El viaje desde el hospital hasta casa transcurrió muy tranquilo; mis bebitos durmieron todo el trayecto, sin quejarse.
Por suerte la prensa aún no tenía conocimiento del nacimiento, aunque ya había varios fotógrafos haciendo guardia en la cercanía de la casa para estar atentos a algún movimiento nuevo, logramos eludirlos.
- Creo que lo mejor sería que estacione dentro de la cochera de casa y luego sacamos a los bebés.- comentó Rob señalando hacia uno de los árboles que había a unos tres metros de nuestra casa donde dos paparazzi nos estaban esperando.
- Si no quiero una lluvia de flashes sobre ellos en su tercer día de vida.- dije media enojada.- Por suerte se te ocurrió polarizar los vidrios.- lleve mi mano hasta su muslo para acariciarlo.- Me casé con un hombre muy inteligente.- besé sus labios con rapidez, mientras él se reía. Justo sonó el teléfono.
- Mamá… si ya nos dimos cuenta… vamos a entrar directamente a la cochera interna… si, por favor saca la traba que tiene… ¿Mis otros niños como están?... si yo también los extraño, espero que acepten a dos más en su familia… Te corto porque ya estamos entrando, beso.- terminé la llamada.
- ¿Segura que podremos con esto o prefieres volver al hospital hasta que los niños tengan 18 años?- bromeó Rob, mientras las rejas de nuestra casa se abrían.
- Creo que ya es tarde para arrepentirnos, los bizcochitos ya están fuera del horno.- me giré para ver a los niños y chequear que todo estuviera bien.
Casi nunca guardábamos los coches en el garaje interno, salvo que los dos nos fuéramos de viaje; esperé hasta que la puerta descendiera completamente antes de desabrocharme el cinturón y bajar para tomar a los bebés. No habíamos terminado de bajar cuando llegaron Clare y mi mamá.
- ¡Por fin están en casa!- dijo emocionada Clare.
- ¡Están todos ansiosos esperando adentro!- la siguió en emoción mi mamá.
- Primero al menos déjenos bajar a los agasajados.- comenté de manera irónica mientras peleaba con el cinturón de seguridad de la sillita de Alex.
- Haber déjame que te ayude amor- Rob se percató de mi lucha con la vendita silla, quería sacar la canastita para no despertar a mi gordo por levantarlo. Él en unos segundos logró lo que a mí me estaba llevando una eternidad.
- ¿Cuándo te volviste experto en sillitas?- lo empujé con el hombro, jugando con él.
- Laura me enseño.- me regaló esa gran sonrisa de niño de cinco años.
- Bueno ya tenemos a mis dos nietos afuera, entremos antes que todos se vengan corriendo para aquí.- Clare y mi mamá se llevaban la canastita de Aly.
- Vamos.- Rob tomó una de mis manos y con la otra llevaba a Alex.- Creo que prepararon un pequeño almuerzo para todos, comemos y los echamos, así puedes descansar.- besó el tope de mi cabeza.
- Ok, cuando antes empecemos, antes terminaremos.- no quería ser mala con toda nuestra familia, pero sentía la necesidad de quedarme solamente con Rob y nuestros hijos. Necesitaba un tiempo para reacomodarme a esta nueva vida.
Cuando llegamos a la cocina mi mamá nos esperaba Aly en brazos, la ranita ya se había despertado.
- Se despertó cuando entramos aquí.- me la dio. Alexia me miró, chupándose su manito.
- Están todos esperando en el living.- asentí, Rob me rodeo la cintura con su brazo empujándome para que caminara.
- ¡SORPRESA!!!- gritaron todos cuando llegamos al living. Aly se removió por el susto que se pego y el grito hizo despertar a Alex que comenzó a llorar.
- Ups! me parece que la jodimos gente, asustamos a los peques.- comentó Tom, que estaba cargando a Jella.
- ¿Qué es jolimos?- preguntó Mady, que estaba a upa de su papá. Todos nos reímos por su pregunta y Vicky le dio un zape en la cabeza a Tom por no medir sus palabras frente a los niños.
- Nada cielo, solo que tus primos son muy pequeños y se asustan de la nada.- habló Vicky.- Perdón cuñada.
- No pasa nada, igual Alex ya tenía que estar despertándose le toca su próxima toma de leche.- le pasé Aly a Rob para sostener a mi chiquitín especial que no paraba de llorar.- shhhh mi niño, mami ya está acá.- lo acurruqué sobre mi pecho, él todavía seguía gimoteando.- ¿Bear y Nala por donde andan?
- Están en el patio, esperando para entrar.- me respondió mi hermano Tay.
- Bueno primero le voy a dar de comer a mis dos pequeños becerros y después los voy a presentar formalmente con sus dos hermanos perrunos… Voy a ir a la habitación y luego bajo.
- Mientras nosotros terminamos de preparar la barbacoa, hija.- dijo mi papá.
Estaba subiendo con Rob hasta mi habitación, cuando sentí un tirón en mi pierna.
- Cielo ¿Qué pasa?- le pregunté a Mady.
- Pudo il con ustedes.- agachó la mirada avergonzada.
- Claro princesa ¿Me vas a ayudar con tus primos?
- Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.- gritó tan fuerte que Alex volvió a inquietarse.- Pelón.- se llevó sus manitos a su boca para taparla; me causó gracia su expresión.
- No pasa nada princesa, tu primo es medio lloroncito, igual que vos cuando eras así como él de chiquita.- le contó Rob, mientras subíamos las escaleras.
¿Enchelio?- ambos asentimos. Era verdad Mady no paraba de llorar por cualquier cosas, recuerdo los nervios que se llevaba Victoria cuando no sabía ya como calmarla.
- Pero ahora shoi nena gande y no shoro mash.- nos sonreímos con Rob por la mentira que estaba diciendo.
Como era un hermoso día, la habitación estaba totalmente iluminada por la luz natural que ingresaba por la ventana… Fui hasta la cama.
- Enana ¿me ayudas a acomodar estás almohadas?- se subió de un salto a la cama y colocó dos almohadones grandes sobre el respaldo de la cama.
- ¿A si esta ben?
- Lo hiciste excelente.- besé su frente.- Ahora vamos a alimentar a tus primos.- le sonreí, ella parecía muy entusiasmada por ver como sus primos comían.
- Acá te traje la súper luna.- Rob traía casi arrastrando la almohada de lactancia. Me senté acomodé bien la almohada y luego a los niños que me miraban con sus ojitos ansiosos como sabiendo lo que les iba a tocar. Cada día que pasaba más rápido se prendían a mis pezones y ya no molestaba tanto la sensación.
- ¿Sabe lica tu leche tita?- preguntó Mady que estaba sentada al lado mío viendo a sus primos alimentarse.
- Ummm la verdad no se, pero imagino que para ellos es la cosas más rica del mundo.- le regalé una sonrisa.
- Pues yo si te digo que tu leche es muy rica… la más sabrosa de todas.- me susurró Rob para que Mady no lo escuchara, me hizo ponerme colorada, al recordar alguna noche de pasión.
- Tienen mi colol de pelo.- comentó, tocándole la cabecita a Alex con cuidado.- Se palesen a mi muñeca Didi.
- Tienen tu color de pelo, porque son tus primos, tu mamá y tu tía Lizz son rubias igual que yo; por eso ellos también sacaron ese color de pelo.- Rob le explicó con toda la ternura del mundo.
- ¿Cuándo pedo jugal con ellos?
- Todavía son muy peques, pero en unos meses cuando empiecen a gatear no te dejaran en paz… Recuerda que tu ellas la mayor, te tomarán como su modelo a seguir.- mi enana sonrió entusiasmada.
Después que mis chiquitines se alimentaron, les cambiamos los pañales, divirtiéndonos por todos los comentarios que decía Mady… No sabía se dejarlos dormir en el moisés que estaba instalado en la habitación y bajar con ellos y que durmieran en la practicuna de la cocina. Sentía que eran muy pequeños para dejarlos tan lejos de mí, así que bajaron con nosotros y los acosté en la cocina.
- ¿Ya quedaron satisfechos?- me preguntó Matilda, dándome un vaso de jugo.
- Si, los dos son unos terneritos, no se si voy a dar a vasto con ambos.- nos reímos.- Gracias por el recibimiento, la casa le quedo muy linda.- habían llenado el living con globos y un gran cartel que decía “Bienvenidos Alex y Aly”.
- Bueno ya conoces como es Liz, siempre todo a lo grande.- volvimos a reírnos y justo ingreso la susodicha.
- ¿Ya te dieron un poco de libertad mis sobrinitos?- Liz entró cargando una bandejas de vasos.
- Solo un poco, puede que se duerman mucho o en cinco minutos alguno demande mi atención- me quedé mirando a mis bebés; subí la sabanita para taparlos mejor.
- Porque no aprovechas para ver a tus otros hijos que están desesperados por verte y de paso vigilas que mi hermano, o sea tú marido no nos deje sin almuerzo a todos. Yo no se porque sigue queriendo parecer el gran chef, el señor de la parrilla, cuando no sabe encender ni un fosforito.- me reí por lo bajo, jamás cambiarían los dos… toda la vida serán como perros y gatos.
- Voy a tomar tu consejo y saludar a mis bebes peludos.- tomé los monitores para encenderlos, uno lo deje en la cuna y el otro me lo llevé. A penas salí del patio, Nala y Bear vinieron corriendo hacia mí.- ¡Mis chicos!... Siiii yo también los extrañe a los dos.- estaba tirada sobre el pasto con los dos encima de mí llenándome de baba, rodando de un lado a otro.
- Pareces una cría Kris, no una madre decente.- se burló Tom.
- Ellos son mis primeros bebés y también los extrañe mucho, mucho.- abracé a Nala y Bear.
Por suerte Alex y Aly se durmieron de corrido tres horas, ante de despertarse muertos de hambre y con los pañales sucios. Así que pudimos almorzar entre todos tranquilos… Cuando nos quisimos dar cuenta ya estaba poniéndose la noche y Rob, fue echando muy sutilmente a todo el mundo; mi mamá y Clare fueron las únicas que se quedaron para ayudarnos en esta etapa de transición que estábamos teniendo.
Si bien aún no podíamos bañarlos porque los cordoncitos umbilicales todavía no se habían caído, Laura nos había ensañado a como higienizarlos con un paño húmedo con agua tibia… Calentamos el baño con el caloventor para que no tomaran frío y luego nos dispusimos a desnudarlos; como la que mejor llevaba los cambios bruscos es Alexia fue la primera que le toco el “baño”.
Al principio se quejó un poco, de que la despojáramos de su ropita pero con lo cariñosa que es ella, enseguida comenzó a regalar sonrisitas con cada caricia que le daba. Rob estaba tras mío grabando el primer baño de ellos… Una vez que ella quedo limpia, se la di a las abuelas para que la vistieran y le tocó el turno a mi lloroncito.
Como era de suponer, lloró desde el momento que le saqué la ropa hasta que lo volvimos a vestir, me angustiaba mucho verlo de esa manera; según Clare era el vivo carácter de su padre, que me calmara y que quizás a él le costara un poco más seguir una rutina. No me quedaba otra que armarme de paciencia.
Luego del baño, volvió tocar alimentarlos y de nuevo se quedaron dormidos, yo no estaba tampoco tan lejos de dormirme también.
- Ve a ducharte así duermes un rato.- me susurró Rob al ver como me acomodé sobre las almohadas una vez que acostamos a los bebés.
- Aja.- a penas conteste, necesitaba un baño pero sinceramente, no tenía las fuerzas para ir hasta el baño, prender la ducha y bañarme… No se si es que me quede dormida o qué, pero Rob me despertó.
- Cielo, ahí te preparé todo el baño, solo tienes que ir hasta allá…- me removí y me di vuelta para el otro lado de la cama.- ¿Quieres que te lleve a upa y te bañe con una esponjita como a los niños?- preguntó en tono picarón.
- Te voy avisando que aún te quedan treinta y ocho, casi treinta y siete días por delante antes que puedas jugar con la esponjita.- dije en forma irónica.
- ¡Qué mente sucia tienes mujer! Yo que te ofrezco un baño con todas las mejores y más sanas intenciones del mundo y tú lo tomas para el lado perverso.- se hizo el ofendido.
- JAJAJAJAJA Conozco al hombre con que me casé y para él un baño con una esponjita de por medio siempre tiene doble intención.- me levanté de golpe y me desperecé.- Por esta vez tomaré el baño preparado con las “mejores y más sanas” intenciones del mundo.- le di un beso rápido antes de salir corriendo hacia el vestidor, de fondo oía las risas de mi marido.
Lo bueno es que a pesar de todo el cansancio que traía conmigo, no habíamos perdido el humor y las bromas internas entre nosotros; y eso simplemente me hacían completamente feliz.
Rob tenía razón, el baño fue con un bálsamo sanador, me sentí como nueva una vez que salí de la ducha; como hacía mucho calor tomé una remera de él que ya estaba bastante gastadita y un short.
- ¿Se despertaron?- pregunté al ver que Rob estaba mirando sobre el moisés.
- No solo estaba viendo, las preciosas criaturas que hemos creado.- me regaló una preciosa sonrisa.- Ven cielo, acuéstate con nosotros.- golpeó mi lado de la cama. Terminé de secarme el pelo para luego acomodarme sobre su pecho; él me rodeó con el brazo y beso mi frente.- Guau, al fin puedo abrazarte de nuevo sin tener un balón de por medio.- acarició mi panza.
- Ahora tengo un balón desinflado y fofo.- si bien había perdido casi diez kilos luego del parto, aún me acompañaban quince más.
- No digas tonterías, estás más preciosa que nunca… Con el tiempo todo volverá a su lugar, aunque admito que me gustaría que te quedaras con unos kilitos de reserva, y si es posible que se almacenen aquí.- palmeó mis glúteos.
- Cuarentena.- le advertí, escondiendo mi risa en su pecho.
- Vuelvo a repetir eres una mal pensada.- dijo a modo ofendido, encendió la tele y a los cinco minutos yo perdí todo conciencia con la realidad.
1:15 AM
Comencé a sentir unos gorgoteos, abrí los ojos de golpe y me senté para ver quien se había despertado, Alexia.
- ¿Qué pasa princesita, tenemos hambre ya?- al ver la hora me di cuenta que había pasado casi tres horas desde su última toma. La alcé a upa y ahí me di cuenta que se había despertado por otra cosa, pañales sucios.- Haber que obsequios le has dado a mami.- el salir de la cama para buscar el cambiador despertó a Rob.
- ¿Qué paso?- se sentó de golpe.
- Nada amor, solo cambio de pañales, la miras un rato mientras busco el cambiador.- asintió y deposite a Aly en nuestra cama. Cuando volví con las cosas, padre e hija estaban jugando con sus manos.- Dije que la miraras no que jugaras con ella.
- Ella empezó, quería jugar a las manitas.- negué con la cabeza.
Luego de cambiarles los pañales, le di un poco de pecho para que se volviera a dormir, en ese momento se despertó Alex a llanto limpio.
- Amor, despierta.- sacudí a Rob que se había quedado de nuevo dormido.
- ¿Qué?
- Carga a Alex que esta llorando, yo no le puedo cortar el pecho a Aly.- se levantó, lo tomó en brazos para intentar calmarlo.
- Creo que el también necesita un cambio de pañales.- puso cara de asco al oler la colita de nuestro hijo.
- En la mesa esta todo, cámbialo y luego dámelo para que le de el pecho a él también.- se me quedó mirando con cara de pánico.- ¿Qué?
- Esteee…- se rascó el pelo.- ¿Lo tengo que cambiar?
- No amor, dale las cosas a Alex para que se cambie solo.- le contesté de manera irónica.- ¡Pues claro que lo tienes que cambiar!- no omitió más palabra y fue en busca de las cosas para cambiarlo… él pobre era todo un espectáculo, nunca lo vi temblar tanto por algo; encima nuestro hijo se le movía para todos lados y le terminó haciendo pis encima.- jajajajaja ayy Robert, a los niños se les cambia de costado porque siempre apuntan para uno.- me continué riendo mientras le sacaba los gases a Aly.- Haber mira como lo hago para la próxima.- le di a la niña y le mostré como cambiar el pañal de un niño.- Listo, ¿Vez que no es complicado?
- Ummm no es lo que más me gusta hacer, pero prometí ayudar… Tú pequeño deberías tenerme más paciencia, tus llantos me ponen aún más nervioso.- le tocó el pachetito a Alex cuando estaba tomado su ración de leche, mi niño se aferró más fuerte a mí.
- Dios lo que me espera con mis dos hombres celosos.- ambos nos reímos.
Entre los cambios y la toma de leche se hizo las dos de la mañana antes de poder volver a dormir…
3:30 AM
Un nuevo llanto nos despertó, esta vez a ambos… Alexia y Alexander lloraban al mismo tiempo, un nuevo cambio de pañales, otra toma del pecho y de nuevo caer en el sueño.
4:25 AM
Aly se despertó llorando y no se calmaba con nada, nos fijamos en el pañal lo tenía seco, mi pecho no lo quería, la paseaba de aquí para allá y no se calmaba, con el paso del tiempo terminó despertando a su hermano… Las abuelas habrán escuchado el concierto en vivo de llanto que teníamos en la habitación y vinieron a socórrenos.
Yo estaba tan agotada que a penas tenía leche en mis senos, ninguno de los dos quería agarrar mi pezón y más nerviosa me puso… Intenté por un rato más, no hubo caso y ya era cerca de las cinco y media cuando opté por preparar una medida de biberón para ver si era el hambre que tenía el causante de su llanto.
En el medio hubo otro cambio de ropa directamente, porque su caca fue muy líquida y traspasó los pañales.
6:15 AM
Los primeros rayos del Sol se iban asomando con curiosidad por la ventana de nuestra habitación; Rob se recostó a mi lado, luego de ir al baño, abrazándome para atraerme muy cerca de él.
- No puedo creer que ya sea de día- habló susurrando.
- Nos hicieron pasar una noche movidita.- le contesté con los ojos cerrados.- Espero que solo sea por que aún no se habituaron a la casa.
- Dios te escuche, siento que estuve grabando toda la noche sin poder descansar.- a penas tenía fuerza para sonreír.
- Mejor durmamos lo poco que nos queda antes de volver a comenzar un nuevo día.- tomé sus manos y las puse sobre mi pecho.
- Te amo, a pesar de estar molido a palo.
- Yo también.- y volvimos a descansar todo el tiempo posible que los niños nos regalarán.
Nadie nos había dicho que la paternidad iba ser un trabajo fácil pero, a pesar de todo el cansancio que acumulamos en un noche, por nada del mundo cambiaríamos la felicidad que nos generaba tener a esos dos soles con nosotros.
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Muchas gracias chicas por todo el apoyo que le han dado a la historia es de gran ayuda sus comentarios y el que quieran que continué este proyecto, pero miles de gracias a todas las chicas que han pasado y han dejado sus opiniones como: dracullen, alejandra lozada galeana, monica, nydia, martha oriz, gime, fanny rebellon, maria alejandra olivares leañez, Elena, andreina, melpattzstew, daniMenesesP, al resto de las anónimas y a nuestras dos mas grandes fans Mariava y Cary.
Chicas también queremos decirles que la siguiente semana sera el turno de actualizar sanando y después ourlove los vamos ir intercalando para que estén pendientes de estas grandes historias... así que no se vallan a perder el primer capitulo de sanando, nos vemos nenas y besos a todas.
Me encanto!! Como siempre genial la historia y con mucha felicidad de que la continuéis.
ResponderEliminarMuchos besos =)
Divino!!! Espero el próximo.
ResponderEliminargrax, muy lindooo!!!
ResponderEliminarfascinante ,me encanta esta nueva etapa de los papitos..Gracias nena.....Besos....
ResponderEliminarHermoso, en su totalidad! gracias chicas x todo.. ando con ancia de SNC no puedo esperar x el nuevo capitulo como tampoc puedo esperar x el siguiente de Our love *--*
ResponderEliminarBesos
MelPattzStew :)
hermosooooooooooooooooooooooooooooo
ResponderEliminarcap hermoso como siempre chicas lindas
cuidende las amos
gracias
besitos bye
jajajaja soy cari nenas (=
ResponderEliminarNo me acuerdo si ya había comentado, pero me alegra mucho que allan decidido seguir con la historia, cuando empece a leerla me encanto y me puso muy triste cuando me entere que la iban a dejar y bueno abrir el blog y encontrarme un nuevo capitulo y genial.
ResponderEliminarHERMOSO el capitulo de verdad que si, es demasiado tierno pero muy chistoso es WOW!!! leerles a los dos en esta situación hace que todo sea hermosos y de verdad me deja sin palabras.
GRACIAS POR ESTE HERMOSOS CAPITULO Y POR SEGUIR
NATYYYYYYYY MI AMORRRRR!! ME ENCANTO!!! WIIIIIIIIIII!!
ResponderEliminarBEHOS HERMOSA!! TKM!! Y ESPERO EL PROX!ME AFIRMARE!! AJJAJAJAJAJJA
me encanto este fic y mucho mas los que vendran, estubo tiernisimo pero me encantara cuando pase la cuarentena que en medio de la accion el llanto de los gordos genial no creen? gracias por continuar, estare pendiente de ustedes siempre las quiero mucho muchachas gracias de nuevo.
ResponderEliminarme encanto este fic y mucho mas los que vendran, estubo tiernisimo pero me encantara cuando pase la cuarentena que en medio de la accion el llanto de los gordos genial no creen? gracias por continuar, estare pendiente de ustedes siempre las quiero mucho muchachas gracias de nuevo.
ResponderEliminarESTABA ESPERANDO EL CAPITULOO ME ENCANTA ESTA HISTORIA FELICIDADES CHICAS ATT. ESTEFYFATI......
ResponderEliminarAWWWWWWWWW GRACIAS POR SEGUIR CON LA HISTORIA ENSERIO, SIGNIFICA MUCHO ARA MI <3,ABRI EL BLOG SIN PENSAR QUE ENCONTRARÁ CPAÍTULOS NUEVOS,NO SABEN COMO ME ALEGRÓ LA VIDA! QUE BELLOS SON COMO PAPÁS DEMASIADO TIERNOS :)
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