los datos, te dejo a Alex.- puso el huevito al lado mío, mi nene nos miraba a ambas mientras se chupaba su pulgar; desde que Aly se despertó llorando el también lo hizo pero estaba tranquilito muy callado.
- Ella se va a poner bien.- le dije subiéndole un poco más la manta de algodón. Mi nena daba pequeños llantos sobre mi pecho.
- Tenemos que esperar una media hora, dice que hay muchos pacientes… No se para que pago una fortuna en la obra social, si no me pueden atender rápido.- Rob estaba indignado.
- Tranquilo amor, ya estamos aquí, ellos también pagan su obra social y tienen el mismo derecho que nosotros.- le dije señalando a las tres parejas con niños de diferentes edades que estaban sentados cerca nuestro. El solo bufó.

Los treinta minutos se hicieron una hora, hasta que escuchamos nuestro nombre… Rob estaba a punto de asesinar a alguien si no nos llamaban ya.

- Alexia Pattinson.- nos nombró una joven doctora, fuimos los cuatro hasta el consultorio.- Hola, pasen por favor, disculpen la demora pero esta noche la guardia está muy movida… ¿Quién de los dos es el enfermito- fue hasta el escritorio para tomar una carpeta.
- Hola, doctora…- me quedé callada porque no sabía su nombre.
- Wood, Melany Wood.- se presento.
- Melany, ella es la enfermita.- destapé a Aly.- Se despertó a mitad de la noche llorando muy fuerte y cuando la fui a buscar, su cuerpito estaba ardiendo en fiebre.
- Ella tiene seis meses ¿verdad?
- Si, hace dos semanas lo cumplieron.
- ¿Ya le empezaron a dar de comer?
- Si por ahora están con el puré de calabaza, manzanas y sopa.
- ¿Y ya los vacunaron?
- Si, hace dos días le aplicamos la dosis que le correspondía, pero hasta ahora ellos nunca levantaron temperatura por las vacunas, si estaban más relajaditos pero nada más.- le explique.
- Nosotros regresamos hace una semana de Hawai, ¿Puede ser que el cambio de clima la haya enfermado?- comentó Rob, intentando que Alex no tirara un lapicero del escritorio.
- Toma, pequeñín.- le dio una lapicera que tenía una mariposa en la punta, Alex se rió muy contento de conseguir lo que quería.- Puede ser que el cambio de clima, más la vacuna hayan ayudado a germinar algo. Ahora nos vamos a sacar la duda ¿Puede desvestirla y ponerla en la camilla así la reviso?

Me levante, la acosté en la camilla y la empecé a desvestir, nuevamente se puso a llorar como loca.

- Ya princesa, esto es por tu bien.- mis ojos estaban llenos de lágrimas al ver a mi nena llorar de esa forma y no poder ayudarla.
- Haber bonita, prometo revisarte la más rápido que pueda.- Melany la tocaba muy suavemente pero ella lloraba peor, nunca había llorado tanto en alguna de las consultas que tuvimos con su pediatra Rachel.

Rob se acercó a mi lado, abrazándome por la cintura, lo miré y el beso mi frente para tranquilizarme ya que yo estaba a punto de largarme a llorar como mi hija en cualquier momento.

- Bueno papis no tiene nada grave.- suspiramos aliviados.- Ya puedes vestirla.- me apresuré en tomar a mi bebé nuevamente en mis brazos.
- ¿Qué tiene doctora?- preguntó Rob, ya un poco más calmado.
- ¿Han notado que últimamente puede que esté babeando más de la cuenta?- ambos asentimos.- Si le miran las encías las tiene al rojo vivo, lo que significa que le están por salir sus dientecitos; más la vacuna que le aplicaron está bastante inquieta.
- ¿Y la fiebre porque no le baja?- ahora ya estaba sentada al lado de Rob con Aly que tomaba mi pecho.
- Le voy a dar unas gotitas más fuertes, haber si con eso logramos domar un poco la fiebre, si no le sube más de treinta y ocho grados no es necesario que consulten de nuevo a la guardia.- dijo haciendo una receta.- Sigan con los baños y los pañitos fríos; no la obliguen a comer estos días si no tiene ganas ¿Toma fórmula o pecho?
- Solo pecho hasta que empezaron con los alimentos.
- Bueno mejor, tu leche le pasará los anticuerpos que necesite, si vez que no toma inténtale darle con una cucharita o con una jeringa mas que nada para evitar que se deshidrate. No se asusten si tiene diarrea, es normal a causa de la cantidad de baba que se traga.
- Las gotas cada cuanto se lo damos.- pregunto Rob.
- Lo que les doy es ibuprofeno para niños, no solo le va a bajar la fiebre si no también va a desinflamar un poco las encías. Mientras tenga fiebre se lo van a dar cada seis horas y luego continuaran dos días más pero ahora cada ocho. ¿Tienen mordillos?
- Creo que nos regalaron eso antes de que nacieran ellos.- conteste, intentando recordar en que caja los metí.
- Denle eso, va a estar encantada de ponerlos en la boca.- estiró su mano para acariciarle la frente.- Es muy bonita… Va son muy bonitos.- miró a Alex que estaba mordiendo la mariposa.
- Ups se lo está llenando de baba… Alex, hijo dame la lapicera, se lo tenemos que devolver a la doctora.- Rob quiso sacársela de la mano, pero solo consiguió que se largara a llorar.- No seas caprichoso.- lo retó.
- No te preocupes, dásela, tengo otras así.- Alex sonrió alegre de volver a tener la lapicera en su boca.- A él también ya le está por cortar la encía.- le abrió un poco la boca para revisársela.
- Entonces es mejor que nos armemos de paciencia, Alex de por si es chinchudo con o sin encía inflamada.- comentó Rob, ganándose la risa de la doctora.
- ¡Robert!... No hables así de tú hijo.- lo reté, ofendida que se riera de mi chiquitín, el no era chinchudo, solo tenía mamitis aguda.
- Bueno chicos, mi trabajo con ustedes ha finalizado ¿Alguna duda?- nos preguntó levantándose de su asiento.
- No doctora, gracias por todo… Fue una consulta tonta, pero somos padres primerizos y nunca la vimos a Alexia de esta forma y nos asustamos mucho.- le expliqué, mientras tapaba a mi hija con la mantita.
- No se preocupen a todos nos paso eso con nuestros hijos, es preferible que consulten y se saquen la duda… Chau Alexia, espero que te mejores.- beso la frente de mi nena, que ya se había quedado dormida.
- Adiós Melany, gracias por la lapicera.- se despidió Rob, dándole un beso en la mejilla; la pobre se sonrojo toda.- Dile chau Alex.- mi gordo hermoso empezó a abrir y cerrar su manito, sin soltar la lapicera.
- ¡Son muy lindos!- y yo no iba a negar eso, mis hijos eran preciosos.

Salimos del hospital mucho más aliviados, ahora Rob condujo tranquilamente por las calles de Londres hasta llegar a la farmacia donde bajo a comprar las gotitas y un mordillo por las dudas que no encontrara la caja donde lo había guardado.

Llegamos a casa cerca de las tres de la mañana, Alex se estaba quedando dormido en el asiento del auto. Rob lo llevó a acostarse mientras que yo le dí el medicamento a Aly y la bañé nuevamente.

- Alex ya se durmió.- Rob se acostó a mi lado, acariciando el pelo de su hija.- Ya está más tibiecita.- Besó su frente.
- Recién se quedó dormida, espero que el ibuprofeno le haga efecto y la deje descansar un poco.- bostecé por el sueño y por la preocupación que por suerte ya había desaparecido.
- Descansa cielo, yo me ocupo de Alex.- se levantó para besar mis labios rápidamente.
- Me hizo preocupar mucho.- hablaba con los ojos cerrados.
- Y a mí también, por suerte no fue nada.- nos abrazó a ambas y empezó a tararearnos una canción.- Duerman mis bellezas, yo velaré sus sueños.- a penas escuché lo que nos dijo, mi mente ya se había ido al mundo de los sueños.

Fin del Flash Back

Mire a mi nena, ahora dormía tan placidamente…

- Sigue soñando lindo, mi preciosa.- corrí el flequillo de su frente para darle un beso.

Antes de salir de su habitación me di cuenta que había preparado su mochilita al lado de su uniforme; cuando creció tanto que no me dí cuenta, se preguntaba mi corazón un poco estrujado.

Salí antes de mirarla por última vez… No caminé ni medio metro que ingresé a la habitación de mi chiquitín. Su mundo era lo opuesto al de mi niña, su habitación estaba llena de autos tirados por todos lados; sí mi hijo era muy desordenado, digno heredero de su padre.

Cuando me acerqué a taparlo, ya que él se movía toda la noche y el acolchado de Cars estaba tirado por el piso me dí cuenta de algo…

- Alex ¿Qué haces despierto a estas horas?- le pregunté cuando me senté en su cama, enseguida se levanto y se puso sobre mi regazo.
- Perdón mami no te enojesss.- se acurrucó sobre mi pecho, chupándose su dedito pulgar.- No quiero ir mañana a essse lugar.
- Se llama kinder cielo, ya lo hemos hablado recuerdas.- asintió.- Vas a conocer a un montón de nenes con los que vas a jugar, van a pintar, aprenderás nuevas canciones que luego le cantaras a mami.- dije acariciando su pelo.
- Pero shoo quiero essstar contigo.- me miró con sus enormes ojazos azules.
- Nosotros dos siempre, siempre vamos a estar juntos… solo serán un par de horas, mi cielo.- lo abracé más fuerte.- Además no vas a estar solo, Aly va ir al mismo curso contigo y Mady va al mismo colegio, la podrás ver en los recreos.
- ¿Vosss te vasss a quedar?- agarró un mechón de mi pelo y empezó a enredarlo en sus deditos, era una manía que le había quedado de bebé.
- Mañana solo estarán una horita y con papá estaremos esperando afuera.- mi respuesta mucho no lo convenció.- Hagamos algo, probemos un mes, si no te gusta hablamos con papi y buscamos otro kinder ¿Si?- negó con su cabecita metida en mis pechos.- Vamos Alex… ¿donde esta mi pequeño guerrero que me rescata del monstruo?- Rob siempre le decía que me iba a rapta y no me iba a devolver, solo para ver como su hijo se ponía rojo de ira al querer robarle a su mamá. Levantó su cabecita y me miró.
- ¿No me vasss a dejar de querer?- su pregunta me hizo trisas el corazón.
- Eso nunca mi sol, nosotros dos vamos a estar siempre…- beso.- Siempre…- beso.- siempre juntos…- beso.- muy juntos…- lo llené de besos por toda la cara y su cuerpito, ganándome su risa.
- Te quiero mushoo mamita.- me abrazó muy fuerte del cuello.
- Y yo a ti mi chiquitín especial… ahora a dormir, que mañana hay que levantarse temprano.- lo acomodé en su cama.- Sueña lindo mi sol, recuerda que siempre te amaré.- besé sus cachetitos y luego lo arropé.
- ¿Me cantasss una cansssión?- preguntó chupándose su pulgar. No le iba a negar su pedido.
- Haber, hazme un lugarcito…-


Hush, little baby, don't say a word,
Mama's gonna buy you a mockingbird.

If that mockingbird don't sing,
Mama's gonna buy you a diamond ring.

If that diamond ring turns to brass,
Mama's gonna buy you a looking glass.

If that looking glass gets broke,
Mama's gonna buy you a billy-goat.

If that billy-goat won't pull,
Mama's gonna buy you a cart and bull.

If that cart and bull turns over,
Mama's gonna buy you a dog named Rover.

If that dog named Rover won't bark,
Mama's gonna buy you a horse and cart.

If that horse and cart falls down,
You'll still be the sweetest little baby in town.


Fui peinando su suave enjambre cobrizo, viendo como de a poco sus cascadas azules se cerraban por completo.

Amaba Alexia por sobre todas las cosas, pero con Alexander tenía una unión extra que no sabía explicar con palabras… Clare me decía que eso era normal, es mi nene, él bebé que siempre estuvo y está detrás mío; él que siempre me llama diez veces cuando estoy grabando y me llena los trailers de bellos dibujos, porque mi Alex era un gran dibujante para sus cuatro años de edad… él que se pelea con su padre porque me quiere “raptar” de su lado, para él soy su princesa, su reina.


Flash back

- Dí pa-pá… paa- paá…- Rob intentaba robarme la primera palabra de mi hijo.
- ¡ROBERT THOMAS PATTINSON ERES UN TRAMPOSO!- le grité muy enojada desde la entrada del living; dejé en el piso las bolsas de las compras y fui corriendo para alzar a mi bebé.
- Quedamos que no lo incentivarías como lo hiciste como Alexia…- hace un par de días mi niña dijo su primera palabra luego de tener a Rob todo el día repitiéndole como decir la palabra papá.
- Yo nunca acepte ese acuerdo, además sabes que dirá primero papá al igual que Aly.- se paró como si nada para levantar las bolsas tiradas.
- ¿No es cierto que usted va a decir mamá primero?- le hice carotas a mi hijo.
- Maaaaaaa….- Alex aplaudía, contento de verme de nuevo.
- Si bomboncito, es ma- má, ma-má.- le repetí dos veces.
- Maaaaaa.- dijo él.
- No sol, es ma- má
- ¿Por qué tú si puedes incentivarlo y yo no?- protestó mi marido desde la cocina.
- Porque yo soporte sus patadas por casi nueve meses y soy quien lo parió.
- Tramposa.- me arrojó el paquetito de toallitas húmedas por la cara, Alex se reía.
- ¿Y Alexia?- me pareció raro no ver a mi hija.
- Durmiendo una siesta; rompió el angelito que había sobre mi escritorio.
- ¿Cómo hizo eso?- pregunté, sentándome en la cocina para darle un poco de pecho a Alex.
- Estaba hablando con Steph sobre una nueva película que quieren que participe, la tenía sentada sobre mi rodilla, y viste lo toquetona que es…- asentí.- Me descuidé un segundo y al otro solo escuche como el adorno se hizo trizas en el piso.- me explicó, terminando de guardar todo el mandado.
- ¿Se lastimó?
- No, solo se asustó cuando sin querer le grité.- su cara se entristeció, el odiaba retar a sus hijos y más a Aly.
- Estoy más que segura que luego la llenaste de besos y te volvió a regalar su sonrisa de dos dientes.- mis bebés tenían dos pares de dientes cada uno, era tan gracioso verlos sonreír.
- Si, me perdonó rápidamente.- tomó una cerveza de la heladera y se acercó hasta nosotros.- Alex te estuvo buscando por todos lados, se la pasó diciendo maaaaa…- como siempre quiso sacarlo de mi pezón ganándose un gruñido de parte de su hijo.- Traidor

- No le digas así…- lo regañé, Alex se rió sin soltar el pecho.
- Yo creo que él sabe que es tu debilidad.
- Nada que ver, yo los amo a los dos por igual y no me ando quejando cuando veo que Alexia te sigue a todos lados.- me excusé.
- Menos mal que tuvimos la parejita de un solo tirón o sino nos viviríamos peleando.- los dos nos reímos.
- Toma, jueguen un ratito juntos así preparo la cena.- le entregué a Alex.
- Maaa…- se quejó, moviendo sus bracitos para que lo tomara de nuevo.

- Deja que mamá prepare la cena, mientras nosotros dos vamos a tocar música para ella.- se levantó para ir hasta el piano; Rob le gustaba sentarlo en su regazo, mientras le ensañaba las notas.

Hoy iba a preparar sopa de tortilla, estaba un poco cansada y era algo fácil de hacer. Ruth estaba trabajando para conseguirme un nuevo papel en una comedia romántica junto con Matt Damon, yo aún no estaba del todo convencida en volver a trabajar; Rob iba a filmar durante dos meses en Vancouver y luego iniciaría yo, porque no queríamos que los niños se quedaran solos con una niñera. 

Si bien, ahora que comían alimentos ya no dependían tanto de mí, igual estaban en una etapa que todos los días descubrían algo nuevo y no quería perderme esos momentos por estar grabando… Extrañaba estar en un set, pero mis bebes eran más importante que cualquier otra cosa.

- La cena ya está casi lista.- susurré en el oído de Rob, quien sostenía a Alex que aporreaba las teclas del piano.- ¿Qué tal va nuestro mini Beethoven?
- Umm creo que dentro de unos años podrá tocar bellas melodías, aún no se hicieron amigos.- Rob despeinó la melena cobriza de nuestro hijo ganándose un puchero de su parte.
- ¿Tocarás lindas melodías a mami?- apreté sus cachetitos rosados.
- Maaa.- aplaudió contento.
- Es ma- má… ma- má.- se lo repetí lentamente.
- Maaa-mmm…- su ceño estaba todo fruncido por la concentración que estaba haciendo para poder decir la palabra correctamente. Justo por el móvil se escucho el llanto de Alexia que se había despertado de su siesta.
- Voy a buscarla y cenamos.- besé a mis dos hombres antes de ir a buscar a mi princesa.

Aly estaba parada en su cuna y al verme, comenzó a gritas toda emocionada.

- Mami, mami…
- ¿Cómo está mi dulce muñequita?- la alcé; tenía sus doradas hebras todas despeinadas.

- Quelo, mami.- me abrazó muy fuerte y escondió su cara en mi cuello.
- Yo te también enana, mami te ama mucho y te extrañé toda la tarde.- la besé por todos lados.- ¿Vamos abajo, así cenamos con papi y Alex?
- Tiiii, on papi y ate.- aplaudió toda emocionada. Ella siempre era un manojo de energía, siempre y cuando no estuviera de mal humor.

Cuando llegamos a la cocina, Alex estaba sentadito en su sillita de comidas mientras Rob terminaba de poner la mesa y calentaba la sopita y el pure de los niños.

- Cómo dormiste princesa… Espero que esta noche no te trasnoches.- Rob besó la frente de Aly.
- Aty quele papi.- estiraba sus bracitos para que su papá la cargara.
- Papi termina de poner la mesa y te alza.- Rob continuó buscando los cubiertos.
- Maaaaaa…- escuchaba a Alex golpeando su silla para que le prestáramos atención.
- Aty on papi.- pidió de nuevo, haciendo puchero.
- Maaaaa…- mi hijo me llamaba pero no le estaba prestando atención; entonces sucedió.- ¡Mamá!- dijo gritándome para que lo atendiera, los tres nos dimos vuelta para mirarlo.- Mamá.- repitió de nuevo.
- Mi nene dijo su primera palabra.- corrí a su lado con Aly en mis brazos.
- Dilo de nuevo campeón.- lo incentivo Rob.
- Maaa- má… mamá… mamá… mamá.- comenzó a repetir como loco, ganándose los aplausos de su hermana y mis lágrimas de felicidad, mi chiquitín especial estaba transformándose en un nene grande… y desde ese momento, la palabra mamá se convirtió en su palabra favorita.

Fin del flash back

- Sueña lindo, mi cielo.- besé su frente y me levanté con cuidado de no despertarlo. Encendí su lamparita de noche, para luego salir de su habitación.

Baje con cuidado las escaleras para no hacer mucho ruido y despertar a los perros, sobre todo a Bernie, la no tan pequeña manojos de pelo que mis hijos hallaron una tarde en el parque abandonada cuando aún era un cachorro. La trajeron a escondidas junto con Liz y la alimentaron durante tres días antes de darnos cuenta de la intrusa, obviamente con Rob no tuvimos corazón para echarla, así que se terminó quedando con nosotros, para malestar de Nala que no le gustaba mucho la competencia de cariño.

A penas prendí la luz de la cocina Nala levanto la cabeza, mientras que bear y bernie dormían los dos uno arriba del otro.

- Siempre te dejan de guardiana pequeña.- me agache para rascarle las orejas a Nala, que me agradeció con unos lengüetazos.- Preparemos un poco de leche tibia y no despertemos a las marmotas.

Me preparé una taza bien grande de leche tibia con un poco de canela, como solía hacerme mi abuela cuando era niña y no conciliaba el sueño, también me serví una porción de lemon pie que había sobrado de la cena y fui hasta los sillones del living, acompañada por Nala, que venía masticando su galletita. 

Antes de sentarme, rebusqué entre los dvd uno que quería ver, lo puse y le dí play ya desde el sillón con Nala en mi regazo.

“Vamos Aly, ven con mami… mommy… si cielo ven aquí, Rob suéltala no se va a caer; ven toma la cámara así viene para aquí… ¡Muy bien cielo, así otro pasito más!... Mira amor, nuestra nena ya está caminando”- las mismas lágrimas que había derramado en ese entonces, las estaba soltando ahora al recordar los primeros pasitos de Alexia.

“Kris, silencio, si nos ve se va a sentar de nuevo… Pero es que desde aquí no logro filmarlo bien, ponte de rodilla y yo me acomodo arriba tuyo, ahí, ahí lo enfoco bien. Mira como moviendo su piernita izquierda, ojala se anime… Lo hará, cielo, lo hará, va ir a buscar a bubú...”- Alex estuvo casi por una hora paradito tomado del borde del sillón pensando si moverse o no hasta la silla de en frente para buscar a su rana bubú; como siempre él necesitaba sentirse cien por ciento seguro antes de arriesgarse.- “Mira Kris lo hizo, al fin lo hizo… yo sabía campeón que lo lograrías.”- Rob fue corriendo hasta Alex para alzarlo y llenarlo de besos.

- ¿Qué estás haciendo?- justo el dueño de mis pensamientos se hizo presente.
- Recordando un poco.- mi voz salió entrecortada a causa de las lágrimas.
- No es un poco tarde para andar.- bostezó.- Recordando…- volvió a bostezar.
- No me podía dormir… Mañana los enanos empiezan el kinder…- suspiré abrazándome a una de las almohadas que adornaban el sillón.
- Lo se cielo, crecieron demasiado rápido.- se acercó para sentarse a mi lado y abrazarme, acurruqué mi cabeza sobre su cuello.- Parece que fue ayer, que les cambiaba los pañales y ahora ya les toca ir al kinder.- ahora era él quien traía la angustia.- ¿Viste como Aly preparó ya su uniforme y mochilita?- asentí.
- Alex no quiere ir, así que mañana seguramente nos hará un gran berrinche…
- Ya se le pasará cielo, yo recuerdo que me abrasé de la pierna de mi mamá y por un mes tuvo que sentarse al lado mío porque no la soltaba.- me hizo reír su anécdota.
- Ahora veo a de donde heredo su mamitis aguda...- le saqué la lengua; él me estaba por replicar pero el sonido de la televisión nos distrajo.

“Que los cumplan feliz, que los cumplan feliz, que los cumplan Aly y Alex, que los cumplan feliz…Soplen chicos, soplen…”- gritaban emosionados todos nuestros amigo y familiares que se reunieron para celebrar el primer añito de los chicos. Terminamos soplando nosotras las dos velitas, una sobre la torta en con el león y la otra sobre la torta del hada; los chicos estaban más entretenidos metiendo sus manos en los pasteles y pasándoselos por toda la cara.



- Fue hermoso su primer cumpleaños.- dijo Rob nostálgico.
- Todos sus cumpleaños son hermosos, Liz y Vicky preparan cosas preciosas.- acaricié su nuca.
- Sip…- se quedó un momento callado, viendo el resto del dvd.- Kristen… ¿Qué piensas si te digo que quiero tener otro bebé contigo?- soltó su pregunta de golpe.
- ¡Qué estás completamente loco!- me senté bien de golpe, él agachó su mirada.- Pero…- volvió a mirarme a los ojos.- Me encantaría que me vuelvas a embarazar.- dije con voz melosa; me senté a horcadas sobre él, restregando mi pelvis con la suya, lamiendo todo su cuello como una gatita en celo.

- Entonces no se diga más, ahorita mismo nos ponemos manos a obra.- se levantó de golpe cargándome con él por las escaleras hasta nuestra habitación donde me arrojó sobre el colchón. Estallé en carcajadas por ver la cara de salido que traía.

No hicimos el amor esa noche, simplemente tuvimos varios sesiones de sexo frenético lleno de pasión, callando nuestros gemidos con besos, mordiéndonos, lamiendo nuestro propio sudor, agotándonos mutuamente hasta el alba… Yo había abandonado las pastillas dos meses atrás y ya estaba tomando ácido fólico, así que si esa noche no concebimos a nuestro cuarto hijo, por Dios que estuvimos muy cerquita de hacerlo.
*****

- Mamí, ¿Puedo lleval a lulú conmigo?- preguntó mi hija mientras la peinaba.
- Hoy no cielo, primero le tenemos que preguntar a la señorita si pueden llevar sus juguetes… ¿Así, te ajusta mucho?- le pregunté al terminar de atar sus dos colitas; ella negó con la cabeza.- Haber, date la vuelta para ver si te quedaron bien derechitas.- se giró, he hizo posesitas de modelo, mientras yo la miraba. No es porque sea mi hija pero estaba preciosa con sus dos colitas y su uniforme.- ¡Estás lista!
- ¡Falta el pelfume, mami!- me grito como si me hubiera olvidado de vestirle. Fui a buscar su manzanita rosada.
- Aquí, tienes.- empezó a rociarse.- Aly, poco.- le advertí por que si era por ella se tiraba todo el frasco de Nina Ricci encima.- Ahora ve abajo, que Maguie está preparando el desayuno.- me dio un besito en mi mejilla y salió corriendo.- ¡No corras por las escaleras!- grité desde la habitación.

Terminé de ordenar su habitación, tomé su mochila de Kitty y justo cuando estaba por bajar las escaleras para ir a desayunar todos juntos, me percaté que Rob estaba teniendo dificultades para vestir a Alexander.

- Vamos Alex, llegaremos tarde si no te pones la ropa ahora mismo.- Rob intentaba atraparlo, pero él era más rápido corriendo por toda la habitación solo con su camisa a medio abrochar y su boxer de bob esponja.
- No quiero ir, no quiero ir.
- Ven ahora mismo, mira que llamo a mamá y no le va a gustar nada que aún sigas con estas fachas.- lo amenazó pero a Alex le importó poco y nada las palabras de su padre. Aunque me causaba gracia la escena, era hora que pusiera las cosas en orden sino, llegaríamos tarde el primer día.
- ¿Qué está pasando acá? ¿Por qué sigues desnudo Alexander Liam Pattinson?- mi tonó fue más fuerte de lo normal y mi hijo sabía que cuando lo llamaba por su nombre completo es que estaba en problemas.
- Pues aquí tú hijo que no se quiere vestir.- lo acuso Rob, Alex agachó la cabeza.
- ¿Y eso está bien Alexander? Vas a llegar tarde, si no te vistes ahora.- lo regañé.
- Pero mamí… sho no quiero ir.- se sentó como indiecito a mitad de su habitación, me acerqué hasta él.
- Hijo ya lo hablamos anoche, tienes que ir…- suspiró, me partía el corazón verlo tan angustiado, pero hoy no podía ceder en sus caprichos.- Recuerdas que el otro día con papá te dijimos a ti y a Aly que hay veces que tenemos que ir a lugares que no nos agradan al principio pero luego nos terminan gustando y nos hacen bien.- asintió.- Bueno este es uno de esos lugares… puede que al principio no te guste mucho, pero vas a ver que harás muchos amigos nuevos, jugarás toda la mañana, dibujarás mucho y al medio día papá o yo los estaremos esperando afuera para almorzar juntos. Solo son un par de horas cielo; haz el intento al menos, hazlo por mami ¿Si?- acaricié sus piernitas.

- Está bien.- dijo no muy convencido.
- Ese es mi niño bueno.- lo abracé y le di un beso en el tope de su cabeza.- Ahora deja que papi te termine de vestir, así luego desayunamos los cuatro juntos.- asintió. Me levanté y tomé su mochila de cars.
- Gracias, amor.- Rob me dio un beso rápido antes de ir a vestir a Alex.

Por suerte el resto del desayuno transcurrió sin problemas; ya en el auto se podía notar claramente dos estados de ánimos distintos, por un lado Alexia no para de cantar mientras que Alex estaba calladito mirando por la ventada, cual ganado antes de llegar al matadero.

- Va a estar bien.- me susurró Rob al ver como me empezaba a angustiar por mi hijo, tomó mi mano y la apretó.- Llegamos…- anunció Rob.

Alexia bajó toda emocionada del auto, tomando la mano de Robert, mientras yo llevaba a upa a Alex; en la puerta nos esperaban Clare, Richard, Vicky junto como Mady que enseguida se abrazó a su prima, Harry estaba terminando de cerrar el auto y Lizz caminaba como pato con su súper panzota de ocho meses.

- ¿Como estás hadita, lista para empezar el jardín?- preguntó dulcemente Clare a su nieta.
- Sipos, abu… Mira la mochila de Kitty que me compo mi papi lindo.- se la enseñó.

- ¿Y tú campeón, preparado también?- Richard revolvió el pelo de Alex, quien se escondió más en mi cuello.- Veo que sigues los pasos de tu padre.- dijo con risa.
- Tenemos una mañana un poco difícil.- intenté explicar.
- Es que es igual de mameno que mi hermano, recuerdas mami como Rob se prendió a tus faldas y casi te deja sin ropa.- dijo Lizz acariciando su panza.- Dios Kris te envidió como pudiste tener dos bebes dentro, yo no veo la hora que Keira salga de una vez, me tiene a mal traer la pequeña.
- Es tú castigo por todos los años que jugaste a costa de mis costillas.- se burló Rob ganándose un golpe en el brazo.
- ¡Niños!- le grito Clare.- No es el momento ni el lugar.- su reto ocasiono la risa de Mady, Aly y hasta Alex que se rió por primera vez en el día. Justo sonó el timbre.
- Vamos hija, tus primos forman en otro salón.- Vicky tomó de la mano a Mady.- Suerte a los dos, les va a encantar estar con la señorita Becky.- se despidió de ambos.- Saquen muchas fotos y luego me cuentan.
- Chau primos, nos vemos a la salida.- Mady los despidió agitando su mano.
- Bueno a nosotros nos toca ir directamente hasta el aula.- anunció Rob, tomando la mano de Aly. Alex se aferró más fuerte a mi cuerpo, mientras caminábamos hasta el aula.

Justo en la puerta nos esperaba la señorita Becky, nosotros ya la conocíamos ya que fue la maestra de Mady en el inicio. Era una persona muy dulce, que siempre estaba atenta de sus niños.

- Bienvenidos nuevamente familia Pattinson.- nos saludo con una gran sonrisa a todos.- ¿Esta vez con quien me toca jugar?
- ¡Conmigo!- Aly levanto su mano emocionada.
- ¿Y cómo te llamas preciosa?- se agachó hasta su altura.
- Alexia Gleis Patinton.- no pude evitar sonreír por como dijo su nombre.
- Bueno Alexia, por unos días usarás este osito hasta que está señor recuerde tu nombre ¿Si?- le colocó un prendedor con una osa dibujada donde estaba escrito su nombre.- Ahora ve adentro y busca un lugar donde sentarte.
- ¿Papi?- miró a Rob pidiendo que la acompañara.
- Te espero adentro.- susurró en mi oído antes de alejarse con Aly.
- ¿Y este pequeñín de aquí también va a jugar conmigo?- Alex negó, y se aferró más fuerte a mi cuello, casi dejándome sin aire.- ¿No? Qué lastima, por que yo tengo muchos autitos de todos los tamaños…- eso no convencía a mi hijo.- Ummm haber que más tengo, ahhhh tengo muchos lápices de colores, fibras y crayones para pintar ¿Te gusta pintar?- asintió, soltando un poco mi cuello.- ¿Y mancharte las manos con tempera?- asintió.
- Mami no me deja mancharme lasss manosss con tempura.- hablo muy bajito, empezando a chupar su pulgar.
- Pues te digo un secreto.- se acercó a su oído.- Aquí si podrás mancharte las manos con tempera, pero… para eso tienes que entrar al aula al igual que lo hizo tu hermana.- Alex se volvió a esconder en mi cuello.- Vamos pequeño, solo un ratito… mami puede acompañarte si quieres.
- ¿Sí?
- Si, pero solo por hoy, mañana tendrás que entrar solito junto a tu hermanita.
- Vamos amor, ya lo hablamos, haz el intento al menos, por favor.- le rogué.
- Essstá bien.- dijo no muy convencido.- Pero quiero un oshito como Aly.
- Uhh que descuidada que soy…- se disculpó Becky.- Dime tu nombre así tendrás tu oso.
- Alex.- dijo aún un poco cortado.
- Es Alexander.- completé yo.
- Bueno Alex, aquí tienes un oso grandote con su bufanda azul… Vas a ver que nos haremos grandes amigos.- besó su frente y luego ingresamos al aula con el resto de la familia.

Alexia ya estaba hablando con unas niñas, mostrándole su mochila de Kitty; cuando llegamos al lado de Rob, él intentó levantarse de la mini silla en la que se había sentado y se terminó golpeando la pierna.

- Eres tonto o qué hermanito, esas sillas son para los peques no para un grandulón como tú.- lo retó Liz, el solo rodó los ojos.
- Vasss a romper la sssisha papi.- Alex se burló de él.
- ¿Ahora tú también enano?- lo despeino, ganándose su sonrisa. Bajé a Alex para que se sentara en una de la sillita.
- Yo me quedo aquí a tú lado, no te preocupes.- lo tranquilicé cuando vio que me paré.
- Wuoooo tienes la mochila del rayo mc queen…- un niño más bajito que mi hijo de pelo negro se le acercó.
- Me la regaló mi papá.- le contestó un poco tímido Alex.

- Yo tengo una de buzz, mira.- le mostró la suya.- ¿Te gusta buzz?- Alex asintió.
- Tengo un buzz que habla en mi casssa.
- ¿Enserió? Mi mamá no me lo quiso comprar porque me porte mal.- el niño se sentó a su lado.- ¿Cómo te llamas?
- Alexander, pero me dicen Alex.
- Matthew, pero me dicen Matt… ¿Quieres qué compartamos galletitas? Mamá me puso de vainilla.- sacó un potecito lleno de galletitas.

- Lasss míasss ssson de chocolate, lasss preparó mi mamá.- me señaló.
- Wuooo ¿Tú mamá cocina?- mi hijo asintió.- La mía se le quema hasta el agua.- me reí junto con mi hijo por su comentario. Matt era una máquina de hablar.
- ¡Matthew, no atosigues al pobre niño!- una señora vestida con ambo turquesa lo retó.- Oh, disculpen a mi hijo, es una máquina de hablar… Oh por dios, si son ustedes.- lo que me faltaba una mamá fanática nuestra, Rob enseguida vino a mi lado.- Pero miren que grande estas…- los tres no la quedamos mirando.
- ¿Conoces a mi amigo Alex, ma?- preguntó su hijo.
- Si Matt, lo atendí cuando era muy pequeño, va en realidad atendí a su hermana y el se robó mi lapicera.- y en ese momento mi mente hizo click.
- ¿Dr. Wood?- pregunté dudosa.
- La misma, pero miren que chiquito es el mundo, donde nos venimos a encontrar nuevamente ¿Cómo están? ¿Y la niña con dolor de encías?
- Alexia está por allí hablando con unas niñas.- señaló Rob, nos corrimos hacia un rincón para dejar a nuestros hijos jugar tranquilos.
- También está enorme… ¿Parece que mi pequeño Matt congenió con Alex?- miramos como ambos se estaban mostrando sus mochilas y hablaban de juguetes.
- Gracias al cielo, encontró a alguien con quien hablar, nos estaba haciendo difícil el día.- comentó mi esposo.
- Es normal, a la mayoría de los niños le pasa que tienen miedo de despegarse de su casa.
- ¿El tuyo parece tan emocionado como mi hija por empezar el kinder?- su forma de hablar con tanta emoción me recordaba a Aly.
- Matt ya está acostumbrado a estos lugares; lo tuve que dejar en su primera guardería cuando tan solo tenía cuarenta y cinco días de vida. Se me partió el corazón dejarlo tan pequeño en ese lugar, pero era eso o nos comían las pulgas.- dijo con un poco de tristeza.
- ¿Y el papá de Matt no trabajaba?- preguntó Rob.
- El papá de Matt no existe en nuestra vida.
- Oh, disculpa, no sabía.- miré a Rob con mala cara para que cerrara su bocota.
- No, está bien… Ni bien se enteró que Matthew venía a este mundo nos dejó, así que siempre fuimos ni nene y yo contra el mundo.- se encogió de hombros.- Y tan mal no lo hice ¿No creen?- miró a su hijo que se moría de risa por algún comentario hecho por el nuestro.
- Ojala se hagan buenos amigos.- contesté, justo cuando ingresó la señorita Becky para reunir a todos los pequeños en un circulo.

Les enseñó dos canciones y luego les repartió caramelos a todos, nos explicó a todos los padres las cosas que necesitarían para trabajar a lo largo del año y algunas de las excursiones que harían; cuando nos quisimos dar cuentas nos estábamos yendo. 

Al final a Alex le gustó el kinder, estaba muy emocionado en volver al otro día para mostrarle a su nuevo amigo Matt su colección de coches, quiso que lo invitemos a casa pero lo convencimos que como íbamos a ir a almorzar con los abuelos sería otro día.

Aly ya había hecho todo un grupo de amigas y estaba emocionada en empezar con las clases de cocina que harían con la señorita Becky, no veía la hora en que saliera Madison para contarle todas las cosas nuevas que aprendió.

Miré por el espejo retrovisor como entre ellos se contaban su propia experiencia, y me vino a la cabeza a ellos dos sentaditos en sus huevitos, recién salidos de la clínica… Los años habían pasado demasiado rápido para mi gusto, pero el verlos crecer tan sanos y felices bastaba para hacerme sonreír nuevamente.
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Si no llego con la sorpresa, nos leemos en 15 días.
FELICES FIESTAS

lunes, 17 de diciembre de 2012

Nota de autor

SI YA SE MAS DE UNA ME QUIERE MATAR... SOLO PUEDO DECIR PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN :)

Como avise hace una semana me mude y recién hoy lunes a las 11 de la mañana vuelvo a estar conectada al mundo con internet y televisión por cable... por mas de una semana me sentí en la isla Lost, incomunicada del mundo.

Ahora la pregunta es ¿como en un departamento de dos ambientes uno puede guardar tantas porquerías? En fin no tengo la mas minina idea, la cuestión es que aún no termino de guardar todas las cajas...

El capítulo lo tengo a medio terminar (ya llevo unos 9 hojas escritas) prometo por el niño jesusito que antes del fin de semana lo tienen publicado, hoy me quedo de transnoche a terminarlo, así se me caigan las pestañas.

Infinitas gracias por todos los bellos comentarios que nos dejaron y por la paciencia que nos tienen con estos retraso :P

Besitos

Naty

P.D: SARIS ESTOY VIVA, NO ES NECESARIO QUE LLAMES AL FBI jajajajaja

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Capítulo 30 Aniversario.

Buenas noches chicas ya por fin esta aquí el tan ansiado capitulo, muchas gracias por todos los comentarios de la entrada anterior de verdad son muy importantes para nosotras, quiero agradecer también a una niña que me dejo sorprendida por lo que hizo nunca pensé que quería tanto OL, fany nenaaa gracias, gracias infinitas.... Y las chicas que se les mando el correo que les pareció la sorpresa?

Bueno ahora siii corran a leer el cap que esta echo con mucho amor..

Sarita
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Kpov

- Son demasiados lindos.- Suzie le hacía trompetitas sobre la barriga de Alex, quien no paraba de reírse.- Ahhh y mira como se ríe, no se porque dices que él es más gruñón ¡Tiene la risita más linda que escuché en mi vida!- volvió a soplarle la pancita.
- Últimamente se volvió más sociable, además como para que no se ría, con las caras tontas que le pones es inevitable.- me lanzó un almohadón sobre la cara.


- Eres una tonta.- dijo haciéndose la ofendida.
- Y tú una payasa.- le saqué la lengua, Aly en mis brazos se reía de nuestra absurda conversación.
- Hablando en serio, yo se que pocas veces lo hago, pero estos niños te salieron muy lindos.- tomó a Alex en brazos para darle un gran beso en sus regordetes cachetitos.- A Rob le dará un ataque al corazón cuando esta niña comience a tener pretendientes, y más si llega a salir como la madre, uff pobre de él.
- JA-JA-JA- me reí de manera sarcástica.- Como si yo hubiera tenido un desfiladero de novios en mi historial, con los dedos de una mano me alcanza para contarlos.
- Cierto.- se quedó pensando.- Corrijo mi comentario anterior, espero que no salga como tú porque eres una monja aburrida… Solo probaste dos platos del menú y enseguida compraste el paquete entero.- rodó los ojos.
- Para que seguir probando más platos si con el que compré satisface cada una de mis necesidades, y como las satisface.- me hice la importante.
- ¡Kristen, tenemos niños presentes! Ellos no quieren saber como papi y mami se devoran mutuamente.- le tapo las orejitas a Alex.- Igual… o sea… ya… ¿todo sigue como antes?- me causó gracia la cara que me ponía.
- ¿Tú dices si ya volvimos a tener sexo?- pregunté como si nada, jugando con las manitos de mi hija.
- Jesús Kristen, están los babys aquí, cuida ese lenguaje de camionero.- no le salía para nada bien el papel de santurrona.- Si a eso me refería.
- Si, hace un mes más o menos volvimos a tener se…- me miró con mala cara para que no diga la palabra sexo frente a los niños.- Volvimos a amarnos.
- ¿Y todo sigue igual ahí?... Digo, tuviste dos mini melones por la “cuevita del amor”.- no pude evitar reírme por su tonta comparación.
- Todo esta bien en la “cuevita del amor”, ya sabes como es Robert, siempre pone todo su empeño para que las cosas salga excelentes, sigue siendo tan atento y apasionado como de costumbre, creo que nunca voy a poder quejarme sobre él en ese departamento… Siempre me tiene un cien por ciento satisfecha, aún cuando era una ballena ciclotímica hormona que quería tenerlo entre mis piernas casi las veinticuatro horas del día, él se las arreglo siempre.- dije orgullosa de mi marido.
- Ya ya ya no es necesario que demuestres tu abundancia de pan entre los pobres.- achicó sus ojos.- ¿Y ahora como hacen con los dos intrusitos? Espero que no lo hagan frente a ellos.
- Oye que clase de pervertidos crees que somos…- ahora yo le lancé la almohada.
- Te tengo que recordar la vez que los pesqué en el garage de esta casa, cuando les pedí que vayan a buscar un alargador para enchufar algo… o cuando dijiste que ibas a buscar algo de tomar a la cocina y desapareciste durante media hora, luego apareciste con los labios hinchados y un chupón en medio de tus pechos, dejaron un desastre en el armario de planchado, o sea a quien se le ocurre tener sexo en un armario de un metro cuadrado…¡Solo a ustedes dos! O cuando estábamos en aquel campo en…- la paré.
- Ok, ok entendí tú punto, no es necesario que saques a relucir todas mis sesiones de sexo rápido y exhibicionista… Lo hacemos cuando los niños están dormidos, mayormente en la noche o algo rápido mientras nos bañamos en la mañana… ya sabes, ellos duermen en nuestra habitación así que no podemos hacer los grandes actos de amarnos toda la noche como antes, cuando estamos juntos lo disfrutamos al máximo pero solemos tener llantos que nos sacan del momento.
- Entonces ¿Ya no tienen más los súper a maratones de amor?- negué con la cabeza. En realidad nuestra nueva vida sexual se basaba prácticamente en diez minutos como mucho, antes que un llanto nos reclamara, Aly y Alex parecían tener un GPS interno que les avisaba cuando interrumpirnos.
- Igual no me quejo, lo que tengo está bien… aunque me gustaría poder disfrutarnos más tiempo, esta etapa es temporal ya los niños crecerán, pasaran a su propia habitación y volveremos a tener más tiempo.- explique.
- ¿Por qué no aprovechan que viven cerca de la casa de Clare y se lo dejan una noche así ustedes no tienen espectadores rondando?
- Ummm me pone muy ansiosa que los niños no estén con alguno de los dos, sería peor que tenerlos a tres metros en otra habitación, mi mente no se concentraría, estaría pensando si están bien, si están llorando, si se quedaron con hambre… Recuerda que ellos solo se alimentan a pecho, así que no pueden estar tantas horas alejados de mi.- apreté mas hacia mi pecho a mi Aly.
- Por que tomen un día fórmula no va ser la muerte de nadie.- la mire con mala cara.- Ok, entendí nada de fórmula para ellos.- le devolví una falsa sonrisa.
- No me molesta que ellos dependan de mi pecho, es más me encanta que sea así… al principio fue un poco molesto, hasta doloroso diría yo pero no lo cambiaría por nada del mundo lo magnifico de ese momento en donde solamente somos los tres, cuando ellos me miran con sus ojitos brillosos lleno de amor mientras se alimentan no hay palabras suficientes para describir el amor que me dan y les doy en ese momento… Simplemente tienes que vivirlo para entenderlo.- mi amiga se quedo callada mirándome atentamente.
- Sip te convertiste en toda una mamá oso, pero quien no lo haría con estos osezno.- Alex tiraba de los rulos rubios de mi amiga.- Estos niños le darán un plumazo a los hijos de Brangelina.- me reí de su ocurrencia.- Si es cierto, van a cumplir tres meses, parecen bebes de portada y encima están vestidos de arriba a bajo con Gucci.- marcó la ropa que justo hoy llevaban.

      

    

- La marca nos regaló toda esta ropa, recuerda que Robert es la cara de la ropa para hombres.- me justifiqué.
- Si, como lo hizo Dior, Balenciaga y Mulberry, con todas esas marcas no vas a gastar nunca en ropa, siempre te la darán gratis.
- Bueno si, es verdad tienen más ropa de lo que van a llegar a usar, más en esta etapa que todas las semanas crecen y crecen… Pero la iglesia y el hospital de niños siempre están encantados en recibir los paquetes de ropa y cosas que no usamos.- con Rob siempre hacíamos donaciones todos los meses, ya sea de manera económica o material a diferentes organizaciones que ayudan a niños y jóvenes en situaciones de pobreza; era una manera de retribuir la bendición que teníamos.
- Ustedes dos siempre con un corazón tan grande, ojala la maldita prensa supieran todo su trabajo humanitario así los dejan en paz.
- Sabes que no lo hacemos por esa causa, a los dos nos gusta ayudar y la verdad no somos de gastar dinero en cosas extravagantes, la mayor parte la invertimos en bienes raíces que generan más dinero con los alquileres, los niños ya tienen su propia cuenta como una generosa cantidad de dinero guardada para sus estudios universitarios, en nuestra vida diaria gastamos como cualquier familia de cuatro integrantes… así que los millones se nos acumulan en el banco.- me encogí de hombros; justo la charla fue interrumpida por mi celular.- Es Rob.- le avisé a Suzie.- Hola amor ¿Ya terminaste tú reunión?... Si seguimos en lo de Suzie… Están portándose excelente, tienes que ver como Alex se ríe con ella.
- Dile que venga a cenar aquí, llamo a los chicos y hacemos una mini reunión.- me dijo bajito, mientras seguía hablando por teléfono.
- ¿Amor te parece venir para acá y cenamos con los chicos?... Ok, entonces te esperamos, tus hijos te mandan besitos babositos.- corté la llamada.- En veinte está aquí.
- Que bueno… Ya comienzo a llamar a todos para que vengan ¿Podemos hacer una barbacoa?- dijo toda emocionada.
- Lo que quieras está bien para mí ¿Hay que comprar cosas? Así le aviso a Rob que pase por el super.- Alex ya tenía hambre y estaba comenzando a llorar.
- Descuida, le digo a Lindsey que pasa a comprar todo antes de venir para acá.- me dio a mi niño para que lo alimentara y ella salió de la habitación con el teléfono en la mano para organizar todo.
- Ya pronto papi estará de nuevo con nosotros.- les hable a mis hijos, mientras los alimentaba.

Rpov

El día había sigo totalmente agotador, odiaba salir de casa cuando Kristen aún dormía al igual que mis hijos, pero hoy tenía una sesión de fotos para la revista GQ, más la entrevista. Con suerte me liberaría de todo recién a la tarde.

Ya llevábamos casi un mes en Los Ángeles, alargamos más de la cuenta nuestra estadía para solucionar unos problemas con una de las propiedades que teníamos y además, para que John y Jules pudieran disfrutar de sus nietos. Lo que más extrañábamos era a Bear y Nala, ellos estaban a cuidado de Liz ya que pensábamos estar solo quince días, pero entre una cosa y otras se nos fue el tiempo en un abrir y cerrar de ojos.

Eso me hizo acordar que en pocos días sería nuestro tercer aniversario de casados, Kristen había puesto un cartel enorme en la heladera para que no me olvidara del día… En total juntos llevábamos ocho años juntos pero aún se me olvidan las fechas especiales, como ella solía llamarlas. Como este era un año especial, también quería que el aniversario fuera de ese modo, así que entre cada cambio de ropa me puse manos a la obra para prepararle una gran sorpresa.

Cuando terminé con todas las fotos y la entrevista llamé a mi mujercita para ver donde estaba, por mensaje me había avisado que se iba a pasar la tarde en la casa de Suzie porque se sentía muy aburrida sola en casa. Mientras hablábamos a Su se le ocurrió hacer una barbacoa para juntarnos con todos los chicos, la idea no me pareció mala, de vez en cuando no venía mal divertirse un rato.

La cena estuvo deliciosa, nos reímos mucho de las payasadas que decía CJ, aunque nuestros retoños eran el verdadero centro de atención… Ya con sus casi tres meses se mantenían más despiertos durante el día y solo se despertaban una vez en la noche para comer o cambiar sus pañales; ya lograban mantener su cabecita firme cuando estaban sentados, reconocían perfectamente nuestra voz y cuando nos veían lanzaban pataditas para todos lados balbuceando unos oh, ah, uh. Alex había descubierto su mano y no dejaba de admirarla, en cambio Aly prefería jugar con los muñequitos que colgaban de su gimnasio.

El otro día aprovechando el calor de la mañana decidimos que era una buena ocasión para meternos todos a la pileta y de paso enseñarles desde ahora a nadar.

Flash Back

- Amor ya coloqué las sombrillas al lado de la piscina ¿Necesitas que te ayude?- dije entrando en la habitación de los niños, donde Kris les estaba poniendo sus mayitas; abracé su cintura cubierta por la tela de la malla entera que traía puesta. 


- ¿Puedes colocarle el protector solar a Alex? Porque si suelto a Aly va a empezar a rodar por la cuna y se lo quitará todo.
- Ok, yo me ocupo del mini hombre.- tomé a Alex y le hice trompetitas sobre su barriga desnuda, ganándome sus risitas. Nos sentamos en la mecedora, así le colocaba la loción tranquilo.- ¿Tan pequeño y usando esta malla tan ajustada? Sabes no es de caballero andar mostrando al “amiguito”.- hablaba mientras le colocaba el protector.
- Jajaja Dios Rob, es un bebé ni si quiera sabe que su “amiguito” fue bendecido con el tamaño de su padre.- me lanza un pañal a la cara.
- Es una de las pocas cosas que heredó de mí, el día de mañana me lo agradecerá.- le saqué la lengua solo para provocarla.
- Dirás todas las mujerzuelas que enreden a mi bebé.- dijo despectivamente.
- Pobre de esas mujerzuelas cuando te tengan a ti como suegra.- me reí solo imaginando su cara cuando Alex traiga a su primera novia.
- Vamos a ver quien se ríe más, quiero verte a ti cuando Aly traiga a sus enamorados.- auch, esa fue una daga directa a mi corazón; de solo imaginar a mi bebita con una mosca pestilente volando a su alrededor se me revolvía el estómago.
- Mejor dejemos de hablar del futuro y concentrémonos en disfrutar de este hermoso día.- cambio de tema.
- Nosotras ya estamos listas.- dice alzando a Aly, quien patea toda emocionada con su hermosa mayita celeste.
- Nosotros aquí también.- me paré de la mecedora.- Vamos, así aprovechamos que ahora no hace tanto calor aún.

Estábamos bajando los cuatro por las escaleras para ir hasta la pileta, cuando Kristen recordó algo.

- ¡Me olvidé de traer la cámara!- dijo casi gritando.- Ve con los niños a la pileta que subo a buscarla a nuestra habitación.- me dio a Aly antes de salir corriendo.
- Si niños, mami puede ser un poquito loca a veces.- continuamos bajando.

Al llegar al patio, fui hasta los sillones para colocarles su gorrito y esperar a Kristen que regresara con la bendita filmadora; sí nos habíamos convertido en la clase de padres que fotografiaban y filmaban cada cosa nueva que sus hijos hacían, los niños no llegaban a los tres meses y ya tenían diez DVD grabados entre fotos y videos.

- Listo, aquí la tengo.- me mostró la grabadora con una gran sonrisa en su rostro.- Vamos a tener que colocarla en algún lugar de manera fija si es que ambos nos queremos meter a la piscina.
- Haber, dámela que busco donde ponerla.- hice lo primero que se me ocurrió, corrí una mesa de madera que teníamos afuera y la dejé bien cerca de la pileta, calculé donde tenía que apuntar.- Ve metiéndote así le doy al play.- hizo lo que le pedí, cargando a ambos niños.- Listos, ¡Acción!- grite como si estuviéramos en un set de fijación.
- Eres un payaso.- negó con la cabeza.- Ven con nosotros, el agua esta preciosa.- asentí y fui corriendo para tirarme estilo bomba.- ¡ROBERT!- cuando salí del agua los tres estaban empapados, Alex se había asustado y se largo a llorar desconsoladamente.
- Perdón… dame a Alexia así calmas a lloronsín.- mi niña solo abría y cerraba con rapidez sus largas pestañas doradas para sacarse de encima todas la gotitas de agua.
- No le digas así a mí bebé.- se fue a sentar en la orilla donde estaba la escalera.- Sabes que de por sí el agua no le agrada mucho y tu vienes a empaparle toda la cara, recuerda que son bebés Robert no niños de diez años.- me dijo enojada, Alexander tenía su cabecita escondida con el cuello de su madre.
- Ya te pedí perdón.- bufó algo que no le llegué a escuchar, era mejor que dejara tema acá porque el perfecto día de pileta se terminaría transformando en un perfecto día de pelea.- Mira parece que a Aly le gusta dar pataditas.- la metí un poquito más dentro del agua y ella sola daba pequeñas brazadas en sincronía con sus piernitas.- Parece que tenemos una futura medallista olímpica de natación.
- Ella siempre se luce en todo.- Kris la miraba con una sonrisa boba en su cara, Alex estaba sentadito chapoteando sus manos en el agua, en un momento golpeó tan fuerte que se mojó el solito toda la cara; con Kris nos miramos para ver si lloraba pero nos sorprendió llevándose las manos a la boca para reírse a carcajadas y volver a mojarse la cara.
- Creo que ya se reconcilió con el agua.- dije al ver como Alex se estaba divirtiendo con sus manos y el agua.- Por qué no intentas meterlo.

Kristen lo alzó a upa y de a poco lo introdujo al agua; al principio mucho no le gusto la sensación de tener su cuerpito flotando pero como era típico de él, necesitaba su tiempo para adaptarse, sentirse seguro para luego disfrutar a lo grande… Eso me recordaba tanto al carácter de su madre.

Cuando el Sol se puso sobre nosotros decidimos salir del agua para almorzar algo liviano, tirados los cuatro sobre el pasto en una zona del patio donde daba la sombra.


- No puedo creer que ya estén tan grandes.- suspiro mi mujer.
- No te preocupes ahora, disfruta el día, aún nos queda muchos años de pileta y pasto.- besé su frente con amor y ternura.

Luego los niños y Kris tomaron una siesta recostados en los futones, mientras me escuchaban leerles un cuento, sobre una princesa y sus dos duendes.

Fin del Flash Back

- Amor… Llegamos.- me dijo mi esposa, con su dulce vos, despertándome de mi sueño. Suspiré para luego desperezarme.- Voy bajando a los niños que también se quedaron dormidos.
- Ahí te ayudo.- me bajé rápido del auto para tomar a uno de ellos.

En silencio fuimos hasta su habitación para acostarlos, con suerte no se despertarían en toda la noche. Los tapamos solamente con sus sabanitas porque hacía mucho calor, puse la música de fondo y Kris prendió la luz de noche.

- ¿Qué te parece si tú y yo vamos a nadar un rato?- pregunté abrazándola por la espalda, besando su cuello; ella ronroneo cerrando sus ojos.
- Ummm es una idea tentadora.- su trasero se froto sobre mi pelvis, despertándome.
- Toma los comunicadores, te espero abajo.- mordí el lóbulo de su oreja antes de irme.

Ya en el patio, me desvestí quedando simplemente con mis boxer negros, que con un poco de suerte pronto acompañaría al montón de ropa que dejé en la silla. Me metí a la pileta, nade un poco para bajar la ansiedad; cuando salí a la superficie, una diosa de melena marrón me esperaba de pie solo con su bata.

- Ven, el agua está perfecta.- le dí la mano para que me acompañara; se sacó la bata quedando con una bikini negra de dos piezas, al fin entendió que no me importaba los kilos de más que aún tenía.- ¿Es nueva?- pregunté, una vez que entró al agua.
- Me la compré le otro día… Dijiste que no te gustaba verme con maya entera.- se mordió su labio.
- No, no me gusta verte toda cubierta cuando tienes el cuerpo más exquisito de la tierra.- la acorralé en una de las esquinas.- Esta me gusta más, resalta cada una de tus cualidades, las nuevas y las antiguas.- con mis manos acaricie sus pechos llenos, su cintura, su cadera para terminar de descansar sobre su robusto trasero.- Principalmente está.- lo apreté con fuerza.
- Rob eres terrible.- enredó sus brazos en mi cuello, acercando sus labios a los míos.
- Tú me vuelves loco, Bunny.- fue lo último que dije antes de devorarla.

Ella enredo sus piernas en mi cintura, sintiendo como su vagina se colocaba justo sobre mi pene para empezar una deliciosa fricción; el estar dentro del agua hacía que su peso fuera nulo para mí. Sin dejar de besarme, sus manos se fueron hasta la cintura de mi boxer para bajarlos.

- Te necesito amor.- sus labios pasaron a mi cuello para morderlo.

Mis manos se fueron hasta sus pechos donde con urgencia, los liberé de su prisión de tela para llevar esos pezones duros hasta mi boca, donde derramaron un exquisito almíbar blanco.

- Rob, por favor, fóllame ya.- Dios me volvía loco cuando me hablaba de esa manera.

Su mano subía y bajaba sobre mi duro pene con rapidez y fuerza, si no me introducía de inmediato en ella, me terminaría derramando en el agua. No había tiempo para quitarle la parte de abajo, así que solo me limité a hacer un costado su braga; introduje un dedo para ver cuando caliente estaba, mi chica ardía en fuego.

- Prepárate para disfrutar Bunny.- dije preparándome para meterme de una profunda estocada, cuando el sonido de un llanto se hizo presente, cortando de cuajo la película erótica que recreábamos en la pileta.
- Mierda.- se quejo poniendo su cabeza sobre mi hombro. No soltaba mi pene de su mano.
- ¿Quizás solo quieran un cambio de pañales?- hablé mientras la soltaba de mi cintura e intentaba buscar mis boxer por la piscina.
- Ese llanto es de hambre.- se acomodó con rapidez la parte de arriba de la bikini antes de salir; la tomé del brazo antes de que ingresara a la casa.
- Ve a esperarme a la habitación, veraz que solo es el pañal, se durmieron camino a casa y hace ya dos horas que no los cambiamos, seguro que es eso cielo.- tomé de su mentón para darle un beso rápido.
- Ok, pero no te tardes.- me dijo con su sonrisa de picarona.
- Ni se te ocurra empezar la fiesta sin mí.- le di una nalgada antes de salir disparando al cuarto de los niños.

Como yo lo había sospechado, solo eran pañales húmedos, por lo que con una rapidez antes desconocida los cambié, les cante un rato y gracias al cielo se quedaron dormidos al instante. Por poco hago un baile de la victoria, tenía mi pene todo duro y adolorido por mi encuentro interrumpido.

Cuando llegué a nuestra habitación para terminar lo que comenzamos, mi corazón se fue hasta el piso con la imagen que me encontré; mi dulce y suave Bunny dormida sobre mi almohada completamente desnuda… El hombre calenturiento de mi mente creo que en este momento se está cortando las pelotas con un cinto y llorando como niña. Quizás otro la despertaría y finalizaría lo que comenzamos en la pileta, pero yo no tenía corazón para hacerle eso a mi Kristen.

Así que hice lo que todo hombre respetable haría, me fui hasta el baño a masturbarme con la imagen de mi esposa desnuda sobre mi cama, cabalgándome como furia; cuando todo se calmo, me limpié y me acomodé a su lado, tapándonos para luego abrazarla.

- Te amo.- dijo dormida, tomando de mi mano para colocarla sobre su pecho desnudo.
- Yo también, cielo, que tengas dulces sueños.- respiré su pelo antes de cerrar mis ojos para dejarme llevar hasta el país de los sueños.

Kpov

Nos habíamos olvidado de cerrar las persianas en la noche y ahora, en pleno amanecer, los rayos del Sol apuntaban directamente sobre mi cara donde calidamente me llamaban a levantarme. A penas abrí un ojo para ver la hora, las siete y media marcaba el despertador, me tapé la cara con la mano, girándome al lado donde yacía el cuerpo de mi marido.

Mi mayor sorpresa, no había otro cuerpo… Me levante de golpe, quizás los chicos se despertaron y yo, mala madre, no los escuche; tomé mi bata, entré a su habitación para encontrarme con los dos durmiendo plácidamente.

- ¿Qué raro, Rob nunca se levanta tan temprano si no es necesario?- dije para mí misma, mientras tapaba a Aly.

Quizás estaba en la cocina, por lo que baje de prisa, toda la parte inferior de la casa estaba a oscuras y Rob con lo torpe que era seguro se habría llevado puesto el sillón. Cuando entré a la cocina me lleve una gran sorpresa… En la mesa redonda de vidrio, había un gran florero de cristal, junto con un suculento desayuno, la sonrisa en mi cara se formó de manera instantánea. Me acerqué hasta la mesada y tome el sobre rojo que descansaba entre las preciosas flores.

“Espero que disfrutes del desayuno, en compañía de estas bellas flores… En la puerta de la heladera está pegado el pase para que hoy vayas al Spa, no te hagas problema con los niños, déjalos en la casa de tus padres yo los pasaré a buscar… Disfruta de tu primer regalo, en la noche habrá más… Te amo más allá del tiempo. Rob”

Corrí hasta la puerta de la heladera para toparme con otro sobre, dentro había tres ticket para un día de Spa en Burke Williams; Rob si se había esmerado en celebrar nuestro aniversario. Salté como niña emocionada por los regalos de navidad, sí así empezaba el día, no podía imaginar como iba a terminar.

*
- Ummm Kris en verdad hoy debes regalarle a Robby una gran sesión de sexo, estos masajes me están dejando hecha una pluma.- dijo Suzzie adormilada por el masaje Burke Williams. Había decidido compartir el regalo de mi marido junto con ella y Lindsey.
- Siii, el mío nunca me regalo un día aquí, es casi imposible conseguir una reserva en este lugar si no eres socio… Uh ahí, ahí tengo un nudo.- Lindsey le comunico a la masajista.
- Para Rob no existe imposibles, además quien se negaría a decirlo no a Pattinson.- yo estaba completamente en otro planeta a causa de los masajes, sentía que volvía a recuperar mi espalda y por otro lado, desde el nacimiento de los niños que no pisaba un Spa para relajarme.
- De eso tu sabes mucho, nunca le supiste decir no y mírate ahora: casada a los veinticinco, con seis casas repartidas por el mundo, dos niños que de tan lindos que son ya te dan nauseas y encima tienes a una máquina sexual en la cama… Querida no puedes pedir nada más a la vida.- nos miramos con Lin antes de estallar de risas por las estupideces de Su.
- ¿Van a ir a algún lado a la noche o celebraran en casa?- preguntó Lindsey.
- No tengo idea lo que Robert esté planeando, no lo ví en todo el día, solo me texteó para avisarme que ya estaba en casa con los niños y que consiguió que Tay se quedara de niñera por lo que imagino saldremos afuera a cenar.- hablé sin abrir mis ojos.
- ¿A cenar? Yo creo que te llevará a un hotel para atarte a la cama y follarte como loco por toda esta semana que te hiciste la difícil.- si no estuviera tan relajada por mis masajes, golpearía a Su.- Hablando enserio, ¿Cuál va ser tu regalo?
- Algo que él me viene pidiendo hace muchos años, creo que es hora de dárselo.- me hice la misteriosa, callándolas a ambas.
- El sexo anal no vale, eso lo entregaste hace tiempo.
- SUZZIE.- gritamos con mi amiga al unísono, yo estaba roja de la vergüenza, deseando que la tierra me tragase.
- Bueno, bueno perdón a las monjas… enserio chicas el casarse les afecto a ambas, ahora andan toda modosita, muy señoras de hogar cuando ni ustedes mismas se creen esos papeles. Kris puedes que seas la ganadora de un Oscar, pero de lejos se te nota que eres una lujuriosa al igual que Rob, o te tengo que recordar todas esas historias que crearon las locas de tus fans imaginándolos a ustedes dos teniendo sexo. Han hecho millonaria a E.L. James.
- Es asqueroso lo que dices.- me quejé.- Creo que fue mala idea invitarte a disfrutar de MÍ regalo.- le saqué la lengua.- Ahora no les diré nada, nada sobre el gran regalo que le tengo preparado para mi marido.- mi sesión de masajes ya había finalizado, me levante, dejándoles la palabra en la boca y me fui hasta el hidromasaje. Nadie empañaría mi perfecto día.

*
Cuando volví a casa mis niños estaban jugando con su tío Tay, los tres tirados en la alfombra del living.

- Hola hermano ¿Rob estás?- pregunté mientras me senté a su lado para saludar a mis bebotes, quienes me recibieron muy emocionados de volver a ver a su mami después de tantas horas.
- Salió hace cinco minutos cuando el de seguridad le aviso que ya venías para acá.- me contestó alzando a Aly.
- ¿Tú sabes lo que está tramando? Ya me tiene ansiosa con tanto misterio, desde ayer anoche que no lo veo.- hizo un mohín.
- Lo único que me dejo para ti es este sobre.- me entregó un sobre rojo, igual al que me había encontrado en la mañana. Lo abrí para leer su contenido.

“Imagino que te estarás preguntando ¿Qué diablos estás planeando Robert? Prometo que está será la última incógnita… Espero que hayas disfrutado mucho de tu día de relax, tú más que nadie se lo merece; ahora es momento que yo te disfrute… Sube a la habitación allí encontraras una caja negra con el vestido y los zapatos que utilizaras esta noche, tienes total permiso para ponerte la lencería que se te plazca (durará muy poco sobre tú piel). A las ocho en punto pasará a buscarte un auto que te traerá hasta mí… No te demores, muero por tenerte en mis brazos nuevamente… Te amo, tú Rob.”

Ahora estaba más intrigada que antes, moría por saber que era lo que con tanto esmero estuvo planeando.

- Por la cara de boba enamorada, me imagino que aún no tienes idea lo que está tramando.- Tay me sacó de mi silencio.
- Nop, solo dice que me dejo preparado lo que tengo que ponerme para esta noche y que a las ocho me pasan a buscar.- hable dándole el pecho a mi niño.
- Wiuuu es asqueroso hermana, no me interesa saber los pormenores de esta noche.- lo miré y rodé los ojos.
- Ya no soy una niña de doce, te recuerdo que fui madre hace casi tres meses, por lo que implica que soy sexualmente a-c-t-i-v-a.- deletreé la última palabra.
- Si ya se, pero eso no significa que a mi me gusta saber las perversidades que haces con tu marido que para colmo es mi amigo.- Ay Tay, te adoro mi hermanito sobreprotector.- le di un beso en la mejillas y se sonrojo.
- Yo también enana.- me despeinó el pelo.- Porque no subes a prepararte para tu gran noche, dentro de hora y media te pasan a buscar.- mire el reloj del living y tenía razón era mejor que me apurara o no llegaría.
- Termino de darle el pecho a Alex y subo a ducharme… ¿Vas a poder con los dos?
- Claro, si los dos me adoran ¿Verdad que sí?- le puso cara tontas a Aly y ella le respondió dando palmaditas sobre su rostro.- ¡Oye enana dos eso duele!- mi hija no le dio importancia a lo dicho por su tío y siguió dándole cachetadas.
- Es culpa de Rob que se deja pegar de esa forma, ahora piensa que es divertido…- Alex ya había terminado con su merienda.- Alexia eso no se hace duele.- le agarré de la manitos para que dejara de lastimar a su tío; me miró con sus grandes ojos azules y su perita empezó a temblar.
- Déjala Kris, prefiero que me siga dando una paliza antes de verla llorar.- Tay llevó las manitos de ella a su cara para que siga con su juego.
- Eres tan blando como su padre, luego se quejan.- me levante del suelo, puse a mi chiquitín en su sillita.- Voy a ducharme, cualquier cosa ve arriba.- el solo asintió con la cabeza, mientras Alexia moría de risa por cachetear a su tío.

Cuando llegué a la habitación sobre la cama estaba la gran caja negra con un lazo blanco, al abrir me encontré con un hermoso vestido negro con sus zapatos haciendo juego. Me acerqué hasta el espejo de pie que tenía.

- No se en que estás pensando Robert, este vestido no me va a entrar ni aunque me bañe en vaselina.- me miré con duda de si algo tan ajustado me quedaría bien, seguía con cinco kilos por encima de mi peso habitual y mi abdomen aún estaba un poquito fofo.

   

Pero debo reconocer que él conoce como un mapa mi cuerpo, contra todo pronóstico, el vestido me quedo bien; al ser strapless más el corpiño armado, mis pechos parecían recién salidos del quirófano y ni que hablar de mi trasero, el vestido se ajustaba a la perfección en esa parte de mi anatomía.- Pervertido.- pensé.

Me peiné dejando mi pelo suelto, solo le di un poco de forma a los bucles que se me formaban en las puntas; me coloqué la cadena que mis hijos me regalaron y mi vieja pulsera Juste un clo de Cartier.

Al salir de la habitación, mis hijos estaban en pleno cambio de pañal en su habitación, al ingresar me gané un silbido de mi hermano.

- Estás preciosa enana.- me miró de arriba a bajo, yo solo negué con la cabeza, corriéndolo con la cadera para que me deja terminar de vestir a Aly.
- En un rato báñalos, luego dale un biberón a cada uno y paséalos un rato en sus coches por el patio, eso lo va a adormecer enseguida… Cuando los acuestes debes ponerle la música muy suave y dejar encendida la lamparita de allí, no los tapes mucho, solo con la sábana y por separado ya que Alex suele rodar por toda la cuna y la termina destapando.- mi hermano solo asentía a todas mis indicaciones.- ¿Sabes preparar los biberones?
- Rob ya sacó los tarritos de tú leche congelada para que se vayan descongelando de a poco en la heladera, me dejo anotado en un papel como prepararla.
- Nada de microondas, solo pon el biberón bajo el agua caliente del grifo para que tome algo de temperatura, con que este natural ya está sino eliminas todas las vitaminas… Aly toma 160 cc y Alex 165 cc, puede que Alex tome menos porque hace un rato le di el pecho, fíjate si Aly se queda con hambre y le das más.
- ¿Y cómo se que se queda con hambre?- me preguntó rascándose la cabeza.
- Descuida ella te lo hará saber, se suelo por muy irritable cuando su pancita aún tiene hambre ¿No es así preciosa?- le hablé mientras la llenaba de besos, justo en eso sonó el timbre.
- Ya llegó tu carroza cenicienta.- golpeé a mi hermano por su burla.
- Llámanos por cualquier cosa, vamos a tener los dos celulares encendidos… Cuando sepa donde Rob me lleva te llamo para avisarte cuanto nos podemos demorar en llegar… Si es algo de extrema urgencia, crúzate en frente que Natalie está es su casa y le preguntas a ella… Ah y si te…
- Ya vete de una vez, lo vamos a pasar bien, te prometo devolvértelos enteros.- me sonrió.
- Más te vale o no habrá rincón en el mundo donde te puedas esconder.- puse mi peor cara de mala.- Ustedes dos portéense bien, no nos hagan quedar mal a mami y papi… los amo mucho, mucho.- los llené de besos a ambos- Gracias hermano por el favor.- también lo besé a él a pesar que lo odiara.
- Ve y divierte.- dijo negando con la cabeza.

El auto era un Mercedes Benz negro, el chófer muy amablemente me abrió y cerró la puerta, yo me despedí de mis niños por la ventana y como siempre me pasaba, una pequeña angustia se alojaba en mi corazón por dejarlos solos por tantas horas.

- Señora Pattinson.- el chófer me saco de mi estado pensativo.- Su marido me pidió que le entregara esto.- me dio una bolsa negra donde adentro había una caja rosada de con las letras Agent Provocateur que en su interior alojaba a un antifaz negro.
- ¿Usted sabe algo sobre esto?- le pregunté al chófer.
- No señora, solo tengo ordenes de entregarle el paquete y de pedirle que se pusiera el contenido del mismo.- me lo quedé mirando, esperando que me dijera que era una broma. Dios, Robert te voy a matar a penas te vea por hacerme pasar estos calores de vergüenza con desconocidos.

El pobre hombre no tenía la culpa de las locuras de mi marido, así que sin chistar, me coloqué el bendito antifaz, que me dejó sin visión para saber hasta donde me dirigía.- Seguro que esta pensando que los dos son una pervertidos… Puedo secuestrarla y pedir rescate, total no sabe a donde vamos… Por favor, Kristen, como te va a secuestras, no pienses en estupideces.- me retó la misma mente que seguía maquinándose con lo que posiblemente pensara el chófer de nosotros.

El viaje no fue tan largo cuando sentí como el chófer estacionó el auto y apagó el motor, mi corazón iba a dos mil por hora, había llegado el momento de saber a que se debía tanto misterio. La puerta se abrió, bajé con cuidado porque no tenía idea donde estaba, pero una mano misteriosa que enseguida reconocí me tomó de la mano.

- ¿Donde estamos Rob?- pregunte, mientras el ponía su mano en mi cadera para que empezara a caminar.
- Tranquila ya falta poco, princesa.- su voz suave tan cerca de mi cuello me causa escalofríos y una energía que iba directamente hasta mi clítoris.
- Amor ya deja de estar con tanto misterio, me pones muy nerviosa.- me volví a quejar.
- Listo, llegamos. Cierra los ojos así te saco el antifaz.- obedecí su orden, cuando ya no tuve las la venda abrí de a poco los ojos para acostumbrarme a la luz. Me que de sin voz al poder ver al fin la sorpresa.

Estábamos en uno de los bungalows que poseía el hotel Chateau Marmont, lo reconocí con facilidad por las veces que lo habíamos alquilado cuando éramos novios, pero había algo diferente…


En medio del patio había una pérgola armada, exactamente igual a la que usamos cuando grabamos la última escena de Twilight; mis ojos se llenaron de lágrimas.

- Amor, es…- no me salían las palabras a causa de la emoción.
- Si Kris, es la misma que usamos en la película… Me costó un poco conseguirla y que me permitieran armarla aquí, es una de las pocas veces que estoy contento de ser millonario y conocido ¿Te gusta tú regalo?- me abrazó por la espalda.
- ¿Me regalas la pérgola?- pregunté girándome para verlo, él solo asintió con una gran sonrisa.
- ¿Te gusta? Lo bueno que es desarmable, podemos llevarla hasta Londres o dejarla aquí en nuestra casa…- lo callé con un beso. Al principio lo tomó desprevenido, pero luego me acompañó, chupando mi labio superior como solía hacerlo. Nos separamos cuando el aire se nos hizo necesario.
- Me encanta- beso- Lo adoro.- beso- Es el mejor regalo que me haz hecho hasta ahora.- beso, él solo se reía al verme tan entusiasmada.- Ahora mi regalo parecerá pequeño en comparación al tuyo.- hice un puchero, señalándole la caja que traía conmigo.
- Tu me haz dado una familia y tu amor, eso es el mayor regalo que me puedes dar.- besó mi frente, nuevamente estaba a punto de llorar.- Vamos a comer, que se nos va a enfriar la comida.- me llevó hasta mi regalo.
- ¿Cómo hiciste para preparar todo esto?- pregunté mientras el me servía una copa de vino.
- Umm tuve un poco de ayuda de tu papá con el tema de la pérgola, Sid me ayudo elegir tu vestuario, que debo decir te queda precioso y mi mamá me aconsejo lo del día de Spa para mantenerte entretenida durante el día. ¿Lo disfrutaste?
- Mucho... siento que recupere mi espalda, Suzzie y Lindsey te lo agradecieron también. Creo que si nos llegáramos a separar, alguna de ellas dos se convertirían en tu nueva pareja.- ambos nos reímos.- ¿Brindamos?- levanté mi copa.
- Por estos tres maravillosos años de casados, a pesar de todos los altos y bajos, la perdida de Gabriel, solo hicieron que nuestro amor se fortaleciera una vez más. Gracias por este hermoso año que me diste, espero seguir caminando a tu lado, criando a Alexia y Alexander y en un futuro a los que vendrán.- me reí- Te amo, fuiste, eres y serás lo mejor que me paso en la vida.
- Yo te agradezco no por los tres años de casados sino por los ocho años que ya venimos compartiendo juntos. A tu lado pase de ser una adolescente a una mujer y ahora una madre, gracias por amarme, con mis virtudes y mi defectos. Se que no fue fácil todo el camino que recorrimos, pero tú nunca me abandonaste, ni siquiera cuando el mundo entero me sentencio por una mala decisión… Tú supiste perdonar.- tomé su mano- Gracias por darme esa segunda oportunidad, por nunca perder la fe en mí, la fe en lo nuestro… Por estos años juntos y por los que vendrán, te amo.- chocamos nuestras copas y luego nos levantamos a darnos un beso.
- Bueno ahora a comer, muero de hambre.- hizo un gesto con su panza que me causo gracia. Así era él, no podía mantener la seriedad por mucho tiempo sin saltar con algo chistoso.

Comimos muy a gusto, hablando sobre mi día, de como Aly vomitó por completo a su abuelo cuando la empezó a lanzar por el aire, de que Alex ahora se comportaba mejor con los extraños y ya no lloraba por cualquier cosa… Nos dimos cuenta que solo habremos hablado diez minutos de nosotros, luego nos pasamos hablando de los niños, de como habían crecido, de lo inteligentes y despiertos que eran, de las cosas que quizás harían dentro de unos años.

De postre, Rob trajo una mini imitación de nuestro pastel de boda, era nuestra tradición comer de esa torta todos nuestros aniversarios como recuerdo de ese día tan hermoso. Luego él se levanto, buscando algo en su Iphone.

- Bailamos señora Pattinson.- pidió mi mano cuando escuchamos los primeros acordes de Flightless Bird American Mouth. (HACER CLICK)
- Claro.- me paré, Rob tomó de la cintura y empezamos a movernos suavemente.- Espera.- lo detuve por un momento, él me miró confuso de porque lo detuve, lo que quería era sacarme mis zapatos.- Ahora, sí.- lo volví a abrazar, tenía los pies descalzos, los coloqué encima de los suyos para que fuera él quien guiara por completo este baile.


I was a quick wet boy, diving too deep for coins
All of your street light eyes wide on my plastic toys
Then when the cops closed the fair, I cut my long baby hair
Stole me a dog-eared map and called for you everywhere

- Pensar que esa noche creí que sería la última vez que te vería.- me confesó.
- Esa noche te me declaraste, me dijiste que me amabas, que dejara a Michel y me fuera contigo a Londres.- le contesté con mi cara recargada sobre su pecho.

Have I found you
Flightless bird, jealous, weeping or lost you, american mouth
Big pill loomin

- Y me dijiste que estaba loco, que me había enamora del personaje y no de ti. Te reíste.- me reprocho.
- ¿Y que querías que hiciera? Te la pasaste pidiéndome matrimonio durante todo el rodaje y a la noche te ibas de juerga con los chicos, nadie con dos dedos de frente te hubiera hecho caso.- me excusé.

Now I'm a fat house cat
Nursing my sore blunt tongue
Watching the warm poison rats curl through the wide fence cracks
Pissing on magazine photos
Those fishing lures thrown in the cold
And clean blood of Christ mountain stream

- Pero luego volviste a mí.- levante mi cara y lo miré.- Siempre fuiste mi ave difícil de cazar Kristen, mi amor imposible que se volvió posible… Cuando me llamaste esa noche llorando, diciéndome que no te abandonara, que solo te diera tiempo, fue la primera vez que me hiciste el hombre más feliz de la tierra.- beso mi pelo.
- ¿La primera vez?- pregunté curiosa.
- Si, la segunda vez fue cuando en Japón te hice mía y me dijiste que me amabas; luego cuando…- lo detuve.
- ¿Tienes una lista de todas las veces que fuiste feliz, como lo tenía Edward?
- Claro preciosa, es una lista larga… Cuando aceptaste vivir conmigo, cuando volvimos a recuperar nuestro amor, al casarnos, cuando me dijiste que íbamos a ser padres por primera vez y luego de los niños, con el nacimiento de ellos y ahora creo que voy a agregar esta noche también.
- No se que habré hecho en la otra vida para merecerte…- suspiré.

Have I found you
Flightless bird, grounded, bleeding or lost you, american mouth
Big pill stuck going down

- Estaba escrito Kristen, estaba escrito que nuestras almas se tenían que juntar… Somos como Edward y Bella baby, era nuestro destino estar juntos.- levantó mi rostro para besarme, con amor y ternura.- Te quiero hacer el amor, Kristen.- dijo sin dejar de besarme, eso me recordó su obsequio.


- Primero te tengo que dar mi regalo.- me separé de él para ir hasta mi silla donde, en el piso, había dejado mi paquete.- Espero que te guste.- me sonroje sola, cuando se lo entregué.
- Ummm que será.- movió el paquete para ver que ruido hacía.- Una guitarra no es.
- No tonto, ábrelo así te sacas la duda.- lo incentive, parecía un niño pequeño de lo emocionad que rompió el paquete, cuando vio la caja se quedo mirándolo con duda. 
- Cielo, creo que te confundiste de caja cielo, en Agent Provocateur no venden cosas para hombres… Ummm no sabía que deseabas verme con lencería masculina.- siguió hablando hasta que abrió la caja.- Kristen…- se quedó sin voz.
- Lee la tarjetita.- tuvo que dejar apoyada la caja en la mesa, creo que le estaba por dar un infarto.
- “Haber que tan buen jinete eres…¿Puedes domar a esta yegua? Usa la vara para lograrlo…XOXO K.S.P”- leyó en voz alta.


- ¿Estás dispuesto a dominarme?- pregunté con voz sexy, tomándolo de la corbata. Agarró la fusta que le había comprado como regalo y la miró detenidamente antes de contestarme.
- Ve a la habitación nena… ¡Ahora!- me ordenó dándome un suave golpe con la fusta en mi trasero. 
- Si, señor.- dije con una risita y corrí hasta la habitación.

Cuando llegué hasta la habitación me entró la duda si tenía que desvestir o esperar que él me lo pidiera… Mejor esperaba; entro a los pocos minutos, con la camisa desabotonada y remangada, Dios que sexy se veía de esa forma, sentí como me humedecía sola.

- Antes que nada, acordemos unas reglas.- asentí- ¿Estás realmente segura de esto?
- Sí.- dije con confianza.
- Bueno entonces vamos a tener que pensar una palabra de seguridad, así yo se cuando detenerme y que cosas tengo permitido hacerte.- me sonrió con malicia, golpeando su mano con la fusta.
- Ummm creo que a lo largo de nuestra relación hemos hecho de todo… así que tienes tarjeta verde, confío en ti.- asintió.
- ¿Y la palabra de seguridad?- me quedé pensando por un rato.
- Que te parece flippy
- ¿Flippy? De nuevo ese apodo.- yo sabía que detestaba.
- Es una perfecta palabra de seguridad, no me veo gritando en mitad del sexo rojo, pelota o cualquier otra palabra tonta para que te detengas; Flippy me suena tierno y seguro te detienes cuando lo escuches.- le sonreí.
- Ok, flippy será… Si tú me puedes llamar de esa manera quiero que te dirijas a mí como papi.- su sonrisa se volvió perversa.
- Si papi.- le pestañeé de manera coqueta.
- Ahora… quiero que te desvista para mí, quiero que me bailes y te saques la ropa muy lentamente.- pidió sentándose en el sillón que había en la habitación.

Hice lo que me pidió, empecé a moverme sensualmente cerca de él, contoneando mi trasero bien frente de su rostro; su vena en la frente ya se le marcaba lo que significaba que estaba muy excitado.

- Me bajas el cierre, papi.- le pedí sentándome en su regazo, moviendo mi cadera sobre su pene erecto. Lo hizo de manera lenta, pasando sus dedos sobre mi columna, me respiraba sobre el cuello, quería olvidarme de todo este juego y follarlo así como estaba.
- Continua, no dije que te detuvieras.- me pego con la fusta y me levante de su regazo.

Continué bailándole, deslicé mi vestido muy lentamente hasta quedarme simplemente con mi ropa interior y mis ligas. Me paré frente a él, esperando la próxima orden.



- Dios, bendito.- lo escuche suspirar para luego recuperar la compostura.- Ven gateando hasta mí.- así lo hice.- Ahora saca a mi pene de mi pantalón y llévalo a la boca que quiero follártela.

Primero lo acaricié encima del pantalón para endurecerlo más, le pasé la lengua, lo besé, siempre mirándolo a los ojos, eso siempre lo ponía mucho… Luego le baje el cierre; deshaciéndome del pantalón y su boxer todo de un tirón, comencé con mi trabajo bucal.

- Tranquila Bunny, que la noche es larga.- jugaba con la fusta sobre mi trasero.- Separa un poco tus piernas.- no entendí bien para que me pedía eso, pero lo obedecí como buena sumisa; sentí un pequeño golpe justo en mi vagina, ronroneé de gusto.- Ummm te gustó ¿no?- asentí, chupando su glande.- ¿Quieres que te siga dando golpecitos ahí?- preguntó, haciéndolo de nuevo, asentí aumentando la velocidad de mi mamada.



- Quiero oírte decirlo.- exigió con voz dura; esta vez el latigazo fue más fuerte y sobre mi trasero.
- Si, si quiero.- mi voz salía casi implorando.
- Si ¿Qué? ¿Quién soy yo?- otro golpe a mi trasero.
- Mi papi, eres mi papi.- dije, masturbándolo.
- ¿Tú único papi?- Dios no podía ser más perverso y lo peor de todo es que estaba tan caliente que sentía como mis jugos mojaban mis muslo.
- Sí, eres el único.- contesté, volviendo a tomar con mi boca. Su respiración se hizo más lenta y sus testículos estaban muy duros, ya no le faltaba mucho para acabar.
- Detente.- cerró los ojos y respiró lentamente.- Vamos hasta la cama, quiero saborearte un rato mientras tú me la comes.- tomo mi pera y me planto un beso muy fogoso.- Ve a esperarme en la cama, solo sácate la braga.

Se terminó de quitar toda la ropa de manera muy lenta, no se si lo hizo para controlarse él o para torturarme a mí. Cuando llegó a la cama se acostó, dejando la fusta a su lado

- Vamos Bunny, sube.- lo obedecí, dejando mi vagina frente a su boca.- Ummm estás tan caliente que chorreas.- pasó sus dedos sobre mi vulva y luego golpeó mi clítoris hinchado, gemí como una gata en celo.- Vuelve a chupármela.- me puse nuevamente manos a la obra mientras sentía como el me invadía con su lengua y dedos al mismo tiempo; quería gemir pero su pene me lo impedía.


De a poco comenzó a llevar mi propia lubricación y su saliva hasta mi ano, para ir dilatándolo, fue metiendo su dedo de a poco, sacándolo y volviéndolo a poner sin dejar de follar mi vagina con su boca… Era tanta la excitación que tenía encima, que si pudiera gritaría como loca; la burbuja que tan bien conocía estaba formándose en mi vientre, si Rob seguía con ese ritmo pronto acabaría.

- No se te ocurra acabar.- me exigió, dejando de dar placer.
- Pero… Rob.- nalgada.- Digo papi, lo necesito.- le imploré.
- ¡No! Lo haces y este juego se termina acá.- su voz era tan dura que lo único que consiguió fue calentarme más… me ponía mucho cuando se volvía tan mandón.
- Está bien papí.- dije resignada y volví a tomarlo con mi boca, si yo no podía liberarme, al menos lo haría acabar a él.


Tomé su glande entre mis labios para succionarlo como paleta, mi mano derecha lo masturbaba y la izquierda apretaba sus testículos; llevé uno de mis dedos hasta su periné e hice presión.

- Dios, Kristen, sigue, sigue… voy a derramarme en tu boca, bebe toda mi leche.- sus palabras fue el incentivo que necesité para apurarme y lograr que culminara. 

Hacía una semana que no teníamos relaciones por lo que su semen fue abundante, tragué lo más que pude, pero algo se me derramó por la comisura de mis labios, deslizándose hasta mis pechos. Cuando lo dejé bien limpio, me separé de él, sentándome sobre mis rodillas a su lado.

- Veo que te gustó tu comida Bunny.- dijo riéndose al ver como me llevaba el resto de semen que no logré tragar a mi boca.
- Si papi, sabes que no me gusta desperdiciar mi comida.- me pasé la lengua sobre mis labios.
- Ven aquí.- abrió sus brazos para que fuera sobre él.

Nos besamos como dos locos desesperados, porque eso es lo que al fin y al cabo éramos, dos locos y pervertidos enamorados que volvieron a tener una noche de juego. Tanto beso y caricia fue poniéndonos a tono nuevamente, va yo seguía todavía sobre la montaña ya que mi marido me negó mi liberación.

Me despojo de mi corpiño y se puso a jugar con “sus tetas”, como él les decía, ahora no tenía a su lado a los dos intrusitos con los que las compartía. Tomó de mi pelo y lo estiró para echarme la cabeza hacia atrás.

- Ponte en cuatro, voy a cogerte muy duro, quiero que grites que eres mías, que soy el que mejor te la ha metido y luego recién te dejaré liberarte.- susurró en mi oído, dejándome casi sin respiración.

Tomé una de las almohadas para ponerla debajo de mi pecho, para poder descansar mi cara y de esa forma dejar mi trasero más parado como a Rob le gustaba; lo moví de un lado para otro cual perra para excitarlo más.


- Pareces Nala moviendo de esa manera la cola.- sentí como se acomodó detrás de mí, se estaba masturbando observándome completamente abierta.- Ummm si pudieras ver la imagen que me brindas.- metió su glande y lo saco, gemí de desesperación; volvió a hacerlo.- ¿Quieres que te la meta?
- Sí
- ¿Si qué?- esta vez la metió un poco más, la dejo unos segundos y luego la saco.
- ¡Si, papi! ¡Quiero que me metas tu larga y gruesa polla y que me folles muy duro…!- no terminé de hablar que él me embistió con rudeza.- Ahhhhhh


Sus estocadas eran rápidas y profundas, apretaba mi trasero con fuerza, sosteniéndose… Su respiración era tan acelerada que parecía que en cualquier momento se quedaría sin aire. 

- ¡Grita Kristen! Grita lo que te pedí…- me dio una nalgada pero esta vez con su mano.
- ¡Ahhhh, papi, papi… soy tuya, soy tuya!- mi voz casi no salía.
- QUÉ MÁS.- otra nalgada
- Ohhh, Dios… eres el mejor que me ha cogido… el mejor y el único…. Ahhhh, Rob ya estoy cerca.- mi corazón galopaba tan fuerte que en cualquier momento saldría de mi cuerpo.
- Termina Kristen, apriétame.- me golpeó el trasero con la fusta y me liberé gritando como posesa, pude sentir como mi alma se separa de mi cuerpo.

Rob siguió dando un par de estocadas más antes de salirse y derramarse sobre mi culo, marcándolo como suyo… Luego se desplomo a mi lado, su pecho subía y bajaba con rapidez.


Me arrastré como una oruga hasta él para acomodarme sobre su pecho.

- Cielo, eso fue…
- Estupendo.- completé la frase.
- ¿Te lastime?- levantó su cabeza para ver como estaba mi trasero.- Esta muy colorado, creo que te va a quedar marcado por varios días.


- No te preocupes, traje un aceite para que me lo coloques luego. Lo que importa aquí es si disfrutaste de tu regalo.- lo miré a sus cristalinos ojos azules.
- Fue el mejor regalo.- tomo la fusta.- Creo que esto va a ser uno de mis juguetes preferidos.- ambos reímos.- A ti ¿te gustó nuestro aniversario?
- Fue el mejor de todos los aniversarios que he vivido contigo.- dije reptando sobre su pecho para alcanzar sus labios.- El próximo año te tendrás que esmerar más para superarte.
- Nop, nada de eso… el año que viene tú lo preparas, princesa.- rodó sobre mí para acorralarme sobre la cama, acomodándose entre mis piernas... ya estaba duro de nuevo- Definitivamente, esta noche va a parar a la lista de las mejores noches contigo.

Esta vez nos amamos lentamente… porque así éramos nosotros, podíamos pasar de la pasión desenfrenada a un clásico sexo vainilla y lo disfrutábamos de la misma manera, ya que lo único que nos importaba era saber que ambos nos amábamos perdidamente.
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Ufff al fin lo terminé de editar, no se que le pasaba a blogger que no me dejaba corregir bien... Perdón por la demora ayer a la noche sarita estaba muerta y yo estaba estudiando para rendir un final (que por suerte me fue excelente).

Espero poder escribir el próximo pronto, pero no les prometo nada porque en las siguientes tres semanas tengo que dar 5 finales :S

Ojala les haya gustado el capítulo y comenten :)

Besitos
Naty