Rpov
- ¿Estás seguro que esto va a funcionar?- pregunte por vigésima vez a Tom mientras intentaba, sin suerte, arreglarme la corbata.
- Confía en mí hermano.- se acercó e intentó acomodar mi corbata.- Las chicas la llevarán supuestamente a cenar al nuevo restaurante que se abrió en Notting Hills, pero la verdad es que te la dejan justito en la puerta de la cabina, donde tú la estarás esperando con una deliciosa cena y un vinito sin alcohol, -me decía por décima vez-
- Sigo pensando que es una mala idea, -Tom me miro sin entender.- Ahora que al menos contesta mis llamadas, ustedes provocaran que se enoje más y ahí no me dejara ni conocer a mis bebés.- bufé-
- Hermano no seas tan pájaro de mal agüero; como dijiste ya se ablandó un poquito nosotros solo te estamos ayudando a calentar el horno para que más tarde de puedas comer el pastel, - me afirmó muy serio aunque no puede evitar reírme por su comparación.- Listo, estas hecho todo un ganador, -me miré al espejo y no me tan veía mal.- Ahora a traer nuevamente a la reina a éste hogar antes de que se convierta en una pocilga.
- TOM.- le grité algo ofendido-
- ¿Qué?- se encogió de hombros- Si es cierto, desde que ella se fue, la casa siempre está a oscuras y ya huele feo. ¡Ni los animales te quieren! Si no regresa pronto el pobre de Bearsito morirá de tristeza, mira la cara de pobre que tiene.- me fijé como Bear seguía suspirando sobre los zapatos de Kristen.
- No sólo él la extraña, y tienes razón la casa no es igual sin ella.- suspiré- Y tú ¿Cómo van las cosas con Netti?
- Yyyyy digamos qué ahí están. También volvió hablar conmigo, pero si Kris no se arregla contigo, dudo que ella quiera casarse conmigo, así que… ¡Será mejor que esta noche soluciones todo o yo también me quedaré sin calentorsito personal por las noches de invierno!- me replicó un poco en broma un poco en serio-
- Ok ok, veamos que tal nos va ésta noche.- me puse un poco de perfume-.
- Ese es el espíritu hermano, -me dio unas palmaditas en la espalda- Bueno será mejor que vayamos corriendo o la princesa partirá sola en su carroza.- me reí por su comentario-.
- Eres un payaso, hombre.- negué con la cabeza-.
- Pero así me amas ¿Verdad, verdad?- pestañeó seguido intentando parecer sexy, el asno idiota-.
- No se como Netti hace para soportarte.- lo despeñé-.
- Yo me pregunto lo mismo de Kristen, si tan solo yo hubiera hecho el casting, ahorita sería la señora Sturridge, y esos del horno serian mi ardilla y mi leoncito- le di un zape en la cabeza.- Auch, eso duele cabrón, -reclamaba mientras se sobaba la nuca-
- Eso te pasa por fantasear con la esposa de tu mejor amigo y madre de tu ahijado.- me quejé-.
- ¿En serio?- abrió los ojos como plato.- ¿Voy a ser el padrino de uno de los baloncitos…?- asentí- Oh gracias hermano.- me dio un fuerte abrazo-
- Fue lo que hablamos con Kris hace un tiempo, Taylor mi cuñado va ser uno de los padrinos y tú el otro.
- ¿Y las madrinas? Tus hermanas se mueren de ganas… Omg ¡Ya sé!!! elijan a Victoria así Liz se muere de envidia y nos haces un favor a todos de paso.- propuso divertido
- ¿Quieres que Lizzie me dé cacería por no hacerla la madrina? Por suerte son dos niños, así que será uno para cada una de ellas.
- Ufaaaa, yo quería verle la cara de envidia a Elizabeth- se quedó un momento meditando- Oye y ¿si le jugamos una broma y le hacemos creer que otra es la madrina a parte de Vic?; Doña Metiche nos debe muchas ¿No crees? Anda es una genial idea hermano, -proponía intentando convencerme-
- Jajajaja deja de buscar pelea con ella, sabes que siempre te ganará; además dudo que Kiki quiera jugarle una broma, es su cuñada preferida- dije antes de salir de la habitación-.
- Yo no sé que le ve para llevarse tan bien.- buscó su abrigo y me arrojó el mío.- Imagino que entre mujeres se deben de entender.- se encogió de hombros-.
- Sí seguro.- busqué las llaves de la nueva camioneta que le había comprado a mi mujer y mis hijos, era una 4x4 que tenía una tercera fila de asientos más, con DVD en las cabeceras para entretener a mis bebes y suficiente espacio para todas sus cosas.
- Bueno es hora de llevar a cabo mi brillante plan.- sonrió con autosuficiencia sobándose las manos-.
- Ojalá funcione… Si llega a ser así te pago la luna de miel donde ustedes quieran.- comenté abriendo la puerta de la camioneta-
- ¿Dónde nosotros queramos, con todo incluido?- preguntó con los ojos bien abiertos-
- Si con todo todo todo incluido menos el sexo ese te toca a ti, -me burlé- Pero donde ustedes deseen.
- Hecho, vas te vale ir firmando el chequesote amigo, jajajaja… Bueno marchemos, no hagamos esperar a ¡Súper Balón!- le golpeé de nuevo en la cabeza.- Auch, te acusaré de maltrato a tu brother…
- Deja de llamar Balón a mi mujer, ella es mi Ballenita hermosa pero no, no Balón,- se rió a carcajadas limpia-.
- Te quejas que la llame Balón y tú le dices Ballena, no es justo hermano.-me reclamó-
- Ya te quiero ver cuando Netti te lloré por todo y cada cosa que digas.- lo sufrirás en carne propia, me dije a mi mismo-.
- Eso no me pasará a mí- me reí para mí mismo.- Solo tendré un hijo y ya-.
- ¿Dejaras qué el pobre se críe solito? ¡Que mal padre serás!- me burlé de él.
- ¿Para que tener más hijos si seguramente ustedes tendrán todo un jardín de infantes?, lo mandaré a jugar a tú casa así tiene hermanos del alma, no me cuestan ni los cuido y YA ¡asunto arreglado!- puso sus manos detrás de la cabeza estirándose-.
- Eres un idiota, -no puede evitar reírme, porque si, yo quería hermanos para mis hijos. Y rogaría o haría cualquier cosa para que así fuera.
Seguí conduciendo escuchando todas las estupideces de Tom; en verdad le agradecía que me haya acompañado, así evite en pensar lo que pudiera suceder dentro de un rato. Conociendo a Kristen iba a querer buscar a los culpables de éste engaño, espero que no me incluya en el mismo paquete.
Una vez que llegamos hasta el London Eye, antes de bajar, busqué en la cajuela de la camioneta la Cajita de Cartier, donde estaba la pulsera de oro que le había comprado a Kristen haces unos días. Fuimos caminando hasta la cabina que había alquilado, era exactamente la misma donde hace unos años le había pedido que se casara conmigo, convirtiéndome en el hombre más feliz de la tierra al aceptar mi propuesta; rezaba porque ésta vez, me volviera a convertir en el hombre más feliz de la tierra al volver a mi lado.
Kpov
- Sigo sin entender por qué me tengo que tengo que poner vestido, si solamente vamos a cenar- protesté por décima vez en la noche, mientras Liz se movía de aquí para allá en mi habitación-.
- Es en un nuevo local que abrieron y es muy lujoso.- vino hacia mí y me lleno de perfume- Listo, estas preciosa.- me llevó hasta el espejo de cuerpo entero para que viera su obra de arte. Realmente estaba linda a pesar de mi gran barriga, el vestido negro que llevaba, resaltaba mis pechos-.
- No sé si quiero salir.- me senté en la mecedora-.
- Vamos, lo prometiste- hizo un adorable puchero.- Te hará bien salir un rato, despejarte….- se arrodilló para estar a mi altura.- Prometo que si te aburres, nos levantamos y volvemos a casa para ver películas y hartarnos de chocolate ¿Si?- cuando me rogaba de esa manera, no había forma de negarse.
- Ok, Ok… Vamos antes de que me arrepienta.- me levanté de golpe de la mecedora y me coloqué unas bailarinas negras; si ya antes no me gustaba del todo usar taco, menos ahora con lo pesada que me sentía con mis hijos-.
- ¡Verás que no te vas a arrepentir cuñada lo pasaremos genial!!!- ambas salimos de la habitación-.
- Mamá vamos a cenar, no regresamos muy tarde.- le avisé mientras me ponía mi tapado, el frío se había vuelto más duro estos días-.
- Abrígate bien, hace un frío de muerte. Extraño la temperatura de Los Ángeles.- suspiró, dando un sorbo a su taza de café-.
- Es hasta que te acostumbres.- besé su mejilla-.
- Ah, me olvidaba, Robert te llamó cuando te estabas bañando le dije que luego te comunicabas con él.- Liz se tensó cuando escucho el nombre de su hermano, ya que entre ellos seguían sin comunicarse. Con Robert habíamos vuelto a hablarnos por teléfono, él me llamaba a diario para preguntarme sobre la ranita y el sapito pero cada vez que quería tocar el tema “de nosotros”, yo lo evadía olímpicamente, hablábamos un poco y el siempre hacia todo lo posible por no colgar, y cuando lo hacíamos podía sentir la tristeza en su voz… eso me lastimaba tanto…-
- Lo llamaré mañana, adiós mamá.- abrí la puerta-.
- Adiós Jules.- se despidió Liz de ella-.
Íbamos en el auto de Liz, en el lugar nos encontraríamos con Victoria y Matilda. Netti tenía una cena con Tom, me alegraba mucho que al menos ellos, pudieran recomponer su relación. Durante el viaje comenzó a sonar la canción Love Song de Adele y no sé porque me entraron unas ganas tremendas de hablar con Robert, tome el teléfono y teclee-.
“Mamá me acaba de avisar de tu llamado, perdón por no devolverte la llamada, estoy saliendo a cenar con tus hermanas y Matilda. Los niños están bien.”
Se lo mandé y al minuto ya tenía su respuesta.
“No te preocupes, no era nada urgente, solo extrañaba escuchar tu voz… ¿Vas abrigada? Hace un frío tremendo, por favor cuídate y diviértete. TE AMO. Nop… LOS AMO…R”
Sonreí como una tonta al leer su respuesta…
“Liz se empecinó que me pusiera un vestido, ya sabes como es tú hermana, pero voy bien abrigada con un tapado…Los bebés también extrañan escuchar tu voz.”
Dios ¿Que le había escrito?… Liz me miró extraña.
- ¿Tienes calor Kris? Estás toda colorada.- preguntó tocándome la frente-.
- No, no, estoy muy bien.- iba a guardar el celular, pero justo me llegó una nueva respuesta-.
“Yo también extraño poder sentirlos y acariciarlos… acariciarte y sentirte. ¿Tú no extrañas mi voz?”
Su respuesta me dejó en jaque… Mi corazón pedía a gritos que le pusiera cuanto extraño su voz susurrándome cuanto me amaba, lo hermosa que estaba aún recién levantada de la cama; todo mi cuerpo lo extraña… Entonces la canción me dió la respuesta:
However far away I will always love you
However long I stay I will always love you
Whatever words I say I will always love you
I will always love you…
“Si, también la extraño”
Lo envié sin pensarlo mucho y apagué el celular… Justo en ése momento Lizzie se detuvo.
- Porquería de auto.- dijo enojada, golpeando el volante-.
- ¿Qué paso?- pregunté sorprendida-.
- No sé, se paró solo y no quiere arrancar- intentó de nuevo con la llave pero no había reacción-.
- ¿Le pusiste combustible?- pregunté intentando no reírme-.
- Muy chistosa, ¡Claro que le puse combustible! ¿Por quien me tomas?- no aguante más y estallé en risas.- Ya basta Kristen, porqué mejor en vez de reírte, intentas buscar ayuda.- me dijo enojada, arronjándome su celular. Marqué el número de auxilio mecánico-.
- Hola si, necesitamos que alguien nos venga ayudar, nuestro auto está muerto y no hay forma de hacerlo arrancar… Si, está bien, estamos sobre la calle York Road y Chic St., pasando el puente de Westminster, ¿Cuánto los tenemos qué esperar?... Está bien, lo esperamos.- Corté la llamada suspirando-.
- ¿Y qué dijeron?- preguntó mi cuñada, recostada sobre el volante.
- Dicen que entre tres a cuatro horas van a tardar en venir.
- Qué porquería, para esas alturas, nos van a encontrar congeladas en el auto, -se quedó callada por unos instantes y después tomó su cartera.- Vamos, no me voy a quedar a esperar que unos estúpidos hombres vengan a rescatarnos, mientras morimos de frío.- me abrigué bien, tomé mi cartera y la seguí-.
- ¿Y donde vamos a ir? Afuera hace más frío que dentro del auto, mejor pidamos un taxi y volvamos a casa, -propuse-
- Estás loca, es viernes a la noche, conseguir un taxi en esta ciudad es más difícil que encontrar una aguja en un pajar.- miró para todos lados.- Ahhh ya se donde ir.- me la quedé mirando con duda.- Vamos al London Eye.- dijo cual niña de cinco años-.
- Cuñada el frío te afectó seriamente la irrigación del cerebro ¿Qué vamos hacer en el London Eye? Yo mejor llamo a mi mamá para que nos vengan a buscar.- dije, dirigiéndome nuevamente al auto con el celular en mano-.
- NO, NO, NO…- corrió hasta mí toda apresurada.- Vamos cuñada vayamos a pasar un rato a una de las cabinas, podemos pedir las que tienen comida, relajarnos un rato y si para ése entonces no viene el servicio mecánico, llamo a mi papá para pedirle que nos busque.- habló de corrido sin respirar-.
- ¿Y qué hay de la chicas?- no sé por qué algo me olía a gato encerrado todo esto, ella sabía perfectamente lo que el London Eye significaba para su hermano y para mí-.
- Pues llegando ahí les aviso que tuvimos un percance, que se vengan ellas para acá… Vamos Kristen no seas agua fiesta, relájate un poco y disfrutemos… POR FIS, POR FIS, POR FIS.- me rogó con los ojitos llorosos-.
- Está bien, vayamos al London Eye.- dije frustrada-.
- Siiiiiiiiiiiii.- gritó de la emoción, jalándome hacia allá.
Llegando a las taquillas que se encontraban a un costado del Támesis, y mientras Liz se encargó de pedir la cabina, le mandé otro mensaje a Robert.
“Hubo cambios de planes. Vamos a comer algo en el London Eye y luego regreso a casa. Si llego temprano te llamo. Besos”
Al instante me contestó.
“Nos vemos en un rato”
Su respuesta me sorprendió, iba a contestarle de nuevo pero justo llegó Liz.
- Listo, ya conseguí una cabina privada.- me dio mi ticket-.
- Porque no vas para allá, mientras voy al baño no me tardo… anda ve que hace frío y no quiero que mis sobrinos se enfríen… anda ve cuñadita- ¿Estaba nerviosa? No le di mayor importancia y le hice caso-.
- Ok, te espero allá… ¿Ya le avisaste a las chicas?, -pregunté-
- Si, vienen en camino.- se fue corriendo para el baño-.
Fui caminando hasta la cabina. Hacía tiempo que no venía por acá; suspiré con melancolía, justo en una de estas cabinas Robert me pidió que fuera la compañera su vida, en el primer viaje que hice a Londres para pasar año nuevo con él, justo así, en una cabina privada. El lugar me traía buenos recuerdos.
Entré a la que, “supuestamente” era nuestra cabina pero estaba con la luz un poco tenue, pero un hombre de traje que me daba la espalda la estaba ocupando.
- Perdón, ésta cabina está ya ocupada.- el hombre no me dio bolilla. Me fui acercando hasta él.- Señor…- lo llamé de nuevo y éste se giró, dejándome helada.- Robert…
- Hola muñeca.- me regaló una gran y hermosa sonrisa. Mi cuerpo no reaccionaba, mi mente estaba llena de preguntas, lo único que hice fue quedarme estática.- Kristen… ¿Estás bien?- me acarició el rostro-.
- ¿Qué haces aquí?- mi voz salió muy bajito-.
- Ven siéntate, y escúchame antes que te enojes, -retiró una de las sillas de la mesa y la puso a mi lado, me sentó y se arrodilló frente a mí- Verás, todo esto de acá.- señaló la mesa con comida que nos rodeaba- Es una cena para nosotros dos que muy gentilmente nos prepararon nuestros amigos.
- O sea que la cena con las chicas ¿Era todo un engaño?- lo miré con mala cara-.
- ¿Si?- me contestó con duda-.
- Sabía que algo entre manos se traían… Cuando vea a tu hermana la voy a matar.- me levanté de golpe, hecha una furia-.
- Espera Kristen, no te vayas.- me detuvo, tomándome de la mano.- Yo les dije que esta idea era mala.
- ¿Tú sabias sobre esto?- fruncí el ceño-
- Digamos que sí.- se pasó la mano por el pelo, por los nervios que traía-.
- ¡Robert¡- le llamé la atención-.
- Mira te cuento todo, pero primero siéntate que no es bueno que te alteres por los pequeñines- acarició mi panza y los niños se movieron muy contentos, él sonrió al ver la respuesta de sus hijos-.
- Ok, pero quiero toda la verdad.- lo amenacé mientras me sentaba.- comienza a hablar sino quieres que me vaya.
- Pues mira amor… hace unos días vino Tom a comentarme que se juntó con Vick, Liz, Harry, Netti y Matilda, para ver la forma de ayudarnos a reconciliarnos, porque se sentían culpables de nuestra separación… Yo les dije que te ibas a enojar, pero no me hicieron caso.- bajó la mirada-.
- O sea que todos sabían de esto menos yo.- me crucé de brazos enojada-
- Es que como no me permitías hablarte frente a frente, creyeron que juntándonos “por casualidad” podríamos llegar a solucionar nuestro problema… Kris mi amor no te enojes.- tomó mi mano para acariciarla.- Ellos solo quieren que volvamos a ser felices, -afirmó rozando suavemente mi mano-
- ¡ENGAÑANDOME!- grité y me levanté de golpe sosteniendo mi panza-.
- Por favor Kristen, ¿No ves, que no solamente nosotros sufrimos con nuestra separación? Tom y Nettie cancelaron su boda; Harry ya no duerme en la casa del perro pero Vicky solo le cruza palabra por que Maddy está con ellos; Liz y mi madre apenas me dan el buen día… Hasta nuestros animales sufren, Bear apenas come, ya ni siquiera sale al patio y debo llevarle la comida a tu vestidor, creo que ya llenó de baba todos tus zapatos de tanto dormir sobre ellos, Nala me odia y ahora si es oficial, y Jella… le quise cambiar su caja de arena y me mostró las uñas filosas que tiene.- me mostró su mano derecha rasguñada por mi gato. Suspiró.- Yo sé que estuvo mal engañarte de esta manera, pero si es la única forma que de una vez por todas nos sentemos a solucionar la cagada del año que me mandé, estoy dispuesto a pagar el precio de tu enojo.- dijo con resignación-.
- No me gusta que me mientan Robert, así sea por una buena causa.- llevé mi vista hasta el Támesis y me di un tiempo para acomodar mis ideas.- Robert… No sé que hacer contigo, estoy tan confundida.- dije suspirando-.
- Perdóname… Perdóname…por favor… sé que fui un idiota pero es algo que NUNCA volverá a suceder ya lo estoy solucionando. Te suplico que me permitas regresar a tú lado y al lado de nuestros hijos- con una mano tomó la mía y con la otra fue hasta mi barriga para acariciarla-.
- Perdóname… Perdóname…por favor… sé que fui un idiota pero es algo que NUNCA volverá a suceder ya lo estoy solucionando. Te suplico que me permitas regresar a tú lado y al lado de nuestros hijos- con una mano tomó la mía y con la otra fue hasta mi barriga para acariciarla-.
- Tengo miedo… no quiero volver a vivir una situación así nunca más.- mis ojos se llenaron de lágrimas al recordar aquella noche-.
- No volverá a suceder, te lo prometo.- acarició mi rostro.- Haré lo que sea necesario para que no vuelva ocurrir, dejaré de tomar, ya estoy acudiendo a un terapeuta para aprender a controlar mis celos, todo lo que quiero es darte la seguridad de que jamás te lastimaré de nuevo.- no lo pude evitar y levanté mi mano para acariciar su cabello-
- ¿Te das cuenta que siempre nuestras grandes peleas se deben a tu falta de confianza en mí? La noche en que fueron concebidos nuestros soles, yo te iba a dejar porque estaba harta de tus celos.- iba a protestar pero se lo impedí.- Espera deja que termine de hablar y luego acotas lo que quieras.
- Ok, continúa.- me animó a seguir-.
- Esa noche me harte de tus celos, no llegaba a entender el porqué de tu poca fe en mí ¿A caso en todos estos años que llevamos juntos, alguna vez me comporté de manera inapropiada? ¿O alguna vez he hecho algo por menor que sea para provocar tus celos?, -pregunté al borde de las lágrimas-
- No- contestó agachando la mirada-.
- Entonces ¿Por qué siempre caemos en lo mismo con los celos? Aquella vez fue por una llamada y ahora porque un hombre se me acercó más de la cuenta, refregándome su paquete, que por cierto no le llegaba ni a la mitad de lo que yo tengo en casa…-me puse roja por ese comentario, y Rob sonrió por lo bajo.- Yo nunca te engañaría y menos de una forma tan baja. Si me conoces, y sé que sí, sabes que yo no soy de engaños que hago las cosas siempre de frente y no miento. Hace años te entregué mi corazón y me duele que aún no confíes en mí.- mi voz salió entrecortada por las lágrimas que pedían a gritos salir.-
- Confío en ti.- respondió firmemente-.
- ¿En verdad Robert? Entonces porque estamos los dos aquí sentados en una cabina, a causa de nuestros amigos, para que arreglemos las cosas…¿Por qué siempre dudas de mi amor por ti? ¿Cuantas veces soporté las miles de mentiras que giran a tu alrededor sobre aquellas mujeres que lo único que desean es un poco de fama a tú costa? ¿Crees que para mí no es complicado?- los dos nos quedamos en silencio.- Robert…- respiré hondo- Yo sé que en la forma que nos enamoramos fue un poco…- no me salía la palabra.
- ¿Particular? –preguntó-
- Particular e instantánea serían las palabras.- tomé sus manos entre las mías.- Sabes que yo no soy la “persona más romántica” del mundo, pero lo nuestro fue amor a primera vista.- le di un apretón.- Pero yo tenía una relación, -frunció el ceño- enredé y compliqué muchas cosas por el miedo que tenía a estar a tú lado; nunca entendí que es lo que te atrajo de la niña que yo era, cuando tú te habías convertido en el hombre mas deseado del mundo.- suspiré-.
- Sabes que nunca fuiste una niña, tu cabeza era de una persona adulta, tu alma es pura y tu cuerpo… bueno tu cuerpo siempre fue y será mi perdición, mi camino directo hacia el infierno.- no sonrió, con una travesura surcando su rostro-.
- Eso nunca lo voy a llegar a creer del todo y creo que eso te pasa exactamente a tí con el tema de tu confianza hacia a mí… Nunca vas a llegar a creer del todo que solamente te amo a ti, solo a ti.- nos quedamos mirándonos fijamente.- A pesar de nuestro distanciamiento, aún sueño por las noches con nosotros dos hamacándonos bajo la terraza, tomando té mientras vemos a nuestros nietos corretear en el jardín.- mis lágrimas comenzaron a derramarse.- Quiero que mi sueño se haga realidad… No quiero crear otro sueño… no hay para mí otro porque TU eres mi sueño.- me largué a llorar descontroladamente. Sentí como Robert me atraía hacia él abrazándome con fuerza.-
- Shhhhh amor, no llores más.- me balanceaba con suavidad.- Me mata verte llorar de esta manera, no le hace bien a los bebes.- susurraba, acariciándome el pelo.- Perdóname mi cielo, prometo hacer tu sueño realidad, porque también es el mío, permíteme estar a tu lado. Perdóname mi amor por favor. No puedo perderte. Sería perderme a mí mismo -me decía meciéndome-
- Yo… yo… ya te he perdonado.- le contesté hipando.- Pero… tengo miedo.- escondí mi cara en su cuello-.
- Mírame Kristen.- levantó mi rostro para verlo.- Te prometo, mejor dicho les prometo- tocó mi barriga.- Volver a ganarme tu confianza y tu fe en mí, día a día hasta que ya no me quede latido de corazón… Siempre serás el amor de mi vida y la única dueña de esto.- puso mi mano sobre su pecho, donde su corazón latía con rapidez.- Te amo. Por favor vivamos nuestros sueños juntos, hagámoslo realidad. Yo viviré cada día para ti y por ti. Eres la única mujer que he amado y la única que amaré- su nariz jugó con la mía, delicadamente-.
- También te amo... OK… vamos a empezar de nuevo.- susurré sobre sus labios antes de atacarlos-.
Y después de tanto tiempo, al fin volví a unirme a él. El beso comenzó suave, pero rápidamente pasó a ser algo salvaje, desesperado. Nuestras lenguas danzaban frenéticas por volver a sentirse…a devorarse… apenas podíamos respirar, los jadeos llenaron el ambiente; recién cuando se hizo absolutamente necesario respirar, nuestras bocas se separaron. Sus manos vagaban por todo mi cuerpo, acariciando…apretando. Las sentía como estrujaban mi trasero sin descanso.
Nuestras respiraciones estaban agitadas, pero eso no fue un obstáculo para Robert, que siguió llenándome de besos por todo el rostro, causándome cosquillas con la pequeña barba que a estas horas de la noche ya tenía.
- Jajajaja… para amor, me haces cosquillas.- dije inmensamente feliz-.
- No me pidas que pare, extrañaba muchísimo tenerte así y escucharte reír.- fue desabrochando mi abrigo, recién me había dado cuenta que no me lo había sacado.- A ustedes también los extrañé, mis preciosos hijos.- acarició toda la circunferencia de mi abdomen.- Ahora mamá y papá volverán a estar juntos.- nuestros hijos parecían muy contentos por la noticia, ya que comenzaron a patearme muy fuerte, hasta hacerme doler, Rob notó mi mueca de dolor.- Tranquilos enanos, que lastiman a mamá.- dijo sosteniendo sus manos abiertas abarcando lo mas que pudo de ellos, se agachó para darles un fuerte beso sobre mi ombligo y se quedó allí, hasta que los sintió relajarse.- Muy bien, así está mejor.- les dijo levantando su dedo índice apuntando hacia donde sentía una de las pataditas…me causó mucha risa ése gesto-.
- Creo que te hacen más caso a ti que a mí.- me hice la enojada-.
- Creo que te hacen más caso a ti que a mí.- me hice la enojada-.
- No te preocupes cielo, estoy seguro que el día de mañana te tendrán más miedo a ti que a mí, en cuanto sean más grandes y les lances una mirada “marca Kristen Stewart Pattinson registrada”.- se puso de pie y tomó mis labios para besarme de nuevo, mientras yo me reía de su ocurrencia. Nos separamos cuando mi panza sonó por hambre.- Ummm creo que hay alguien que quiere alimentarse, -afirmó con una sonrisa que me hizo derretirme-
- Sí, un poco- contesté avergonzada-.
- Vamos a cenar entonces.- nos levantó a los dos y me ayudó a sacarme el tapado, se quedó un momento mirándome.- Estas preciosa.- dijo corriéndome la silla para que pudiera sentarme.
- Gracias, ocurrencias de Liz.- dije contenta-.
- Pues a ella también tendré que hacerle un regalo.- comentó mientras me servía un poco de jugo en mi copa-.
- ¿A quién más le vas hacer un regalo?- pregunté intrigada-.
- Pues apostamos con Tom que si su loco plan salía bien.- me regaló una gran sonrisa.- Le pagaría su luna de miel con Netti donde ellos quisieran con todo pagado-.
- ¿Apostaste sobre nosotros?- dije elevando el tono de mi voz y él asintió con miedo.- Pues te saldrá bien caro pagar ésa luna de miel, ellos no son tan económicos como nosotros.- le contesté tomando un sorbo de mi bebida-.
- Jajajaja, tienes razón, nos dejaran en banca rota; tendremos que pedir un crédito para poder mantener a los renacuajos.- ahora yo también me uní a la risa.- Creo que ésta noche merece que brindemos.- dijo alzando su copa.- Por seguir caminando siempre juntos, a pesar de las dificultades que se nos crucen.
- Por aprender de nuestros errores.- dije antes de chocar nuestras copas.- Te amo.
- Y yo a ti.- se quedó quieto un momento.- Tengo algo para ti.- buscó algo en su bolsillo y luego me dio una cajita roja de la marca Cartier.
- Y yo a ti.- se quedó quieto un momento.- Tengo algo para ti.- buscó algo en su bolsillo y luego me dio una cajita roja de la marca Cartier.
- Robert, no tenías por qué comprarme nada.- fui abriendo la caja de a poco y me quedé maravillada por la hermosa pulsera que había en su interior.- Es preciosa.- la giré y vi su inscripción:
“Siempre mía, Siempre tuyo, Siempre nuestro”
Es perfecta… Gracias.- dije llorando nuevamente.- Me ayudas a ponérmela, aunque no sé si entre en mi brazo hinchado.- comenté a modo de burla-.
- No seas tonta, no estás hinchada, estas hermosa…- colocó la pulsera en mi brazo derecho.- Listo, viste cerró perfectamente.- me dio la llave con la cual la trabó-.
- No esa quédatelo tú, es como la llave de mi corazón, y solo te pertenece a ti.- me estiré sobre la mesa y le di un beso-
La noche transcurrió entre charlas, bromas y más risas. Le pregunté por la música que sonaba en la cabina y respondió que era de un CD que nos grabaron Sam y Marcus con guitarra y piano, el cual contenía nuestra música favorita. Hablamos de la ocurrencia de reunirnos en éste lugar ya que todos nuestros amigos sabían lo que significaba para nosotros. Después de mucho tiempo volvimos a abrir nuestros corazones, aclarando todo lo que nos había quedado en el tintero.
Acordamos que si bien volvíamos a estar juntos nuevamente, todavía seguiría durmiendo en lo de mi mamá, de esa forma la casa se podía poner en marcha con la decoración de la habitación de nuestros bebés, sin que yo me cansara lidiando con los contratistas. Era como volver al tiempo de ser novios; además el médico me había prohibido por un tiempo tener relaciones sexuales por el episodio de contracción que tuve y aún no me daban el alta definitiva.
Una vez que terminamos de cenar y de disfrutar el paseo en el London Eye, me llevó a conocer la camioneta que había comprado y a mostrarme todas las cosas que tenía para nuestros enanos, fuimos hasta casa ya que extrañaba mucho a mis animalitos. El recibimiento fue muy efusivo.
- Yo también los extrañé chicos.- estaba sentada en la alfombra después de que mi marido me ayudara, mientras Nala y Bear me atacaban con sus lenguas siempre con cuidado como si supieran que debían ser delicados con mi panza, Jella intentaba interponerse entre ellos para buscar mis mimos.- A ti también te extrañé, mi bola de pelos.- lo cargué sobre mis hombros y escuché su ronroneo-.
- Viste te dije, ésta casa se viene a pique si no estas aquí.- habló Rob, sentado en el sillón viendo la escena de los animales-.
- No seas tan quejoso, Maguie se encargó de mantener todo en orden por aquí.- dije dando un bostezo-.
- Vamos arriba a descansar.- se levantó y me dio su mano para ayudarme suavemente-.
- Ummm Rob…- dije con duda-.
- Dale, solo por hoy, te prometo que nada más vamos a dormir; ambos estamos cansados y ya es tarde para llevarte al departamento de tu mamá.- asentí y tomé su mano. Los perros y Jella iban detrás nuestro felices meneando las colas, ladrando y jugando entre ellos mientras subíamos las escaleras.- Ve a ponerte cómoda mientras preparo la cama.- me dio un beso en la frente acariciando mi espalda-.
Fui hasta el armario, tomé una remera grande de él y un pantalón cómodo; tampoco quería torturar al pobre, poniéndome alguno de mis camisones sexy. Tendría que llamar mañana al médico para ver si me daba el alta definitiva pronto, traía demasiada frustración sexual acumulada.
Antes de salir, tomé el teléfono que traía en un bolsillo del vestido que recién me había quitado y envíe unos textos rápidamente:
- Mamá, regreso mañana. No te preocupes, todo OK. Estoy con Robert.
- Liz… ¿sigues en el baño? ¡Tramposa!!! GRACIAS eres una gran hermana :D
- Vic, Gracias. Ya perdona a Harry por favor.
- Netti, todo arreglado. Gracias. Dile a tu novio que se cuide las espaldas. Esta me la paga. K
- Matilda. Todo OK. Gracias. Kris
Cuando regresé al dormitorio, Rob ya me esperaba metido en la cama, él también traía puesta una remera blanca, se veía tan guapo.
Me acosté y acomodé mi cabeza sobre su pecho, él me rodeó con sus fuertes brazos, respirando sobre mi cabello y acariciando un costado de mi barriga.
- Extrañé tanto esto.- comentó.- No volví a dormir tranquilo desde que te fuiste.
- Yo tampoco lo llevé muy bien, los chicos se volvían muy inquietos.- sobé mi pancita-.
- Bueno, mejor dejemos de lamentarnos y vivamos el presente.- me besó dulcemente los labios.- Buenas noches mi amor-.
- Buenas noches cielo.- le devolví el beso-.
Comenzó a tararear una nueva melodía que me fue relajando de a poco, al igual que a los bebés. Allí rodeada por sus fuertes brazos y con el latido de su corazón de fondo, volví a sentirme entera y me dejé llevar completamente feliz al país de los sueños.
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Bueno chicas, aquí a las corridas pudimos subir el capítulo tan deseado, ¡Nuestros tórtolos ya se arreglaron!!!... Perdón por la demora, por suerte me fue muy bien en mis exámenes... Mil gracias por su eterna paciencia; a Mariava y Cary que me ayudaron en la noche en sacar este capítulo adelante, que me tenía trabada :D
Ahora se vienen épocas de disfrutar lo que queda de la panza :D
Nos leemos en quince días nuevamente, espero ansiosa leer sus comentarios, alegran nuestros días!!!
Buen comienzo de semana
Naty
P.D: Saris subí el capítulo yo,ya que había demasiada ansiedad :)
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Bueno chicas, aquí a las corridas pudimos subir el capítulo tan deseado, ¡Nuestros tórtolos ya se arreglaron!!!... Perdón por la demora, por suerte me fue muy bien en mis exámenes... Mil gracias por su eterna paciencia; a Mariava y Cary que me ayudaron en la noche en sacar este capítulo adelante, que me tenía trabada :D
Ahora se vienen épocas de disfrutar lo que queda de la panza :D
Nos leemos en quince días nuevamente, espero ansiosa leer sus comentarios, alegran nuestros días!!!
Buen comienzo de semana
Naty
P.D: Saris subí el capítulo yo,ya que había demasiada ansiedad :)